Al caminar en la ciudad, es fácil sentirse el extra de una película de los años 50 o 60. Es la sensación que viene a la mente y al corazón cuando se ven esos autos antiguos, los edificios de época de la ciudad vieja o la cara eterna del CheGuevara en la Plaza de la Revolución. La Habana es, quizá, la ciudad del Caribe que mejor combina la belleza de las playas con una historia, una cultura y una arquitectura fascinantes.
Un recorrido por La Habana Vieja, el barrio más antiguo, es una buena forma de conocer el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Con sólo caminar unos minutos por sus calles, uno se encuentra con antiguos palacios barrocos, calles adoquinadas y el intenso ruido de los más de 70 mil habaneros que allí viven. La Catedral y su plaza, la Plaza de Armas, el Edificio Bacardí y la antigua Lonja del Comercio son algunos de los imprescindibles a la hora de un paseo a pie. En total, son más de 200 manzanas por descubrir, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Ideologías aparte, visitar el Museo de la Revolución servirá para conocer de cerca la historia del último siglo de Cuba. En sus más de 30 salas, hay unos nueve mil objetos que dan cuenta de esos años de lucha. Una de las habitaciones más curiosas es el ?Salón de los Cretinos?, dedicado a Fulgencio Batista.
Cuando llega la noche, La Habana se convierte en una ciudad todavía más musical. Para escuchar algunos de los ritmos tradicionales, se puede ir a La Bodeguita del Medio, sobre la calle Empedrado en La Habana Vieja. En el lugar que solía visitar el escritor Ernest Hemingway se sirven platos tradicionales, mojitos y hay algunos shows en vivo. En la plaza de la Catedral se reúnen los fines de semana músicos callejeros para ofrecer sus recitales a la gorra.
Claro que la experiencia cinco estrellas es el Tropicana, uno de los cabarets más famosos del mundo, junto al Moulin Rouge de París. Es un lugar muy turístico, con grandes shows de danza y música tradicionales de Cuba. La calidad de los números es excelente.
Las playas son, claro, otro de los grandes atractivos. En un radio de menos de 30 kilómetros, el Circuito Azul ofrece excelentes lugares de agua cristalina y cálida.
Al final de la noche se puede caminar por el malecón, el lugar de encuentro de todos los habaneros. Mirar el mar siempre infinito y fumar, tranquilo, un puro exquisito.
Historia de La Habana
San Cristóbal de La Habana. Ese fue el nombre que le pusieron a la ciudad los colonizadores españoles. El título de ciudad le fue conferido a La Habana recién en diciembre de 1592 por Felipe II.
Algunos años después, una gran tragedia caería sobre la ciudad. En 1649, una epidemia de peste que provenía de Colombia mató a una tercera parte de la población.
El primer censo de la ciudad se realizó en 1774. Y arrojó los siguientes resultados: 171.670 habitantes, de los cuales 44.333 eran esclavos.
El 20 de mayo de 1902 los poderes del gobierno pasaron a manos cubanas. Sin embargo, hasta 1959 la influencia de los Estados Unidos fue clave en muchas de las decisiones políticas y económicas del país.
Después de la revolución de 1959 hubo grandes transformaciones, que aún hoy perduran en el país. En enero de 2011, la ciudad de La Habana dejó de ser la capital administrativa de la Provincia de La Habana. Ahora, esas tareas están divididas en las provincias de Artemisa y Mayabeque.
Clima
El clima de La Habana es tropical. La temperatura media anual es de 26°C. Las lluvias son abundantes en octubre y septiembre.
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