Tras los primeros pasos del Che
Las casas que habitó, museos, centros culturales y monumentos reviven los sitios que transitó Ernesto Guevara antes de iniciar su lucha revolucionari
El museo La Pastera, en Neuquén, conserva el galpón donde Guevara se alojó en 1952 con Alberto Granado.
A 85 años de su nacimiento, la figura de Ernesto “Che” Guevara sigue despertando el interés de gente de distintas generaciones. Para conocer en detalle su experiencia de vida, pensamiento político y legado, una multitud de visitantes acude a museos temáticos, centros culturales y monumentos. Cada uno elige rescatar allí alguna de las múltiples facetas de este hombre de acción, asesinado en la selva boliviana en 1967: el idealista insobornable, el guerrillero, el viajero, el intelectual y lector empedernido, el fotógrafo, el educador o el impulsor de grandes proyectos sociales. La Ruta del Che en la Argentina arranca en Rosario (su ciudad natal) y se extiende hasta San Martín de los Andes, en Neuquén, una de las escalas que realizó el Che, cuando los primeros sueños y utopías lo lanzaron en moto a una fascinante aventura por Latinoamérica.
Rosario (Santa Fe)
No se trata de una ciudad más en la Ruta del Che. Aquí nació en 1928 y empezó a forjar sus ideales revolucionarios con su amigo Alberto Granado. La Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario propone un circuito autoguiado, que se inicia en la casa natal, de estilo neoclásico francés, en la esquina de Entre Ríos y Urquiza. Continúa en la Plaza de la Cooperación (Mitre y Tucumán), que cobija un mural con la imagen del Che –pintado por el artista plástico Ricardo Carpani–, el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto “Che” Guevara (CELChe), el banco del Parque Independencia donde fue tomada la primera fotografía del Che (se calcula que fue en 1928, al mes de haber nacido), la Plaza y Monumento al Che.
El gran impulso para la implementación de este recorrido lo dio la inauguración del Centro de Estudios en 2011, que aporta más contenido e información al circuito, con entrada gratuita. “Para conocerlo bien, al Che hay que leerlo”, recomienda Ramiro Guevara Erra, hermano del Che y coordinador del CELChe.
Informes: (0341) 480-4511; celche@rosario.gov.ar; www.rosariocultura.gob.ar Ω
Caraguatay (Misiones)
A 11 km de Montecarlo, un camino de tierra de 4 km se desvía de la ruta 12 rumbo a la orilla del río Paraná y desemboca en el Solar del Che, donde su padre –experto en mensura y división de tierras– explotaba 200 ha de monte y yerbales. Desde el museo, una caminata de 500 metros por la selva alcanza las ruinas de la casa donde el Che vivió sus primeros 18 meses de vida. Quedan las bases de treinta columnas de ladrillos, cercadas por cañas y palmeras pindó sobre la barranca.
Las cuatro salas del museo relatan la vida de Ernesto Guevara y las penurias de los mensú , trabajadores que cobraban mensualmente en los obrajes, muy explotados y vigilados por hombres armados que respondían a capangas (capataces). Libros y fotos color sepia muestran a la familia Guevara paseando por el río en la lancha Kid, pescando y ocupados en la explotación de yerba. Un texto del Che describe el escenario que lo había rodeado aquí siendo bebé: “En el misterioso Misiones, todo es obsesionante. La selva impenetrable, llena de enormes arboledas que ocultan el sol con lianas, el yaguareté, el gato onza, el puma, el yacaré, el anta y el oso hormiguero; los arroyos que se abren camino y suelen caer en grandes cascadas, pinares, milenarios lapachos, el profundo Paraná, la tierra pringosa y colorada y la ciénaga del monte”. Entrada, $ 10.
Informes: (03751) 494-082; turismo@misiones.gov.ar; www.solardelche.com
Alta Gracia (Córdoba)
La familia Guevara vivió en seis casas diferentes de Alta Gracia entre 1932 y 1943. Hoy puede visitarse Villa Nydia, en el barrio Pellegrini, el chalé donde residieron más tiempo. A los dos años de haber llegado, Ernesto –que tenía 6 años de edad y a quien sus padres llamaban “Ernestito” o “Teté”– fue afectado por un cuadro de asma severo. Por eso, su primera maestra fue su propia madre (Celia), quien le enseñó aquí a hablar en francés. Debajo de los dos pinos y la galería de estilo español del frente, una estatua recuerda al Che siendo niño, sentado sobre el balcón.
En el primer salón, donde funcionaba el comedor, fotos de la niñez y la juventud preceden a una serie de imágenes de Guevara revolucionario. El piso de pinotea original lleva hasta el dormitorio que el Che compartía con su hermano Roberto. Discretamente guardado bajo una vitrina, en el camino se distingue su Boletín escolar de 4° y 5° grado, que revela las mejores calificaciones en Geografía, Historia e Instrucción Cívica. También se exhiben una constancia de su primer trabajo rentado (laboratorista en la Dirección de Vialidad de la Provincia de Córdoba), la matrícula de enfermero y el título de médico, recibido en la UBA en 1953.
El museo abre de martes a domingos de 9 a 18.45 y los lunes de 14 a 18.45. Entrada, $ 15; estudiantes, $ 45. Pase triple para los museos Casa del Che, Manuel de Falla y de Arte Dubois, $ 20.
Informes: (03547) 428-579; museocheguevara@altagracia.gov.ar; www.altagracia.gov.ar
Ciudad de Buenos Aires
El primer museo privado dedicado a Ernesto Guevara funcionó entre 1996 y 2002 en Caballito. Después del cierre, Eladio González y su mujer Irene decidieron seguir exhibiendo al público al menos una parte de su colección de fotos, numismática y filatelia alusiva, además de un portafolio que perteneció al Che. Para ello, acomodaron los objetos en una vitrina junto a una escultura del Che en tamaño natural en su negocio de antigüedades, juegos y discos “Bagatela”, en Rojas 129, entre Yerbal y la vía del tren.
Los anfitriones sueñan con contar con un espacio adecuado para reabrir el Museo del Che. Por ahora, su colección –que incluye banderas, pins, remeras, dibujos, libros, sellos, afiches y folletos– se puede admirar de lunes a viernes de 10 a 18, con entrada gratis.
Informes: 4903-3285; museocheguevara@fibertel.com.ar; www.museocheguevaraargentina.blogspot.com
San Martín de los Andes (Neuquén)
En enero de 1952, durante su primer viaje en moto por Latinoamérica, Ernesto Guevara y su amigo Alberto Granado llegaron a la zona de la Cordillera, antes de recalar en Bariloche y cruzar a Chile por el paso Laguna Fría. En San Martín de los Andes, los empleados del Parque Nacional Lanín les permitieron hospedarse durante cuatro días en un galpón de acopio de pastos para los caballos de los guardaparques.
En 2008, esa casa de madera construida en 1946 se transformó en La Pastera Museo del Che, donde se pueden leer algunas vivencias de los dos aventureros a orillas del lago Lácar, relatadas por el Che en su diario “Notas de viaje”. A Pedro Olate, sereno y asador del galpón, lo describe como “gordo de 150 kilos, con cara a prueba de balas”. Además, se conserva el entrepiso de madera donde descansaron los forasteros. Es muy completo el material documental que llena estanterías, vitrinas y pantallas de video. Abundan las fotos de época del galpón, películas que conservan discursos del Che y documentales con relatos de su lucha revolucionaria, paneles informativos realizados en Cuba, libros y hasta el acta de nacimiento del Che, guardado en una botella.
El museo es, a la vez, un espacio cultural, utilizado para actividades de artes plásticas para escuelas, exposiciones de pintura, recitales de grupos musicales locales y clases de Turismo y Artes Plásticas, a cargo de la Universidad Nacional del Comahue.
Entrada, $ 20; jubilados, $ 10; hasta 20 años, gratis.
Informes: (02972) 411-994; info@lapasteramuseoche.org.ar; www.lapastera.org.ar
IMPERDIBLES
Dos estatuas dedicadas al Che
Desde mediados de 2008, un monumento homenajea al Che Guevara en Rosario, la ciudad donde nació. Para dar forma a la estatua, el artista plástico argentino Andrés Zerneri se valió de 75 mil llaves y piezas de bronce donados por 15 mil admiradores de Guevara de todo el mundo. La mole de 4 metros de altura fue erigida en la plaza Ernesto Gue-vara, una porción del parque Hi-pólito Yrigoyen, en avenida 27 de Febrero y Laprida. A los pies del pedestal que sostiene la escultura, un sendero de adoquines y durmientes simboliza el derrotero del Che en Latinoamérica. Durante la inauguración, a la que asistieron el cantante uruguayo Daniel Viglietti y Aleida Guevara March, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario entregó a la hija del guerrillero una distinción post mortem a Ernesto Guevara.
A su vez, en diciembre de 2009, el escultor Martín Sampallo construyó en Roque Pérez el primer monumento que recuerda al Che Guevara en la provincia de Buenos Aires. La estatua de cemento fue instalada sobre la escalinata de una base triangular, en la plaza Paula Albarracín.
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