Romance con el Véneto
Por Celeste Choclin
Verona, Vicenza, Treviso, Belluno y Cortina d’Ampezzo, destinos ineludibles en esta región del noreste italiano.
A pocos kilómetros de Venecia se emplazan ciudades con historias antiguas y paisajes deslumbrantes. Proponemos un recorrido por algunas de las ciudades de la región del Véneto. La primera parada se impregna del aire romántico que inspira la Verona de Romeo y Julieta, luego pasaremos por hermosas urbes como Vicenza y Treviso, hasta el norte de la región, camino a la frontera con Austria, donde Belluno y la población de Cortina d’Ampezzo –en la provincia de Belluno– sumergen a los viajeros en un entorno montañoso con gran vegetación, protagonizado por el cordón de los Dolomitas, la parte oriental de los Alpes. Historias que se recrean mientras el paisaje colma todos los sentidos.
Amor eterno
“Romeo, quítate el nombre, y a cambio de tu nombre, que no es parte de ti, tómame a mi toda entera”, pronunciaba con decisión Julieta desde un balcón de Verona . No por casualidad Shakespeare eligió esta ciudad para situar uno de los dramas más famosos de la historia. A 120 km de Venecia, sus orígenes se remontan al 300 aC. y su desarrollo se vio acompañado por el crecimiento del Imperio Romano.
De esa época se conservan el teatro, las dos puertas de la ciudad y el Arco del Triunfo. En especial se destaca la Arena, un gran anfiteatro construido en el siglo I que, con capacidad para 22.000 espectadores y en perfecto estado de conservación. A pocos pasos de la Piazza delle Erbe, antiguo foro romano, está la Torre dei Lamberti, que con 84 metros luce imponente.
Palacios, castillos, iglesias y puentes que cruzan el río Adige dan cuenta de una ciudad donde los siglos dejaron huella. Pero sin duda, el atractivo mayor (aquel que los turistas con un suspiro contenido desean visitar) es la que según cuenta la tradición –aunque haya tantas dudas como certezas– fue la casa “di Giulietta” . El famoso balcón desde donde la pareja juró romper con una histórica discordia entre familias para amarse secretamente convoca a miles de visitantes. Como un santuario, parejas de todo el mundo entran en este palacio gótico del siglo XIII, en el número 27 de la Vía Capello, y dejan notas de amor pegadas en las paredes.
Luego de sacarse una foto con la estatua en bronce de Julieta, salen del recinto con la sensación de haber hecho propias esas promesas de amor verdadero: “…mi generosidad es ilimitada como el mar, y amor tan hondo como él: cuanto más te doy, más tengo, pues ambos son infinitos” , declaraba Julieta tal vez desde este balcón, tal vez desde otro, pero lo que es seguro es que pasados siglos sigue resonando desde miles de escenarios en todo el mundo.
Huellas de la historia
De las más antiguas de la región, sus orígenes se remontan a la prehistoria. Sin embargo, Vicenza supo florecer en el siglo XVI gracias a Andrea Palladio. Buena parte del legado de uno de los más grandes arquitectos de la época se encuentra disgregado en esta ciudad, a 60 km de Venecia.
Iglesias, palacios, jardines y edificios se sitúan en el casco antiguo, entre los que se destaca la basílica Palladiana y, en especial, el teatro Olímpico. Este maravilloso recinto de 1580 fue el primer teatro cerrado del mundo. Su increíble interior imita el estilo del antiguo teatro romano al aire libre, con gradas semicirculares y un enorme escenario rectangular donde se ven representadas en perspectiva las calles de Tebas. La decoración del escenario resultó tan atractiva que se ha mantenido intacta hasta nuestros días.
De calles que serpentean el trazado urbano y canales de agua que proporcionan rincones de calma en medio de la ciudad, Treviso invita a vivir una estancia relajada. A 30 km de Venecia, la ciudad resulta encantadora y amerita un paseo tranquilo para saborear cada uno de sus rincones.
Entre sus edificios históricos se destacan el Palazzo dei Trecento, el Palazzo del Podestà (en la Piazza dei Signori) y el Duomo. Por la via Calmaggiore, la calle principal, se descubren palacios, casas señoriales y pórticos que engalanan el recorrido. Situado en la confluencia de los ríos Cagnan y Sile se ubica el Ponte Dante, en honor al celebre poeta, quien citó a la ciudad con el nombre de “Travisa” en su “Divina comedia”.
No se puede pasar por alto la isla de la Pescheria, sobre el río Cagnan. Allí está el tradicional mercado de pescado y la Casa dei Carraresi, un museo dedicado a artistas consagrados.
Naturaleza envolvente
A medida que se avanza hacia el norte de la región, el paisaje urbano va cediendo lugar a una naturaleza que se despliega de manera imponente. Y se advierte la presencia impactante de uno de los cordones montañosos más importantes de Italia: los Dolomitas. Este macizo, parte oriental de los Alpes, tiene tonalidades blancas que se tornan rojizas con la puesta y la salida del sol.
El Parque Nacional de los Dolomitas de Belluno es un refugio natural, en donde disfrutar de un ambiente de montaña serpenteado por cursos de agua cristalinos, hermosas cascadas, bosques y praderas floridas.
El río Piave le otorga una magia particular a la ciudad de Belluno. Del casco antiguo, de origen medieval, se destacan la Piazza Duomo con el Palazzo dei Rettori y la Catedral, y la Piazza delle Erbe, donde funciona el mercado. Sin embargo, el centro de la actividad urbana se concentra en la Piazza dei Martiri: su nombre recuerda a cuatro personas ahorcadas en 1944, uno de los acontecimientos más trágicos de la Resistencia contra el fascismo. La plaza está rodeada de cafeterías y palacios de diversos estilos y colores. Desde allí se vislumbran dos de sus principales puertas, antiguos accesos a la histórica ciudad amurallada: la Porta Dante y la Porta Dojona.
A unos 72 km de Belluno se encuentra Cortina d’Ampezzo. Considerada la “perla de los Dolomitas”, se trata de una pequeña ciudad con grandes paisajes enclavada en medio de este impresionante cordón montañoso. Famosa por sus pistas de esquí –que convocan al jet set internacional– recrea verdaderas postales de ensueño, con casas de estilo alpino y un pequeño centro con tiendas elegantes, en un ambiente donde reina la tranquilidad. El verde intenso de los valles, gobernado por praderas y bosques, acapara la vista, tanto como los lagos, arroyos y cascadas escondidas entre las montañas. Es una zona ideal para recorrer en los meses de primavera y verano y apreciar el abanico de colores que despliega la naturaleza. O bien aguardar la temporada invernal, cuando la nieve engalana el paisaje y regala esa inmensidad blanca.
La región del Véneto tiene mucho que ofrecer a un visitante que desea convertirse en testigo de los rastros del pasado: ser parte de un concierto o una obra en un teatro romano, recrear a Shakespeare desde el balcón de Julieta.
INFORMACION
www.italia.it
www.tourism.verona.it
www.dolomitipark.it
www.vicenzae.org/
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