Un puente que une oriente y occidente
Describir a la ciudad de Estambul puede ser sencillo o casi imposible. Ocurre que es uno de esos lugares en el mundo donde la historia cala muy hondo y donde los cinco sentidos son llamado a la atención en forma constante. Son 28 siglos de historia los que se agolpan en las calles y los edificios de esta urbe con casi 14 millones de habitantes, cubierta de mezquitas impactantes -hay cerca de 3.000 en la ciudad- y mercados en los cuales es muy difícil lograr escapar de las garras de hábiles comerciantes.
Dejarse llevar por el ritmo de Estambul suele ser la mejor opción, ingresando a una experiencia fantástica que luego podrá relatarse, pero cuyo efecto sólo puede ser entendido por aquellos que han transitado el suelo de la ciudad más grande de Turquía, la única que se da el extraño lujo de tocar dos continentes, reuniendo a Europa y a Asia, a las culturas de oriente y occidente. Ambos mundos se conectan mediante el Cuerno de Oro, nombre que lleva el canal de siete kilómetros que atraviesa la ciudad. Allí se encuentra el estrecho del Bósforo, donde se juntan el mar de Mármara y el mar Negro.
palacios, mezquitas y museos
Una lista innumerable de lujosos palacios, gigantescas mezquitas, populosos mercados y completos museos puede llegar a abrumar al turista que llega hasta Estambul y que, en general, combina el viaje con otros puntos de Turquía como, por ejemplo, Capadocia (ver aparte). Lo cierto es que un paso por Estambul, ya sea breve o extenso, merece incluir la visita a ciertos sitios estratégicos:
• Mezquita Azul: es uno de los monumentos más conocidos del mundo islámico y la única mezquita construida originalmente con seis alminares (torres). Se llama Sultán Ahmet, ya que ése es el nombre del sultán que ordenó erigirla entre 1609 y 1616, pero se la denominó Azul debido a los más de 20 mil azulejos de ese color que la decoran. Para ingresar allí todos deben estar descalzos y las mujeres deben taparse hombros y piernas. Allí mismo se entregan telas para cubrirse el cuerpo y hay sitio para guardar los zapatos.
• Torre GÁlata: data del siglo XIV y da cuenta del paso de los genoveses por la ciudad. Domina el puerto y la entrada del Cuerno de Oro. En la época otomana se usó como cárcel y torre de vigilancia. Ofrece algunas de las mejores vistas de Estambul.
• Santa Sofía: muchos consideran a esta basílica como la octava maravilla del mundo y es uno de los pocos edificios de gran tamaño de la antigüedad que han podido subsistir hasta la actualidad. Data del siglo XI, hecha a pedido del emperador Justiniano. Los más creyentes aseguran que se trata de una construcción milagrosa, especialmente por la altura de 56 metros que posee y por la grandeza de su cúpula, teniendo en cuenta las condiciones de la época en que fue hecha. Fue la mayor del mundo y hoy ocupa el cuarto lugar. Tiene una gran riqueza en mosaicos bizantinos. Fue lugar sagrado para cristianos ortodoxos, católicos y musulmanes, pero hoy sólo es un museo.
• Palacio Topkapi: es uno de los más antiguos y grandes del mundo, situado en la colina de la Acrópolis, lugar donde fue fundada la ciudad antigua y desde donde se domina el Cuerno de Oro, el Bósforo y el mar Mármara. Ocupa un terreno de 700 mil metros cuadrados y está rodeado por 5 kilómetros de murallas. Fue construido por orden del sultán Mehmet Segundo en el siglo XV y los otomanos lo utilizaron como el centro del imperio hasta el siglo XIX. Tiene varios edificios abiertos al turismo, con exhibiciones como el tesoro otomano, las reliquias sagradas del mundo musulmán y los trajes de los sultanes. Una parte destacada es el harén, que consta de 400 habitaciones, donde el sultán alojaba a su madre, sus hermanas, sus hijas, a sus concubinas y a los eunucos negros que las cuidaban.
• Mezquita de Solimán: es la más grande de la ciudad y una de las más admiradas del mundo. Fue ordenada por Solimán el Magnífico, el sultán que más tiempo reinó en el imperio otomano, lo hizo por 47 años. Data de 1557 y posee cuatro alminares y una cúpula de 53 metros de altura.
• El Gran Bazar: el Kapali Çarsi es uno de los sitios más famosos de Estambul, ya que se trata de uno de los más variados mercados del mundo. Conocido como El Gran Bazar, es casi una ciudad: ocupa 35 hectáreas, 80 calles y tiene más de 4.500 tiendas en las que trabajan más de 15 mil personas. Allí dentro hay una mezquita, 12 capillas y seis fuentes. Se pueden encontrar samovares, narguiles o pipas de agua, trabajos de orfebrería y cobre, piezas de ónice, rosarios, disfraces para niños, trajes de bailarina para la danza del vientre, pequeñas cajas de madera, de nácar y de marfil, y joyería con intrincados diseños.
De las 18 puertas de acceso que posee, la principal tiene grabado un lema del sultán Abdülmecid que dice: "Dios quiere al que hace negocios". Ingresar al Gran Bazar genera siempre una experiencia de alto impacto con vendedores muy obstinados y creativos, que son muy difíciles de rechazar.
• Barrios: hay muchas zonas para visitar en Estambul. El barrio Ortakoy es uno de los más bellos, con un mercado de antigüedades y suvenires poblado de tiendas, cafés, bares y restoranes. Tiene mucha vida nocturna y es elegido por los jóvenes. Nisantasi, en cambio, en la parte europea, es famoso por sus tiendas de marcas internacionales y lujosas, con cafés y restoranes más sofisticados.
• Museos: el de Arte Islámico funciona en lo que fue el palacio de Ibrahim, pashá del siglo XVI, con colecciones de obras de varios países musulmanes de la historia, entre ellas la más rica del mundo, con alfombras selyuquíes del siglo XIII. Otros museos dignos de atención son el Sakip Sabanci, el Moderno Sabanci y el Pera.
• Islas Príncipes: a una hora de distancia en barco se llega a estas nueve islas, cuatro de la cuales están habitadas. Se las recorre en bicicleta o en coches tirados por caballos llamados "fayton", visitando áreas naturales y monasterios.
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