Milan: Diseño por la galería
La ciudad lombarda vuelve a marcar tendencia con otra edición del Salón del Mueble, sólo para recordarle al mundo su reconocida elegancia y estiloMILÁN.- Entre las ilustres ciudades italianas, gloriosas por su historia milenaria, sus palacios, sus iglesias solemnes, su cultura, su belleza, Milán es la que más sufrió estéticamente los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Y al no haber conservado tantos monumentos y palacios históricos, como Roma, Florencia o Venecia ILa, la capital de la región de Lombardía parece haberse concentrado más en destacarse como centro de la moda, del diseño, de los negocios.
Uno de los momentos en el calendario más adecuados para apreciar esa personalidad es durante los días del Salón del Mueble, que este año se hará entre el 9 y 14 de abril. Se trata de la feria de diseño y decoración con mayor relevancia a nivel internacional, y tiene sede en la Fiera Milano de Rho, un barrio afuera del centro histórico, pero de fácil acceso con la línea roja del subte.
Durante esa semana dinámica y emprendedora, Milán (la segunda ciudad italiana por población) se transforma en una gran celebración creativa, con una completa programación de eventos y exhibiciones de la mañana a la noche, por toda la ciudad. Para los aficionados al diseño, el Salón del Mueble es una valiosa oportunidad para conocer las últimas (y las próximas) tendencias. El mundo que vamos a habitar es el título de esta edición de la feria, especialmente orientada al futuro. "Es importante saber renovarse", explica a la nacion el presidente del salón, Claudio Luti, que este año prevé 300.000 visitantes de 160 países y 2500 expositores.
En esas jornadas, el diseño se ve por toda la ciudad, no sólo en el predio de la feria, en particular en las zonas centrales como Brera, la Triennale, los quiostros de la Biblioteca Umanitaria, la Universidad Católica, Via Tortona y Ventura-Lambrate, donde se genera un marketing de barrio en que hoteles, locales, tiendas, agencias de comunicación, espacios culturales, concurren para promover y organizar eventos abiertos al público todo el tiempo. Para estar al tanto de todas las actividades, Fuorisalone, organización que promueve los eventos que acompañan la feria, distribuye una guía que también se puede ver y bajar en la página Web (www.fuorisalone.it
2013). En el programa habrá un toque de argentinidad: las alpargatas Paez tendrán su evento el 12 y 13 de abril en el Swami Cafè (Viale Montenero 12), a las 20, brindando con un trago típico argentino, gratuito sólo para quien lleve puestas las alpargatas.
La moda es otro elemento fundamental en esta ciudad y también del Salón del Mueble. No se puede pasar por Milán sin aventurarse por las vidrieras de las grandes marcas de la moda italiana. Durante la feria, el llamado cuadrilátero de la moda, que recorre cuatro calles emblemáticas (Via Montenapoleone, Via Gesù, Via della Spiga e Via Sant'Andrea), se pone aún más interesante ya que las tiendas de lujo se suman al evento con instalaciones y eventos especiales. Algunas marcas incluso aprovechan para presentar sus propias home collections. Mientras tanto, tiendas como Gió Moretti (en Via della Spiga) y Banner (Via Sant'Andrea) ofrecen una buena selección de diseñadores de ropa emergentes.
A pocos metros del cuadrilátero arranca Corso Vittorio Emanuele, calle peatonal que entre tiendas y bares lleva hasta Piazza del Duomo, símbolo de Milán por excelencia. La basílica amerita una visita, así como la subida a la cima del Duomo. En frente, la Galleria Vittorio Emanuele es otro lugar donde mirar vidrieras y tomar el famoso Spritz (clásico trago italiano) en el histórico bar il Camparino, donde paraban los compositores Verdi y Toscanini, a la vuelta del Teatro alla Scala, que durante la semana del salón presenta imperdibles conciertos de su Orquestra Filarmónica.
El centro de Milán se recorre fácilmente a pie en un solo día. Caminarlo se transformó en una experiencia más placentera desde el año último, cuando el proyecto Area C limitó drásticamente el tránsito de automóviles por el centro, generando al principio reacciones adversas entre los vecinos, pero produciendo finalmente un gran beneficio para la ciudad. Esto fue posible gracias a un transporte público impecable y un eficiente sistema de alquiler de bicicletas (www.bikemi.com), buena alternativa a los taxis dispendiosos. ¡Siempre que no nieve ni llueva! La llegada de la primavera, cuando la lluvia y el frío dejan lugar a los días cálidos y soleados, es el mejor momento para pasear por las encantadoras calles de Milán.
para sibaritas, del
panettone al... sushi
La oferta gastronómica en Milán es variadísima. Al Mercato ( www.al-mercato.it ), hamburguesería y restaurante al mismo tiempo, es el lugar de moda del momento, donde van todos los jóvenes jet-setters que se deleitan con los exquisitos platos de Beniamino y Eugenio, dos chefs-propietarios apasionados por la alta cocina.
Erba Brusca ( www.erbabrusca.it ), en la zona Navigli, con su jardín y su huerta ciudadana, es el lugar perfecto para pasar días soleados, con un brunch dominical, cuando Alice, creativa chef, dueña del restaurante, sorprende con platos inolvidables. Se puede llegar en bici, por una larga pero muy linda senda que costea el Naviglio.
Otro restaurante interesante es Enocratia ( enocratia.wordpress.com ). Su chef, Eugenio Boer, sugiere combinaciones de vino y comidas que parten desde el vino y no al revés.
Recorriendo Corso Vittorio Emanuele, el séptimo piso de la Rinascente es una experiencia culinaria total y muy sofisticada, tanto para comprar delicias gastronómicas de packaging muy elegante como para comer desde platos tradicionales hasta sushi.
Lo mismo pasa en Eataly en la planta baja del Excelsior, el enorme concept store con bar para una comida rápida, un rincón con los macarrones de la francesa Ladurée y un supermercado que quiere competir con Harrod's de Londres, tanto en calidad como en precios.
Para el desayuno, la cafetería Pavé (www.pavemilano.com ) es todo un aprendizaje ya que el laboratorio de cocina está a la vista, como parte del local.
En las históricas y riquísimas confiterías St. Ambroeus ( wwwsantambroeusmilano.it ) y Biffi ( www.biffipasticceria.it ), conocida por el panettone (pan dulce) original milanés, sirven saladitos calientes con servilletas de lino que perfuman de almidón. Una inigualable manera de terminar el día.
Tour de colección por los museos
Durante la semana del Salón del Mueble, la entrada a los museos de Milán es gratuita. Entre los que vale la pena visitar se cuenta uno de los más nuevos, Il Cantiere del 900, en el palacio Beltrami, que alguna vez fue sede del Banco Comercial italiano, al cruzar la galería Vittorio Emanuele, sobre Piazza della Scala. Allí se encuentran interesantes obras del 900, ya que este museo forma parte del magnífico Museo Gallerie d'Italia (www.gallerieditalia.com), instalado en cuatro edificios históricos proyectados entre 1700 y 1900, con una rica colección de obras de artistas entre 1800 y 1900, como Hayez, Segantini, Boccioni, entre otros.
Otra visita recomendable es la del histórico Museo Poldi Pezzoli ( www.museopoldipezzoli.it ), una de las más importantes casa-museo en Europa, que fue la residencia aristocrática del noble Gian Giacomo Poldi Pezzoli (1822-1879) y mantiene una de las más sofisticadas colecciones del siglo XIX, entre que se encuentran pinturas italianas del Renacimento.
El Museo del Novecento, en la Piazza del Duomo, es una verdadera reseña de los mejores artistas del 900, instalada en tres pisos a través de un recorrido circular que termina en un último piso desde el cual se puede gozar de una vista de la catedral inolvidable y comer un riquísimo pescado en Giacomo all'Arengario (www.giacomoarengario.com), uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad.
A dos pasos de allí, en los museos del Palazzo Reale, la muestra sobre Modigliani también merece ser vista. Y a pocos minutos se encuentran el Palazzo Morando (Via Sant'Andrea 6), la Galleria d'Arte Moderna (Via Palestro 16) y el Museo del Risorgimento (Via Borgonuovo 23).
La oferta gastronómica en Milán es variadísima. Al Mercato ( www.al-mercato.it ), hamburguesería y restaurante al mismo tiempo, es el lugar de moda del momento, donde van todos los jóvenes jet-setters que se deleitan con los exquisitos platos de Beniamino y Eugenio, dos chefs-propietarios apasionados por la alta cocina.
Erba Brusca ( www.erbabrusca.it ), en la zona Navigli, con su jardín y su huerta ciudadana, es el lugar perfecto para pasar días soleados, con un brunch dominical, cuando Alice, creativa chef, dueña del restaurante, sorprende con platos inolvidables. Se puede llegar en bici, por una larga pero muy linda senda que costea el Naviglio.
Otro restaurante interesante es Enocratia ( enocratia.wordpress.com ). Su chef, Eugenio Boer, sugiere combinaciones de vino y comidas que parten desde el vino y no al revés.
Recorriendo Corso Vittorio Emanuele, el séptimo piso de la Rinascente es una experiencia culinaria total y muy sofisticada, tanto para comprar delicias gastronómicas de packaging muy elegante como para comer desde platos tradicionales hasta sushi.
Lo mismo pasa en Eataly en la planta baja del Excelsior, el enorme concept store con bar para una comida rápida, un rincón con los macarrones de la francesa Ladurée y un supermercado que quiere competir con Harrod's de Londres, tanto en calidad como en precios.
Para el desayuno, la cafetería Pavé (www.pavemilano.com ) es todo un aprendizaje ya que el laboratorio de cocina está a la vista, como parte del local.
En las históricas y riquísimas confiterías St. Ambroeus ( wwwsantambroeusmilano.it ) y Biffi ( www.biffipasticceria.it ), conocida por el panettone (pan dulce) original milanés, sirven saladitos calientes con servilletas de lino que perfuman de almidón. Una inigualable manera de terminar el día.
Tour de colección por los museos
Durante la semana del Salón del Mueble, la entrada a los museos de Milán es gratuita. Entre los que vale la pena visitar se cuenta uno de los más nuevos, Il Cantiere del 900, en el palacio Beltrami, que alguna vez fue sede del Banco Comercial italiano, al cruzar la galería Vittorio Emanuele, sobre Piazza della Scala. Allí se encuentran interesantes obras del 900, ya que este museo forma parte del magnífico Museo Gallerie d'Italia (www.gallerieditalia.com), instalado en cuatro edificios históricos proyectados entre 1700 y 1900, con una rica colección de obras de artistas entre 1800 y 1900, como Hayez, Segantini, Boccioni, entre otros.
Otra visita recomendable es la del histórico Museo Poldi Pezzoli ( www.museopoldipezzoli.it ), una de las más importantes casa-museo en Europa, que fue la residencia aristocrática del noble Gian Giacomo Poldi Pezzoli (1822-1879) y mantiene una de las más sofisticadas colecciones del siglo XIX, entre que se encuentran pinturas italianas del Renacimento.
El Museo del Novecento, en la Piazza del Duomo, es una verdadera reseña de los mejores artistas del 900, instalada en tres pisos a través de un recorrido circular que termina en un último piso desde el cual se puede gozar de una vista de la catedral inolvidable y comer un riquísimo pescado en Giacomo all'Arengario (www.giacomoarengario.com), uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad.
A dos pasos de allí, en los museos del Palazzo Reale, la muestra sobre Modigliani también merece ser vista. Y a pocos minutos se encuentran el Palazzo Morando (Via Sant'Andrea 6), la Galleria d'Arte Moderna (Via Palestro 16) y el Museo del Risorgimento (Via Borgonuovo 23).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario