TURQUIA: ESTAMBUL: Varios

EL MUSEO DE LA INOCENCIA
Orhan Pamuk, el Premio Nobel de Literatura turco, concibió el proyecto de hacer realidad lo que escribía en su novela "Museo de la inocencia". Para ello reunió 83 cajas con obras de arte y objetos relacionados con cada capítulo de su obra, objetos que los personajes han usado, ropas que se han puesto a lo largo de las últimas décadas del siglo XX. Hizo que todo eso poblara el interior de una bella mansión decimonónica de tonos rojizos. Mezclando documental y ficción se exhibe una crónica de Estambul en una época de grandes cambios culturales, a la par que un estudio de la obsesión y los momentos de profundo amor vividos por la pareja protagonista de la novela. El museo se ubica en el distrito de Çukurcuma Caddesi, Dalgiç Çikmazi 2 (masumiyetmuzesi.org.) y la entrada cuesta 25 liras turcas (10 euros).

BAÑOS TURCOS
La de los baños con vapor debe ser una de las costumbres locales más apreciada tanto dentro como fuera de Turquía. Desde la Edad Media, el Hamah o baño público está presente en todo el país. Se ingresa vistiendo sólo el "pe(fina toalla de tela); se llega a la zona de masaje y al "tellak" (hombres) o "nat(mujeres). Se trata de un sauna húmedo, cuyo efecto prometido, además de la relajación, es el de garantizar la limpieza profunda de la piel y la reactivación de la circulación sanguínea.

CONTRA EL MAL DE OJO
Un souvenir inevitable de Estambul es un mashallah o "Que Dios proteja". Los turcos son supersticiosos y creen que se puede atraer el mal de ojo incluso sin querer. Para protegerse de la mala suerte utilizan el boncuk, es decir, la representación de un ojo azul, que suele ser de pasta de cristal. Se lo ve por todas partes, en los dibujos de las telas, colgados de la ropa de los chicos, en el cuello de los animales, encima de la puerta de entrada, en los autos y los buses. La mayoría de estos mavi boncuk, de todos los tamaños, los fabrican gitanos de la región de Izmir (Esmirna) con botellas de raki vacías. En Capadocia, en el mes de agosto se fabrican amuletos en forma de rombo o de triángulo con bayas de la planta llamada yuzellik. No es raro que los turcos lleven en el bolsillo un trozo de alumbre, un mini Corán, o un trozo de rama azufaifo, considerados elementos protectores.

CAFÉ A LA TURCA
Un buen café turco hierve con el poso y el azúcar y tiene que llegar a ebullición al menos tres veces. No puede beberse sin keyif, o sea, sin relajarse. Una vez degustado no faltará quien lea el fal, es decir, el futuro en lo que ha quedado en el fondo. Glosario: sade (sin azúcar), az sekerli (con un poco de azúcar), orta sekerli (azucarado normal), sekerli (muy azucarado), yandan carkli (con el azúcar aparte).

HISTORIA
Siempre fue codiciada por los imperios

A lo largo de la historia, Estambul tuvo una gran importancia geopolítica y fue dominada por diferentes imperios. Los primeros asentamientos humanos datan de la Edad de Bronce, en torno del sitio donde se ubica el Palacio Topkapi. La ciudad de Calcedonia fue fundada en lo que hoy es la parte asiática en 680 a.C. En 513 a.C. pasó a ser dominio persa y en 407 a.C. sucumbió al poder de Atenas, para dos años después ser tomada por Esparta. En 227 a.C. los galos se establecieron en la parte asiática y en 146 a.C. fue el turno de Roma. Fue justamente el emperador romano Constantino quien bautizó a la ciudad como Constantinopla y la convirtió en la segunda capital del imperio en el año 330, iniciando la construcción de la gran muralla que rodea la urbe. En los siglos XI y XII los genoveses y venecianos dominaron el comercio en la zona y en el siglo XIV los otomanos comenzaron a asediar la ciudad, hasta conquistarla en 1453. Desde ese entonces se la llamó Istanbul, la tercera capital de ese imperio. Las grandes mezquitas y palacios florecieron entre los siglos XVI y XVIII. La europeización se inició a partir del siglo XIX. Tras la Primera Guerra Mundial se disolvió el califato y la república de Turquía se proclamó el 13 de octubre de 1923, trasladando la capital del país a Ankara.