miércoles, 17 de julio de 2013

ITALIA: PISA: Historia, arte y la torre

Historia, arte y la torre de Pisa
A una hora de Florencia, la ciudad que alberga el famoso campanario inclinado cuenta con un rico patrimonio plasmado en sus iglesias y deslumbrantes palacios.
Historia, arte y la torre de Pisa Pisa es famosa por su torre, pero desde luego hay mucho más para conocer una vez tomada la tradicional fotografía. 

Para la foto la gente simula sostener con sus manos la impresionante torre de 55 metros que se encuentra inclinada desde su construcción, en 1173. Parece que se fuera a caer y, sin embargo, gracias a los trabajos realizados en distintos períodos de su larga historia, se mantiene en pie, pero torcida.
Pisa es famosa por su torre, pero desde luego hay mucho más para conocer una vez tomada la tradicional fotografía. Ciudad perteneciente a la región de la Toscana -una de las zonas más hermosas de Italia-, despliega un encanto particular que se advierte en sus iglesias y palacios, en sus callecitas angostas y en el río Arno, que la atraviesa y la engalana.
El paseo por Pisa debería comenzar en la Piazza dei Miracoli, también llamada Piazza dei Duomo. Sobre un gran parque de un verde intenso se levantan unas increíbles edificaciones de estilo románico y mármol blanco, declaradas por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad: la Catedral, la torre, el Baptisterio y el camposanto.
Realizada en el medioevo -al mismo tiempo que la de San Marcos, en Venecia-, la Catedral de Pisa demuestra esa competencia por la majestuosidad de los lugares de culto en los que entonces eran reinados independientes. Pero si un monumento se destaca sobre el conjunto es la propia torre, campanario de la Catedral, cuya característica inclinación se debe al suelo arcilloso sobre el que fue edificada.
Muchos arquitectos se desvelaron por enderezarla -sin éxito, claro-. Pero lejos de derrumbarse se mantuvo en pie: incluso sobrevivió a los bombardeos de 1945. Cerrada durante varios años, en 2001 abrió sus puertas al público. Hoy se pueden subir nada menos que sus 294 escalones, y desde esa altura, admirar la vista maravillosa de la ciudad. El conjunto se completa con el Baptisterio, el más grande de Italia, y el Camposanto, su antiguo cementerio.
Intelectual y artística
Pisa es la ciudad natal de Galileo Galilei y alberga una de las universidades más antiguas de la península itálica -data de 1343-, donde estudió el famoso científico. Incluso se cuenta que los primeros experimentos sobre la caída de los cuerpos los realizó desde la torre inclinada.
De los edificios de la Universidad de Pisa se destaca el Palazzo de la Sapienza, donde funcionan la biblioteca y la facultad de Derecho. También se pueden visitar algunas casas de estudio, como Il Palazzo dei Cavalieri, donde reside la Escuela Normal Superior, y el Palazzo dell'Orologio, que cuenta con dos torres medievales, donde está instalada justamente la biblioteca.
La historia de Pisa se palpa en casi todos sus rincones, en sus palacios, en la atractiva arquitectura del casco antiguo, en las plazas, galerías arqueadas, callecitas angostas y en las iglesias. De todas ellas se puede mencionar la de San Matteo, que hoy alberga al Museo Nacional, donde se encuentran piezas de gran valor artístico, como pinturas y cerámicas, de las que resalta el busto de San Lussorio, realizado por Donatello.
Otra bellísima y pequeña iglesia que hay que visitar es la de Santa Maria Della Spina. De estilo gótico, debe su nombre a que allí, según se cuenta, fue guardada una de las espinas de la corona de Jesucristo.
Merece una parada especial el Palazzo Agostini, donde se ubica el famoso Caffé dell'Ussero. Punto de encuentro de la intelectualidad toscana del siglo XIX, el café albergó al Cinema Lumiere que, inaugurado en 1899, fue testigo de las primeras películas de la historia del cine.
Mirando el río
Desde ya, el viaje por Pisa no puede obviar un paseo por las laderas que bajan al río Arno. Sus puentes maravillosos, las casas señoriales, los paseos ajardinados proponen un recorrido digno de un cuento maravilloso.
Pero si hay un momento en que la magia se despliega es el 16 de junio, durante la fiesta patronal, cuando el sol cae y Pisa se ilumina con miles y miles de velas -la llamada "luminaria"-, algunas de las cuales se deslizan por la corriente del río para trazar su recorrido. Además, los edificios que se despliegan en las orillas del Arno son decorados con gran cantidad de luces de colores; incluso la torre inclinada se engalana para la ocasión.
Como cierre de los eventos, un manto de fuegos artificiales ilumina la ciudad. Al día siguiente, el río vuelve a tomar protagonismo en el Palio de San Ranieri, una regata que se remonta a los años de la Edad Media, donde compiten los cuatro barrios en los que se divide Pisa.
Y si lo que se desea es vivenciar en carne propia aquella época en que el río era el principal canal de comunicación regional, se puede optar por hacer un paseo en bote por las aguas del Arno y, desde allí, admirar esta ciudad maravillosa, donde los siglos dejaron su huella.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario