En SeaWorld, con diversión garantizada
Además del clásico parque de Orlando, un paseo por las increíbles piscinas de Aquatica y Busch Gardens, en Tampa
Los parques de Disney tienen los animales más famosos del mundo, aunque ninguno es de carne y hueso: el ratón Mickey, el pato Donald, el elefante Dumbo y el oso Winnie the Pooh son algunas creaciones encantadoras que tomaron vida gracias a un lápiz bien afilado. Por eso, los parques del legendario Walt, en Orlando, Estados Unidos, forman parte de un mundo tan mágico y creativo como alucinante. Lejos de esa temática fantástica, aunque no menos espectacular, está SeaWorld. Aquí, la propuesta es entretenerse con animales que respiran, corren, gimen y nadan en un ambiente dominado por el verde y el agua.
A pocos minutos del centro comercial de Orlando están SeaWorld y Aquática. Para llegar a Busch Garden, en tanto, hay que viajar hasta Tampa, también en el estado de Florida y a una hora en auto desde Orlando. Pasen y vean.
Pingüinos antárticos
Este es el parque emblema de la cadena, que este año cumplirá 50 años a puro entretenimiento. Para festejar, acaba de inaugurar su más ambiciosa atracción: “Antártica, Empire of the Penguin”. Allí está Pock, un inquieto pingüino Papúa que acaba de romper el cascarón y tiene que aprender a sobrevivir en el mundo tan congelado como hostil de la Antártida. El juego consiste en experimentar junto a Pock todos sus desafíos, desde los primeros pasos en el Polo Sur, junto con el chapuzón inicial, hasta un infartante escape para no ser devorado por un feroz lobo marino.
Para entrar, la gente debe atravesar un proceso de aclimatación: en verano, mientras se hace la cola de ingreso –mucha paciencia, ya que hay esperar más de una hora–, se pasará de un calor sofocante a un frío cercano a los cero grados. Se recomienda llevar a mano algún buzo porque realmente se siente bastante frío.
La vida de Pock se descubre en unos simpáticos carritos de última generación que se deslizan sobre un piso magnetizado. Pero lo mejor llega después de dar varias vueltas a través de cavernas cubiertas de hielo, cuando aparece una fascinante colonia de 250 pingüinos que comen, bailan y nadan como si estuvieran en su propio hábitat.
Unico en su género, Aquática –también en Orlando– es uno de los complejos más grandes de SeaWorld. Un lugar diseñado para que los adultos puedan relajarse y los chicos se entretengan. Playas con arena blanca y fina como la harina, reposeras y palmeras, y varias piscinas –dos de ellas con olas artificiales–, garantizan el regocijo de toda la familia. Para los que buscan movimiento, hay 36 toboganes zigzagueantes para barrenar sobre colchonetas. En otra de las piletas se puede ver a unos juguetones y extraños delfines negros con la trompa blanca.
Otra de las atracciones imperdibles de este mundo marino es una corriente de agua que permite ser impulsado mientras se hace la plancha, a través de un canal que rodea todo el parque. También se puede disfrutar de un pelotero gigante donde los chicos –y no tanto– se pierden en laberintos fantásticos que desembocan en piletas.
Safari en Busch Gardens
Con una docena de montañas rusas que tuercen la gravedad, Busch Gardens invita a divertirse con las palpitaciones al máximo. Ubicado en la ciudad de Tampa, a unos 90 kilómetros por autopista desde Orlando, esta propuesta es ideal para los viciosos de la adrenalina. Cheetah Hunt, por ejemplo, propone ensayar la velocidad de un chita cuando persigue a su presa a más de 100 kilómetros por hora. También está Sheikra, un perverso circuito metálico que cae en picada desde 70 metros de altura, a 90 grados, en perfecta línea recta. ¿La diversión? Primero hay que recuperar el aliento para luego, con esfuerzo, encontrar un placer teñido de masoquismo.
Para el resto de la familia también hay un abanico de atracciones con varios espectáculos, shows musicales, obras de teatro y parques con juegos ideales para los más chicos.
El contacto con la naturaleza aparece a través de grandes vidrios que, como peceras, permiten ver gorilas, leones, hipopótamos, hienas y cocodrilos, en ambientes especialmente diseñados para que los animales se sientan como en la selva.
Pero lo realmente mejor viene con la propuesta del safari: parados en la parte trasera de un jeep, se le puede dar de comer lechuga a las jirafas, experimentar la sensación de correr junto a las cebras y contemplar, en un primer plano, el intimidante cuerno de un rinoceronte.
IMPERDIBLE
La vida según una tortuga marina
Envuelto en una gran cúpula con forma de domo que proyecta una película en 3D, la atracción de última generación “Turtle Trek”, en SeaWorld, permite sentir el rirmo de una tortuga marina llamada Nyah y experimentar la asombrosa aventura de su vida, en un ámbito que parece tan real como virtual. Allí hay que nacer, luchar contra los ataques de las gaviotas, llegar al mar abierto y, en la oscura profundidad del océano, escapar de los afilados dientes de un tiburón blanco que se empecina en tratar de masticarnos. Más tarde aparece el espectacular baile de colores que crean las medusas con su enormes “cabezas” en forma de campana y largos filamentos.
Toda la aventura termina cuando, empujadas por una corriente marina, vemos llegar otras tortugas que nos invitan a seguir descubriendo las maravillas del mundo acuático, formando parte de su familia.
MINIGUIA
COMO LLEGAR. El pasaje aéreo ida y vuelta desde Buenos Aires hasta Orlando, con una escala, cuesta desde 8.165 pesos con impuestos (www.united.com).
CUANTO CUESTA. El ticket para SeaWorld Orlando cuesta US$ 92; los menores de 3 a 9 años pagan US$ 84. La entrada a Busch Gardens, US$ 89 y US$ 81 respectivamente. El ticket de entradas múltiples (incluye SeaWorld, Busch Gardens y Aquatica) cuesta US$ 159; menores, US$ 151.
INFORMACION
es.seaworldparks.com
buschgardens.com
www.aquaticabyseaworld.com
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