sábado, 8 de marzo de 2014

MENDOZA: 48 horas

48 horas en Mendoza

En plena época de vendimia, la capital mendocina ofrece un recorrido que conjuga paseos al aire libre, sitios históricos y el mejor vino.


Bajo el oasis pergeñado por la obstinada acción del hombre y el sol –alabado continuamente por poetas y músicos de tonada–, la ciudad de Mendoza recubre un vasto desierto de piedras surcado por tentáculos de arroyos. En la superficie afloran los matices de una sociedad afirmada en su fuerte identidad, el orgullo por el medio alterado y la incontable variedad de atractivos.

Toda la provincia de Mendoza vibra estos días, sacudida por el tiempo de la vendimia, la razón de ser de la fiesta mayor de los cuyanos. Mientras disfruta de la época más esperada, la capital concibe una paradoja: la austera flora autóctona (baja y de aspecto reseco) fue desplazada y el paisaje cambió definitivamente después de la introducción de portentosos álamos y tipas, 485 km de acequias adosadas a las calles como una vital cinta protectora –en apenas 57 km cuadrados de traza urbana–, hileras rectas de viñedos que sólo parecen interrumpirse a los pies de la Cordillera y el refrescante canal Tajamar, acierto de los primeros pobladores, que detectaron la importancia de aprovechar para riego los millones de litros de agua de deshielo arrastrados por los ríos. La contundente respuesta a una necesidad primordial, que se aprecia a cada paso durante un recorrido de dos días por la ciudad y su entorno, siempre enmarcado por la montaña y los viñedos.

PRIMER DIA
8.00 Plaza Independencia El ritmo cotidiano de los mendocinos revela su ritmo aletargado en los amplios espacios públicos –donde el césped se impone largamente sobre el cemento– que ofrece la capital. Se percibe nítidamente en la plaza Independencia, tradicional punto de encuentro que congrega a turistas, vecinos, comerciantes y oficinistas del centro. Agregan tímidos aplausos y risas alrededor de artistas a la gorra y un murmullo, que llega desde la feria artesanal como un persistente rumor.

9.00 Peatonal Sarmiento Las tres cuadras de esta calle reservadas para caminar alternan modernos bares con tiendas de marcas afamadas. Es el lugar indicado para empezar la jornada con un café en una mesa al aire libre, admirando la indiscutible belleza de las mujeres cuyanas, que pasan iluminadas por los primeros rayos del preciado sol mendocino.

10.00 City Bus La esquina de Sarmiento y San Martín señala el Kilómetro 0 de la provincia de Mendoza. Desde agosto de 2013 también marca el punto de partida del circuito de dos horas que desanda el bus turístico de dos pisos. Los pasajeros reciben información a través de auriculares acerca de los lugares de mayor interés (son 15 paradas hasta el Acuario Municipal). La terraza descubierta del micro los coloca cara a cara con el impactante manto vegetal alineado en todas las veredas. Tilos, plátanos, tipas, moras y álamos rozan la carrocería y preanuncian la inminente aparición del más extenso pulmón verde de la ciudad.

10.30 Parque General San Martín Por fin, el bus rosado –de dimensiones algo desproporcionadas para abrirse paso en algunas calles estrechas– encara hacia el oeste por la avenida Civit y traspone como un gladiador triunfante los fastuosos portones del parque San Martín. Se desplaza con mayor comodidad por las elegantes avenidas de los Plátanos, las Tipas, los Robles y las Palmeras, sin siquiera inmutarse por los continuos túneles de sombra tejidos por las copas entrelazadas. La magistral obra del paisajista Carlos Thays deslumbra desde los cuatro costados y alcanza su expresión más delicada en la rotonda que circunda la Fuente de los Continentes. Las 480 hectáreas del parque tienen espacio suficiente para albergar también el Estadio Mundialista de fútbol –en un hoyo sólo visible desde los cerros–, la Planta Potabilizadora de Agua, el Velódromo Municipal, los clubes Hípico y Mendoza de Regatas, el teatro Pulgarcito y el Museo de Ciencias Naturales.

El City Bus vuelve a ser exigido en la trepada del Cerro de la Gloria. Conviene apiadarse del esforzado conductor y ahorrarle el fastidio. Desciendo a mitad de camino, a la altura de la entrada al Zoológico, y sigo a pie por un sendero que acerca al Ofrendatorio al Ejército de los Andes y desemboca en el Monumento que evoca la gesta libertadora. Después, bajando hacia la derecha, llego al anfiteatro griego Frank Romero Day, que luce listo para cobijar a principios de marzo el acto central de la Fiesta Nacional de la Vendimia. La vegetación –restringida a estas alturas a cactos, arbustos, eucaliptos y algarrobos– deja un oportuno claro, que exhibe una panorámica de la ciudad desde el oeste.

12.00 Metro Tranvía Mendoza Un plan de paseo por cualquier rincón mendocino no debería soslayar la presencia del vino, la mejor carta de presentación de todo cuyano que se precie. El tranvía que arranca en la avenida Belgrano toma rumbo hacia el este y en menos de media hora se sumerge en la silenciosa atmósfera de Maipú, parte esencial de ese próspero universo de viñedos, uvas, bodegas y cepas que ostentan fama mundial.

13.00 Bodega Familia Zuccardi A 40 km de la ciudad por las rutas 7 y 33, la visita a la bodega Familia Zuccardi combina un paseo guiado con asado, cata de vinos y el sugerente programa “Vení a cosechar”. El instructor reparte guantes, anteojos protectores, tijeras y remeras azules a los visitantes, que así –convenientemente equipados– pasan de la mera contemplación a la participación activa. Los anfitriones también ajustan una bandeja sobre el pecho de cada peón improvisado y revelan las claves básicas: “Las plantas sanas son las que tienen uvas ricas y comestibles; no hay que arrancar las hojas; las uvas no se tienen que romper, ya que en el contenedor el jugo fermenta”. Todos se animan a poner manos a la obra una vez que el especialista corta con precisión un tallo a la altura del brote. Una hora de labor intercalada con indicaciones (o, más bien, amables correcciones) es coronada con el desmesurado “Menú regional”. La mesa del almuerzo se llena con empanadas, panes caseros, seis cortes de carne asada, una copa de malbec bien aterciopelado y las exquisitas versiones de torrontés cafayateño y mendocino. Final a cuerpo de rey, bajo el más generosos sol cuyano.

17.00 La Alameda El regreso a la capital y una caminata por las siete cuadras parquizadas de la avenida San Martín suavizan el pesado legado de la pantagruélica comida. La Alameda es la zona de los conventillos en los que hace un siglo se amontonaban inmigrantes italianos. Alguna que otra fachada antigua sobrevive entre bares temáticos y glorietas, donde se dictan clases gratuitas de tango. También los álamos y su descarga de pelusa, perjudicial para los alérgicos, es parte del pasado. Una brisa suave y el manto amarillento de las hojas que recubre el suelo se deben a la reforestación con tipas.

18.00 Casas históricas El circuito de casas históricas permite tener una noción de la infinidad de estilos arquitectónicos que decoran la ciudad reconstruida después del terremoto de 1861, que transformó la traza original en un cúmulo de escombros. Otro sismo hizo estragos en 1920 y, entre los daños que causó, tumbó dos torres y un campanario de la Basílica de San Francisco Solano. Construida en 1865 con líneas neorrománicas, es la iglesia más antigua que queda en pie. De la misma época, la casa del ex gobernador Francisco Civit resiste dignamente en Montevideo al 500. En este caso, los turistas suelen elogiar el diseño italianizante, las paredes de adobe y los tres patios rodeados de habitaciones. A su vez, el Colegio Nacional Agustín Alvarez –otra joya edilicia de fines del siglo XIX– es admirado por su pórtico con tres arcos de medio punto y mansarda.

19.00 Hotel Sheraton Actores locales repasan las partituras para lucirse en el tradicional “Atardecer de té y ópera” en el hotel Sheraton, mientras las camareras cargan bandejas con teteras, tortas, masas, brownies y licuados. La vista amplia hacia el oeste que regala un ventanal recorre una compacta cadena de montañas, coronada por el cono nevado del Tupungato.

21.00 Milonga en la plazoleta La movida de la noche calienta motores en “La Arístides”, aunque son varios de sus adeptos –entre ellos, el autor de esta nota– los que hacen una escala fuera de programa, para deleitarse con los cortes y quebradas que eximios bailarines de tango ensayan en la plazoleta de Arístides Villanueva y Belgrano. Es una milonga espontánea, convocada por Facebook, que atrae a amantes del 2x4.

22.00 La noche en “La Arístides” En cinco cuadras de la avenida Arístides Villanueva bulle lo mejor de la noche mendocina. La multitud de parroquianos se reparte en bares, discotecas, restaurantes y hasta peñas folclóricas, que cuelan un toque telúrico a la predominante estética moderna. La jornada se extingue de la mejor manera, con una tabla de ahumados, ensalada de salmón rosado, verduras y semillas de sésamo y cerveza tirada de trigo y cebada, servidos en el pub irlandés William Brown. Al filo de la medianoche, después de una charla algo tediosa sobre bueyes extraviados, Fausto Manrique (el dueño) se revela como un apasionado estudioso de la vida y obra del almirante Guillermo Brown. Su relato, ahora más interesante, bien vale otra vuelta de cerveza.



SEGUNDO DIA
18.00 Hotel Amerian La plaza Italia irradia hacia el lobby del hotel Amerian su habitual dosis mañanera de perfumes naturales, trinos de pájaros y bocanadas de aire fresco. Es un buen estímulo para terminar de despabilarse en la atmósfera a toda hora relajada que presenta el restaurante Las Bodegas del hotel, donde el desayuno desborda las mesas: café con leche, medialunas, budín, tortas, mermeladas, jugos exprimidos de pomelo y naranja y trozos de pomelo, naranja, melón y sandía.

10.00 Aventura en el río Mendoza La avenida Belgrano recorre el sur de la ciudad y, al trasponer los barrios periféricos, sigue como Corredor del Oeste para bordear la precordillera, las discotecas de Chacras de Coria y los primeros viñedos de Luján de Cuyo. Unos 10 km antes de Cacheuta, los carteles “Al río” sugieren bajar al río Mendoza y empezar el rafting de 7 km que guían los responsables de Xnoccio Aventura. La embarcación se bambolea, a merced de olas de medio metro de altura que empapan la cara y el traje de neoprén, mientras una bandada de garzas sobrevuela la muralla de piedra de 45 m de altura de la orilla. Al final de la excursión, los seis tripulantes desembarcan envalentonados, dispuestos a aceptar el reto de tirolesa, trekking, rappel e hidrospeed que les lanza Horacio, el instructor.

12.00 Termas de Cacheuta Las piletas, escalinatas y senderos del Parque de Agua Termal están copados por el griterío sostenido de chicos, adolescentes y grupos de jubilados, protagonistas de una alegre tertulia replicada en puestos de artesanos que ofrecen cestos de mimbre y sopaipilla (torta frita), un restaurante especializado en cerveza artesanal y sándwiches de lomito y milanesa y hasta en los caminos que se abren sobre la montaña pedregosa, salpicada de cactos y plantas xerófilas.

14.00 Hotel termal Una sesión de masajes en el spa del hotel Termas Cacheuta termina de relajar el cuerpo y el espíritu, que ya venían revitalizados por las aguas de los piletones naturales al aire libre y la acción de los vapores de una gruta termal. El almuerzo es servido en un amplio salón, lleno de turistas chilenos y angloparlantes en bata, unidos por la devoción por el asado, las mollejas, las compotas de manzana y pera al malbec y el turrón de galletas con dulce de leche y avena. Los baños termales con vista a la montaña y el río Mendoza no son la atracción excluyente del hotel. En los pasillos del moderno edificio se pueden apreciar fotografías en blanco y negro y avisos publicitarios que evocan la creciente fama del edificio original, que había sido inaugurado en 1915 y un aluvión destruyó en 1934. De esa construcción quedaron en pie un paredón de piedra levantado para evitar eventuales derrumbes de los cerros y la torre del ascensor, que se utilizaba exclusivamente para bajar al hotel a los aristocráticos pasajeros que llegaban en tren.

16.00 Museo del Area Fundacional Es hora de volver a desandar los 35 kilómetros que separan Cacheuta de la capital mendocina. En el centro histórico de la ciudad, parte de los cimientos de la aldea fundada en 1561 por Pedro Del Castillo se conservan entre las paredes del Museo del Area Fundacional, que también guarda huesos humanos de 10 mil años antes de Cristo, huellas de la cultura precolombina huarpe y piezas sueltas del edificio del Cabildo. San Martín planificó aquí el Cruce de los Andes. Enfrente, debajo de la vistosa fuente de agua de la plaza Del Castillo, una cámara subterránea resguarda restos de la fuente que proveía agua mineral y potable a los vecinos en el siglo XIX.

17.00 Iglesia Franciscana Del otro lado de la plaza Del Castillo, entre las ruinas de la Iglesia Franciscana –con paredes de ladrillos apuntalados por estructuras metálicas– casi no quedan rastros de la casa de barro que los jesuitas erigieron en el mismo lugar en 1608. En 1777, cuando la orden jesuita fue expulsada, llegaron los franciscanos y construyeron una iglesia, tumbada por el terremoto de 1861. Sus ruinas despiertan tanta curiosidad como las dos estilizadas araucarias crecidas en el predio desde 1916.

18.00 Acuario Por la avenida Costanera (un tramo de la legendaria ruta 40), la gruesa arboleda del parque O’Higgins decora el Acuario Municipal. Entre la colección de 108 especies marinas y de agua dulce resalta un desmesurado tortugo de 80 años de edad, trasladado desde Bahía Blanca. Sus dimensiones (1,20 metro de talla y una tonelada de peso) mantienen a raya a pirañas, cocodrilos, caimanes y diminutos bichos de pecera.

19.00 Plaza España El aire puro y las luces brillantes de la ciudad vuelven a fundirse en la plaza España, vistosa por sus tonalidades verdes y las mayólicas. Una acabada réplica de un patio andaluz, desplegada en escalinatas, bases de farolas y asientos, superpuestos con murales que recrean la conquista española, el Martín Fierro y el Quijote. Alrededor persiste el murmullo constante de la acequia envuelta en piedra bola. Para preservar tanta belleza, el placero no deja de regar plantas y árboles.

21.00 The Vines Tasting Room La ciudad de Mendoza propone convidar su último bocado durante una picada con degustación en The Vines Tasting Room, donde se exhiben y venden vinos de bodegas boutique. Ya no cabe analizar las virtudes de las cepas mendocinas durante la visita guiada por Emilse García, sino sólo dejar que el paladar se solace con malbec, torrontés, pinot noir, bonarda, petit bardot y tannat, magníficamente combinados con quesos y fiambres. Arte, fe y trabajo se mezclan en esas maravillas originadas en el suelo fértil, piezas esenciales del orgullo que expresa toda Mendoza.



EL MIRADOR (Por Marcela Furlani, artista visual y docente de Dibujo, Pintura y Grabado).

Para disfrutar y reflexionar
Nací y vivo en Mendoza. Por mi trabajo he podido moverme hacia otras latitudes dentro y fuera del país. Eso me otorgó una nueva mirada y mayor perspectiva sobre la bella ciudad oasis en la que vivo. Es un lugar intenso pero no es obvio, tiene sutilezas y cuenta con historias para ser descubiertas (algunas brillan, otras no tanto). Porta una añosa personalidad, forjada en sus arboledas (de impactantes rojo y amarillo en otoño), plazas y casas sobrevivientes a tantos sismos, con zaguanes cubiertos de mayólicas de otros tiempos. La ciudad alberga murales de nuestros maestros. Suelo visitar el de Roberto Azzoni en el pasaje Lemos y la galería Tonsa –de los artistas locales Luis Quesada, Mario Vicente y José Bermúdez–, que da espacio a noveles artistas urbanos. Vale la pena darse una vuelta y descubrirlos. También hay malabaristas en los espacios verdes, fiestas de colectividades y una notable actividad artística en museos, centros culturales y emprendimientos de autogestión. Todavía se puede sentir el olor a caramelo de praliné que se vende en alguna esquina. El vino está presente en todas las celebraciones y he visto algún restó (donde se come muy bien) que ofrece sombra a sus clientes bajo un parral que crece en la Sexta Sección. Cuando estoy lejos de mi ciudad extraño el agua corriendo por las acequias. La capital está llena de matices, propuestas y algunas paradojas, un poderoso estímulo para el disfrute y la reflexión.



IMPERDIBLE

El acto central de la Fiesta Nacional de la Vendimia arrancará a las 10 de la noche del sábado 8 de marzo en el anfiteatro griego Frank Romero Day del Parque General San Martín y se repetirá el 9, 10 y 11 de marzo a partir de las 21. El espectáculo “Sinfonía iluminada de gloria”, que animará la edición 2014, será protagonizado por 870 artistas en escena y 40 músicos locales en vivo, que conmemorarán los 200 años de la designación de San Martín como gobernador intendente de Cuyo y el centenario de la inauguración del monumento del Cerro de la Gloria.
En realidad, la fiesta mayor de los mendocinos se inicia bastante antes con distintas actividades culturales. En el marco del ciclo “Noches de cine”, en enero y febrero se exhibe en el Parque San Martín un corto de producción mendocina y una película nacional con invitados especiales. También en el parque habrá teatro para chicos y títeres en la sala Pulgarcito. Desde el 17 de enero hasta el 28 de febrero, la propuesta “100 serenatas” rescata la tradición de la música cuyana. Del 30 de enero al 2 de febrero, Mendodanza ofrecerá un espectáculo que abarca varios géneros y dictará clases abiertas en el Espacio Cultural Julio Le Parc. El mismo escenario albergará el festival Mendorock entre el 6 y el 9 de febrero. Además, “Jazz en el lago” (del 14 al 16 de febrero), Semana Federal en el Prado Español (entre el 22 y el 28 de febrero), Vendimia Joven (anunciado para el 1 de marzo en Espacio Le Parc), Bendición de los Frutos (el 2 de marzo en el Prado Gaucho), Baile de las Reinas (el 3 de marzo en Espacio Le Parc), Vendimia, vino y gourmet (el 4 de marzo en el hotel Arena Maipú), Fiesta de la Cosecha (5 de marzo en el Aeropuerto) y Vía Blanca de las Reinas, que recorrerá las calles céntricas el 7 de marzo.

MINIGUIA

Qué hacer.
 Paseo en City Bus (2 hs.), Se puede bajar en cualquiera de las 15 paradas y volver a subir más tarde.
Metrotranvía desde el centro de la capital hasta Maipú, .
Tranvía de Compras.
Trolebús,
Entrada al Parque Termal Cacheuta,.


Dónde informarse. En Bs. As., Casa de la Provincia de Mendoza: av. Callao 445, 4371-7301.
En Mendoza, (0261) 413-2101 / 0810-6666363 / 0800-222248323
contacto@ciudaddemendoza.gov.ar
turismo@mendoza.gov.ar
www.ciudaddemendoza.gov.ar
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