En Este blog encontrara descripciones de variados destinos, buscando aportar informacion, y experiencias diferentes
miércoles, 17 de julio de 2013
BRASIL: SAN PABLO: 48 Horas
48 horas en San Pablo
Inmensa y multifacética, esta metrópoli brasileña convoca con sus atractivos culturales y populares. Los museos del Fútbol y de la Lengua Portuguesa, la bohemia Villa Madalena y el barrio Liberdade, centro de la colectividad japonesa. Una guía para disfrutar de dos días entre bares, compras y espacios verdes.
48 horas en San Pablo El llamado Central Park de São Paulo presenta un planetario, varios museos, gimnasio, lagos, fuentes y hasta un palacio japonés. En cualquier momento del día este parque ofrece alternativas recreativas y saludables.
48 horas en San Pablo
Repentinamente, un suave viraje y hacemos contacto con la tierra: arribamos al principal hub de Sudamérica, el más grande de Brasil y de América Latina, el aeropuerto Internacional Guarulhos-Gobernador André Franco Montoro, conocido también como Cumbica, en la metrópoli de San Pablo, la tercera más grande del mundo, una ciudad infinita.
PRIMER DIA
7.30
Es por todos conocido lo saludable que resulta un buen desayuno en la dieta diaria, pero si además es brasileño, con su variedad de frutas, se convierte en súper saludable. Así que los jugos naturales, especialmente de sandía, y las manzanas, ananás, mamones, mangos y papayas, literalmente desaparecieron en segundos. Una bandeja con varios panecillos hechos con fécula de mandioca, una harina muy fina y blanca, untados con mermelada de frambuesas para acompañar el café con un toque de leche. Saciado el apetito, el ómnibus espera presto para la visita al Museo de la Lengua Portuguesa. Ubicado en el complejo de la Estación de la Luz, contiene una exposición que presenta la historia de la dinámica de esta lengua por medio de proyecciones de videos y tótems interactivos. En el Rincón de las palabras, niños, jóvenes y adultos forman vocabularios a partir de ciertas expresiones.
13.00
Desde hace unos minutos, la curiosidad se ha convertido en guía. Y conduce sin resistencia hacia el barrio Liberdade, de aproximadamente 20 manzanas. Las calles que concentran los comercios y lugares destacados para visitas son Rua da Gloria, Rua Galvao Bueno, Conselheiro Furtado y Rua dos Estudantes. El barrio Liberdade alberga a la colectividad japonesa de San Pablo, la mayor del mundo fuera de Japón. Más de un millón y medio de personas moran en el Barrio Oriental, entre los nativos y sus descendientes. Hay mucha onda. Mucha buena onda. El tudo bom acá contagió a todos: orientales, turistas, vecinos. Aunque no se hable portugués, japonés ni inglés, uno se hace entender. Predomina la tranquilidad. No hay mambos. Fueron derogados. Sí hay masajes de shiatsu, reflexología, muy buena comida japonesa tradicional y brasileña en restaurantes y en todo otro tipo de boliche que se le ocurra. También espectáculos de taiko (tambor japonés). Antes del anochecer se encienden las lámparas suzuranto rojas. Típicas de Japón, iluminan la totalidad del barrio Liberdade. En una plazoleta ofrecen artesanías y chucherías de todo tipo. Las calles forman un paseo de compras con mercaditos y tiendas de regalos y enseres para cocinar: ollas, sartenes, vajilla, juguetes. No puede creerse la cantidad de cosas que están a la venta. Una mescolanza impresionante. Frutas y verduras, jugos enlatados, la mayoría importados de Asia, aunque también hay marcas de varias regiones rurales del interior paulista. En una esquina un puestero ofrece longan, una fruta del tamaño de una ciruelita. Por dentro es como una uva. También hay té de arroz, hongos shitake, shimeji, jaleas de porotos, bandejas de sushi, ostras frescas, muñequitas de geishas, abanicos, dragones, lámparas. No sólo hay japoneses en Liberdade. También viven allí muchos integrantes de las comunidades coreana y china. Pero continúa prevaleciendo la nipona, que ya suma más de cien años desde su llegada a Brasil.
15.30
Con distinta temática, resultan tentadoras las visitas a museos. En este caso uno deportivo. Se trata del Museo del Fútbol. Debajo de una de las tribunas del mítico estadio Pacaembú (en la lengua de los primeros habitantes de la región, los nativos tupinanbaes, significa "tierra mojada", puesto que antiguamente aquí sólo había pantanales), el mismo entrelaza la evolución del fútbol con la historia de Brasil. Las atracciones son novedosas: relatos de goles de todos los tiempos, grandes jugadas, golazos, videos y viejas filmaciones restauradas en blanco y negro que pueden verse en pequeñas salas. Una especie de flores interactivas con sus pétalos abiertos muestra en varias pantallas todos los mundiales. Y la gran atracción: el simulador de penales. También se realizan distintos encuentros. No hace mucho tiempo hubo uno donde compartieron sus "trofeos" coleccionistas de remeras de fútbol. Para la ocasión, se expusieron camisetas con distintivos originales.
19.00
San Pablo es uno de los principales polos generadores de moda. Tanto de Brasil como del resto del mundo. Recorrer la calle Oscar Freire es, sin duda, conocer una de sus principales vidrieras. Situada en el barrio Cerqueira César, la vía comercial se inicia en la Alameda Casa Branca para terminar en Doutor Arnaldo. No tiene demasiadas calles de extensión en su recorrido, pero concentra las marcas más reconocidas, tanto brasileñas como internacionales. Está considerada entre las arterias más lujosas del mundo, verdadero símbolo del poderío económico que se concentra en esta ciudad. La lozanía de la calle Freire se expande también a algunas de sus vecinas, entre ellas Haddock Lobo y Bela Cintra, sedes de importantes marcas. Hace unos años la zona se revalorizó y se produjeron reformas que mejoraron la estética visual. Más árboles y nuevo mobiliario urbano junto a un conjunto de aceras de buen diseño. Oscar Freire es, entonces, un renovado paseo a cielo abierto que se ha transformado en imperdible para los turistas.
21.00
Antes de la cena, se aprecia un diáfano cielo, de Brigadeiro le dicen los residentes, claro, muy azul, sin nubes. Es hora de probar la excursión nocturna al Acuario de San Pablo. Con una linterna especial cada visitante recorre este emocionante paseo que permite observar durante la noche las especies expuestas en el complejo. Peces, caimanes, tiburones, pingüinos y murciélagos. Los grupos se cierran con 100 visitantes cada noche y van separados en conjuntos de 10 personas acompañadas por un guía-biólogo. Esta no es una simple visita de noche al acuario paulista, sino un paseo temático en la oscuridad, a fin de conocer los hábitos nocturnos de las especies.
Nos dirigimos rumbo a un restaurante en la Vila Madalena, un barrio bohemio del centro paulista donde todos los días, sin excepción, la vida nocturna es intensa. El encanto de sus bares es acompañado por estudios de moda, centros de exposiciones artísticas, tiendas de vanguardia, además de escuelas de música y de teatro. Originalmente se lo conocía como Villa de los Harapos, por las carpas levantadas por los nativos en el siglo XVI, a las alturas de los morros que caían sobre el río Pinheiros, en el oeste de la ciudad. Con el fondo de una pared repleta de grafitis muy coloridos, unos jóvenes bajan de varios automóviles y corren contentos hacia un bar. En su interior, la versión de "Mas que nada", de Sergio Mendes, junto a Black Eyed Peas incendia el boliche. Alegre, desvelado, divertido, Vila Madalena es un sitio ideal para cenar o tomar unos tragos con amigos.
SEGUNDO DIA
8.00
Es de imaginar, no hace falta entrar en detalles; nuevamente, el desayuno. ¡Otra vez unas frutas sabrosísimas! Y la excursión al Parque Ibirapuera, un oasis completamente verde en pleno centro de San Pablo. El extenso jardín fue inaugurado en 1954 para celebrar los 400 años de la ciudad. Uno de los lugares más visitados, este paseo deportivo, cultural y artístico tiene más de 1.500 km2 y doscientas especies de aves se observan alrededor de los tres grandes lagos artificiales conectados entre sí. También es posible en su recorrido aprovechar las zonas de descanso, respirar un poco de aire puro, mientras los más deportistas disfrutan de las canchas de fútbol, andar en bicicleta o simplemente una buena caminata. No sorprende entonces ver a muchas personas paseando en bici, corriendo o practicando diversas disciplinas.
En el Parque Ibirapuera también está el Pabellón Bienal de Arte, un edificio donde se exponen grandes expresiones de arte moderno y contemporáneo. Y variadas obras de pintura, escultura, fotografía y libros de arte se exhiben en uno de los primeros museos de Arte Moderno de Latinoamérica. Formativa, instructiva resultó la visita al Museo Afro-brasileño. Un recorrido, un repaso por la evolución histórica, cultural y social de la población africana con grabados, estatuas, documentos, videos y cuadros. El Parque Ibirapuera contiene muchas esculturas y monolitos. Uno de ellos, el Monumento de las Banderas, representa a grupos de personas de diferentes etnias tirando de una canoa y simboliza su ambición de dominio sobre Brasil. Camino hacia una de las salidas se destaca un gran obelisco de 72 metros de altura. Homenajea a estudiantes y combatientes paulistanos de la revolución constitucionalista o Guerra Paulista acaecida en el año 1932.
13.30
El arraigo de las tradiciones italianas aguarda para el almuerzo en una de las cantinas del barrio Bixiga, de los más pintorescos y atractivos para los turistas en la capital estadual. El dinamismo social y cultural de Bixiga se extiende entre algunas calles cercanas al distrito Bella Vista. Formado por inmigrantes arribados de Italia, aún hoy sus límites son motivo de debate entre los paulistas. Al reconocido interés histórico de esta Little Italy se le suma la fama por ser sede de la escuela de samba Vai-Vai. Las sucesivas oleadas de estos inmigrantes contribuyeron tras la Segunda Guerra Mundial a que San Pablo pasara a ser no sólo un centro industrial, sino sobre todo comercial. Esta zona también es muy bohemia, llena de trattorías que agregan sus pizzas a un número superior al millón que se preparan cada día en toda la ciudad. Sólo Nueva York seguramente supera ese récord.
16.00
Reconocida como una de las más importantes capitales culturales de Brasil, el visitante tiene en San Pablo a su disposición más de 70 museos, además de teatros, cines, centros culturales y casas de espectáculos y conciertos. Arte e historia para todos los gustos. Los precios de las entradas -en la gran mayoría de los museos- son accesibles. Varios tienen entrada gratuita y otros reservan un día de la semana o del mes en el que la entrada es libre. Un detalle importante es que la gran mayoría no acepta tarjetas de débito o crédito, sólo cash. Una mansión construida en 1918 alberga el Museo de las Gafas Gioconda Giannini. De un total de 600 piezas, 200 están en exposición. Interesante resulta la historia de las gafas a través del tiempo. Unas del siglo XVIII, confeccionadas en China, son tan llamativas como raras. Es un retrato de la moda hasta nuestros días en lo que a anteojos se refiere. Montada para ser sólo un pasatiempo, la colección particular se transformó hoy en un concurrido paseo. Una muestra permanente que presenta las grandes tendencias. Del singular museo que todo óptico desearía conocer, la visita continúa por un sitio que no debe pasarse por alto: la sede de la orquesta sinfónica del estado de San Pablo. Ocupa el edificio que abrigó la antigua estación del ferrocarril Sorocabana en el período dorado del comercio de café y hoy, luego de un proceso de restauración que llevó varios años, se destaca por su acústica, la estructura y los detalles de su afamada sala de conciertos. Situada en pleno centro, cercana a la Pinacoteca y al Museo de Arte Sacro, la Sala San Pablo dio vida a la región
22.00
El cantante Caetano Veloso dijo que algo le sucedía cuando cruzaba las avenidas Ipiranga y Sao Joao. Lo hizo en la letra de su canción "Sampa". En ese cruce tuvieron lugar la cena y el show de despedida, en el mítico bar Brahma. Allí, cada noche, presentan su repertorio solistas y conjuntos brasileños de todas las épocas. Dependiendo del nivel y fama del artista es el precio de la entrada. Un sitio divertido, con lugar para bromas, risas y disfrutar por ejemplo de Blue Gardenia, interpretado por Cauby Peixoto. Y para que se evaporen 19 chopps Blacks y quinientas noches. La bonita auxiliar de a bordo se transforma en una dama seria que manda abrochar los cinturones y apagar los aparatos electrónicos. La aceleración conlleva el aumento del ruido de las turbinas y el Boeing despega. El decolaje es perfecto. La inversión de los factores produce que se comiencen a ver por las ventanillas cada vez más lejanos y pequeños los edificios, las casas, los autos. Ahora son apenas puntitos luminosos. El autódromo, los puentes, los aviones semejan unos juguetitos. La metrópoli de San Pablo, la tercera más grande del mundo, una ciudad interminable
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario