sábado, 3 de agosto de 2013

SUECIA: ESTOCOLMO: una galería de arte subterránea

Estocolmo: una galería de arte subterránea
En sus cien estaciones, el metro de Estocolmo ofrece una verdadera exposición artística. Guía para descubrir murales, frescos y la arquitectura bajo tierra.
Estocolmo: una galería de arte subterránea En las estaciones de metro hay desde pinturas hasta esculturas, mosaicos, instalaciones y relieves.

En la década del 50, mientras en las radios sonaba Elvis y en los cines brillaban Marilyn y Anita Ekberg, en Estocolmo, capital de Suecia, se construía la primera línea de metro: la línea verde, con la mayoría de las estaciones sobre la superficie y unas pocas subterráneas. Por sus paredes de azulejos, inspiradas en las estaciones de tranvía de los años 30, el arte que las decoró se llamó "arquitectura de cuarto de baño", y dio inicio a un proceso que se fue profundizando y que transformó a este medio de transporte en una verdadera galería de arte subterránea, donde hay desde pinturas hasta esculturas, mosaicos, instalaciones y relieves.
Por eso aquí el metro es mucho más que un simple transporte rápido, limpio y eficiente. Tanto más, que se lo llama "la exposición artística más larga del mundo". En sus 100 estaciones, que se extienden por 108 km, el metro de Estocolmo ofrece una exposición permanente de arte, tanto con trabajos de centenares de artistas como a través de estaciones especialmente ambientadas. Así, sumergirse por las entrañas del stockholms tunnelbana es una cita inevitable en la ciudad.
La idea sigue siendo la original de cuando se concibió la primera línea: poner el arte a disposición del público. Ese concepto se hizo pronto realidad en la estación T- Centralen, y hoy se lo puede contemplar en los azulejos y relieves de sus paredes.
Entre Beatles y cavernas
En los 60, mientras crecía la agitación antibélica y sonaban los Beatles y los Rolling Stones, se construyó la mayor parte de la línea Roja, con roca revestida de hormigón, azulejos cuadrados en colores tierra y obras de arte en muchas estaciones. Y en los 70 la onda fue la caverna, exponer la roca al natural, y entonces los artistas trabajaron con los arquitectos para crear ambientes que se ven en estaciones como Radhuset, Kungstradgarden o Solna Centrum, entre otras. Lo mismo que en las cinco "estaciones-cueva" construidas en los '80.
Solna Centrum es una de estas "cuevas", que destaca por su techo cavernoso de color rojo chillón, artísticamente iluminado, con paredes que representan un bosque de abetos
.
Kungstradgarden, como cavada en la roca, expone arte clásico; en Radmansgatan llaman la atención los murales, y en Rissne, un fresco sobre las paredes del andén cuenta la historia de las civilizaciones de la Tierra. En otras paradas, como Zinkensdamm, Skanstull, Odenplan o Slussen, se da la oportunidad de exponer a nuevos artistas, y las obras se van reemplazando. Hay todo un staff de la compañía dedicado especialmente a organizar estas exposiciones temporales y mantener las variadas obras expuestas en al menos 90 estaciones.
Si se dispone de poco tiempo, una buena idea es adquirir un pasaje en la estación T-Centralen y tomar la línea azul para contemplar las estaciones Radhuset y Fridhemsplan, y continuar luego en sentido inverso para ver las obras expuestas en Kungstradgarden.
También es recomendable hacer una de las visitas guiadas organizadas por la propia empresa (SL), que incluye cuatro o cinco estaciones, a cargo de un guía experto, sin precio adicional al del pasaje. En la web se pueden ver los horarios y recorridos, reservar turnos y ver el listado de todas las estaciones y las obras que exponen.
Y si con la exposición del metro no fuera suficiente, también se pueden admirar obras de arte en algunas de las terminales de buses cercanas y en dos de las estaciones del Roslagsbanan (trenes urbanos).

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