miércoles, 31 de julio de 2013

ARGENTINA: SAN JUAN: Excursion VALLE DE LA LUNA Y TALAMPAYA (2 DÍAS / 1 NOCHE)

VALLE DE LA LUNA Y TALAMPAYA (2 DÍAS / 1 NOCHE)

·         Ciudad de Caucete Y  Difunta Correa

·         Marayes Y  Chucuma

·         Astica Y  Las Tumanas

·         Valle Fértil

·         Valle de la Luna

·         Parque Nacional Talampaya

Se accede desde la ciudad Capital de la Provincia  de San Juan a 330 Km.  Por la Ruta Nacional N ° 20 con dirección Sudeste hasta la localidad de Caucete esta fue epicentro en el  terremoto  en el  año 1977.

Allí se empalma  con la Ruta Nacional N ° 141 en dirección Este y en el paraje de Vallecito se encuentra el Oratorio de la Difunta Correa, nos detendremos un momento a conocer  sus Instalaciones. Por la misma  Ruta 141 pasando por la  localidad de Bermejo se empalma por la ruta 510 llegamos por las localidades de Marayes, Chucuma, Astica y las Tumanas arribamos a la villa cabecera del lugar San Agustín del Valle Fértil.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       Luego de  realizar el check in en la Hostería del Valle Fértil  se propone un almuerzo en el restaurante de la misma o en baldecitos restaurante de campo. (No incluido)

Arribamos al parque  e ingresamos al museo de Ciencias Naturales  en el cuál se expone el primer Eoraptur  y restos de fósiles único encontrados. Con un guía del parque  iniciaremos el recorrido de 3 horas, deteniéndonos en diferentes geoformas tales  como el Gusano, el Valle Pintado, la Cancha de Bochas, La esfinge,  el submarino,  y el hongo con sus  barrancas coloradas y las loberías para  terminar el circuito.

De regreso a San Agustín  visitamos  el museo de Piedras, un breve recorrido por la zona, para luego hospedarnos en la Hostería del Valle Fértil.

Al día siguiente nos trasladamos  hasta el Parque Nacional de Talampaya  una vez arribados al Parque ingresamos al circuito elegido, tal cómo:

Cañón de  Talampaya  con una duración de tres horas quince: es el más representativo del parque se transita por el Cañón de Talampaya, realizando cuatro estaciones  en  las que se aprecia la belleza de inmensos paredones de hasta ciento cincuenta metros de altura y geoformas de singular belleza

A la salida del Parque se propone un almuerzo en el restaurante del lugar y regresar así a las  20 hs a la ciudad de San Juan.

martes, 30 de julio de 2013

USA: ORLANDO: En SeaWorld, con diversión garantizada

En SeaWorld, con diversión garantizada
Además del clásico parque de Orlando, un paseo por las increíbles piscinas de Aquatica y Busch Gardens, en Tampa
Los parques de Disney tienen los animales más famosos del mundo, aunque ninguno es de carne y hueso: el ratón Mickey, el pato Donald, el elefante Dumbo y el oso Winnie the Pooh son algunas creaciones encantadoras que tomaron vida gracias a un lápiz bien afilado. Por eso, los parques del legendario Walt, en Orlando, Estados Unidos, forman parte de un mundo tan mágico y creativo como alucinante. Lejos de esa temática fantástica, aunque no menos espectacular, está SeaWorld. Aquí, la propuesta es entretenerse con animales que respiran, corren, gimen y nadan en un ambiente dominado por el verde y el agua.
A pocos minutos del centro comercial de Orlando están SeaWorld y Aquática. Para llegar a Busch Garden, en tanto, hay que viajar hasta Tampa, también en el estado de Florida y a una hora en auto desde Orlando. Pasen y vean.
Pingüinos antárticos
Este es el parque emblema de la cadena, que este año cumplirá 50 años a puro entretenimiento. Para festejar, acaba de inaugurar su más ambiciosa atracción: “Antártica, Empire of the Penguin”. Allí está Pock, un inquieto pingüino Papúa que acaba de romper el cascarón y tiene que aprender a sobrevivir en el mundo tan congelado como hostil de la Antártida. El juego consiste en experimentar junto a Pock todos sus desafíos, desde los primeros pasos en el Polo Sur, junto con el chapuzón inicial, hasta un infartante escape para no ser devorado por un feroz lobo marino.
Para entrar, la gente debe atravesar un proceso de aclimatación: en verano, mientras se hace la cola de ingreso –mucha paciencia, ya que hay esperar más de una hora–, se pasará de un calor sofocante a un frío cercano a los cero grados. Se recomienda llevar a mano algún buzo porque realmente se siente bastante frío.
La vida de Pock se descubre en unos simpáticos carritos de última generación que se deslizan sobre un piso magnetizado. Pero lo mejor llega después de dar varias vueltas a través de cavernas cubiertas de hielo, cuando aparece una fascinante colonia de 250 pingüinos que comen, bailan y nadan como si estuvieran en su propio hábitat.
Unico en su género, Aquática –también en Orlando– es uno de los complejos más grandes de SeaWorld. Un lugar diseñado para que los adultos puedan relajarse y los chicos se entretengan. Playas con arena blanca y fina como la harina, reposeras y palmeras, y varias piscinas –dos de ellas con olas artificiales–, garantizan el regocijo de toda la familia. Para los que buscan movimiento, hay 36 toboganes zigzagueantes para barrenar sobre colchonetas. En otra de las piletas se puede ver a unos juguetones y extraños delfines negros con la trompa blanca.
Otra de las atracciones imperdibles de este mundo marino es una corriente de agua que permite ser impulsado mientras se hace la plancha, a través de un canal que rodea todo el parque. También se puede disfrutar de un pelotero gigante donde los chicos –y no tanto– se pierden en laberintos fantásticos que desembocan en piletas.
Safari en Busch Gardens
Con una docena de montañas rusas que tuercen la gravedad, Busch Gardens invita a divertirse con las palpitaciones al máximo. Ubicado en la ciudad de Tampa, a unos 90 kilómetros por autopista desde Orlando, esta propuesta es ideal para los viciosos de la adrenalina. Cheetah Hunt, por ejemplo, propone ensayar la velocidad de un chita cuando persigue a su presa a más de 100 kilómetros por hora. También está Sheikra, un perverso circuito metálico que cae en picada desde 70 metros de altura, a 90 grados, en perfecta línea recta. ¿La diversión? Primero hay que recuperar el aliento para luego, con esfuerzo, encontrar un placer teñido de masoquismo.
Para el resto de la familia también hay un abanico de atracciones con varios espectáculos, shows musicales, obras de teatro y parques con juegos ideales para los más chicos.
El contacto con la naturaleza aparece a través de grandes vidrios que, como peceras, permiten ver gorilas, leones, hipopótamos, hienas y cocodrilos, en ambientes especialmente diseñados para que los animales se sientan como en la selva.
Pero lo realmente mejor viene con la propuesta del safari: parados en la parte trasera de un jeep, se le puede dar de comer lechuga a las jirafas, experimentar la sensación de correr junto a las cebras y contemplar, en un primer plano, el intimidante cuerno de un rinoceronte.

IMPERDIBLE
La vida según una tortuga marina
Envuelto en una gran cúpula con forma de domo que proyecta una película en 3D, la atracción de última generación “Turtle Trek”, en SeaWorld, permite sentir el rirmo de una tortuga marina llamada Nyah y experimentar la asombrosa aventura de su vida, en un ámbito que parece tan real como virtual. Allí hay que nacer, luchar contra los ataques de las gaviotas, llegar al mar abierto y, en la oscura profundidad del océano, escapar de los afilados dientes de un tiburón blanco que se empecina en tratar de masticarnos. Más tarde aparece el espectacular baile de colores que crean las medusas con su enormes “cabezas” en forma de campana y largos filamentos.
Toda la aventura termina cuando, empujadas por una corriente marina, vemos llegar otras tortugas que nos invitan a seguir descubriendo las maravillas del mundo acuático, formando parte de su familia.

MINIGUIA
COMO LLEGAR. El pasaje aéreo ida y vuelta desde Buenos Aires hasta Orlando, con una escala, cuesta desde 8.165 pesos con impuestos (www.united.com).
CUANTO CUESTA. El ticket para SeaWorld Orlando cuesta US$ 92; los menores de 3 a 9 años pagan US$ 84. La entrada a Busch Gardens, US$ 89 y US$ 81 respectivamente. El ticket de entradas múltiples (incluye SeaWorld, Busch Gardens y Aquatica) cuesta US$ 159; menores, US$ 151.

INFORMACION
es.seaworldparks.com
buschgardens.com
www.aquaticabyseaworld.com

ARGENTINA: TUCUMAN: Huellas milenarias en los Valles Calchaquíes

Huellas milenarias en los Valles Calchaquíes
POR DIEGO JEMIO

Trekking y visitas antropológicas son algunas de las propuestas para recorrer Tafí del Valle y sus alrededores.
Desde Tafí del Valle, al noroeste de Tucumán, parte el trekking en dirección al cerro Ñuñorco Grande, que trepa hasta 3.300 metros. Durante la caminata se verán cumbres de 4 mil metros de altura, siluetas de montañas, el dique La Angostura y el pueblo diaguita El Mollar. Conviene demorar la travesía con un almuerzo o una merienda con pan casero y dulces regionales.
Así se disfruta de la puerta de entrada de los Valles Calchaquíes, que habitaron los originarios pobladores de la cultura calchaquí.
A 8 km de Tafí, el camino al Valle de La Ciénaga sólo es accesible caminando o a caballo. La escenografía natural es de alta montaña, con bosques de alisos en las quebradas, animales pastando y vestigios de la cultura candelaria. El recorrido por lugares que superan los 2.700 m de altura puede llegar a durar seis horas. Los aventureros tienen la opción de conectar el camino con Anfama y El Siambón, en una expedición que dura unos tres días, con buen tiempo y estado físico. Otra posibilidad es la Vuelta al valle, que comprende casi toda la ruta 325, con visitas al Cerro Pelado y los faldeos del Muñoz, Ñuñorco y Mala Mala.
De regreso a Tafí del Valle, se puede visitar la Capilla de La Banda –alberga un museo religioso y arqueológico– y probar queso de cabra de la Estancia de los Cuartos, una casona y hotel de estilo colonial que produce sus productos tal cual lo hacía a principios del siglo XX. También se realizan enlazadas, pialadas, domas y shows con música en vivo.
A menos de 15 km de Tafí esperan El Mollar y el dique La Angostura. Al pie del Cerro Ñuñorco Grande, El Mollar es la villa preferida por los adolescentes tucumanos. A cada paso se ve el sello de los pobladores originarios, como monolitos de piedras de más de 2.500 años, menhires, morteros y pircas. Cabalgatas, caminatas y platos regionales (locro, empanadas, humitas y tamales) completan la oferta del lugar.
Los amantes de la pesca acuden al lago La Angostura, a 2 mil metros de altura y a 3 km de Tafí del Valle. Construida en la década del 60 para detener el curso de los ríos Mollar y Tafí, la represa de 4 km de largo es el lugar indicado para capturar truchas y pejerreyes y practicar deportes náuticos.
Hacia el norte, la ruta 307 llega a Amaicha del Valle después de atravesar el Abra del Infiernillo, un complicado paso –el más alto de la provincia–, a 3.042 metros de altura. Desde el auto y a lo lejos se ven animales pastando, cardones y familias de pastores.
El Complejo Museo Pachamama es un lugar clave para entender la cosmovisión y la cultura de los pueblos calchaquíes. Bajo 3 mil metros cuadrados cubiertos, las salas lucen repletas de objetos, cuya antigüedad se extiende hasta 800 años antes de Cristo. En la Sala de Geología hay una descripción geográfica de todo el valle, fotos satelitales, yacimientos mineros y muestras de minerales. A su vez, en el espacio dedicado a la antropología se grafican las costumbres, vestimentas y modos de vida de las culturas prehispánicas de la zona. Otras salas exhiben pinturas, cerámicas y esculturas de barro y madera. Muchas piezas fueron creadas por el virtuoso artista local Héctor Cruz.
Cerca de Amaicha del Valle –cuna del vino patero– atraen el poblado Los Zazos, el Observatorio Astronómico de Ampimpa y Tala Paso, punto de encuentro de ancianas copleras de los valles.
No se pueden pasar por alto las Ruinas de Quilmes, el mayor asentamiento precolombino del país, que ocupa alrededor de 30 hectáreas. El paisaje natural se presta para hacer una travesía en mountain bike, rafting, kayak o canotaje, antes o después de deleitarse con una empanada jugosa o un locro bien “pulsudo”. De noche, el cielo es siempre un espectáculo inigualable: un techo lleno de estrellas, tan solitario y silencioso como bello.

IMPERDIBLE
Ruta del Vino
Desde fines de 2011, Tucumán tiene su Ruta del Vino a lo largo de la ruta 40. Las etiquetas tucumanas se destacan en cabernet sauvignon, malbec y torrontés, el emblema de la región. Se pueden recorrer algunas bodegas y degustar productos, por ejemplo en Las Mojarras, Posse (en Tafí del Valle), Chico Zossi (en Co-lalao del Valle), Las Arcas de Tolombón (en Chañar Solo), Río de Arena (en El Bañado) y Altos La Ciénaga, en Colalao del Valle (www.vinosdeltucuman.com.ar).

CHILE: ISLA DE PASCUA: Excursiones


Tour de día entero
La primera parada nos lleva a un Ahu no restaurado, el AHU VAIHU, situado en la bahía de HANGA TE'E en la costa sur de la isla, testigo de una fase de destrucción unos siglos atrás. Después llegamos a uno de los sitios mas importantes de la cultura Rapa Nui, la cantera RANO RARAKU, donde se tallaron un total de 887 estatuas, 397 de ellas todavía acostadas o paradas en distintos momentos de su construcción y transporte. Procedemos al AHU TONGARIKI, restaurado en 1995, con sus 15 estatuas de pie. El penúltimo sitio que visitaremos es el que se conoce como el "Ombligo del Mundo", junto con el AHU TE PITO KURA, donde se encuentra el Moai más alto movido y erecto de la Isla, el cual aún no ha sido restaurado. Finalmente llegamos a la playa de ANAKENA donde encontramos 2 plataformas, el AHU NAU NAU y el AHU ATURE HUKI, ambos restaurados. Donde además podrán disfrutar de las cálidas aguas del Pacífico, para luego retornar al Hotel.

Tour de medio día – ORONGO
Durante esta excursión subimos al volcán extinto, RANO KAU, donde se nos presenta una vista alrededor de toda la isla con sus costas y volcanes y el pueblo de HANGA ROA. El segundo mirador que visitamos nos deja apreciar el cráter del RANO KAU con su laguna con más de 800 mts. de diámetro, posteriormente visitaremosla aldea ceremonial ORONGO, donde se realizaba la ceremonia y competencia del Hombre Pájaro - TANGATA MANU. Otro punto al cuál nos dirigiremos será hacia el AHU VINAPU con su arquitectura que nos acuerda a las construcciones de los pueblos pre-inca. Al final de esta excursión vistamos la cueva de ANA KAI TANGATA donde es posible apreciar pinturas rupestres con motivos de aves marinas y peces.

Tour de medio día – AKIVI
Este circuito consiste en una visita al AHU AKIVI, plataforma con 7 Moais restaurados. El próximo sitio visitado será la cueva ANA TE PAHU ( Cueva de los plátanos) con sus galerías volcánicas, después visitamos la cantera de PUNA PAU donde se tallaron los PUKAO, "sombreros" de los Moai y el Ahu restaurado HURI A URENGA.

ARGENTINA: CORRIENTES: De la ciudad a los Esteros

De la ciudad a los Esteros
Un circuito para conocer la capital e Iberá, además de dos buenos hoteles
Valeria tiene las llaves de una de las habitaciones del hotel. "Va a ocupar la misma que Luis Miguel, cuando estuvo en nuestra ciudad", le dice al recién llegado. ¡La misma que Luis Miguel! Un sueño para fanáticas... que prosaicamente se traduce en la habitación del fondo del patio, a la derecha de la pileta, cuya puerta está escondida entre escaleras y la vegetación que forma una miniselva.
Estamos en La Alondra, uno de los hoteles boutique más chic y refinados del país, en la capital correntina. Junto con la estancia Puerto Valle forma una especie de derrotero de lujo para conocer el norte de esta provincia con dos de sus facetas: cara, un paseo histórico por las calles de la ciudad, y ceca, una salida al norte de los esteros del Iberá.
UNA NOCHE DE TEATRO
En La Alondra el personal está acostumbrado a los famosos: muchos de los que pasan por la ciudad eligen este pequeño hotel decorado con refinamiento hasta en el último rincón. En el siglo XIX, la ciudad de Vera de las Siete Corrientes ya era una escala en los largos viajes entre Buenos Aires y Asunción, y tenía su propio teatro, en el mismo emplazamiento del actual Teatro de Vera, que cumplió cien años el 25 de mayo último. Valeria Rolón, de La Alondra, aconseja visitarlo porque es "como pasar por Buenos Aires y no conocer el Colón".
Con sus oropeles y telones de un flamante rojo carmín -luego de una restauración total hace unos años-, el Teatro Juan de Vera es el emblema cultural y un ícono del centro histórico de la ciudad. Es un pedazo de la lejana Italia trasplantado a orillas del Paraná, tal como lo imaginaron los arquitectos Locatti y Milanese. Walter Zacarías, el guía que lleva a los visitantes a conocer el teatro por dentro, aconseja, además de las fotos, probar la acústica de la sala y volver de noche, durante un espectáculo o una proyección de cine, para ver su fachada brillar en medio de la cuadra.
A la vuelta del teatro está la Municipalidad, sobre el antiguo solar de un edificio dominicano del cual se conservaron algunos elementos en torno de un patio interior. Este sector está muy cerca del río y en la zona de las siete puntas, siete pequeños cabos que forman como rompientes de la corriente del río y fueron elegidos por Juan de Vera -el mismo que dio nombre al teatro- para fundar la ciudad en 1588. Esas puntas están en el origen de la Ciudad de Vera de las Sietes Corrientes, que gracias a su ubicación sobre un promontorio natural evitó las inundaciones durante las crecidas del río, a diferencia de otras ciudades costeras sobre el Paraná.
Se pueden seguir tres paseos: uno histórico, otro religioso y el tercero costero, a orillas del Paraná, de ambos lados del gran puente que lleva a Resistencia. También se puede optar por un mix de los tres para conocer lo mejor de la ciudad en una sola caminata, desde los paradores fluviales (que ya fueron o están en proceso de renovación para convertirlos en balnearios con servicios y equipamientos deportivos) hasta la catedral, otro de los edificios más emblemáticos. Cuando se bordea la costa se pasa por una de las principales plazas del centro, el parque Camba Cúa. Walter Zacarías cuenta: "Su nombre quiere decir cueva de negros, en guaraní. Es un nombre que nos lleva directamente al siglo XVIII, cuando vivieron ahí en chozas y cuevas improvisadas los esclavos negros de Corrientes al ser emancipados". Otro de los parques a orillas del río está en la Punta Mitre, o Arazaty, donde fue ubicada la batería defensiva de cañones durante la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
EL GRAN HUMEDAL
Del centro de la ciudad hasta la orilla de los Esteros hay que recorrer 260 kilómetros bordeando el Paraná (que sin embargo nunca se ve desde la ruta) hacia el este. Así se llega a Puerto Valle, una estancia reconvertida en un emprendimiento forestal donde funcionan un hotel de lujo y uno de los pocos criaderos de yacarés que existen en el mundo. Hay que pasar también por Ituzaingó, que desde hace algunos años vive un crecimiento exponencial con la puesta en marcha de la represa de Yacyretá.
Nicolás di Constanzo, el gerente del hotel, suele atender personalmente a sus huéspedes. Por lo general no son muchos, ya que por el momento Puerto Valle tiene sólo cinco habitaciones: un dúplex en suite, en el edificio donde funcionan también la recepción y el restaurante, y las demás habitaciones en una casona correntina del siglo XVIII. A diferencia de Colonia Pellegrini, donde hay varios establecimientos, Puerto Valle es la única propuesta de este tipo en el norte de la provincia y es el acceso para conocer el norte de los Esteros.

CHILE: ISLA DE PACUA: Clima e Historia

Clima

Presenta un clima tropical lluvioso, con una temperatura media que sobrepasa los 23ºC en los meses de verano y de 18ºC en invierno. Se define así una amplitud térmica anual de sólo poco más de 5ºC, por su parte, la amplitud media diaria es algo superior a 6ºC. Ambos valores son bajos por la influencia oceánica sobre la isla, observándose que también desplaza la época de los extremos térmicos: el mes más cálido es febrero y el más frío agosto, distinto a lo que sucede el gran parte del resto del país.
El régimen pluviométrico presenta cantidades importantes durante todo el año, con una estación menos lluviosa entre primavera y verano (octubre, noviembre y enero) y una estación más lluviosa otoñal (abril a junio). Lo que precipita en los 4 meses más lluviosos (abril a julio) equivale a un 42% del total anual, que es superior a 1.100 mm. No hay ningún mes que precipite menos de 60 mm. Las precipitaciones de verano son netamente de origen convectivo, mientras que en invierno, la visita de algunos sistemas depresionarios originan precipitaciones de carácter frontal.
 Las perturbaciones dejadas por el paso de sistemas frontales, producen en ocasiones intenso oleaje frente al sector costero norte y noroeste de la isla, situación que da origen a vientos ascendentes que producen  nubosidad de gran desarrollo vertical, que da origen regularmente a chubascos en la zona.
La influencia del mar y la mayor temperatura, que permite un mayor contenido de humedad atmosférica, se dejan ver claramente en los altos niveles de humedad que registra la zona, a través de todo el año, con valores que no descienden de 77%.
La dirección del viento predominante es el este. Aunque en los períodos nocturnos predominan los vientos calma, la intensidad aumenta durante el día. Pero este régimen es a menudo interrumpido por las  depresiones.

Historia

Isla de Pascua, una rosa en el mar
Respecto a su historia, cuenta la tradición oral que Hotu Matu’a desembarcó en Anakena hace unos 1500 años para transformarse en el primer rey de Rapa Nui. Sus compañeros de viaje y descendientes colonizaron la isla, dividiéndose en numerosas tribus y desarrollaron una singular cultura, con una escritura propia. Comenzaron a erigir colosales estatuas de piedra por toda la isla, transformándose en su mayor actividad y característica. Lo hacían para rendir honor a sus ancestros y para pedir protección para su descendencia, a través de su energía o mana.
 A partir del siglo XVII, una sucesión de guerras internas pone fin a la primera fase de la cultura rapa nui, la del moai y sus nunca resueltos misterios, para dar paso a otros ritos, como los torneos para la elección del hombre pájaro, tangata manu, en la aldea ceremonial de Orongo.
 La competencia consistía en capturar el primer huevo del ave manutara y cada tribu tenía un representante, hopo manu, que se recluía en las inmediaciones del volcán Rano Kau para entrenarse en los distintos aspectos del torneo, como la escalada y natación. Con la llegada de las primeras aves migratorias a los islotes, en época de primavera, se daba comienzo a la carrera. Los competidores celebraban una comida ritual llamada umu tahu, pintaban sus cuerpos con kiea (tierra mineral de colores) y después descendían el acantilado inmediato a Orongo, que está a uno 300 mts sobre el nivel del mar. Luego nadaban hacia el mayor de los islotes, el Motu Nui, a unos 2 kms de distancia. Los hopo manu esperaban en cavernas que las aves nidificaran sobre el islote, y una vez que los pájaros ponían sus huevos, capturaban uno, y emprendían el retorno a Orongo. El hopo manu que entregaba primero el huevo a su ariki o rey se convertía en el tangata manu, jefe religioso y político de la isla durante un año.
 En esa época arribaron las primeras expediciones occidentales a la isla, siendo oficialmente descubierta por el holandés Jacobo Roggeveen en 1722 y por ese entonces se celebró la elección del último tangata manu.
 En 1888 el capitán de fragata con bandera nacional, Policarpo Toro, negocia con el ariki Atamu Tekena la incorporación a Chile, argumentando que somos la nación más próxima a la isla, pues estamos a 3.700 kms de ella.

CHILE: ISLA DE PASCUA: Lugares de Interés

Lugares de Interés
Entre los sitios imperdibles se cuentan los AHU de Tahai, muy cerca del pueblo, el de TONGARIKI , el de AKIVI, al centro de la isla y cerca de unas cavernas dónde se escondían los pascuenses cuando venían los barcos esclavistas; los volcanes RANO KAU y el RANO RARAKU, las playas de ANAKENA y OVAHE.
Asistir a la misa del domingo a las 9 de la mañana, cantada en rapa nui por los viejos de la isla, bucear en sus aguas translúcidas, comerse un atún o una langosta y enamorarse de los atardeceres de TAHAI, constituyen también parte del ritual de visitar Pascua. Así como el cielo se viste de fiesta, cada día constituye en sí una celebración pues la filosofía polinésica apunta a vivir el presente, honrar el pasado y olvidarse del futuro. Vivir, vivir.
               
TAHAI Conformado por tres ahu o altares ceremoniales, es el más cercano a Hangaroa Eco Village & Spa, pudiendo ir caminando. Allí se encuentran también los vestigios de las Hare Paenga o casas bote y un embarcadero. 
 TONGARIKI: Es el más grande e impresionante de los ahu, emplazado en un sitio natural maravilloso, a los pies del volcán Rano Raraku. 15 estatuas se yerguen en su plataforma y tiene más de 200 metros de largo. 
 RANO RARAKU: Situado al noreste de Hanga Roa, en este volcán se situaba la antigua cantera abierta donde se tallaban los moai, y se encuentran unos 400 en diversas posiciones y fases de construcción. Es un de los sitios arqueológicos más importantes de la isla y no se sabe por qué de un día para otro la cantera fue abandonada. 
 RANO KAU: Volcán con un cráter de un kilómetro y medio de diámetro, en cuya cumbre poniente se situaba la ciudad ceremonial de Orongo, con más de 50 casas. Aquí se llevó a cabo la elección del Hombre Pájaro o Tangata Manu, hasta la llegada de los primeros misioneros cristianos, hace 150 años. Impresionante vista a los acantilados, bellos petroglifos. 
 ANA KAI TANGATA: Gruta al sur de Hanga Roa, en la falda del Rano Kau, en el sector de Mataveri, en cuyo techo se encuentran pinturas con representaciones de Manu o pájaros. 
AKIVI:
Ahu donde se yerguen siete moai que representan a los primeros exploradores enviados por el rey Hotu Matuía Isla de Pascua. Está en una colina al centro de la isla.

 ANAKENA: En esta maravillosa playa de arenas bancas, palmeras y mar cristalino, se yergue uno de los ahu más bellos de la isla: el Nau Nau. Sus siete moais poseen terminaciones como tatuajes y vestimentas y aquí se encontró un ojo de moai actualmente en el museo de la isla. En Anakena fue donde desembarcó, según la leyenda, Hotu Matuía. También se levanta aquí el ahu Ature Huki, aparentemente más antiguo, con una estatua de aspecto antropomorfo. 
 MA'UNGA TEREVAKA: Cima más alta de Rapa Nui, de más de 500 mts, desde donde se puede obtener una magnífica vista, en 3600, de toda la isla. A sus pies se extiende una serie de galerías volcánicas, que sirvieron antiguamente a los isleños de refugio, casa y lugares de cultivo agrícola. 
AHU HURI A URENGA: Única estatua orientada a la salida del sol, el día de solsticio de invierno; momento que marca tradicionalmente el inicio de ciertos tapus o prohibiciones en la isla. Se encuentra cerca del pueblo de Hanga Roa. 
 VINAPU:
Al este del aeropuerto de Mataveri se encuentra este sitio arqueológico compuesto por dos ahu en ruinas. En uno de ellos se encuentran muros de piedra con tallados similares a los de Machu Picchu.

 
Puerto Valle ofrece la experiencia única de paseos sobre el río y por los Esteros, ya que se encuentra justo donde el gran humedal empieza a formarse, escurriéndose lentamente hacia el sur de la provincia a lo largo de cientos de kilómetros. "Organizamos salidas en lancha por el río, que forma una gran bahía justo enfrente del hotel desde que está la represa. Las aguas subieron, los terrenos aledaños fueron inundados y ganamos un especie de lago justo para nosotros, que nos permite hacer salidas y explorar brazos del río que son en realidad antiguos barrancos boscosos inundados", explica Diego.
Son dos mundos acuáticos bien distintos. El río bordea bosques de altos árboles que albergan familias de monos aulladores (se los escucha antes de verlos, gracias a su particular sonido). Por su parte, la laguna está rodeada de juncales e islotes de camalotes formando una capa tan densa que una familia de carpinchos puede instalarse sobre ellos sin que se hundan. Los bordes de la laguna son un entrecruce de agua e islotes, que permiten acceder a la parte despejada por un pequeño canal donde apenas pasa una lancha.
Es común ver ahí yacarés y carpinchos, que no se inmutan ni con el paso de la embarcación ni cuando los visitantes se acercan para sacarles primerísimos planos (una experiencia ciertamente impresionante si se trata de un yacaré). Durante el recorrido se llega en barco a un mirador y a una plataforma flotante, para hacer un alto y disfrutar de un desayuno con vista hacia la fauna, que de vez en cuando regala también el avistamiento de un tímido, pero curioso ciervo de los pantanos.
Nicolás aconseja "salir muy temprano en verano, sobre todo para ver los animales en actividad antes de las horas más cálidas del día. En esta época del año se ven menos animales, pero seguimos teniendo muchas aves, los yacarés salen para tomar sol y, en cuanto a los carpinchos, se los ve todo el año siempre muy de cerca". No hace falta ir a las Galápagos para ver animales que no se inmutan con la presencia del hombre: en los Esteros, sin gritos y sin gestos bruscos, se los puede tener cara a cara.
MONOS Y MARIPOSAS
Si no fuera suficiente hay varias opciones de paseo desde el casco mismo del hotel, para tener una charla sobre el proceso de silvicultura que lleva a cabo Insud, el grupo propietario del establecimiento. Se aprende cómo se logran y clonan especies de árboles que van a reforestar la región para producir pulpa de papel o maderas para diversos usos. Se recorren los caminos internos para conocer un vestigio que permaneció en pie de la selva subtropical que cubría antaño toda la ribera del Paraná, hasta su delta.
Además de monos, que vuelven a hacer acto de presencia, por aquí pululan mariposas de todos los tamaños y colores. Nicolás esta vez guarda la visita más singular para el final: el criadero de yacarés. Pequeña precaución: antes de la visita distribuye unos pañuelos impregnados de esencias perfumadas, para taparse la nariz cuando el hedor de la pasta de pollos se hace demasiado fuerte. Esa es la principal comida que se les da a miles de pequeños reptiles en piletones donde son separados por edad: desde los que nacieron hace poco hasta los que tienen más edad y pronto serán faenados (por su cuero) o devueltos a la naturaleza (para mantener las poblaciones en los Esteros y el resto de la provincia) es todo un galpón repleto de yacarés. Los hay de dos especies: el overo y el negro. Mauro Cardozo está a cargo de esta actividad dentro del grupo Insud. Comenta: "Los yacarés no se reproducen en Yacaré Porá, nuestro emprendimiento, sino que los lugareños nos llevan los huevos o nos avisan cuando los encuentran en la naturaleza. Los traemos aquí y seguimos el proceso de desarrollo y eclosión de los bebes yacarés, como hubiera ocurrido en la naturaleza, pero con una tasa de supervivencia muy superior".
De vuelta en Puerto Valle, las ventanas de las casonas forman como cuadros de luz en medio de la noche que cae lentamente sobre el río. Luego de los cantos de pájaros que acompañaron las visitas durante todo el día, es otro canto el que sube desde la orilla del río, una voz unánime de ranas y otros animales que salen de noche a empezar su vida. En Puerto Valle, basta pasar una puerta para dejar el lujo de una habitación y sumergirse en un mundo salvaje todavía virgen.

sábado, 27 de julio de 2013

ITALIA: VENECIA: La ciudad italiana que enamora

Venecia, la ciudad italiana que enamora
Melancólica y romántica. Ciudad de artistas y poetas. El lugar en el mundo que todo turista desea conocer. Venecia impresiona, atrapa, fascina. La única urbe del mundo construida casi íntegramente sobre el agua cautiva con sus iglesias, sus palacios y sus plazas enmarcados en los 117 brazos de tierra conectados por más de 400 puentes sobre 150 canales. ¿Lo mejor? Descubrir, pasear, dejarse llevar. Lo ideal es moverse a pie o en vaporetto, lanchas colectivas municipales con varios recorridos. Es recomendable sacar un pase diario o semanal. Hay también boletos por una hora, pero sirven para un solo recorrido. Pero esta ciudad, que recibe 20 millones de turistas por año, se hunde imperceptiblemente y su futuro es incierto. Algunos, los más pesimistas, le auguran 60 años de vida. Otros, los más optimistas, aseguran que tiene aún mil años más de vigencia. Mito o realidad, por ahora la única certeza es que Venecia se hunde aproximadamente 2 milímetros por año, según informes de algunos especialistas. En 2014 podría ponerse en marcha el proyecto MOSE, una inmensa obra de ingeniería que intentará salvarla a través de un sistema de barreras móviles que bloquearán el ingreso de agua cuando sube la marea.

 Recorrer la ciudad y sus alrededores. Pasear por los canales en una góndola. Cruzar el Gran Canal por uno de los puentes. Perderse por sus calles peatonales. Descubrir la ciudad y vivirla como veneciano. Conocer sus museos, iglesias, plazas, puentes y palacios. Pasear por sus parques y sus plazas.
Hay mil formas de conocer Venecia. Aquí, un detalle de los paseos más representativos, que no pueden faltar en el recorrido.

Museos
• Galleria de la Academia: Iniciada con obras de sus propios alumnos, la academia representa un importante punto turístico. Está ubicada en la orilla sur del Gran Canal de Venecia.
• Museo Correr: Es el museo municipal de Venecia, alberga un fondo de arte, documentos, objetos antiguos y mapas que reflejan la historia y la vida cotidiana de Venecia a lo largo de los siglos. El museo está ubicado en la plaza de San Marcos.
• Museo Guggenheim: Fue inaugurado en el año 1980; presenta la colección personal de Peggy Guggenheim de arte del siglo XX, como también obras maestras de la colección de Gianni Mattioli, el jardín de la escultura de Nasher, así como exposiciones temporales.

Monumentos
• Torre del Reloj: Fue construido entre 1496 y 1499. Alberga el reloj de San Marcos.
• Arsenal de Venecia: Es una estructura de estilo bizantino; se cree que se comenzó a construir en 1104, luego de ser parcialmente remodelada.
• Scuola Grande di San Rocco: Ubicada en el campo San Rocco, representaba una confraternidad formada por ciudadanos venecianos en 1478 que se hizo particularmente próspera a principios del siglo XVI.
• Ghetto de Venecia: Es un vecindario agradable de la ciudad donde aún viven algunos judíos. Alberga el Museo Comunità Ebraica, conocido también como el Museo Judío.

Iglesias
• Basílica de San Marcos: Es el principal templo católico. Su construcción fue iniciada en 828 para guardar el cuerpo de San Marcos.
• Basílica de Santa Maria dei Frari: Considerada una basílica menor. Está ubicada en el Campo dei Frari, en el corazón del distrito de San Polo.
• Basílica de Santa Maria della Salute: Se mandó a construir en el año 1630, cuando en plena amenaza de la peste, el senado prometió que levantaría una iglesia en favor de la virgen. El 21 de noviembre de cada año se celebra la festividad de Santa Maria della Salute.
• Basílica de San Giorgio Maggiore: Construida sobre la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, la basílica se ubica frente a la Piazzetta en Venecia.
• Iglesia de la Madonna dell' Orto: Fue construida a mediados del siglo XIV.

Parques
• Jardines del Recuerdo: Fueron construidos en homenaje a los soldados que perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial. Alrededor del parque se ubican tiendas comerciales.
• Jardines Reales: Se encuentran muy cerca de la Plaza de San Marcos, a unos pasos de las estaciones de los vaporetti.
• Parques y Jardines Públicos: Ubicado en la Riva degli Schiavoni, lejos de las zonas turísticas del centro. Este parque tiene dentro de sus instalaciones espacios recreativos para niños y en los años impares el lugar alberga un importante festival de arte moderno.

Plazas
• Plaza de San Marcos: Es el lugar más bajo de Venecia, y cuando el agua sube por tormentas desde el mar Adriático o por exceso de lluvia es lo primero en inundarse.
• Campo de los Moros: En esta zona se encontraban las casas de los mercaderes árabes, que están representados simbólicamente con tres estatuas, que datan del siglo XIII.
• Campo San Polo: Se utiliza para conciertos al aire libre y proyecciones durante los festivales de cine. Es la plaza más grande detrás de la Plaza de San Marcos.

Palacios
• Ca' d'Oro: Fue adquirida en 1894 por el barón Giorgio Franchetti, que la donó al Estado italiano sobre 1916. En la actualidad, el palacio alberga un museo con trabajos de pintura como el San Sebastián, de Andrea Mantegna.
• Palacio Ducal: Edificio de estilo gótico que se encuentra en el extremo oriental de la Plaza de San Marcos y representa uno de los símbolos de la gloria y el poder de Venecia.
Puentes
• Puente de Rialto: Cruza el Gran Canal de Venecia. Es el más antiguo de los cuatro puentes que cruzan el canal y probablemente sea el más famoso de la ciudad.
• Puente de la Academia: Inaugurado el 20 de noviembre de 1854, el puente constituye una mezcla de hierro y madera con una longitud de 48 metros. VAPORETTO DELL' ARTE
Es un modernísimo barquito que recorre la principal arteria, el Gran Canal y se detiene en ocho de los principales museos (Fundación Prada, Peggy Guggenheim, Fundación Giorgio Cini, Museos Cívicos de Venecia, Palacio
Grassi-Punta de la Dogana, Bienal de Venecia y Teatro de La Fenice). Funciona desde las 9 hasta las 20, todos los días. Cuesta 24 euros para los adultos y los niños menores de 12 años pagan 15 euros.


-- Otros Datos
AUMENTO DE PRECIOS EN VERANO
Como sucede en otros lugares durante los períodos de gran demanda, el exceso de turistas, en verano, propicia abusos en los precios. Desde lanchas-taxi que por cortos trayectos cobran 60 euros, paseos en góndola de una hora por 200 euros y platos a precios desorbitantes.

ACQUA ALTA
Es un fenómeno que ocurre periódicamente cuando el mar Adriático sube de nivel. Entonces queda inundada en menor o mayor medida. El invierno es la época en que más sucede. La frecuencia de este fenómeno está aumentando cada año y está dañando los cimientos de las casas y demás edificios.

ANTIDOPING
El comportamiento indisciplinado de algunos gondoleros venecianos, denotado por los ciudadanos y los turistas, ha llevado a la sociedad que gestiona este tipo de transporte a implantar diferentes controles de droga y alcohol para dichos trabajadores.

lunes, 22 de julio de 2013

USA: NUEVA YORK: Diez imperdibles (II)


10 Imperdibles de Nueva York (II)

Puente de Brooklyn
Construido entre 1869 y 1883, une los distritos de Manhattan y Brooklyn. Es fácil identificarlo con decenas de películas de Hollywood, como ¨Fiebre de sábado por la noche¨ y ¨Manhattan¨, de Woody Allen. En un cruce a pie, la mejor opción para conocerlo a pleno, se pueden distinguir los detalles de la construcción y ver uno de los íconos de la ciudad: la Estatua de la Libertad.

Midtown Manhattan
Desde 14th street hasta 59th street, es sede de algunos de los edificios más famosos de la ciudad y del mundo. La lista es muy larga e incluye al Rockefeller Center, Radio City Music Hall, Empire State, MoMA, St. Patrick’s Cathedral y Grand Central Terminal, entre muchos otros. También hay tiendas muy conocidas, como Bloomingdale’s, Macy’s y Tiffany & Co.
Central Park
Escenario de innumerables películas, el primer parque público de los Estados Unidos es un rectángulo de poco más de tres kilómetros cuadrados, que cada año recibe a unos 25 millones de visitantes. Diseñado por Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux, el parque tiene lagos artificiales, pistas de patinaje sobre hielo, zoológico, puentes y arcos, además de áreas de entretenimiento. Un excelente lugar para pasear y descansar del asfalto urbano.
 
El Museo Metropolitano de Arte
Ubicado en Manhattan y más conocido como el MET, es uno de los grandes museos de arte de todo el mundo. Se exhiben más de dos millones de piezas de arte de todos los tiempos. El visitante puede ver en sus salas obras de Rafael, Tiziano, el Greco, Rembrandt, Velázquez, Picasso, Pollock y Braque, entre muchísimos otros. Hay, además, una gran colección de esculturas de Rodin y una sección entera dedicada a Egipto: las momias suelen captar la atención de los más chicos.


Soho
El barrio, abreviatura de South of Houston, es sinónimo de glamour, moda, tendencia, diseño y arte. Antiguamente, fue una zona de fábricas y hoy está repleto de lofts reciclados y estudios de artistas y arquitectos. En su perímetro, hay galerías de arte, restaurantes gourmet como Club Room o Zoe, museos como el Museum of Comic and Cartoon Art y, claro, negocios de decoración.
 
Empire State Building
Con una altura de casi 450 metros, su mirador cautiva cada años a millones de personas, desde su inauguración a inicios de los años 30. Se encuentra en el piso 86, donde hay un café y una tienda de regalos. Cuando la visibilidad es buena, se pueden ver campos a distancias de más de 100 kilómetros. Es el edificio en el que se trepa King Kong en la película.

Harlem
Durante muchos años, fue asociado al crimen y a la pobreza, pero durante el mandato del alcalde Giuliani la década pasada, la ciudad se volvió mucho más segura. Ubicado entre los ríos East y Hudson y las calles 110 y 160, es el barrio negro de la ciudad, el de Martin Luther King y Malcom X. Muchos turistas llegan al lugar atraídos por las misas góspel. Una de las más famosas es la Abyssinian Baptist Church. Además, hay clubes de jazz, los murales del activista de los Derechos Humanos que tuvo un dream y la casa donde vivió el gran Duke Ellington, entre otros.
 
Quinta avenida
Como Champs-Elysées de París, la Quinta Avenida o Fifth Avenue es una de las calles más chic del mundo, con una gran sucesión de tiendas de marcas conocidas. Algunas de las marcas más tradicionales que tienen sus locales son Tiffany & Co., Cartier, Louis Vuitton, Rolex, Armani y Swarovski, entre muchas otras. Entre las más modernas, y amadas por las adolescentes, están Abercrombie & Fitch, H&M, Forever XXI. Además, la calle forma la ruta tradicional para numerosos desfiles y manifestaciones que se hacen en la ciudad.

Pastrami
La gastronomía de Nueva York es tan variada como los habitantes que existen en sus calles. Uno de los clásicos de la comida callejera en la ciudad es el pastrami, una especialidad judía a base de carne roja, salmuera y especies. En la zona del Lower East Side de Manhattan, está Katz Delicatessen, un pequeño restaurante especializado en ese plato. Un dato curioso: es el lugar donde Sally ,Meg Ryan, le enseña a Harry,Billy Cristal, como las mujeres pueden fingir un orgasmo en ¨Cuando Harry conoció a Sally¨.


Shopping
Nueva York está repleta de lugares para comprar souvenirs de la ciudad, como la clásica remera de ¨I Love NY¨. Ubicado en la céntrica zona de Times Square desde inicios de los 90, uno de los buenos locales para comprar esos productos es Grand Slam. Allí se pueden encontrar remeras, gorras, zapatillas, álbum de fotos, encendedores e indumentaria de fútbol americano, entre otras cosas.

miércoles, 17 de julio de 2013

ARGENTINA: CORRIENTES: La tierra del chamamé y el sapucay

La tierra del chamamé y el sapucay
Un recorrido por el noroeste de la provincia de Corrientes. La capital y su balcón al río, las playas de Paso de la Patria, la intensidad espiritual de Itatí y la bella arquitectura colonial de Santa Ana.
La tierra del chamamé y el sapucay Los Esteros del Iberá son el segundo humedal más grande del mundo y es un escenario ideal para avistaje de aves y otras especies.

Los correntinos están muy orgullosos de serlo. Tanto, que en uno de los centros de información turística se reparte un "Pasaporte Correntino", como si la provincia de Corrientes fuese Cataluña y tuviese deseos independentistas.
"Visto y considerando que ha conocido esta tierra de poras, de lagunas y leyendas. Se ha maravillado con su fauna original y deslumbrado con la belleza de su flora; que se ha deleitado con sus chamamés, sus sapucay, sus mates y el chipá, que ha disfrutado con el paisaje paradisíaco del Paraná, el Uruguay, los misteriosos Esteros del Iberá..." Y así, la lista sigue enumerando todos los encantos de la provincia.
Lo dicen en el Festival del Chamamé durante enero. Lo repiten semanas después en el inicio de uno de los carnavales más tradicionales del país. "Corrientes tiene payé", gritan los artistas arriba del escenario. O los comparseros en el medio del éxtasis de la noche en el corsódromo.
Ese hechizo no sólo está en las grandes fiestas populares de la tierra fundada por Juan Torres de Vera y Aragón en 1588, sino que la magia también está en todos los lugares que indica el pasaporte apócrifo. En el turismo de pesca y en el religioso de Itatí. En el encanto de las playas de Paso de la Patria. Y en el mágico pueblo de Santa Ana, detenido en el tiempo, con una locomotora centenaria descansando en una de sus calles.
Las siete puntas del Paraná
La ciudad de Corrientes es el punto natural de partida de muchos de los recorridos por la provincia. El lugar es un gran balcón al río Paraná, con la preciosa costanera para caminar, hacer ejercicio y disfrutar de sus playas. Y gozar de la presencia del puente General Manuel Belgrano, inaugurado a inicios de los 70 para unir esta ciudad con Resistencia, en Chaco, justo enfrente.
Los paseos del Circuito Fluvial permiten mirar la ciudad desde el Paraná. Se pueden ver las siete puntas (corrientes) del río, que le dan nombre a la ciudad, además del Parque Mitre. En un viaje de poco más de una hora -"Pedro Canoero" es una de las empresas que presta el servicio-, la embarcación pasa por riachos, cruza por debajo del puente y permite ver algo de la fauna del lugar, en el que se registraron más de 350 especies. El Paseo de los Artesanos, la Peatonal Junín, la plaza 25 de Mayo con su típico trazado español y los murales tallados en las paredes son otras de las atracciones de la capital de la provincia.
"Esta es nuestra playa más exclusiva", dice la guía, camino a Paso de la Patria. La ciudad, uno de los destinos de veraneo por excelencia en la Mesopotamia, está a unos 30 km de la capital. Y alberga kilómetros de playa de fina arena y uno de los mejores centros de pesca de dorado del país. Allí están los paradores donde los chicos juegan al vóley y se arman escenarios para distintos shows.
En este punto donde el río Paraná se une con el Paraguay, la oferta hotelera es una de las más variadas de la provincia. Hay desde lujosos complejos hasta cabañas y bungalows, pasando por casas para pasar el fin de semana. Además, las tareas de dragado del río permitieron obtener playas más amplias y albergar a un mayor número de turistas. El amanecer y la puesta del sol, a la vera del Paraná, son espectáculos de gran belleza, que ya vale el viaje.
Además de la pesca, de las playas y de la movida nocturna, Corrientes atrae a gran cantidad de fieles de todo el país. Fundada en el siglo XVIII y 70 km al este de la capital, Itatí es sede de peregrinaciones durante buena parte del año; en septiembre se realiza la Peregrinación de la Juventud, la más convocante, con jóvenes que recorren a pie la distancia entre la capital y el pueblo. Al frente de la plaza central está la imponente Basílica de Itatí, una de las más importantes del continente, con una cúpula central de casi 30 metros de diámetro. En la cúspide se alza una imagen de la Virgen de siete metros y medio de altura. En total, la Basílica llega a medir 83 metros. Desde finales de los 90, la basílica es Monumento Histórico Nacional.
En Itatí también se ofrecen excursiones de pesca. Al final de la jornada, el pescador embarcado -con la ayuda de los guías- puede llevarse a casa grandes ejemplares de pacúes y surubíes atigrados, entre otras variedades. O "descargar" la pesca en una de las islas y cocinar un exquisito pescado frito.
De regreso a la ciudad de Corrientes, a sólo 25 kilómetros, está el apacible pueblo de Santa Ana, que invita a pasear por sus calles y admirar las viviendas coloniales; visitar la Casa de la Tradición o comer algo en la histórica pulpería (abre los fines de semana), que funciona desde 1772. Los más chicos se sorprenderán con el Trencito Económico traído en 1890, del que quedan algunos vagones.
Aún queda por visitar el Corredor Jesuítico Guaraní y los maravillosos Esteros del Iberá -el segundo humedal más grande del mundo- y bailar en algunas de las peñas y bailes chamameceros. Seguro, en algún momento de la noche alguno dirá, con el pecho hinchado de orgullo, que "Corrientes tiene payé".

ESPAÑA: TOLEDO: La ciudad de las tres culturas

Toledo: la ciudad de las tres culturas
Eterna como una pintura de El Greco la ciudad conserva su impronta medieval junto al río Tajo. En sus calles convivieron cristianos, judíos y musulmanes.
Toledo: la ciudad de las tres culturas Desde un mirador, una típica panorámica de Toledo muestra el río Tajo y, al fondo, las torres del Alcázar.

Si se la mira desde Madrid, la ciudad de Toledo, España parece ser el típico paseo de fin de semana. Está a media hora de viaje desde la estación Atocha, con el tren de alta velocidad. En esa lógica, Toledo es la oportunidad de probar las artesanías de mazapán en el café El Foro, comprar espadas en el taller artesanal de Mariano Zamorano, decidirse por una buena reproducción de pintura en la Casa Museo de El Greco, rebuscar en las tiendas hasta encontrar cerámicas pintadas a mano o un plato de metal damasquinado, descansar y comer algo en Fábula o en Embrujo, dos tabernas famosas.
Todo eso conforma un itinerario posible. Hay otros, sin embargo. Porque para quien llega desde muy lejos, Toledo es un golpe al corazón. Una leyenda que viene del romanticismo de Teophile Gautier, de aquel cuento de Poe, "El pozo y el péndulo", en fin, de los relatos de Alexandre Dumas y de la apertura de la "galería española" de pintura en el Museo del Louvre en 1837.
Por momentos, el viajero quiere quedarse con esa leyenda donde se confunden los salteadores de caminos, las tinieblas de la Inquisición, los murciélagos de Goya, algunos óleos de Zurbarán, Velásquez y El Greco. Pero aquel Toledo romántico imaginado por los franceses cambió lentamente desde 1864 con la habilitación del ferrocarril que unía a Francia con España. Pocos parecían recordar entonces el rol jugado por la Escuela de Traductores de Toledo en tiempos medievales -los siglos XII y XIII, la era del rey Alfonso El Sabio- cuando esta ciudad fue el principal centro de traducciones de la Europa cristiana. Obras clásicas y perdidas de Aristóteles, Ptolomeo o Galeno escritas en griego, además de obras en árabe de pensadores musulmanes como Averroes y Avicena -entre muchos otros textos- se traducían en Toledo al latín y el español, difundiéndose luego en las primeras universidades europeas, como Bologna, París y Oxford.
No hubo una enseñanza sistemática ni un edificio único para la Escuela, eran iniciativas personales, pero los obispos toleraban a los traductores en el cabildo de la catedral. Algo de todo esto sobrevive hoy en el Palacio del Rey don Pedro, cerca de la Plaza San Andrés, donde funciona la Universidad de Castilla-La Mancha.
Claro que Toledo es famoso además por otras cosas. La celebración de Corpus Christi. El poeta Gustavo Adolfo Bécquer y sus leyendas toledanas. El arte mudéjar en las iglesias, mezquitas y sinagogas. Desde ya, Toledo es famosa por las pinturas de Doménikos Theotokópoulos (1541-1614), "El Greco". La ciudad se prepara a celebrar en 2014 los cuatro siglos del fallecimiento de quien pintó "El entierro del señor de Orgaz". Por cierto, Toledo es el recuerdo de la catedral iluminada en la noche, con tesoros como la gran custodia de plata encargada por el cardenal Cisneros, o una pinacoteca que incluye obras de Caravaggio y El Greco. Toledo es la sinagoga del Tránsito con el Museo Sefardí. Es la mezquita del Cristo de la Luz. O la curva del río Tajo entre el puente de Alcántara y el de San Martín. Es la plaza Zocodover, el antiguo mercado. Es la silueta del Alcázar y actual Museo del Ejército, con el recuerdo de la Guerra Civil Española de 1936-1939.
Toledo parece encarnar la historia española, sus esplendores y dramas. Sería imperdonable visitarla apenas por unas horas, hay que alojarse en un hotel del casco histórico y caminar. Ver el atardecer sobre el río Tajo, atravesar las murallas de la ciudad, detenerse ante la puerta de Bisagra o la del rey Alfonso VI, maravillarse por el arte mudéjar en la iglesia de Santiago del Arrabal o en la sinagoga de Santa María la Blanca.
Una tarde en la plaza Zocodover -la antigua plaza del mercado en tiempos de la dominación musulmana- puede sorprender con exposiciones al aire libre, por caso, sobre los viajeros que pasaron por la ciudad. "Toledo, la vieja ciudad de la calma", decía Bécquer, quien aquí corrigió sus "Rimas" y escribió crónicas periodísticas que están en el origen de su "Historia de los templos de España". Benito Pérez Galdós le dedicó a la ciudad otro libro, "Toledo: su historia y leyenda". Vicente Blasco Ibáñez imaginó una novela, "La catedral", en 1903. En la lista de ilustres viajeros habría que incluir a los pintores, empezando por Delacroix y Millet, que compraban obras de El Greco a mediados del siglo XIX cuando éste estaba casi olvidado. Manet y Degas viajaron a Toledo para estudiar la técnica de El Greco, muy apreciado por los impresionistas. Poco después, se dice, Picasso y Cezanne peregrinaron tras esas huellas.
Itinerarios
Para empezar está la magia de los nombres: esas calles, al estilo de Calle del Pozo Amargo, del Ángel, Alfileritos, Hombre de Palo, Plegadero, entre tantas más. Por eso dicen que perderse en Toledo es una tentación. Claro que otra opción es darse una vuelta por las filiales de la Oficina de Turismo, ubicadas en puntos clave como la plaza del Ayuntamiento -frente a la catedral- o la plaza Zocodover. Abundan allí los guías, los mapas y la promesa de descubrir algún secreto. "Las tres culturas, El Greco y Toledo monumental" es un recorrido habitual, que incluye la catedral con sus cinco museos, además del museo de Santa Cruz, San Román, el museo de Los Concilios, la Sinagoga del Tránsito y el Museo Sefardí.
Otra opción es "La judería y El Greco", con un itinerario por la Casa Museo de El Greco, el Monasterio de San Juan de los Reyes, las sinagogas y la iglesia de Santo Tomé, donde está "El entierro del señor de Orgaz". No faltan los paseos nocturnos, con guías que prometen descubrir un "Toledo mágico y de leyenda" donde se entretejen los mitos recreados por Bécquer, los conventos y pasajes subterráneos, las termas romanas, mezquitas y sinagogas.
Para quien quiera documentarse sobre Toledo o llevar un buen recuerdo, vale una visita a la librería "Hoja Blanca", en la calle Martín Gamero N°6. Entre las rarezas sobresale "Archivo Secreto", una revista-libro publicada por el Ayuntamiento: el número 5 del año 2011 se ocupa de "Toledo en la guerra civil", con inolvidables fotos y textos de época.
Diversidad cultural
"Iglesias, sinagogas y mezquitas las hay en toda Europa, pero arte mudéjar, en Toledo. Y es que aquí realmente convivieron tres culturas", dicen los guías. Toledo se rindió a los cristianos en el año 1085 y era la primera gran ciudad que caía en sus manos. La elite conquistadora -que venía de vivir en austeras fortalezas rurales- se deslumbró con las mezquitas y alcázares, pronto transformados en iglesias y palacios. La piedra era un material noble y caro, solamente se utilizaba para la construcción de la catedral -de estilo gótico francés- iniciada en el siglo XIII. En cambio, los constructores del mudéjar habían optado por el ladrillo y el yeso, azulejos decorados con gran fantasía, techos y artesonados de madera que parecían filigranas.
Todo eso influyó en los constructores cristianos. Bécquer se fascinó con el monasterio de San Juan de los Reyes, audaz combinación del mudéjar y el gótico flamígero: Juan Guas lo diseñó para ser la tumba de los Reyes Católicos -finalmente enterrados en Granada- y se restauró en 1883. Dos sinagogas, la del Tránsito y Santa María la Blanca, muestran características del mudéjar: exteriores austeros, ladrillo, techos de madera decorada, una geometría de influencias islámicas. Samuel ha-Leví, tesorero del rey Pedro I de Castilla, construyó en 1366 lo que hoy es la Sinagoga del Tránsito con su gran sala de oración y galería de mujeres. Allí funciona el Museo Sefardí -renovado en 2003- que recuerda, con su colección de imágenes, vestimentas y obras de arte, la experiencia y el aporte cultural de los judíos españoles, expulsados por los Reyes Católicos en 1492.
Es curioso lo que pasa con El Greco, a la vez un patriarca del arte moderno e intérprete inesperado de España, como dice el experto Eric Storm en "El descubrimiento de El Greco". La Casa Museo de El Greco, creada en 1912 por el Marqués de la Vega Inclán en una casa de la época del pintor, reúne más de cien obras. Modernizado en 2012, el museo invita a entrar en silencio. Es que no hay palabras ante el retablo de San Bernardino, la colección de retratos, la "Vista y plano de Toledo" o "Las lágrimas de San Pedro". Toledo justifica el viaje

REPUBLICA CHECA: PRAGA

El hechizo de Praga
Todo el encanto de la capital checa, una de las ciudades más bellas del mundo y que conserva intacto el esplendor de su arquitectura medieval. Los palacios, las iglesias y los barrios históricos. Además, una visita a los pueblos de Karlovy Vary, Loket y Cesky Krumlov, entre centros termales y castillos.
El hechizo de Praga Prague – Vltava River and bridges: El puente de Carlos se ubica delante del Castillo y de la impactante catedral de San Vito, que vigila a Praga desde lo alto.

El hechizo de Praga
Cuando el verano llega a su fin las calles de República Checa se colman de vendedores ambulantes de grosellas y frambuesas. Para esta época del año, el sol aún hiere la piel y entibia las paredes de piedra de los castillos de la región de Bohemia. En Praga, las muchedumbres de turistas comienzan a dispersarse, lentamente, como un ejército juerguista que retorna a sus cuarteles. Los bosques se plagan de buscadores de hongos silvestres. Por las tardes, las terrazas de los bares se llenan de gente y corren las jarras de ''pivo'', la magnífica cerveza checa. Es que este es el último esplendor antes de la llegada del otoño. Pronto vendrá el frío, los tejados se cubrirán de nieve y la vida se volverá silenciosa, puertas adentro. Mientras tanto la República Checa se mantiene espléndida, luminosa como una novia.
Algunas razones que justifican una travesía de casi 20 horas, para unir los 12.000 kilómetros que separan al sur de América de las puertas de Europa del Este.
Praga: culta, elegante, divertida, es una de las ciudades más hermosas del mundo, una urbe llena de leyendas, en la que perviven testimonios de todos los estilos arquitectónicos que florecieron desde la Edad Media hasta nuestros días.
Bohemia: una tierra de bosques y castillos, de pueblos medievales en estado de perfecta conservación, como Karlovy Vary, Loket y Cesky Krumlov, entre tantos otros.
Los placeres culinarios: la cerveza es el orgullo nacional y se bebe a mares, mientras que en la cocina checa se fusionan las tradiciones eslava y alemana, con platos de carne de caza, hongos y frutos rojos. Moravia: el territorio por descubrir, la cara menos conocida del país, un sitio en el que conviven impactantes iglesias góticas, coquetas rutas del vino y rastros de la época soviética.
Kafka: en Praga sobrevuela permanentemente la figura de Franz Kafka y también de otros grandes artistas checos, como Alfons Mucha, figura excluyente del art-nouveau.
Los precios: es uno de los pocos países del este de Europa que aún no se maneja en euros su moneda es la tradicional corona checa por lo que comer, beber, alojarse y comprar cosas es bastante más barato que en el resto de Europa.
La vida desde el Castillo
Hay mil formas de comenzar a recorrer Praga. Un punto de partida sutil, literario, es la modesta y entrañable casa de Kafka, situada dentro de las murallas del castillo que vigila la ciudad desde lo alto, en el Callejón del Oro y de los Alquimistas. El autor de "La Metamorfosis" vivió allí durante la década de 1910, cuando era una zona ocupada mayormente por joyeros judíos. En ese punto comienza nuestra travesía por la capital checa, durante una mañana fresca y soleada, tan temprano que logramos evitar las marejadas de turistas. Al mediodía es imposible, no ya entrar a la casa de Kafka, sino simplemente poder verla desde fuera.
Tras ese primer contacto con la figura del gran escritor checo que irá apareciendo y desapareciendo a lo largo de todo el viaje, nos lanzamos a recorrer los laberintos del Castillo de Praga. El área del castillo es la más antigua de la ciudad, del siglo IX, y en ella se concentran majestuosos edificios renacentistas, góticos, neogóticos y neoclásicos, además de esa maravilla del románico que es la basílica de San Jorge. El emblema del castillo es, de todas formas, la catedral de San Vito, un imponente templo gótico que se ve desde cualquier punto de Praga, famoso por sus vitrales y por atesorar las joyas de la corona checa.
Buceando por las callejuelas del castillo se encuentran, un poco más ocultos, sitios muy interesantes como los palacios Rosenberg y Lobkowicz, que pertenecen a dos de los linajes más tradicionales de la nobleza checa (los Lobkowicz fueron grandes benefactores de artistas como Ludwig Van Beethoven), en los que se puede apreciar el esplendor que alcanzó la ciudad durante los siglos XVI y XVII. Muy cerca de ellos, también dentro del castillo, está el Museo del Juguete, un lugar imperdible si se viaja con niños, en el que hay desde antiquísimos artilugios de madera y lata hasta una interminable colección de Barbies.
Antes de descender por la cuesta que serpentea hacia el barrio de Malá Strana, nos detenemos en los bordes de la muralla. Desde lo alto la ciudad se ve hermosa, envuelta en una bruma matinal que parece traída por las aguas del río Moldava, que pasan mansas bajo el mítico puente de Carlos. Junto a nosotros, unos japoneses ametrallan con sus cámaras de fotos a una banda de jazz de las tantas que tocan a la gorra en las calles de Praga. El clarinetista de la banda está interpretando la melodía de Blue Bossa, el famoso standard de Kenny Dorham, un hilo musical más que adecuado para meterse en Malá Strana, el barrio en el que surgieron los primeros bares y pubs tras la caída del comunismo, lugares donde se escuchaba, básicamente, jazz.
Los barrios y las leyendas
Las muchas, muchísimas, tiendas de souvenirs no logran quitarle encanto a Malá Strana, un entramado de callejuelas que transcurre entre la orilla izquierda del Moldava y las faldas del castillo. La calle principal del barrio es Nerudova, bautizada en homenaje a uno de sus vecinos más ilustres, el poeta Jan Neruda. Hacia el sur, sobre la calle Karmelistka, se encuentra la iglesia de Santa María de la Victoria, donde está el famoso Niño Jesús de Praga, una figura del siglo XVI que genera veneración entre los católicos de la ciudad, que no son tantos, ya que la República Checa emergió del período comunista convertida en una sociedad mayormente atea. Cruzamos el Moldava por el puente Manesuv y delante nuestro se abre Josefov, el antiguo Barrio Judío, el escenario de la leyenda del Golem, ese monstruo noble, protector de los habitantes del gueto, que forma parte no solamente de la mitología hebrea, sino también del imaginario de grandes escritores como Jorge Luis Borges. La figura del Golem está estampada en centenares de camisetas y postales que se ofrecen en la callejuela que lleva al antiguo cementerio.
Hay algo levemente irreal, como teatral, en el viejo barrio hebreo. Las tumbas amontonadas del cementerio (las lápidas parecen caídas del cielo, como si fueran hojas secas) se abren lugar entre los árboles, en torno de las paredes oscuras de la sinagoga. El conjunto tiene algo de tenebroso y recuerda inevitablemente a las grandes tragedias de los judíos checos, que alguna vez fueron una numerosísima colectividad y hoy apenas suman unos pocos miles. El mejor contraste es la sinagoga española, situada a un par de cuadras, sobre la calle Vezenska, mucho más festiva y de aires moriscos. En total, en el barrio hay seis templos judíos, que pueden ser visitados.
La figura de Kafka vuelve a rondarnos al pasear por Josefov. En el número 5 de calle U Radnice se encuentra su casa natal, mientras que a la vuelta del cementerio judío está el Café Kafka, un sitio encantador, con aires a finales del siglo XIX, que al parecer sólo toma prestado el nombre del escritor, para confusión de los muchos turistas que llegan hasta allí convencidos de que van a toparse con su fantasma. De todas formas, es un bar que evoca a la perfección la vieja Praga kafkiana, tanto como los que sí solía frecuentar: el Café Louvre, en la calle Narodní, y el Slavia, frente al Teatro Nacional. Estos dos lugares, junto con la espléndida confitería estilo art-nouveau de la Casa Municipal, conforman la Santísima Trinidad de los cafés de Praga.
En el corazón de la ciudad
Pasear en tranvía es un placer recomendable y barato. Este vehículo permite atravesar la ciudad siguiendo el curso del río Moldava, lo que equivale a un típico recorrido de bus turístico. El tranvía 17 es la opción ideal, ya que corre paralelo al río y pasa por sitios insoslayables como el Teatro Nacional, el Puente de Carlos y el Barrio Judío. Además, se detiene muy cerca de Staromestské námestí, la Plaza de la Ciudad Vieja, donde se encuentran edificios emblemáticos de Praga, como el Reloj Astronómico, el antiguo Ayuntamiento, la iglesia de Tyn y la casa en la que Kafka y Einstein se juntaban a tocar música.
En la plaza se plantea una gran disyuntiva para los amantes de las compras: ir hacia el río, por la calle Parizska, plagada de tiendas de marcas como Prada, Moschino y Hermés, o tirar hacia dentro, rumbo a la plaza de Wenceslao, el verdadero centro para los habitantes de la ciudad.
Poco seducidos por la alta costura, decidimos caminar hasta la plaza de Wenceslao, atravesando en el camino algunas de las calles más desbordadas de turistas de toda la ciudad. La Wenceslao no es una plaza en el sentido estricto de la palabra, sino un bulevar que se extiende desde la estación de metro de Mústek hasta el Museo Nacional. Es una explanada caótica y bulliciosa, llena de tiendas, grandes almacenes y puestos de comida al paso, los típicos spanek. En uno de ellos, compramos un mega-sándwich de salchicha ahumada y un balde de cerveza y nos lanzamos a curiosear por las tiendas de la plaza.
Entre un sinfín de negocios en tiempos de rebajas, nos topamos con el Museo del Comunismo, un lugar curiosísimo, situado sobre la peatonal Na Príkope. En sus salas se reproducen muchas escenas de la vida cotidiana durante la período soviético (que se extendió desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta la Revolución de Terciopelo de 1989) y hay abundante memorabilia roja: afiches, libros y packagings de productos de la época. Ocupa un primer piso casi escondido, en un edificio compartido con un popular casino y justo al lado de un gigantesco Mc Donald's. Parece broma, pero no, es sólo un insólito sarcasmo de la Historia.
En la tierra de los castillos
Partimos temprano hacia Karlovy Vary, una de las perlas de la región de Bohemia, sede de un prestigioso festival de cine y, desde hace algunos años, destino predilecto de muchos nuevos ricos rusos. Famosa por sus centros termales, la ciudad fue fundada en el siglo XIV por el rey Carlos IV, el más prolífico de los monarcas checos, y está atravesada por el río Teplá (río caliente). En sus coquetas calles se destacan los edificios estilo art-nouveau y art-deco, típicos de finales del siglo XIX, cuando Karlovy Vary vivió un período de esplendor gracias a la moda termal”que recorría Europa. Entre los grandes atractivos de la ciudad están la antigua fábrica del licor Becherovka -un ícono checo- y la Casa Moser, el mundialmente famoso fabricante de cristal de Bohemia, en cuya factoría se puede presenciar el maravilloso espectáculo del soplado del cristal incandescente.
Sólo 15 kilómetros al sudoeste de Karlovy Vary se encuentra Loket, una aldea amurallada, con un impactante castillo-cárcel, que seguramente no es muy distinta hoy de lo que era en la Edad Media. Y, continuando hacia el sur, se llega a Plzen, la capital de la cerveza checa, una ciudad del siglo XIII que está recorrida por un tan claustrofóbico como sorprendente circuito de túneles subterráneos, en los que sus habitantes se protegían de los asedios medievales. Se halla en pleno casco histórico, no muy lejos del edificio más fascinante de la ciudad: la sinagoga de Plzen. Se trata de un monumental templo judío, el tercero más grande del mundo, tras las sinagogas de Jerusalem y Budapest, una nueva muestra de la importancia que esta colectividad tuvo en la historia checa. El otro imperdible de Plzen es la factoría de la cerveza Pilsner Urquell, un lugar que todos los días recibe autobuses llenos de fanáticos del oro líquido. Esta es la verdadera gran capital de la cerveza. Su factoría, fundada en 1842, es donde se inventó el método pilsen y puede ser recorrida por los turistas, que son invitados a conocer las antiguas instalaciones del siglo XIX y a presenciar el proceso de cocción de la cerveza. Además, cuenta con un excelente restaurante en el que se ofrecen platos típicamente checos, como los filetes de cerdo, con chucrut y kndlik (un pan-soufflé con panceta), pechugas de pavo con salsas de frutos rojos y esa verdadera delicia que es la sopa de papas y hongos silvestres.
La cerveza es una característica checa que se puede ir descubriendo en la medida en que se recorren los diferentes. Porque los checos son los principales consumidores per cápita del mundo de esta bebida, a la que ellos mismos comparan con el oro. Cada pueblo tiene su propia marca, con su carácter particular, y es posible recorrer el país siguiendo la ruta de la cerveza. En Praga reina la Staropramen (hasta se reparte en ambulancias, en caso de urgencia), mientras que la Eggenberg es el emblema de la encantadora ciudad de Cezky Krumlov, la Starobrno representa a Brno (la capital de Moravia) y la Zatec a la ciudad homónima, que tiene casi 800 años de tradición cervecera.
Moravia secreta
La región de Moravia, casi siempre opacada por el brillo de la glamorosa Bohemia, es el nuevo territorio por descubrir en la República Checa. Situada hacia el este de Praga, alberga bellísimas ciudades en las que el legado medieval convive con los rastros de la era soviética. Allí, la vida es mucho más autenticamente checa, menos atravesada por el montaje turístico. Desde la estación de trenes de Praga parte un tren rápido que tarda apenas dos horas en llegar a Olomouc, una ciudad morava interesantísima de población joven, ya que es sede de una importante universidad. Imperdibles de Olomouc son su imponente iglesia gótica, los edificios soviéticos de la universidad, las encantadoras tiendas del casco viejo y la plaza de Wenceslao, donde está el más bello de los muchos monumentos de la peste negra que hay por todo el país y un curioso reloj astronómico comunista. Moravia es, además, la zona de los muy buenos vinos checos (sobre todo blancos). El epicentro de la ruta del vino es la encantadora Mikulov, casi en la frontera con Austria, muy cerca de Viena.
Fin del recorrido
El viaje comienza a tocar su final cuando arribamos a Cesky Krumlov, probablemente el destino más cautivante de Bohemia, una urbe medieval que, si bien recibe miles de visitantes cada año, no está aún convertida en un montaje turístico. Durante el mes de julio, Cesky Krumlov es sede de un colorido festival medieval, en el que se rinde honor a los Rosenberg, los nobles que impulsaron el desarrollo de la urbe. Su castillo, en lo alto de un peñón, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es el lugar en el que confluyen un laberinto de encantadoras callejuelas llenas de bares, pequeños restaurantes, tiendas de objetos y galerías de arte. En un bar de Ha Louzy, una placita situada a las espaldas del ayuntamiento de Cesky Krumlov, bebemos una cerveza que tiene gusto a despedida. La noche es tibia y sin estrellas. El viejo camarero que nos va llenando los vasos de pivo siente, de pronto, la necesidad de contarnos algo: Esto, alguna vez estuvo rodeado de campos de lúpulo, dice mirando hacia afuera. Durante el comunismo, los estudiantes veníamos en verano a cosecharlo. Fueron los mejores años de mi vida: era joven y había mujeres y cerveza por todas partes. Nada está tan mal si hay cerveza y bellas mujeres. Al menos para un checo. El viejo tiene los ojos acuosos, vaya uno a saber si por el alcohol o la melancolía. Una vez más, llena la mesa de pivos, alza su vaso y brinda, irguiéndose como un soldado: ¡Na Zdraví! Salud.

CUBA: LA HABANA: Vieja, histórica y musical

La Habana Vieja, histórica y musical
Calles empedradas, tiendas curiosas y sitios imperdibles en un recorrido por el casco antiguo de la capital cubana.
La Habana Vieja, histórica y musical La plaza de la Catedral cobra un especial encanto de noche, con menos gente y los edificios antiguos iluminados.

Es sábado y en la frondosa Plaza de Armas, la feria de libros usados de La Habana Vieja congrega a los turistas curiosos que se detienen a hojear libros y revistas distribuidos en mesas y estantes. Están los relatos de Alejo Carpentier y los versos de José Martí; los libros que honran la vida del Che -sus fotos, sus diarios, sus artículos periodísticos, su infancia, sus ideas, su vida-; hay publicaciones de hojas manchadas que indagan sobre la música y la cultura cubana; hay también recetarios de comidas típicas. Pero la feria del libro es más que una instancia de intercambio comercial. Es un espacio para conversar. Sobre la vida cotidiana, las dificultades diarias, el pasado y el presente; los cambios; lo que se viene. Cultos y excelentes conversadores, los cubanos pueden hablar de la historia de Cuba o recitar algo de Alfonsina Storni.
Esta Plaza de Armas, donde se fundó La Habana, es un buen punto para comenzar un recorrido a pie por el casco antiguo de la capital cubana. Aquí verá el Templete, donde se celebró el primer consejo de la ciudad, el Palacio de los Capitanes Generales -hoy Museo de la Ciudad-, y la casa de Agua La Tinaja, un local chiquito que ofrece agua fresca.
Como parte de un intenso plan de revitalización a cargo del historiador Eusebio Leal, muchos edificios de La Habana Vieja han recobrado brillo, colores, imponencia. Conviven, claro, con otros que parecen semiderruidos.
Déjese llevar

Para llegar a la Plaza de la Catedral, basta con caminar unas cuadras por la calle O' Reilly y doblar en San Ignacio. Si la Catedral está abierta, aproveche para conocer su interior. Tendrá que volver alguna noche, para ver esta misma plaza con mucha menos gente y los edificios antiguos iluminados. Sienta la música que se escucha en las plazas, en una esquina, en un bar, en los restaurantes. Suenan el Chan Chan, Guantanamera, Hasta siempre comandante.
Ahí nomás -bueno, en esta zona todo es "aquí nomás"-, en la calle Empedrado, está La Bodeguita del Medio. Entre y lea. Sí, lea las miles de frases que han dejado quienes pasaron por este lugar famoso, en gran parte, porque Hemingway dijo que hacían los mejores mojitos. Sí, claro, es un lugar turístico. Pero no se lo puede perder, así como tampoco puede dejar de pasar por El Floridita (Obispo y Monserrate), donde Hemingway tomaba sus daikiris. Si quiere seguir los pasos de Ernest, también hágase un ratito para conocer la habitación 511, que el escritor ocupaba en el hotel Ambos Mundos (Obispo y Mercaderes). Ya que está, vale la pena subir hasta la terraza del hotel, otear el horizonte y descubrir los perfiles edilicios de la ciudad.
Otra vez en las calles aún queda mucho para ver. En la calle Oficios, por ejemplo, el Museo del Automóvil. En Mercaderes hay varios locales curiosos, como Marco Polo -siempre hay gente en la puerta- que vende especias aromáticas y medicinales; Habana 1791 prepara perfumes a medida y el Museo del Chocolate, donde tomar una rica merienda.
Otros íconos de la zona: el Capitolio -igualito al de Washington-, el Gran Teatro; el Museo de la Revolución; una fábrica de tabaco como Partagás, o el Museo del Ron Havana Club. Las calles de La Habana Vieja provocan los sentidos. En algún momento, deberá plegar el mapa, cerrar la guía de viaje y, simplemente, dejarse llevar.
Consejos útiles para una estadía "low cost"
Los cubanos madrugan, y en esto conviene imitarlos. El calor y los problemas de transporte marcan los horarios en esta isla donde lo imprevisible es, a veces, la norma.
Antes de salir, ojo con el cambio. Salvo que no le importe pagar un 11% o más de comisiones, conviene evitar los dólares y llegar con euros, que habrá que cambiar a pesos convertibles (CUC) en las oficinas de Cadeca -las casas de cambio-, que están en toda la ciudad y en el aeropuerto.
Luego de un desayuno low cost en el hotel o la casa particular donde se aloje, querrá ir a la playa, pero las públicas que hay en la ciudad no tienen arena; son de arrecife. Los habitantes de la capital se van a Playas del Este, a unos 25 km. Para llegar, existe el "Habana Bus Tour", que sale desde el parque Central cada 35 minutos. Estos coches hacen 9 paradas en las que se puede bajar y subir sin límite, con el mismo ticket. El servicio tiene otras dos líneas que permiten conocer la ciudad, incluidos el malecón, los barrios del Vedado y Miramar, y algo del centro histórico. Si quiere conocer otros lugares, acuda a los "Cubataxi" (los blancos son los más baratos), pero exija el uso de taxímetro o negocie el precio antes de subir.
Para almorzar, puede ir a El Aljibe, en Miramar. El pollo -con arroz, porotos, papas fritas y ensalada- es la especialidad (con un plato comen dos).
Para la cena, una buena opción: el restaurante del Acuario Nacional (en Miramar). La oferta de pescado y mariscos se acompaña con un espectáculo de delfines tras una mampara de cristal. Los clientes suelen ser cubanos, y hasta hace poco no había problema para encontrar mesa

RUSIA: MOSCU: 48 Horas

48 horas en Moscú
La imponente y bella capital rusa combina atractivos históricos y culturales. La Plaza Roja, la espléndida arquitectura del Metro y los cafés.
48 horas en Moscú Moscú es una tierra de leyendas, de epopeyas que labraron la historia y nombres jamás olvidados.

El grito terrible de un zar llamado Iván, la nieve blanca cayendo sobre el río helado, el hambre y la deshonra de un invasor llegado de Francia, el último baile de los Romanov, la víspera misma de la revolución, el imperio agonizante, proclamas de justicia y emancipación, marchas de banderas rojas. Moscú es una tierra de leyendas, de epopeyas que labraron la historia y nombres jamás olvidados. Capital de Rusia, fue fundada hace casi novecientos años por el príncipe Yuri Dolgoruki en las orillas del río Moscova, un tributario del Volga. En la actualidad posee una población estable de más de diez millones de habitantes y un altísimo costo de vida que la ha llevado a ser considerada la ciudad más cara del mundo. Dueña de una identidad inconfundible, es una ciudad de desmesuras, de enormes edificios y monumentales templos. Recorrerla, conocer la eternidad de sus postales más conocidas y la atmósfera de sus rincones imperdibles, resulta una tarea sencillamente inolvidable.
PRIMER DIA
08.30 El sol se demora demasiado en el invierno moscovita. Por ello, es mejor comenzar bajo tierra, en los templados túneles del Metro de Moscú, una de las maravillas de la ciudad. Famoso por la belleza arquitectónica de sus estaciones, posee 300 kilómetros de recorrido y doce líneas que pueden llevarnos a cualquier rincón de la ciudad. Enormes murales, esculturas, mosaicos, viejas lámparas de cristal tallado, vidrieras policromadas, cuadros y otras bellezas artísticas decoran las paradas más importantes. 09.30
Hechizados por la belleza del Metro, llegamos de pronto a la estación Plóschad Revolutsii. Salimos a la superficie para emerger en las proximidades de la Plaza Roja, uno de los símbolos inequívocos de Moscú.
Fue construida por el zar Iván III y tiene 695 metros de longitud y 130 de ancho, dimensiones que la convierten en la tercera más grande del mundo. Su nombre nada tiene que ver con los colores de la revolución comunista, como muchos suelen creer, sino que proviene de la palabra rusa krásnaya, que quiere decir bonita. Rodeando la plaza se levantan sitios que no pueden dejar de visitarse, como la catedral de San Basilio, el mausoleo de Lenin, los almacenes GUM y el Kremlin, donde están sepultados héroes soviéticos de la talla de Stalin y Yuri Gagarin.
13.00 A espaldas de la Plaza Roja, el restaurante Godunov es la alternativa perfecta para un almuerzo típicamente ruso. Un clásico borsch sin papas, al estilo moscovita, se acompaña de unos pelmeni, bolitas de carne picada con ají y cebolla envueltos en masa. Para el postre, un requesón al que llaman tvrog. Omnipresentes, el vodka y el coñac armenio acompañan los platos de casi todos los comensales de este restaurante, construido en las dependencias de un viejo monasterio del siglo XVII. 15.30
Otra vez el Metro, ahora recorriendo la línea 2 hasta la estación Mayakovskaya, una de las más bellas de toda la red, caracterizada por sus bóvedas encerradas en frisos y decenas de diminutas hoces y martillos, inconfundibles símbolos soviéticos. Al salir a la superficie, otra vez, los pasos nos llevan hasta los Estanques de los Patriarcas, un sitio vedado al vértigo urbano en el que un parque y una pequeña laguna invitan a sentarse y simplemente ver pasar el tiempo, tal vez con un pastel en la mano comprado en alguna de las bucólicas cafeterías que rodean el lugar.
18.00
El ocaso, sin nubes, nos invita a irnos del parque y el estanque. Nos sumergimos nuevamente en el Metro y disfrutamos de su arte subterráneo hasta llegar a la estación Smolenskaya, en la línea 3. Arriba, la cervecería Tinkoff nos espera. Es un enorme pub de estilo occidental, con lugar para 550 personas, música en vivo y un buen menú que incluye comida europea y japonesa. La noche avanza, escuchando jazz y comiendo sushi.
22.00
Saciado el cuerpo y el espíritu, el final del día exige movimiento. Ikra es el lugar elegido, ideal para bailar a la luz de una luz inevitablemente tenue y sugestiva. Varios niveles, paredes tapizadas con papel dorado y un vestíbulo en el que un rifle de asalto asoma sumergido en un tanque iluminado. Un cuadro bizarro, para terminar el día.
SEGUNDO DIA
09.00
Una vez más el Metro, túneles y paradas que se suceden hasta la estación Partizánskaya, donde una multitud desciende. Escaleras arriba aguarda el mercado Izmailovsky, una enorme feria al aire libre que abre solamente los fines de semana y en la que es posible comprar matryoshkas a precios inmejorables. Las tradicionales muñecas rusas captan la atención de los turistas, junto con algunas copias baratas de los famosos huevos Fabergé, mientras que los moscovitas compran cajas laqueadas, tapetes de todo tipo, samovares oxidados e inconcebibles antigüedades. Todo por unos pocos rublos.
11.00
Muy cerca del Kremlin, la State Tretyakov Gallery nos permite encontrarnos con lo mejor del arte ruso. Considerado uno de los mejores museos del mundo, cuenta con una colección de 150 mil obras de artistas rusos desde el siglo XI hasta comienzos del siglo XX. El museo lleva el nombre de Pavel Mikhailovich Tretyakov, un millonario apasionado por el arte que en el final del siglo XIX llegó a tener la mayor colección de pintores rusos. Donada por él en agosto de 1892, aquella colección fue la base de esta galería.
13.00 El restaurante Drová es el lugar elegido por quienes quieren comer bien pagando poco, algo muy difícil de conseguir en Moscú. Ubicado enfrente de los almacenes GUM, el Drová es uno de los restaurantes de la cadena del mismo nombre. 16.30
Tiempo de escaparnos del Centro. El Metro se aleja del Kremlin y la Plaza Roja, orilla imaginariamente el río Moscova y anuncia la llegada a la estación Park Cultury. Otra vez, como en la víspera, la tarde invita a una dosis de naturaleza. Caminamos por el vasto Parque Gorki, gozamos jardines, vadeamos lagunas. Nuevamente el tiempo se deshace sin prisas, entre sombras de árboles y la nostalgia inevitable que provoca una melodía conocida.
18.00
Eternos son sus rieles. Y legendarios. El Ferrocarril Transiberiano recorre 9.288 kilómetros desde Moscú a Vladivostok, atravesando la hostil estepa siberiana. Un viaje mítico, siete días, casi 800 estaciones, el eco de la pluma de Pasternak y cientos de memorias de cosacos. Conocer la estación Yaroslav, punto de partida de esta épica senda férrea nacida en 1891, es una obligación para las almas románticas. Junto al andén, un inmenso cartel enuncia cada una de las paradas del histórico tren, escenario de tantos relatos, en su viaje al Oriente.
20.30
Esta vez no habrá vértigo sobre una pista de baile. Moscú quiere despedirse a su manera, y aceptamos la invitación. El Café Pushkin es el lugar perfecto para el adiós. Abierto durante todo el día, su interior luce como un edificio de la época prerrevolucionaria, aquella del imperio, aquella de los Romanov. Comiendo la especialidad de la casa, un plato de blinis con caviar, es inevitable sentirse por un momento dentro de una novela de Dostoievsky. En la ciudad de las leyendas, nos invaden al fin algunos sueños imposibles. Al menos por esta noche.

ITALIA: PISA: Historia, arte y la torre

Historia, arte y la torre de Pisa
A una hora de Florencia, la ciudad que alberga el famoso campanario inclinado cuenta con un rico patrimonio plasmado en sus iglesias y deslumbrantes palacios.
Historia, arte y la torre de Pisa Pisa es famosa por su torre, pero desde luego hay mucho más para conocer una vez tomada la tradicional fotografía. 

Para la foto la gente simula sostener con sus manos la impresionante torre de 55 metros que se encuentra inclinada desde su construcción, en 1173. Parece que se fuera a caer y, sin embargo, gracias a los trabajos realizados en distintos períodos de su larga historia, se mantiene en pie, pero torcida.
Pisa es famosa por su torre, pero desde luego hay mucho más para conocer una vez tomada la tradicional fotografía. Ciudad perteneciente a la región de la Toscana -una de las zonas más hermosas de Italia-, despliega un encanto particular que se advierte en sus iglesias y palacios, en sus callecitas angostas y en el río Arno, que la atraviesa y la engalana.
El paseo por Pisa debería comenzar en la Piazza dei Miracoli, también llamada Piazza dei Duomo. Sobre un gran parque de un verde intenso se levantan unas increíbles edificaciones de estilo románico y mármol blanco, declaradas por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad: la Catedral, la torre, el Baptisterio y el camposanto.
Realizada en el medioevo -al mismo tiempo que la de San Marcos, en Venecia-, la Catedral de Pisa demuestra esa competencia por la majestuosidad de los lugares de culto en los que entonces eran reinados independientes. Pero si un monumento se destaca sobre el conjunto es la propia torre, campanario de la Catedral, cuya característica inclinación se debe al suelo arcilloso sobre el que fue edificada.
Muchos arquitectos se desvelaron por enderezarla -sin éxito, claro-. Pero lejos de derrumbarse se mantuvo en pie: incluso sobrevivió a los bombardeos de 1945. Cerrada durante varios años, en 2001 abrió sus puertas al público. Hoy se pueden subir nada menos que sus 294 escalones, y desde esa altura, admirar la vista maravillosa de la ciudad. El conjunto se completa con el Baptisterio, el más grande de Italia, y el Camposanto, su antiguo cementerio.
Intelectual y artística
Pisa es la ciudad natal de Galileo Galilei y alberga una de las universidades más antiguas de la península itálica -data de 1343-, donde estudió el famoso científico. Incluso se cuenta que los primeros experimentos sobre la caída de los cuerpos los realizó desde la torre inclinada.
De los edificios de la Universidad de Pisa se destaca el Palazzo de la Sapienza, donde funcionan la biblioteca y la facultad de Derecho. También se pueden visitar algunas casas de estudio, como Il Palazzo dei Cavalieri, donde reside la Escuela Normal Superior, y el Palazzo dell'Orologio, que cuenta con dos torres medievales, donde está instalada justamente la biblioteca.
La historia de Pisa se palpa en casi todos sus rincones, en sus palacios, en la atractiva arquitectura del casco antiguo, en las plazas, galerías arqueadas, callecitas angostas y en las iglesias. De todas ellas se puede mencionar la de San Matteo, que hoy alberga al Museo Nacional, donde se encuentran piezas de gran valor artístico, como pinturas y cerámicas, de las que resalta el busto de San Lussorio, realizado por Donatello.
Otra bellísima y pequeña iglesia que hay que visitar es la de Santa Maria Della Spina. De estilo gótico, debe su nombre a que allí, según se cuenta, fue guardada una de las espinas de la corona de Jesucristo.
Merece una parada especial el Palazzo Agostini, donde se ubica el famoso Caffé dell'Ussero. Punto de encuentro de la intelectualidad toscana del siglo XIX, el café albergó al Cinema Lumiere que, inaugurado en 1899, fue testigo de las primeras películas de la historia del cine.
Mirando el río
Desde ya, el viaje por Pisa no puede obviar un paseo por las laderas que bajan al río Arno. Sus puentes maravillosos, las casas señoriales, los paseos ajardinados proponen un recorrido digno de un cuento maravilloso.
Pero si hay un momento en que la magia se despliega es el 16 de junio, durante la fiesta patronal, cuando el sol cae y Pisa se ilumina con miles y miles de velas -la llamada "luminaria"-, algunas de las cuales se deslizan por la corriente del río para trazar su recorrido. Además, los edificios que se despliegan en las orillas del Arno son decorados con gran cantidad de luces de colores; incluso la torre inclinada se engalana para la ocasión.
Como cierre de los eventos, un manto de fuegos artificiales ilumina la ciudad. Al día siguiente, el río vuelve a tomar protagonismo en el Palio de San Ranieri, una regata que se remonta a los años de la Edad Media, donde compiten los cuatro barrios en los que se divide Pisa.
Y si lo que se desea es vivenciar en carne propia aquella época en que el río era el principal canal de comunicación regional, se puede optar por hacer un paseo en bote por las aguas del Arno y, desde allí, admirar esta ciudad maravillosa, donde los siglos dejaron su huella.

ITALIA: SIENA: la ciudad toscana del arte

Siena, la ciudad toscana del arte
Cuna de banqueros y ricos mercaderes medievales, conserva sus palacios de estilo gótico, una tradición de elegancia y los sabores de la buena mesa.
Siena, la ciudad toscana del arte El casco histórico de Siena, en la Piazza del Campo, con la Torre del Magia y el Palazzo Pubblico.

Siena, la ciudad toscana del arte
Cuando vio la inmensa Piazza del Campo con la Torre del Mangia y el Palazzo Pubblico, en el casco histórico de Siena, el escritor inglés Charles Dickens asoció todo ese conjunto con la veneciana Piazza San Marco y dijo que Siena era "una Venecia sin mar". Otro gran escritor, el estadounidense Henry James, opinaba que el Duomo -la catedral de Santa Maria Assunta- era "una obra de orfebrería en piedra", tal vez por esa combinación de mármoles negros y blancos, por la Biblioteca Piccolomini con sus pinturas, o por la decoración creada por Beccafumi, Pisano, el Pinturicchio y Martini, entre otros grandes artistas de la ciudad. Los italianos de ayer y de hoy dicen que se puede hablar de una "civilización de Siena", nacida del poderío de sus banqueros y del comercio medieval de especias y también de vinos: las colinas de Chianti están cerca y el "Monte dei Paschi" es aún hoy el banco más antiguo de Europa, creado en 1472 por la República de Siena.
Aquel comercio, pero también las peregrinaciones religiosas hacia Roma, conectaban a la ciudad con Francia por la "Via Francigena", por ella llegaría el estilo gótico característico de las mansiones sienesas. Desde el siglo XII brillaban en Siena los nombres de ciertas familias -banqueros de la Curia romana- como los Piccolomini, Malavolti, Chigi, Buonsignori, Salimbeni o Tolomei.
Para el viajero de hoy, Siena evoca, entre otras muchas cosas, un color: la "tierra de Siena" de tantas pinturas, o la terracota, o ese tono de los ladrillos en la Piazza del Campo junto al aroma de un café y una porción de Panforte -el clásico postre con almendras- mientras cae el sol sobre la ciudad. Siena evoca también un puñado de castañas asadas con vino rojo Chianti, o una pintura alegórica inolvidable: "Efectos del buen y el mal gobierno", fresco que Ambrogio Lorenzetti pintó en 1337 en el Palazzo Pubblico.
P
robablemente, Siena sea el mayor museo urbano del Medioevo en Europa. Por eso tampoco se puede olvidar la prestancia de "Guidoriccio da Fogliano", el jinete caballeresco pintado en 1328 por Simone Martini en otra sala del Palazzo Pubblico. Claro que además está el "Museo dell' Opera" con las esculturas originales que antes estaban en el exterior de la Catedral, más una colección de tapices y orfebrería del taller de Bernini para la familia Chigi, más la "Maestá" de Duccio di Buoninsegna y otras obras maestras del arte religioso sienés, creadas por Jacopo della Quercia, Bartolomeo Neroni, Ambrogio y Pietro Lorenzetti, entre otros renombrados maestros.
Cuestión de tiempo
Por todo eso, lo imperdonable sería llegar a Siena con el apuro de un turista que quiere comprar en un shopping, en vez de disfrutar con calma y caminar esas calles que suben y bajan. Esta ciudad siempre quiso ser hermosa; el primer estatuto urbanístico de Europa nació aquí en el año 1262 para fijar reglas en el uso del espacio público. La comuna gobernada por mercaderes y artesanos cultivó el laicismo: se adueñó del hospedaje de peregrinos Santa Maria della Scala -fundado por los canónigos de la Catedral- y controló la prestigiosa Universidad de Siena desde el siglo XII. Pero Siena es también cada barrio ("contrade"), cuyos nombres refieren a un fantástico bestiario medieval, ya anotado por Orlando Malavolti en el año 1599. Son diecisiete "contrade": Aquila, Chiocchiola, Onda, Pantera, Selva, Tartuca, Civetta, Leocorno, Nicchio, Torre, Valdimontone, Callia, Bruco, Drago, Giraffa, Istrice, Lupa, Oca. Estas "contrade" son el alma de la gran fiesta popular de Siena, la carrera del Palio, que es mucho más que una carrera de caballos. Es una fiesta que no termina nunca: cada barrio tiene un santo patrono y un oratorio donde, a partir de abril, cada semana se organizan juegos y diversiones con las ceremonias típicas de cada "contrade". Cada barrio tiene un pasado que se remonta a las cofradías religiosas medievales y a las guardias armadas de vecinos. Cada barrio tiene un territorio, delimitado por un bando dictado en el año 1729 por Violante de Baviera, la gobernadora de entonces. Banqueros y artesanos de la lana controlaron Siena en su época de esplendor, entre los años 1280 y 1355, cuando sus tierras se extendían por el sur de la Toscana y rivalizaban con Florencia, que terminaría conquistándola hacia 1555 por la alianza entre la familia Medici y el emperador español Carlos V. La ciudad creció alrededor de la Piazza del Campo, que fue a la vez mercado, plaza de entrenamiento y escenario de los espectáculos. El otro polo de Siena estaba sobre la colina de Santa Maria: el complejo del Duomo, el hospedaje Santa Maria della Scala, el obispado y el Palazzo del Magnifico (Pandolfo Petrucci, que fracasó en sus intentos de gobierno aristocrático).
Los Medici incluyeron a Siena en el Gran Ducado de Toscana y construyeron una fortaleza -donde hoy se hacen festivales de jazz y funciona la Enoteca Italiana- pero la ciudad se despobló en los siglos siguientes. Es cierto que Siena era una visita obligada para los europeos que hacían el "Grand Tour" cultural por Italia, pero en 1768 tenía 16.000 habitantes. La Modernidad llegaría entre los años 1850 y 1900 con el ferrocarril, nuevos bancos y laboratorios. En la década del 30 Mussolini ordenó demoler varios edificios, otros se restauraron.
En la posguerra, el Palazzo Chigi renació con la Accademia Chigiana, que redescubrió a Vivaldi. El elegante gótico de Siena ya era un imán. En 1965 fue la primera ciudad de Italia que prohibió el uso de autos en el casco histórico. Quien se detenga ante la Fontebranda, una antigua fuente pública, entenderá pronto la razón. Es hermosa. Y como todo en Siena, no tiene reemplazo.
Imperdible, la fiesta del Palio
Gritos festivos, la Piazza del campo llena de gente, palcos, tribunas, diez caballos montados en pelo por sus jinetes. La carrera dura un minuto y en ella se juega anualmente -el 2 de julio y el 16 de agosto- el prestigio de cada uno de los 17 "contrade", los barrios históricos de la ciudad de Siena. El premio es un estandarte pintado, la "banderola", pero en la época medieval era una bandera de tela, el famoso "palio". Los tres días de pruebas antes de la carrera y la procesión (el "corteo") en homenaje a la virgen Maria Assunta -patrona de Siena- son la ocasión para el desfile de los representantes de los barrios, cada uno con sus imágenes heráldicas, en una ceremonia teatral y llena de símbolos.
El reglamento moderno del Palio es del año 1721 y en esta carrera es más importante el caballo que su jinete. Aun sin jinete, si el caballo llega primero será el ganador del Palio.