Roma: en busca de la
pizza perfecta
Un recorrido gourmet por algunas de las mejores pizzerías de la capital italiana.
Si, como dice el refrán, París bien vale una misa,
Roma bien valdría una pizza. O, al menos, que una visita a la ciudad estuviera
en algún punto marcada por el disfrute de su mayor ícono gastronómico (con
perdón de la pasta). Elegir la mejor pizzería de Roma es un problema: cada
vecino de la "Ciudad Eterna" te diría una diferente. Pero entre los
críticos gastronómicos hay cierto acuerdo sobre los primeros lugares del
ranking, una lista en la que conviven sitios populares y llenos de historia,
con otros mucho más vanguardistas, arrullados por los cantos de sirena de la
cocina cool.
Entre el primer grupo se destaca Da Baffetto (Via
del Governo Vecchio 114), un local muy frecuentado por romanos de pura estirpe.
Situado a pocos pasos de Piazza Navona, Da Baffetto tiene aire de vieja fonda:
está tapizado de fotos de famosos que la visitaron y tiene una barra larga y
caótica, coronada por un horno a leña en el que se cocinan pizzas poco
habituales para el paladar argentino, como la de fiori di zucca (flores de
calabaza) o la capricciosa (con salchichas, champiñones, alcaucil y huevo).
Justo a la vuelta de Da Baffeto está la no menos tradicional La Montecarlo
(Vicolo Savelli 12), que, al igual que su vecina, se caracteriza por elaborar
pizzas de masa finísima y crocante, con los bordes siempre en el límite de lo
quemado.
Otro sitio destacado de la lista más tradicional es
Da Remo, situado en la Piazza Santa Maria della Liberatrice. Allí es legendaria
su pizza scrocchiarella, de masa finísima y crocante, de típico estilo romano,
que combinada con algún surtido de antipasti y una cerveza Peroni bien helada
puede ser algo parecido a tocar el cielo (de los placeres gastronómicos) con
las manos.
Un toque de modernidad
Las nuevas tendencias en el mundo de la cocina
también han afectado a la pizza. Es por eso, que algunas de las pizzerías más
de moda en Roma por estos días ofrecen elementos de "modernidad" que hubieran
sido escandalosos algún tiempo atrás. Uno de estos lugares es Life Pizzeria Bio
(Via Cassia 701, al norte de la ciudad) un sitio ideal para fundamentalistas de
la comida sana. Sus pizzas y calzones se elaboran con ingredientes
rigurosamente orgánicos y abundan las propuestas para vegetarianos. Imperdible
es su pizza Eros (tomate, ají picante y polvo de chocolate negro). Mucho menos
preocupado por el colesterol, el famoso pizzaiolo Gabriele Bonci, dirige
Pizzarium (Via della Meloria 43, justo detrás del Vaticano), un lugar que
combina pizzas clásicas y vanguardistas. Pizzarium siempre tiene en su carta
variantes tradicionales como la pizza alle patate (con papas asadas y queso) y
una tan simple como deliciosa margherita, pero también va alternando creaciones
que echan mano de productos nada convencionales, como conejo, uvas o hinojo.
Para cerrar, un regreso a la tradición: el Forno
Campo de Fiori, situado en la famosa plaza homónima. Para muchos, es la mejor
de todas las pizzerías romanas. Entre sus maravillosas creaciones se cuenta la
de prosciutto e fichi, una pizza rellena con jamón crudo de Parma e higos que
se prepara durante el final del verano. Para conseguir una porción hay furiosas
colas, algo que sólo podría ocurrir en Roma.
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