Londres, un gran escenario
Meca del teatro de habla inglesa, atrae a 14 millones de espectadores cada año. El West End y sus históricas salas.
Si hay que creerle a la Society of London Theatre, que desde 1908 reúne a los empresarios y productores teatrales de Londres, la capital de Inglaterra es también la capital mundial del teatro. Produce más espectáculos que cualquier otra ciudad, incluyendo a Nueva York, con un promedio anual de 260 estrenos que atraen a 14 millones de espectadores. Con recaudaciones anuales que promedian los 500 millones de libras esterlinas (lo que equivale a más de 800 millones de dólares) el teatro, en sus distintas variantes, es una atracción turística clave en Londres: le da empleo directo a 41.000 personas y alimenta un circuito de restaurantes, hoteles, tiendas, librerías y cafés.
Para hacerse una idea del movimiento teatral típico de la ciudad, vale saber que cada otoño la Society of London Theatre selecciona 14 espectadores para unirse a los 4 paneles de jurados especializados que definen los premios Laurence Olivier Awards, muy prestigiosos, equivalentes a los Tony Awards de Nueva York. Estos afortunados espectadores reciben entradas para ver obras, ya sea en las grandes salas comerciales del West End como en las más periféricas –las del Off West End– y también en las salas oficiales, dedicadas al teatro clásico de repertorio, ópera y ballet. Durante el año, estos espectadores deberán ver al menos 60 obras de texto, 20 comedias musicales, 20 espectáculos de danza y 20 de ópera.
Los conocedores dicen que el espectáculo empieza antes de sentarse en una platea. Y es cierto, porque casi todas las salas ubicadas en el West End –unos 50 teatros– son monumentos históricos, con más de cien años de antigüedad. Valorados como parte integrante del patrimonio cultural de Londres, fueron construidos a finales del siglo XIX –la época de la reina Victoria– o bien a principios del siglo XX. Por eso algunos espectadores acostumbran llegar temprano para apreciar sus estilos arquitectónicos, que van desde el neogótico al art deco, pasando por el barroco, el neoclásico o el neorrenacimiento francés.
Estas venerables salas, decoradas con gran fantasía –algunas evocan palacios moriscos o hindúes– fueron diseñadas por personalidades de la arquitectura inglesa como Bertie Crewe (hizo los edificios del Lyceum, Phoenix, Piccadilly, Royal Court, Shaftesbury); Walter Emden ( Duke of York, Garrick); Frank Matcham (Coliseum, London Palladium, Victoria Palace, Hackney Empire, Richmond); Charles Phipps (Lyric, Vaudeville); William Sprague (Albery, Aldwych, Gielgud, Ambassadors, Queen’s, St. Martin’s, Wyndhams); Edward Stone (Whitehall, Prince Edward) y Thomas Verity (Criterion, Comedy). Todos tienen el encanto de las damas antiguas, pero sus boleterías disponen de la tecnología más moderna. Están conectadas a Internet para comprar las butacas preferidas que, por cierto, no son baratas. La platea para ver una comedia musical –ahora es el género teatral más convocante– puede costar 150 dólares. Existen además varias agencias especializadas que hacen reservas a pedido, con un recargo en el precio final.
Tradiciones y renombre
A lo largo del tiempo, en Londres estrenaron autores de la talla de George Bernard Shaw, Oscar Wilde y Harold Pinter, sin olvidar a celebridades de la comedia musical como el dúo que formaban Gilbert & Sullivan, o más tarde Tim Rice y Andrew Lloyd Webber, entre otros. Aquí actuaron John Gielgud y Laurence Olivier, entre muchos otros grandes intérpretes. Esa magia persiste, ahora con estrellas de Hollywood que añoran las tablas, o con actrices como la argentina Elena Roger, que en 2006 hizo el rol protagónico en Evita .
Son varias las salas con prosapia. Por caso, el imponente teatro Royal Drury Lane es de 1812 y se remodeló en 1922. Es la cuarta sala construida en este mismo sitio, la primera se abrió en 1663. En distintas épocas actuaron allí grandes actores, como David Garrick, Edmund Kean, Henry Irving y Ellen Terry. Fue el escenario elegido para estrenar clásicos como La escuela del escándalo , de Sheridan (1777) y comedias musicales como My Fair Lady (1958) o Miss Saigon (1989).
Desde ya que Shakespeare tiene su teatro: es el Shakespeare’s Globe , cuyo nombre y arquitectura se inspiran en The Globe, la sala original –incendiada en 1613– donde el autor de Hamlet estrenaba sus obras. Se abrió al público en 1997 por iniciativa del actor estadounidense Sam Wanamaker y permite apreciar los textos en un escenario típicamente isabelino: con los actores jugando sus personajes en un proscenio adelantado hacia el público –que es alentado a participar– y poca escenografía, como en tiempos de Shakespeare. Además la Royal Shakespeare Company, cuya sede está en Stratford, continuamente presenta obras en distintas salas londinenses. Por cierto, en Londres no faltan modernas salas oficiales, como el Barbican o el National Theatre, nacido en 1963 bajo la dirección de Laurence Olivier, donde se han estrenado obras célebres de autores contemporáneos, por caso, Amadeus de Peter Shaffer.
Itinerario con fantasmas
Los londinenses hablan de Theatreland para referirse al barrio de los teatros ubicados en el West End. Hay todo tipo de visitas guiadas, con itinerarios por el corazón del barrio, esto es, por Shaftesbury Avenue, Haymarket, West Street, Strand y los alrededores del viejo mercado de Covent Garden.
La visita más tradicional, Theatreland Walking Tours, está organizada por la Society of London Theatre: dura más de dos horas y se hace los domingos, es tan popular que conviene reservar sitio por correo (walkingtours@solttma.uk). Otro paseo, diseñado para descubrir fantasmas del barrio, es The West End Ghost Walk (www.walks.com). Pero si la idea es caminar tranquilo y por cuenta propia, lo ideal es arrancar en la zona de Covent Garden, más precisamente en la iglesia de los actores, Saint Paul . En el pórtico de ese templo se sitúa la primera escena de Pygmalion –la famosa obra de Shaw– y se entiende, porque muy cerca funcionaba el mercado de Covent Garden , hoy reciclado con tiendas y restaurantes. El edificio de la Royal Opera House está a pocos metros. Las calles cercanas llevan el nombre de actores y productores teatrales de todos los tiempos, como Garrick, Irving y Kean, entre otros.
Es imperdible una visita a la tienda Benjamin Pollock Toyshop, (ubicada en 44 The Market) que desde 1880 vende teatros en pequeña escala, muñecos y títeres. Más allá, cerca de Leicester Square, está The Witch Ball (2 Cecil Court) otra tienda que sorprende con su colección de afiches, ilustraciones y programas de mano.
No faltan libros en las tiendas de ciertos teatros del barrio, como el National Theatre o el Royal Court . También hay librerías especializadas, como Offstage Theatre and Film Bookshop (34 Tavistock Street) o la tradicional Foyles ( 113 Charing Cross Road). Es muy útil la guía de Richard Andrews, The London’s Theatre Guide , que incluye diagramas de las grandes salas –un dato práctico a la hora de elegir las butacas– además de breves historias de estos teatros.
Quienes quieran llevarse un recuerdo de la arquitectura de las salas más importantes, lo encontrarán en London’s Theatres, un libro de Mike Kilburn y Alberto Arzoz con espléndidas fotos. Y aquellos entusiastas de las historias de fantasmas relacionados con el ambiente teatral, las podrán leer en Haunted West End Theatres, de Ian Shillito y Becky Walsh. Por caso, está la leyenda del actor William Terris, que en 1897 fue asesinado por su colega Richard Archer frente al teatro Adelphi, en fin, parece que su fantasma pasea por los alrededores.
En Londres también los taxistas son buenos espectadores. Se cuenta que una apurada pareja olvidó dar una propina cuando iba a ver The Mousetrap (“La ratonera”), la obra policial de Agatha Christie que sigue representándose en el West End desde 1952. Molesto por el olvido, el taxista no dudó en revelar el nombre del asesino.
Como sea, si la obra elegida es interesante y los intérpretes son talentosos, al menos durante dos horas será posible viajar a otro mundo, el de la ilusión teatral.
MINIGUIA
Dónde informarse
www.visitlondon.com
www.officiallondontheatre.uk
www.nationaltheatre.org.uk
www.shakespearesglobe.com
www.rsc.org.uk
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