Lima, un gran balcón al Pacífico
POR DIANA PAZOS
Con vestigios precolombinos, edificios coloniales y barrios modernos de cara al océano, la capital peruana tiene una rica oferta gastronómica y cultural. Catacumbas, museos y excursiones.
La Plaza de Armas o Mayor se encuentra rodeada por el Palacio de Gobierno, la Municipalidad, la Catedral y el Palacio Arzobispal. Aquí fundó la ciudad Francisco Pizarro en 1535 /
Son las siete de la tarde de un domingo limeño, la hora en la que una multitud camina por la peatonal Jirón de la Unión. No se sabe de dónde vienen tantos grupos de adolescentes, parejas felices y familias con su bullicio de feriado y, mucho menos, adónde llevan semejante cantidad de globos, peluches y golosinas. En el horizonte, unas diez cuadras más allá de las fachadas coloridas –siempre, con balcones–, comercios y casinos, se divisa el cerro San Cristóbal y su gran cruz blanca de neón. Al pie de los barrios que trepan aquellas laderas –los lugareños cruzan incesantemente el Puente de Piedra o Trujillo, sobre el río Rímac– se encuentra la zona recreativa de la Alameda Chabuca Granda, y se descubre más gente todavía. Dos horas más tarde, lejos de pensar en la semana escolar y laboral que se iniciará en breve, los transeúntes se multiplican. “Es noche de cine, los domingos todos van al cine”, explica un vendedor nacido y criado en Lima, capital de Perú. La enorme paradoja es que el joven de pantalones turquesas vende dvd de ¡películas truchas!
Desde el balcón de un restaurante, la cena marcará el comienzo de un recorrido deliberado por la sabrosa, variada y mundialmente reconocida gastronomía peruana: ceviche, chaufa de carne (arroz con carne salteada), cerveza con canchitas (maíz tostado) y chicha morada (bebida popular a base de maíz morado, cuyo color recuerda a la remolacha).
Al volver al hotel, atravesando la Plaza de Armas iluminada cálidamente con faroles, sorprenden unas siluetas humanas inmóviles sobre las escalinatas de la Catedral (cerrada el domingo para el turismo por ser “día religioso”). Con una actitud que recuerda a “El Pensador” de Rodin, estos hombres despiertan curiosidad: ¿Se preguntan si hay vida después de la muerte? ¿Suman los puntos ganados por Universitario, Alianza Lima y Sporting Cristal? ¿Esperan unas piernas bonitas?
Mucho más que una escala
En el centro-oeste de Perú, sobre la costa del océano Pacífico, Lima solía ser considerada una “ciudad de paso”. De paso hacia otros destinos peruanos (especialmente Machu Picchu y los pueblos del Valle Sagrado, aunque muchos turistas llegan directo a Cusco), o bien, un lugar de tránsito porque su aeropuerto funciona como hub o centro de conexión de numerosos vuelos internacionales.
Sin embargo, la llamada Ciudad de los Reyes se ha convertido en los últimos años en un sitio atractivo para quedarse, al explotar su riqueza cultural, las tradiciones de su pasado precolombino y colonial, los barrios modernos –como San Isidro, Barranco y Miraflores, con su malecón junto al mar–, y por supuesto, la gastronomía que fusiona ingredientes y costumbres de las grandes regiones de Perú (la costa, la andina y la amazónica).
Aunque haya sido construida sobre un desierto, Lima luce como un extenso jardín gracias a la vegetación plantada y conservada por el hombre. Y si bien está a once grados de la línea del Ecuador, su clima dista de ser tropical por la corriente fría de Humboldt.
“Gris-panza-de-burro” o “gris-ballena” le dicen al color del cielo, que se mantiene nublado durante ocho meses al año. Cuesta desoír la sensación foránea que susurra: “en cualquier momento, diluvia”. Simula ser una amenaza eterna, pero lo cierto es que no llueve en Lima y nadie usa paraguas.
Con esta premisa en tono de gris, se sale para comprender la ciudad, explorando los monumentos y edificios que, en la noche anterior, eran sólo fachadas vistosas. Una vez más, la peatonal Jirón de la Unión resulta un buen punto de referencia para recorrer el centro histórico –conocido como Damero de Pizarro–, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con aires coloniales
En este caso, se parte desde la Plaza San Martín, flanqueada por el Teatro Colón, el edificio Giacoletti, el histórico Gran Hotel Bolívar y el Club Nacional. El monumento central se levantó en homenaje al libertador Don José de San Martín y su construcción cuenta con una anécdota desopilante: al solicitarle al escultor una “llama votiva” sobre la cabeza de la escultura de la Libertad –ubicada al pie de la obra–, el artista colocó un animal en lugar de una llama de fuego. El malentendido atrae a decenas de visitantes por día que ríen con ganas al fotografiar a la llamita.
Cinco cuadras más adelante, se destaca la Plaza de Armas o Mayor , donde Francisco Pizarro fundó la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535. Entonces, el conquistador español mandó a construir una iglesia, a la que consagraría bajo la advocación de la Virgen de la Asunción. Es decir, la Catedral, en cuyo interior hoy conviven los estilos gótico, renacentista, barroco y neoclásico. En el templo se recorren el Museo de Arte Religioso, la cripta, los antiguos retablos, la impactante sillería tallada en madera del coro y la capilla –decorada con mosaicos venecianos– donde se encuentran los restos de Pizarro, con gráficos de su esqueleto describiendo las lesiones que recibió con “artefactos cortantes” en el cuerpo.
El conjunto arquitectónico del perímetro de la Playa Mayor es tan atractivo que no se sabe si empezar por el lado del Palacio de Gobierno, la Municipalidad y el Club de la Unión, o por la Catedral y el Palacio Arzobispal contiguo. Con una fuente de bronce de mediados del siglo XVII en el centro, la plaza cumplió funciones bien diversas: mercado, plaza de toros, sitio de ejecución de inquisidores y de proclamación de la independencia por parte de San Martín en 1821, entre otras cosas.
¿Un dato curioso? Varios edificios de esta zona están pintados de amarillo, para dar la sensación de que el sol está brillando.
A una cuadra del Palacio de Gobierno y pintado en amarillo más claro, se levanta el Conjunto Monumental San Francisco de Lima, conformado por la iglesia y el convento de San Francisco, las capillas y una plazoleta acogedora. Claustros adornados con azulejos sevillanos, pinturas de gran valor y una biblioteca de novela son las principales características, pero lo más convocante son las Catacumbas, esos pasajes abovedados e inquietantes, con calaveras por doquier. En este lugar se recomienda tomar una visita guiada.
A propósito de Lima colonial, el templo más antiguo es la iglesia y convento Santo Domingo . Aquí se fundó en 1551 la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la primera de América. Además de las iglesias La Merced, Santa Rosa de Lima y de Los Descalzos, los visitantes se dan cita en la Casa Aliaga (elegante residencia con un bello balcón de quien fuera uno de los fundadores de la ciudad, don Jerónimo de Aliaga) y en el Palacio de Torre Tagle (actual sede del Ministerio de Relaciones Exteriores). Entre zaguanes, patios y corredores, en este último se destaca un oratorio recubierto de madera, la portada labrada en piedra y los balcones de estilo barroco andaluz con aportes moriscos y criollos tallados en cedro y caoba en el siglo XVIII. Indiscutiblemente, es una de las fachadas más bellas.
En una esquina que destila historia, el Bar Cordano invita a hacer una pausa física y mental, ingresando por la entrada del Jirón Ancash (otrora Calle del Rastro de San Francisco por “la existencia de un rastro o establecimiento para la venta de carne”). Durante más de un siglo fue el bar preferido por los presidentes que se cruzaban a tomar un café y todavía conserva mobiliario y máquinas de aquellos tiempos.
A orillas del Pacífico
Así como en el centro algunos afiches anuncian periódicamente “simulacro de sismo”, la costa del distrito Miraflores advierte: “En caso de alerta de tsunami, abandone las playas” y señala las rutas de evacuación. De cara al océano Pacífico, aquí se encuentra el Parque del Amor –con su Monumento al Beso– y un malecón colorido y ondulante con frases, que tienen como telón de fondo edificios vanguardistas, centros comerciales (por ejemplo, Larcomar, un shopping frente al mar y sin techo) y parques arbolados. La Costa Verde es la vía rápida que corre bajo el acantilado junto al Pacífico. Dos deportes extremos aprovechan la geografía del lugar: el oleaje marino es disfrutado por los surfistas y en las alturas brumosas se impone el parapente.
También residencial y con vida nocturna, San Isidro se distingue por su parque El Olivar (es literal, se trata de una sucesión de olivos antiquísimos) y la avenida Conquistadores con sus tiendas caras. En cambio, Barranco nació como un balneario exclusivo, lo que explica sus casonas de estilo europeo. Con la bohemia que le imprimen sus bares, restaurantes y el famoso Puente de los Suspiros, Barranco ofrece shows en vivo, presentaciones de libros, ferias artesanales y boutiques de diseño de autor. Otra foto obligada: el monumento a la cantautora Chabuca Granda.
Antes de la cena, las trece fuentes del Parque de la Reserva y Circuito Mágico del Agua son ideales para presenciar un espectáculo original de música y luces.
El mundo precolombino
Lima alberga algunos de los museos más importantes de Perú, como el Museo del Oro, el de Arte (MALI) y el Larco Herrera, con 47.000 piezas de oro y plata, cerámicas y textiles, que dan testimonio de 3.000 años de historia.
Remontándose al mundo precolombino, las huacas Pucllana (en Miraflores) y Huallamarca (en San Isidro) son pirámides truncas que sirvieron como centros ceremoniales y funerarios, con momias incluidas. Es notable el contraste entre estas huellas milenarias y las edificaciones modernas que las circundan. Algo similar ocurre frente al Parque de la Muralla, donde se observa parte del muro que rodeaba Lima en el siglo XVII.
A pocos metros y en un edificio que hechiza, la Estación Desamparados conserva la Casa de la Literatura Peruana. Por eso, este párrafo está dedicado a los lectores: con espacios sobre el Nobel Mario Vargas Llosa y el poeta César Vallejo, entre otros, hay un rincón de lectura silencioso junto a las vías del tren, con mesas y asientos de madera de los antiguos vagones. Sublime.
Otro edificio que conmueve por su arquitectura y contenido es la Casa de la Gastronomía Peruana (ex Casa de Correos y Telégrafos). Es un verdadero recorrido a través de la milenaria sabiduría culinaria peruana y las influencias recibidas. Desde las papas y maíces hasta las empanadas, mazamorras, suspiros, tejas, rocotos (un plato picante), secos de cabrito, chupe de camarones, causas (papas con relleno), tiraditos (a base de pescado), anticuchos (una especie de pinchos de carne), papas a la huancaína, carapulcra (guiso con carnes y verduras) y, claro, el pisco (con el trago estrella, el pisco sour, y también, el chilcano).
Al dejar Lima, se recuerda esta frase leída en una pared del Parque del Amor: “He de volver a ti como al lugar del crimen”.
IMPERDIBLES
Fortaleza del Real Felipe. Es una de las pocas obras de arquitectura militar edificadas por los españoles en América, que data de 1774. Esta construcción sirvió para defender el Puerto del Callao de los ataques de piratas y corsarios.
Pachacamac. Localizada en el valle del río Lurín, esta ciudadela de barro fue el hogar del dios creador Pachacamac (“aquel que mueve el mundo”) y fue el oráculo más venerado del mundo andino.
Lunahuaná. Soleado valle ubicado al sur de Lima y lugar predilecto para la práctica de deportes de aventura. Son famosos los vinos y piscos y sus potajes con camarones de río.
Ciudad de Caral. Con 5.000 años de antigüedad, es cuna de la civilización más antigua de América y contemporánea de las sociedades egipcia, china y mesopotámica. La complejidad arquitectónica de sus pirámides y los vestigios hallados revelan su elevado desarrollo cultural. Está ubicada en el valle de Supe, 200 km al norte de Lima.
Islas Palomino. Es un grupo de doce islotes frente al puerto del Callao. Congregan una numerosa población de lobos marinos y aves que se pueden visitar en un paseo de cuatro horas. El punto de partida está a 30 minutos del centro de Lima.
Caballos de Paso. Es posible apreciar el caballo peruano de paso en las presentaciones que organiza la Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Lurín, pocos km al sur de Lima, donde los visitantes pueden cabalgar y disfrutar de las haciendas.
Islas Ballestas. Más alejadas y cerca de Ica, son formaciones rocosas con una gran cantidad de fauna marina y famosas por sus aves guaneras.
MINIGUIA
Dónde comer
La cocina del restaurante del famoso chef Gastón Acurio, Astrid & Gastón, se inspira en la multiculturalidad del Perú (www.astridygaston.com). El Queirolo tiene buena comida popular; el bar Huaringas y La Calesa ofrecen coctelería con pisco, y se conoce al tradicional El Bolivarcito como “la catedral del pisco sour”. Para comer nikkei (fusión de comida japonesa y peruana), hay que ir al restaurante Maido; para cocina del Amazonas, AmaZ. Imperdibles: los mercados de Lima, el Barrio Chino (para chifa, mezcla de peruano y chino) y la mega feria Mistura, en septiembre.
Dónde informarse
www.peru.travel
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En Este blog encontrara descripciones de variados destinos, buscando aportar informacion, y experiencias diferentes
sábado, 22 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
ARGENTINA: MAR DEL PLATA: Espectáculos y actividades
Espectáculos y actividades nocturnas en Mar del Plata
Pablo Etchevers
En temporada, Mar del Plata se convierte en la porteña calle Corrientes. Otros aseguran que en la ciudad feliz siempre es de noche. Teatros, cines, personajes inolvidables y un casino de película. La mística continúa intacta.
Siempre es temporada
Si existe un sitio turístico donde la noche pasa a ser un atractivo primordial en la agenda del veraneante, ese escenario es la ciudad de Mar del Plata. Lo más llamativo es que las distintas generaciones encuentran lo que buscan, cada cual con sus gustos, prioridades y expectativas.
Durante décadas, la ciudad feliz fue el escenario perfecto para que las distintas figuras del ambiente artístico se presentaran en los teatros e incluso en los cines para llevar a la costa los espectáculos que durante el año fueron exitosos en las grandes urbes. Las décadas del ´60 y ´70 edificaron y se apropiaron al mismo tiempo de una ciudad turística y popular que comenzó a delinear sus propios códigos. Entre estos, aparecieron algunos que le darían una peculiaridad pocas veces vista en otras latitudes: la relación de los artistas con su público.
Hoy, ya entrados en el año 2000, Mar del Plata conserva intacta esa mística que la vio nacer y que hoy la mantiene en vigencia. No por nada los artistas saben que, si quieren hacerse conocidos en todo el país, deben pasar obligatoriamente por la ciudad feliz.
La arquitectura histórica de Mar del Plata
Pablo Etchevers
Hacia 1900, Mar del Plata era el espacio de ocio preferido por las familias más aristocráticas de la sociedad argentina para pasar el verano. Fueron las construcciones de esa época las que definieron el estilo arquitectónico de la ciudad.
"¿Quién vivió, en estas casa de ayer, viejas casas que el tiempo bronceó, patios viejos, color de humedad, con leyendas de noches de amor?"
Tango : Casas viejas (1936)
Música : Francisco Canaro
Letra: Ivo Pelay
A principios de siglo, la costa marplatense podía proporcionar disfrute del verano sin la necesidad de viajar a Europa. Fue así que muchas de esas familias decidieron construir imponentes villas y suntuosas residencias a las que se trasladaban incluso con su nutrido personal doméstico todos los veranos.
Los materiales utilizados para la construcción de estos templos y mansiones eran traídos de todos los rincones de la vieja Europa, especialmente de Italia y Francia.
Hacia mediados de siglo, la expresión ecléctica de materiales, texturas, colores y composición de formas comenzó a convivir con técnicas y materiales locales, entre los que se destacan la Piedra Mar del Plata, la maderas, las tejas y cerámicas, haciendo de La Feliz una muestra clara y contundente de una nueva identidad arquitectónica: el “chalet” marplatense.
A pesar del paso del tiempo y de los procesos de demolición de buena parte de estas obras, hoy existen más de 300 construcciones que fueron declaradas como Bienes de Interés Patrimonial por sus valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos.
Quizás por el valor histórico y para evitar que el modernismo las siga destruyendo o dejando de lado, el EMTUR (Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata), acaba de proponerlas e incorporarlas dentro de un nuevo atractivo turístico que consiste principalmente en recuperar la historia marplatense a través de su vieja arquitectura.
Circuito Centro – Barrio La Perla
Se trata de un recorrido que puede realizarse a pie. Esta zona comprende construcciones ligadas al proceso de génesis de la ciudad tales como la Capilla Santa Cecilia, declarada Monumento Histórico Nacional y mojón para el trazado de la cuadrícula original de la ciudad, la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, villas y residencias de estilo pintoresquista con rasgos de corriente francesa, italiana, normanda y neocolonial.
En las fachadas se observan materiales como piedra o revoques similares, excelente carpintería con celosías, falsos “pans de bois”, balcones y barandas de madera hachada.
Una mención especial merece el Instituto y Oratorio de la Inmaculada Concepción Saturnino Unzué, que data de 1910 y fue inspirado en el “art nouveau” de la secesión vienesa. El oratorio constituye el elemento de mayor valor artístico de la construcción, por la riqueza de los materiales y profusión de símbolos litúrgicos, y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1985.
Circuito Casino - Torreón del Monje - Loma de Stella Maris
Un recorrido que se realiza caminando por el boulevard Patricio Peralta Ramos para ver el edificio del Casino y el del hotel Provincial, obra del arquitecto Alejandro Bustillo, separados por una plaza seca donde se ubican las esculturas que hicieron famosa a Mar del Plata, conocidas como “Los Lobos”. Todo el complejo es acompañado por una amplia rambla con su propia historia y varias remodelaciones, que fue sin ninguna duda el máximo paseo obligado de la elegancia porteña del 1900.
Rodeadas por modernos edificios, obras arquitectónicas como el Torreón del Monje, que data de 1904, o la Villa Unzué de Casares, de 1930, hoy son establecimientos gastronómicos. Ascendiendo la loma natural del relieve urbano por la calle Alvear, Villa Blaquier y Villa Ortiz Basualdo son dos exponentes de antiguas residencias veraniegas de aspecto palaciego. Esta última alberga actualmente al Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino con sus pinturas, grabados y fotografías. Un templo de valoración arquitectónica es la capilla Stella Maris, la virgen del mar y protectora de los pescadores. Con estilo neogótico y con exquisitos detalles de ornamentación: un altar de nogal tallado y su torre coronada por una cruz de bronce. En la misma zona, se encuentra la Torre Tanque, reservorio de 500.000 m3 de agua, de estilo pintoresquista: un verdadero castillo que nos remonta a la Edad Media.
En cercanías al centro comercial de la calle Güemes, se pueden observar villas y residencias con reminiscencias inglesas o italianas como Villa Magnasco, Villa Tur y la Casa Riglos, construidas a fines de la década del 30.
Circuito Barrios Divino Rostro – Los Troncos – Playa Grande
Se recomienda recorrerlo en vehículo, por las distancias entre las distintas residencias que se encuentran en los barrios más elegantes y tradicionales de Mar del Plata. Aquí, la arquitectura fundacional se mezcla con un diseño moderno.
La capilla Divino Rostro, en el barrio del mismo nombre, merece una visita. Su altar mayor fue traído de Perú y posee una réplica del rostro de Jesús. El tallado de los altares, púlpito, marcos de cuadros y el vía crucis están realizados en cedro y laminados en oro de 18 quilates.
En las inmediaciones a la capilla, tres imponentes residencias dan cuenta del estilo de vida de los cultos, ricos y famosos de esa época: Villa Emilio Mitre (museo y archivo histórico), Villa Victoria Ocampo (centro cultural) y Villa Silvina (colegio privado), que perteneció a los escritores Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo.
En Urquiza 3440 se encuentra la famosa “Casa de los Troncos”, denominación que luego adquirió todo el barrio. Esta vivienda es de influencia Suiza, data del año 1938 e impuso el uso de la madera hachada, que luego sería copiada en la mayoría de los chalets de la zona.
El Golf Club Mar del Plata, denominado en el ambiente golfista como “la Catedral del Golf”, es uno de los más importantes e imponentes edificios que de manera perfecta resume los años dorados de aquella época. De estilo “Tudor”, esta arquitectura fue utilizada en aquella época para clubes sociales y deportivos de la aristocracia inglesa.
El recorrido termina por el boulevard Patricio Peralta Ramos hacia el centro de la ciudad. Allí, una serie de residencias y chalets se suceden sobre la costa e interactuán armónicamente con el mar y las lomadas. Algunos funcionan como establecimientos gastronómicos, por ejemplo el chalet Castagnino y Villa Varese, priorizando la espectacular vista al mar.
Una visita al Aquarium de Mar del Plata
Pablo Etchevers
Junto a uno de los íconos emblemáticos de Mar del Plata, el faro de Punta Mogotes, se encuentra el “Aquarium Mar del Plata”, una pequeña pero ilustrativa muestra de la inmensidad del mar.
Otra vez mirando al mar
Estas experiencias y muchas otras más pueden ser vividas en el complejo Aquarium Mar del Plata, que tras 4 años de permanecer cerrado abrió otra vez sus puertas al público en general.
A lo largo de 12 hectáreas a orillas del mar y con una vista espectacular y privilegiada de Punta Mogotes, desde este verano (verano 2007) sus atractivos se encuentran abiertos esperando la entrada de todo aquel amante del mar y de sus habitantes.
Inaugurado en el año 1993, este parque fue y quiere volver a ser una de las mayores ofertas recreativas de la ciudad de Mar del Plata, garantizando a sus visitantes un día de diversión y entretenimiento, aunque por supuesto también de aprendizaje.
A los ya tradicionales shows de lobos marinos y delfines se les suma un fabuloso show de esquí acuático, en que cuatro motonautas muestran sus habilidades haciendo increíbles piruetas y malabares frente a los aplausos del entusiasta público.
Casi para tocarlos…
Un enorme acuario de peces, un teatro marino en 3D, un albergue de pingüinos y un tortugario y cocodrilario donde es posible observar además otras especies son otros de los atractivos que también posee el predio.
El cine en 3D es el primer cine tridimensional del país. Con una capacidad para 266 personas, se convierte en una verdadera experiencia que gracias a su magia permite al espectador sentir que con sólo estirar el brazo puede tocar todo lo que muestra el film.
Hoy, este cine sirve de sede a distintas experiencias pedagógicas que, junto a la fundación, al Puerto Ciencia y al Centro de Recuperación de Tortugas, se encargan de devolverle vida al mar, la misma que desde hace millones de años este no se ha cansado de crear.
Del mar hacia el mar
La visita constante de niños durante las colonias de vacaciones de verano es algo que se puede apreciar a simple vista y oír desde varias cuadras de distancias. Los más chicos no esconden sus sentimientos a la hora de homenajear y festejar los saltos de delfines, las morisquetas de lobos marinos o el paso extraño de los pingüinos que deambulan por el lugar.
Y todo vuelve hacia el mar. La playa “Aquarium” a la que se puede acceder luego de visitar el parque permite al visitante relajarse en el mar, ahora con otros ojos. Sabiendo que cada cosa que ve, que oye o que siente bien podría ser la presencia de algunos de los animalitos tan fascinantes que el acuario le ha pedido prestados al mar para mostrarlos a quien quiera visitarlo.
Playas y balnearios de Mar del Plata
Marcelo Sola Pablo Etchevers
De moderna urbanización, versátil, y con espléndidas playas, Mar del Plata es el destino turístico por excelencia del corredor de la Costa Atlántica. Presentamos las distintas ofertas de sus balnearios para disfrutar.
Pocas metrópolis balnearias en el mundo gozan de la extensión de playas que posee Mar del Plata, concediéndole a cada visitante un perfil diferente, el que más le complazca a la hora de pasar sus días frente al mar.
Al entrar en Mar del Plata por el acceso norte, que desemboca en la avenida de la costanera, fuimos recibidos por el magnífico Océano Atlántico, que le otorga una imagen deslumbrante a la moderna ciudad.
Pocas metrópolis balnearias en el mundo gozan de la extensión de playas que posee Mar del Plata, concediéndole a cada visitante un perfil diferente, el que más le complazca a la hora de pasar sus días frente al mar.
Familias tradicionales, artistas, amantes de las 4 x 4, de la pesca, de deportes náuticos y hasta nudistas tienen su lugar en las cálidas arenas que conforman la costa marplatense.
La oferta es múltiple y variada: modernos balnearios ofrecen cómodos vestuarios, locales gastronómicos, playas limpias y seguras gracias al servicio de guardavidas. Para disfrutar de la playa, una opción cada vez más frecuente es alquilar carpas y sombrillas por día, mes o temporada completa.
Comenzando desde el norte, las playas de Camet, enmarcadas con espigones para moderar el oleaje, comienzan a cumplir con la promesa de la región.
Hacia el sur, desde la playa La Perla, se despliega la vista panorámica del centro de la ciudad. De costas con diseños clásicos, sus balnearios fueron diseñados por el arquitecto Clorindo Testa. Punta Iglesia, Popular, Rambla Bristol, la Playa de los Pescadores, Toscas y el legendario Torreón del Monje se suceden uno tras otro, con todas las variantes para disfrutar al máximo de la estadía.
En Playa Varese, donde se forma una tranquila bahía gracias a la implementación de dos largas escolleras de piedra, se logra desarrollar una interesante pesca deportiva y deportes náuticos.
A continuación se suceden Playa Chica y Playa Grande, con selectos restaurantes para paladares exigentes. Al fondo de este imponente paisaje se descubre el puerto de la ciudad.
Pasando el puerto, donde la oferta gastronómica de pescados y mariscos es la mejor del lugar, se encuentran las playas de Punta Mogotes, con una imagen renovada, sumándose a la oferta de playas y balnearios exclusivos y de moderna construcción, con más de 9.000 carpas con servicios variados.
Finalmente, bien al sur se encuentran playas con médanos, bosques con pinares y aromos. En esta zona los balnearios son de óptima categoría, ofreciendo servicios del más alto y distinguido nivel.
Muchas personas, como nosotros, se disponen a disfrutar de la costa marplatense, de acuerdo a la ubicación del alojamiento. Como fuimos invitados al Hotel de la Asociación Bancaria de la Provincia de Buenos Aires, nos dispusimos en la zona que comprende los balnearios Alfonsina y Saint Michel.
Un sol radiante, el agua del mar a temperatura templada y la comida rápida de los restaurantes de la zona, hicieron que compartiéramos gratos momentos frente a la costa.
Voley playero, natación, pelota-paleta y el popular tejo playero se apoderaron de nuestro tiempo al momento de disfrutar de las bondades que Mar del Plata posee.
A la noche, luego de cenar en Tío Cursio, también disfrutamos de la costanera. La luna reflejada sobre el interminable océano, y el firmamento estrellado nos auguraban que a la mañana siguiente íbamos a poder embarcarnos en el Anamora y realizar una excursión en el pequeño crucero, obteniendo una perspectiva distinta de “La Feliz”, como se la conoce popularmente a la ciudad de Mar del Plata.
Pablo Etchevers
En temporada, Mar del Plata se convierte en la porteña calle Corrientes. Otros aseguran que en la ciudad feliz siempre es de noche. Teatros, cines, personajes inolvidables y un casino de película. La mística continúa intacta.
Siempre es temporada
Si existe un sitio turístico donde la noche pasa a ser un atractivo primordial en la agenda del veraneante, ese escenario es la ciudad de Mar del Plata. Lo más llamativo es que las distintas generaciones encuentran lo que buscan, cada cual con sus gustos, prioridades y expectativas.
Durante décadas, la ciudad feliz fue el escenario perfecto para que las distintas figuras del ambiente artístico se presentaran en los teatros e incluso en los cines para llevar a la costa los espectáculos que durante el año fueron exitosos en las grandes urbes. Las décadas del ´60 y ´70 edificaron y se apropiaron al mismo tiempo de una ciudad turística y popular que comenzó a delinear sus propios códigos. Entre estos, aparecieron algunos que le darían una peculiaridad pocas veces vista en otras latitudes: la relación de los artistas con su público.
Hoy, ya entrados en el año 2000, Mar del Plata conserva intacta esa mística que la vio nacer y que hoy la mantiene en vigencia. No por nada los artistas saben que, si quieren hacerse conocidos en todo el país, deben pasar obligatoriamente por la ciudad feliz.
La arquitectura histórica de Mar del Plata
Pablo Etchevers
Hacia 1900, Mar del Plata era el espacio de ocio preferido por las familias más aristocráticas de la sociedad argentina para pasar el verano. Fueron las construcciones de esa época las que definieron el estilo arquitectónico de la ciudad.
"¿Quién vivió, en estas casa de ayer, viejas casas que el tiempo bronceó, patios viejos, color de humedad, con leyendas de noches de amor?"
Tango : Casas viejas (1936)
Música : Francisco Canaro
Letra: Ivo Pelay
A principios de siglo, la costa marplatense podía proporcionar disfrute del verano sin la necesidad de viajar a Europa. Fue así que muchas de esas familias decidieron construir imponentes villas y suntuosas residencias a las que se trasladaban incluso con su nutrido personal doméstico todos los veranos.
Los materiales utilizados para la construcción de estos templos y mansiones eran traídos de todos los rincones de la vieja Europa, especialmente de Italia y Francia.
Hacia mediados de siglo, la expresión ecléctica de materiales, texturas, colores y composición de formas comenzó a convivir con técnicas y materiales locales, entre los que se destacan la Piedra Mar del Plata, la maderas, las tejas y cerámicas, haciendo de La Feliz una muestra clara y contundente de una nueva identidad arquitectónica: el “chalet” marplatense.
A pesar del paso del tiempo y de los procesos de demolición de buena parte de estas obras, hoy existen más de 300 construcciones que fueron declaradas como Bienes de Interés Patrimonial por sus valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos.
Quizás por el valor histórico y para evitar que el modernismo las siga destruyendo o dejando de lado, el EMTUR (Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata), acaba de proponerlas e incorporarlas dentro de un nuevo atractivo turístico que consiste principalmente en recuperar la historia marplatense a través de su vieja arquitectura.
Circuito Centro – Barrio La Perla
Se trata de un recorrido que puede realizarse a pie. Esta zona comprende construcciones ligadas al proceso de génesis de la ciudad tales como la Capilla Santa Cecilia, declarada Monumento Histórico Nacional y mojón para el trazado de la cuadrícula original de la ciudad, la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, villas y residencias de estilo pintoresquista con rasgos de corriente francesa, italiana, normanda y neocolonial.
En las fachadas se observan materiales como piedra o revoques similares, excelente carpintería con celosías, falsos “pans de bois”, balcones y barandas de madera hachada.
Una mención especial merece el Instituto y Oratorio de la Inmaculada Concepción Saturnino Unzué, que data de 1910 y fue inspirado en el “art nouveau” de la secesión vienesa. El oratorio constituye el elemento de mayor valor artístico de la construcción, por la riqueza de los materiales y profusión de símbolos litúrgicos, y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1985.
Circuito Casino - Torreón del Monje - Loma de Stella Maris
Un recorrido que se realiza caminando por el boulevard Patricio Peralta Ramos para ver el edificio del Casino y el del hotel Provincial, obra del arquitecto Alejandro Bustillo, separados por una plaza seca donde se ubican las esculturas que hicieron famosa a Mar del Plata, conocidas como “Los Lobos”. Todo el complejo es acompañado por una amplia rambla con su propia historia y varias remodelaciones, que fue sin ninguna duda el máximo paseo obligado de la elegancia porteña del 1900.
Rodeadas por modernos edificios, obras arquitectónicas como el Torreón del Monje, que data de 1904, o la Villa Unzué de Casares, de 1930, hoy son establecimientos gastronómicos. Ascendiendo la loma natural del relieve urbano por la calle Alvear, Villa Blaquier y Villa Ortiz Basualdo son dos exponentes de antiguas residencias veraniegas de aspecto palaciego. Esta última alberga actualmente al Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino con sus pinturas, grabados y fotografías. Un templo de valoración arquitectónica es la capilla Stella Maris, la virgen del mar y protectora de los pescadores. Con estilo neogótico y con exquisitos detalles de ornamentación: un altar de nogal tallado y su torre coronada por una cruz de bronce. En la misma zona, se encuentra la Torre Tanque, reservorio de 500.000 m3 de agua, de estilo pintoresquista: un verdadero castillo que nos remonta a la Edad Media.
En cercanías al centro comercial de la calle Güemes, se pueden observar villas y residencias con reminiscencias inglesas o italianas como Villa Magnasco, Villa Tur y la Casa Riglos, construidas a fines de la década del 30.
Circuito Barrios Divino Rostro – Los Troncos – Playa Grande
Se recomienda recorrerlo en vehículo, por las distancias entre las distintas residencias que se encuentran en los barrios más elegantes y tradicionales de Mar del Plata. Aquí, la arquitectura fundacional se mezcla con un diseño moderno.
La capilla Divino Rostro, en el barrio del mismo nombre, merece una visita. Su altar mayor fue traído de Perú y posee una réplica del rostro de Jesús. El tallado de los altares, púlpito, marcos de cuadros y el vía crucis están realizados en cedro y laminados en oro de 18 quilates.
En las inmediaciones a la capilla, tres imponentes residencias dan cuenta del estilo de vida de los cultos, ricos y famosos de esa época: Villa Emilio Mitre (museo y archivo histórico), Villa Victoria Ocampo (centro cultural) y Villa Silvina (colegio privado), que perteneció a los escritores Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo.
En Urquiza 3440 se encuentra la famosa “Casa de los Troncos”, denominación que luego adquirió todo el barrio. Esta vivienda es de influencia Suiza, data del año 1938 e impuso el uso de la madera hachada, que luego sería copiada en la mayoría de los chalets de la zona.
El Golf Club Mar del Plata, denominado en el ambiente golfista como “la Catedral del Golf”, es uno de los más importantes e imponentes edificios que de manera perfecta resume los años dorados de aquella época. De estilo “Tudor”, esta arquitectura fue utilizada en aquella época para clubes sociales y deportivos de la aristocracia inglesa.
El recorrido termina por el boulevard Patricio Peralta Ramos hacia el centro de la ciudad. Allí, una serie de residencias y chalets se suceden sobre la costa e interactuán armónicamente con el mar y las lomadas. Algunos funcionan como establecimientos gastronómicos, por ejemplo el chalet Castagnino y Villa Varese, priorizando la espectacular vista al mar.
Una visita al Aquarium de Mar del Plata
Pablo Etchevers
Junto a uno de los íconos emblemáticos de Mar del Plata, el faro de Punta Mogotes, se encuentra el “Aquarium Mar del Plata”, una pequeña pero ilustrativa muestra de la inmensidad del mar.
Otra vez mirando al mar
Estas experiencias y muchas otras más pueden ser vividas en el complejo Aquarium Mar del Plata, que tras 4 años de permanecer cerrado abrió otra vez sus puertas al público en general.
A lo largo de 12 hectáreas a orillas del mar y con una vista espectacular y privilegiada de Punta Mogotes, desde este verano (verano 2007) sus atractivos se encuentran abiertos esperando la entrada de todo aquel amante del mar y de sus habitantes.
Inaugurado en el año 1993, este parque fue y quiere volver a ser una de las mayores ofertas recreativas de la ciudad de Mar del Plata, garantizando a sus visitantes un día de diversión y entretenimiento, aunque por supuesto también de aprendizaje.
A los ya tradicionales shows de lobos marinos y delfines se les suma un fabuloso show de esquí acuático, en que cuatro motonautas muestran sus habilidades haciendo increíbles piruetas y malabares frente a los aplausos del entusiasta público.
Casi para tocarlos…
Un enorme acuario de peces, un teatro marino en 3D, un albergue de pingüinos y un tortugario y cocodrilario donde es posible observar además otras especies son otros de los atractivos que también posee el predio.
El cine en 3D es el primer cine tridimensional del país. Con una capacidad para 266 personas, se convierte en una verdadera experiencia que gracias a su magia permite al espectador sentir que con sólo estirar el brazo puede tocar todo lo que muestra el film.
Hoy, este cine sirve de sede a distintas experiencias pedagógicas que, junto a la fundación, al Puerto Ciencia y al Centro de Recuperación de Tortugas, se encargan de devolverle vida al mar, la misma que desde hace millones de años este no se ha cansado de crear.
Del mar hacia el mar
La visita constante de niños durante las colonias de vacaciones de verano es algo que se puede apreciar a simple vista y oír desde varias cuadras de distancias. Los más chicos no esconden sus sentimientos a la hora de homenajear y festejar los saltos de delfines, las morisquetas de lobos marinos o el paso extraño de los pingüinos que deambulan por el lugar.
Y todo vuelve hacia el mar. La playa “Aquarium” a la que se puede acceder luego de visitar el parque permite al visitante relajarse en el mar, ahora con otros ojos. Sabiendo que cada cosa que ve, que oye o que siente bien podría ser la presencia de algunos de los animalitos tan fascinantes que el acuario le ha pedido prestados al mar para mostrarlos a quien quiera visitarlo.
Playas y balnearios de Mar del Plata
Marcelo Sola Pablo Etchevers
De moderna urbanización, versátil, y con espléndidas playas, Mar del Plata es el destino turístico por excelencia del corredor de la Costa Atlántica. Presentamos las distintas ofertas de sus balnearios para disfrutar.
Pocas metrópolis balnearias en el mundo gozan de la extensión de playas que posee Mar del Plata, concediéndole a cada visitante un perfil diferente, el que más le complazca a la hora de pasar sus días frente al mar.
Al entrar en Mar del Plata por el acceso norte, que desemboca en la avenida de la costanera, fuimos recibidos por el magnífico Océano Atlántico, que le otorga una imagen deslumbrante a la moderna ciudad.
Pocas metrópolis balnearias en el mundo gozan de la extensión de playas que posee Mar del Plata, concediéndole a cada visitante un perfil diferente, el que más le complazca a la hora de pasar sus días frente al mar.
Familias tradicionales, artistas, amantes de las 4 x 4, de la pesca, de deportes náuticos y hasta nudistas tienen su lugar en las cálidas arenas que conforman la costa marplatense.
La oferta es múltiple y variada: modernos balnearios ofrecen cómodos vestuarios, locales gastronómicos, playas limpias y seguras gracias al servicio de guardavidas. Para disfrutar de la playa, una opción cada vez más frecuente es alquilar carpas y sombrillas por día, mes o temporada completa.
Comenzando desde el norte, las playas de Camet, enmarcadas con espigones para moderar el oleaje, comienzan a cumplir con la promesa de la región.
Hacia el sur, desde la playa La Perla, se despliega la vista panorámica del centro de la ciudad. De costas con diseños clásicos, sus balnearios fueron diseñados por el arquitecto Clorindo Testa. Punta Iglesia, Popular, Rambla Bristol, la Playa de los Pescadores, Toscas y el legendario Torreón del Monje se suceden uno tras otro, con todas las variantes para disfrutar al máximo de la estadía.
En Playa Varese, donde se forma una tranquila bahía gracias a la implementación de dos largas escolleras de piedra, se logra desarrollar una interesante pesca deportiva y deportes náuticos.
A continuación se suceden Playa Chica y Playa Grande, con selectos restaurantes para paladares exigentes. Al fondo de este imponente paisaje se descubre el puerto de la ciudad.
Pasando el puerto, donde la oferta gastronómica de pescados y mariscos es la mejor del lugar, se encuentran las playas de Punta Mogotes, con una imagen renovada, sumándose a la oferta de playas y balnearios exclusivos y de moderna construcción, con más de 9.000 carpas con servicios variados.
Finalmente, bien al sur se encuentran playas con médanos, bosques con pinares y aromos. En esta zona los balnearios son de óptima categoría, ofreciendo servicios del más alto y distinguido nivel.
Muchas personas, como nosotros, se disponen a disfrutar de la costa marplatense, de acuerdo a la ubicación del alojamiento. Como fuimos invitados al Hotel de la Asociación Bancaria de la Provincia de Buenos Aires, nos dispusimos en la zona que comprende los balnearios Alfonsina y Saint Michel.
Un sol radiante, el agua del mar a temperatura templada y la comida rápida de los restaurantes de la zona, hicieron que compartiéramos gratos momentos frente a la costa.
Voley playero, natación, pelota-paleta y el popular tejo playero se apoderaron de nuestro tiempo al momento de disfrutar de las bondades que Mar del Plata posee.
A la noche, luego de cenar en Tío Cursio, también disfrutamos de la costanera. La luna reflejada sobre el interminable océano, y el firmamento estrellado nos auguraban que a la mañana siguiente íbamos a poder embarcarnos en el Anamora y realizar una excursión en el pequeño crucero, obteniendo una perspectiva distinta de “La Feliz”, como se la conoce popularmente a la ciudad de Mar del Plata.
ITALIA: ROMA: Veinte motivos para amar a Roma
Veinte motivos para amar a Roma
A pesar de su cultura eterna, su historia
infinita, sus plazas deslumbrantes, sus iglesias seculares, sus artistas
únicos, sus obras de arte insuperables, sus palacios nobles, hay también
algunas razones más simples para enamorarse de esta maravillosa ciudad.
Por Ginevra Visconti | Para
LA NACION
I
La primera razón es
muy simple: la palabra Roma es especular de amor, del latín durante la época
del antiguo imperio romano, pero también en el español actual. Escuelas de
teología y largas investigaciones revelan que Roma no fue llamada así por
casualidad, sino por ser una ciudad destinada a transformarse en caput mundi,
en latín, centro del mundo .
II
Más allá de las
raras ocasiones en que nieva y la ciudad se detiene, el clima soleado y
temperado es otro motivo valido para enamorarse de Roma: el cielo se tiñe
de azul casi todos los días y desde el mar llega la brisa, el gorjeo de las
gaviotas y el olor mediterráneo de los pinos marítimos.
III
El sonido del agua
de las numerosas fuentes diseminadas por toda la ciudad acompaña el
ritmo de la vida romana. Cada fuente tiene su razón de existir, como por
ejemplo la Dell' Acqua
Paola, en el Gianicolo (una de las siete colinas de Roma), que debido a su
ubicación permite en una sola mirada percibir toda la pasión, el trabajo y el
esplendor de los artistas que han construido la ciudad durante siglos.
IV
En el centro
histórico , cualquier dirección puede corresponder a un antiguo palacio
majestuoso que representa la potencia de las grandes familias nobles romanas,
de la iglesia opulenta y de los papas dispendiosos de la antigüedad. Las
cúpulas, las fachadas, las fuentes realizadas por los máximos arquitectos del
siglo XVII, Gianlorenzo Bernini y Francesco Borromini, hacen revivir la época
barroca en cada esquina.
V
Los domingos al mediodía
más vale recibir la misa y la bendición del Papa en la plaza San Pietro,
antes de visitar la Basílica
di San Pietro, las tumbas de los papas, los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina.
Y, al fin, enfrentar la difícil subida a la cúpula de San Pietro para
sorprenderse frente al paisaje. Recordar que se trata de un lugar sagrado al
que conviene llegar con espalda y rodillas cubiertas para no quedarse afuera.
Para averiguar los horarios de misa y demás información, consultar
VI
Comer carciofi alla
giudia (alcauciles a la judía) en el antiguo barrio judío es un momento
gastronómico revelador. El encanto de este barrio, hoy entre los más
fascinantes y eclécticos de la ciudad, también se debe a la cantidad de
restaurantes que sirven comida riquísima a muy buen precio. Por entre 6 y 10
euros se puede comer un plato de alcauciles, de bucatini (un tipo de pasta)
all'amatriciana o las puntarelle alla romana, ensalada especial condimentada con
salsa de anchoas, típica de la capital italiana.
VII
Mirar por la
cerradura del Giardino degli Aranci (Jardín de los Naranjos), en la cima del
Aventino (otra de las siete colinas de Roma), es una forma tradicional, pero
muy original de gozar de la vista de Roma. Metiendo el ojo en el hueco de la
cerradura de la puerta del Priorato dei Cavalieri di Malta (sede histórica de
esta orden religiosa) aparece la cúpula de San Pietro enmarcada en los árboles
del Priorato como si fuera un cuadro.
VIII
Girare in motorino
( recorrer en motocicleta ) es la típica y la mejor forma (¡y la más
rápida!) de conocer Roma. Así se evita el tránsito caótico y se llega a tiempo
para ver el atardecer desde la terraza del Castel Sant'Angelo, del año 139, en
la orilla derecha del río Tevere, a pasos de la Ciudad del Vaticano. A esas
horas, por el Lungotevere, el bulevar que corre junto al río, se ven los
antiguos palacios que se asoman asumiendo una tonalidad miel.
IX
Comer sandía por
las calles es otra tradición bien romana. En verano las calles se llenan de
quioscos de frutas que, por un euro, venden sandía ya servida en un plato, con
un cuchillo, útil para recuperarse de la canícula molesta de los días de
verano.
X
Probar pizza en San
Lorenzo : los restaurantes y trattorias de este barrio tradicional llenan las
veredas con mesitas y ofrecen las pizzas más ricas de la ciudad. Con un precio
medio entre 18 y 20 euros, en los restaurantes Il Podista, i Fratelli, La Casetta e Il Maratoneta se
puede tomar una cerveza, comer una rica entrada, una deliciosa pizza y terminar
con un enérgico café expreso.
XI
Ir al histórico mercado
de pulgas de Porta Portese , que se realiza en la homónima plaza en el
barrio de Trastevere los domingos por la mañana, es ideal para encontrar de
todo un poco, desde ropa hasta bicicletas usadas. Negociar con los vendedores y
evitar que a uno lo estafen es parte del programa.
XII
Bere al Nasone
significa tomar agua de las canillas distribuidas por toda la ciudad,
donde corre constantemente agua fría para refrescar a los turistas durante las
visitas de verano. Se tapa el hueco donde sale el agua y ésta sale por la
canilla superior que parece una gran nariz (nasone).
XIII
Por estar apenas a 30 kilómetros , el mar
es un destino fijo de vacaciones y fines de semana de los ciudadanos romanos. A
las cercanas playas del Lido se llega por la transitada autopista o en
media hora por un tren legendario, que sale de la estación Porta San Paolo y
que parece salido de una película de otra época.
XIV
Prendere l'
aperitivo ( tomar una copa con picada antes de cenar) es una tradición
bien italiana. En Roma esta tradición se concreta en Campo dei Fiori, uno de
los lugares más alegres de la ciudad, punto de encuentro nocturno popular de
los jóvenes, que se reúnen para tomar un vino o un Negroni Sbagliato (un cóctel
muy típico) entorno de la plaza.
XV
Un paseo por los jardines
de Villa Borghese es un placer para los sentidos, sobre todo cuando termina
en el prestigioso Caffè delle Arti de la Galleria nazionale d'arte moderna e contemporánea,
donde se puede admirar la importante colección de obras de arte de los siglos
XIX y XX, que es un verdadero desafío a la antigüedad de la ciudad.
XVI
El Sarcofago
degli Sposi , una tumba de terracota milenaria del Museo Nazionale Etrusco
di Villa Giulia, que representa dos esposos antes de la muerte, es el mejor
ejemplo del amor eterno, el amor alrededor del cual el mundo gira.
XVII
Ir de compras por las elegantes
calles del centro Vía Condotti, Vía del Babuino, Vía del Corso, puede ser una
experiencia inolvidable o una verdadera pesadilla, dependiendo del día. Los
sábados se asiste a lo que los romanos llaman struscio, una enorme fila de
gente que se mueve lenta a lo largo de la calle mirando encantadoras vidrieras,
entrando y saliendo de los bares, y charlando en las veredas.
XVIII
Parte de la vida de
los italianos es el fútbol. Ver un partido del Derby Roma-Lazio en el
estadio Olimpico es una experiencia divertida, folklórica y apasionante, y una
forma para aprender rápidamente el dialecto local y... unas cuantas mala
palabras.
XIX
Buscar cornetti
después del boliche . En Italia, los boliches cierran más temprano que
en la Argentina ,
pero la noche es larga igual y después de bailar, un programa típico es
recorrer la ciudad en busca de confiterías abiertas de noche y que por la
madrugada sacan cornetti caldi (medialunas calientes). La Dolce Maniera , Bar
Romoli, Cornetto Notte e Il Sorchettaro son algunas de las confiterías más
frecuentadas por los insaciables noctámbulos
XX
Finalmente, para
asegurarse de volver pronto a Roma hay que tirar la monedita en la famosa
Fontana di Trevi , la fuente donde Anita Ekberg se bañaba sensual bajo la
mirada encantada de Marcello Mastroianni en la película La Dolce Vita , bien
representativa de los efectos que Roma produce sobre quien la visita
Via Paraiso - Agencia de Turismo
Visitenos: www.viaparaiso.com
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miércoles, 19 de febrero de 2014
URUGUAY: MONTEVIDEO
MONTEVIDEO
(sugerimos ller la pagina 3: Tips de Montevideo
http://static.hosteltur.com/web/uploads/2014/02/Montevideo_la_personalidad_de_la_capital_uruguaya.pdf
ARGENTINA: JUJUY: Secretos de la Quebrada
Secretos de la Quebrada
El lado B de un circuito clásico, una colección de pueblos, caseríos y rincones perdidos para descubrir por los caminos de la Quebrada de Humahuaca
Bajo el diáfano clima quebradeño, de cielos azules y persistente sol, la ruta 9 en su recorrido hasta Humahuaca ya es un circuito turístico clásico, pero aún guarda rincones poco conocidos. Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Quebrada de Humahuaca ofrece paisajes multicolores, una intensa cultura aborigen que incluye una rica gastronomía, y la posibilidad de descubrir pueblos perdidos, bellezas escondidas y vestigios arqueológicos. Y la mística de las comunidades aborígenes que habitan la región desde hace miles de años y abren sus puertas para compartir las tradiciones de sus ancestros, donde reina la Pachamama, siempre presente en toda festividad.
Existe en la Quebrada un turismo rural cada vez más organizado, que aporta alternativas de alojamiento diferente en hosterías y fincas, ideales para tomar como base de operaciones y recorrer desde allí infinidad de programas. Purmamarca y Tilcara son los puntos más concurridos del recorrido, pero desde Volcán, virtual portal del circuito, aparecen también hitos como Tumbaya, Maimará y otros rincones dignos de explorar.
HUACALERA
La línea imaginaria del trópico de Capricornio es sólo un hito en la ruta y Huacalera pasa inadvertida para los automovilistas que circulan raudos camino a Humahuaca. Sólo la iglesia y el bello hotel aledaño llaman la atención. Pero es justamente desde allí donde se abre una zona salpicada por el turismo rural más representativo de la cultura aborigen de la Quebrada.
Hay que visitar el pueblo y hacerle una vista a Paulina Farfán, una colla de eterna sonrisa e infaltable sombrero, que cultiva papines y hace el mejor queso de cabra del lugar, dos ingredientes que Ana Ponce, chef del hotel Huacalera, aprovecha muy bien.
Dentro de un clima rural con lugareños a caballo que llegan al almacén de ramos generales, el sitio, que fue una parcialidad omaguaca, conserva la antigua posta de adobe y un viejo molino dentro de un paisaje colmado de sembradíos. Recortado sobre un fondo de cerros y junto a uno de los nuevos viñedos de la Quebrada aparece el Solar del Trópico, el hotelito de campo de Analía y Remy Rasse. El francés trotamundos y pintor, y la jujeña fotógrafa, eligieron el privilegiado lugar para vivir y recibir huéspedes en cinco habitaciones equipadas en un cálido estilo rústico, lo mismo que la amplia sala con salamandra que da a las galerías que envuelven a la construcción.
El luminoso atelier aledaño muestra los trabajos en pintura y escultura de Remy, que los alterna con el de cocinero, cuando por las noches se calza el delantal y ofrece una cocina fusión andino-mediterránea. En el lugar se organizan cabalgatas y paseos por los alrededores o hasta el pucará de la Huerta, Incacueva y el volcán de Yacoraite.
UQUÍA
"Para comer rico, en lo de Olga", recomienda el vendedor del mercadito de artesanías que forma parte del entorno de la bella iglesia de Uquía, parada obligada camino a Humahuaca para visitarla y ver sus famosos ángeles arcabuceros de la escuela cuzqueña.
Es mediodía y se impone un almuerzo para lo que habrá que enfilar hacia la calle Viltipoco, donde a unas pocas cuadras un cartel anuncia Cerro la Señorita Resto-Bar, impensable propuesta en esa estrecha callecita donde adobe y silencio parecen ir de la mano. Los agudos ladridos de tres minisalchichas de pura raza salen a recibirnos junto a Olga Guzmán secándose las manos en su delantal. El sitio es uno de esos hallazgos que brinda la tradición oral de la Quebrada, más efectiva que cualquier guía y un regalo para el viajero curioso y preguntón.
En la sencilla casa, Olga instaló un pequeño comedor junto a un gran ventanal que da a la huerta, donde la cocinera cultiva variedades originales de la zona, junto a las frambuesas que le dan forma a su mentada torta y dulces. Imposible dejar pasar un almuerzo allí y probar la rica cazuela de cabrito o el pastel de quinoa, mientras las damas seguramente hurgarán en el perchero con lindas prendas tejidas en lana de llama, junto al sector almacén del lugar. Algunos hasta llegarán a tentarse con hacer noche en la habitación equipada con esmero por la patrona, para deslumbrarse con los impagables cielos estrellados de la Quebrada, luego de un paseo por el colorido cerro de las Señoritas o el antiguo Molino de los Guzmán, que también se prepara para recibir visitantes.
OCUMAZO
Desde Humahuaca se abre un circuito para armar a gusto de cada viajero, especial para los que cuenten con vehículo propio o alquilado, como llegar a Ocumazo, que brinda también, avisando con anticipación, ir a buscarlos a la ternimal de ómnibus. La comunidad, conocida como El Valle Escondido, es una intensa pincelada de verde que la dan las parcelas allí cultivadas por el pueblo originario, entre bellos cerros multicolores y donde en las fincas regadas y trabajadas con animales se comparten sus labores agrícolas y el trabajo de los pastores con sus rebaños en un cálido clima que aportan los habitantes, oficiando de anfitriones para acompañarlos, además, a cortas caminatas y paseos a caballo, o travesías más largas acordadas con anticipación, como una visita al antiguo molino, a los petroglifos o a la majestuosa cadena El Horcomal con sus cerros de once colores.
En la comunidad se consume todo lo que se produce, en una gastronomía con sabrosos platos típicos que, según la época del año, será a base de ingredientes frescos como en tiempo de cosecha de sus huertos orgánicos, o en invierno, donde aparecen el charqui y la chalona en las ricas recetas que brinda la comunidad, a los que suma buenos quesos de cabra y oveja junto a la artesanía de sus telares. En pocos kilómetros más está Coctaca, espectacular sitio de la civilización omaguaca que ofrece un inmenso panorama de su avanzada agricultura, presente en los andenes que aún se perciben y que se pierden en el lejano horizonte coronado de cerros.
HORNADITAS
A sólo 15 kilómetros de Humahuaca, Clarita Lamas sigue trajinando entre los fogones de hierro y adobe, donde en humeantes cacerolas prepara los sabrosos platos que los visitantes disfrutarán en la mesa tendida en el patio de su casa. Ella y Héctor, su marido, casi sin pensarlo, fueron los gestores a principios de la década de un programa que, con el apoyo del gobierno de Jujuy, dio el puntapié inicial del Turismo Rural de Base Comunitaria, al que adhieren hoy otros grupos aborigen de la región.
Los Lamas, ya famosos en la zona, reciben a los viajeros para brindarles ricos desayunos de mate cocido con las típicas tortillas recién salidas de la parrilla, o almuerzos de recetas andinas y cantidad de programas que se sumergen en las ancestrales tradiciones collas. Con ellos se comparten también las labores cotidianas de la tierra, ordeño de cabras, elaboración de quesos y dulces caseros, y trabajos en los telares autóctonos quebradeños. También ofrecen acompañarlos en un paseo al pueblo, al otro lado de la ruta, y visitar su linda capilla y el mirador, así como el cardón y el churqui más antiguo de la Quebrada, todo un orgullo de la comunidad, y llegar hasta los antigales, esos ancestrales y venerados cementerios, para descubrir en el recorrido pinturas rupestres y petroglifos que aparecen sin aviso previo en el camino.
ESPEJO DE SAL
No está precisamente en la Quebrada, pero se puede acceder desde ella, aunque el camino más directo, cerca de 200 km, es desde la capital de Jujuy. Especial para los viajeros que gustan de un toque de aventura, una visita a la comunidad Espejo de Sal es una experiencia inolvidable. Ganadora del primer premio nacional de la Red Argentina de Turismo Rural Comunitario, invita a internarse en la Puna para deslumbrarse, además, con los descomunales paisajes de las Salinas Grandes y la laguna de Guayatayoc, en un viaje para disfrutarlo sin apuro, dejándose llevar por el apacible clima puneño.
Ocho comunidades integran el proyecto, que contó con capacitadores en gastronomía, idiomas y turismo para poner a punto a las familias comunitarias que ya están listas a recibir visitantes que pueden alojarse en sus casas, en sencillas y confortables habitaciones con baño compartido, aunque hay también algunas con baño exclusivo.
El lugar invita a participar de la vida cotidiana de la comunidad, siguiendo a las pastoras de llamas, viendo el trabajo de los mineros de la sal y las labores en lana salidas de los rústicos telares de los artesanos, y especialmente degustar su gastronomía con platos típicos como el piri, la kalapurca, el mote con queso, las empanadas de quinoa o el lomo de llama relleno. Como guías calificados, los llevarán a recorrer sus cultivos andinos y los ancestrales andenes de la zona, y conocer la mística de la comunidad en sus capillas, donde se mezcla el fervor religioso y la Pachamama, con la música de fondo del sonido de las quenas y los sikus.
DATOS ÚTILES
Con movilidad propia, los amantes del off-road estarán de parabienes para internarse en los poblados de la Quebrada y descubrir sus incontables tesoros, pero también para los de a pie existe en el circuito una aceitada movilidad que la da el permanente ir y venir de diferentes líneas de micros locales; se pueden tomar en las paradas al borde de la ruta con tarifas supermódicas. Por ejemplo, de Tilcara a Huacalera, $ 5,50. Lo mismo que los taxis remises que siempre algún lugareño ofrece para cubrir cualquier tramo. Ejemplo, Huacalera-Uquia-Humahuaca, $ 60.
Más información
www.turismo.jujuy.gov.ar.
El lado B de un circuito clásico, una colección de pueblos, caseríos y rincones perdidos para descubrir por los caminos de la Quebrada de Humahuaca
Bajo el diáfano clima quebradeño, de cielos azules y persistente sol, la ruta 9 en su recorrido hasta Humahuaca ya es un circuito turístico clásico, pero aún guarda rincones poco conocidos. Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Quebrada de Humahuaca ofrece paisajes multicolores, una intensa cultura aborigen que incluye una rica gastronomía, y la posibilidad de descubrir pueblos perdidos, bellezas escondidas y vestigios arqueológicos. Y la mística de las comunidades aborígenes que habitan la región desde hace miles de años y abren sus puertas para compartir las tradiciones de sus ancestros, donde reina la Pachamama, siempre presente en toda festividad.
Existe en la Quebrada un turismo rural cada vez más organizado, que aporta alternativas de alojamiento diferente en hosterías y fincas, ideales para tomar como base de operaciones y recorrer desde allí infinidad de programas. Purmamarca y Tilcara son los puntos más concurridos del recorrido, pero desde Volcán, virtual portal del circuito, aparecen también hitos como Tumbaya, Maimará y otros rincones dignos de explorar.
HUACALERA
La línea imaginaria del trópico de Capricornio es sólo un hito en la ruta y Huacalera pasa inadvertida para los automovilistas que circulan raudos camino a Humahuaca. Sólo la iglesia y el bello hotel aledaño llaman la atención. Pero es justamente desde allí donde se abre una zona salpicada por el turismo rural más representativo de la cultura aborigen de la Quebrada.
Hay que visitar el pueblo y hacerle una vista a Paulina Farfán, una colla de eterna sonrisa e infaltable sombrero, que cultiva papines y hace el mejor queso de cabra del lugar, dos ingredientes que Ana Ponce, chef del hotel Huacalera, aprovecha muy bien.
Dentro de un clima rural con lugareños a caballo que llegan al almacén de ramos generales, el sitio, que fue una parcialidad omaguaca, conserva la antigua posta de adobe y un viejo molino dentro de un paisaje colmado de sembradíos. Recortado sobre un fondo de cerros y junto a uno de los nuevos viñedos de la Quebrada aparece el Solar del Trópico, el hotelito de campo de Analía y Remy Rasse. El francés trotamundos y pintor, y la jujeña fotógrafa, eligieron el privilegiado lugar para vivir y recibir huéspedes en cinco habitaciones equipadas en un cálido estilo rústico, lo mismo que la amplia sala con salamandra que da a las galerías que envuelven a la construcción.
El luminoso atelier aledaño muestra los trabajos en pintura y escultura de Remy, que los alterna con el de cocinero, cuando por las noches se calza el delantal y ofrece una cocina fusión andino-mediterránea. En el lugar se organizan cabalgatas y paseos por los alrededores o hasta el pucará de la Huerta, Incacueva y el volcán de Yacoraite.
UQUÍA
"Para comer rico, en lo de Olga", recomienda el vendedor del mercadito de artesanías que forma parte del entorno de la bella iglesia de Uquía, parada obligada camino a Humahuaca para visitarla y ver sus famosos ángeles arcabuceros de la escuela cuzqueña.
Es mediodía y se impone un almuerzo para lo que habrá que enfilar hacia la calle Viltipoco, donde a unas pocas cuadras un cartel anuncia Cerro la Señorita Resto-Bar, impensable propuesta en esa estrecha callecita donde adobe y silencio parecen ir de la mano. Los agudos ladridos de tres minisalchichas de pura raza salen a recibirnos junto a Olga Guzmán secándose las manos en su delantal. El sitio es uno de esos hallazgos que brinda la tradición oral de la Quebrada, más efectiva que cualquier guía y un regalo para el viajero curioso y preguntón.
En la sencilla casa, Olga instaló un pequeño comedor junto a un gran ventanal que da a la huerta, donde la cocinera cultiva variedades originales de la zona, junto a las frambuesas que le dan forma a su mentada torta y dulces. Imposible dejar pasar un almuerzo allí y probar la rica cazuela de cabrito o el pastel de quinoa, mientras las damas seguramente hurgarán en el perchero con lindas prendas tejidas en lana de llama, junto al sector almacén del lugar. Algunos hasta llegarán a tentarse con hacer noche en la habitación equipada con esmero por la patrona, para deslumbrarse con los impagables cielos estrellados de la Quebrada, luego de un paseo por el colorido cerro de las Señoritas o el antiguo Molino de los Guzmán, que también se prepara para recibir visitantes.
OCUMAZO
Desde Humahuaca se abre un circuito para armar a gusto de cada viajero, especial para los que cuenten con vehículo propio o alquilado, como llegar a Ocumazo, que brinda también, avisando con anticipación, ir a buscarlos a la ternimal de ómnibus. La comunidad, conocida como El Valle Escondido, es una intensa pincelada de verde que la dan las parcelas allí cultivadas por el pueblo originario, entre bellos cerros multicolores y donde en las fincas regadas y trabajadas con animales se comparten sus labores agrícolas y el trabajo de los pastores con sus rebaños en un cálido clima que aportan los habitantes, oficiando de anfitriones para acompañarlos, además, a cortas caminatas y paseos a caballo, o travesías más largas acordadas con anticipación, como una visita al antiguo molino, a los petroglifos o a la majestuosa cadena El Horcomal con sus cerros de once colores.
En la comunidad se consume todo lo que se produce, en una gastronomía con sabrosos platos típicos que, según la época del año, será a base de ingredientes frescos como en tiempo de cosecha de sus huertos orgánicos, o en invierno, donde aparecen el charqui y la chalona en las ricas recetas que brinda la comunidad, a los que suma buenos quesos de cabra y oveja junto a la artesanía de sus telares. En pocos kilómetros más está Coctaca, espectacular sitio de la civilización omaguaca que ofrece un inmenso panorama de su avanzada agricultura, presente en los andenes que aún se perciben y que se pierden en el lejano horizonte coronado de cerros.
HORNADITAS
A sólo 15 kilómetros de Humahuaca, Clarita Lamas sigue trajinando entre los fogones de hierro y adobe, donde en humeantes cacerolas prepara los sabrosos platos que los visitantes disfrutarán en la mesa tendida en el patio de su casa. Ella y Héctor, su marido, casi sin pensarlo, fueron los gestores a principios de la década de un programa que, con el apoyo del gobierno de Jujuy, dio el puntapié inicial del Turismo Rural de Base Comunitaria, al que adhieren hoy otros grupos aborigen de la región.
Los Lamas, ya famosos en la zona, reciben a los viajeros para brindarles ricos desayunos de mate cocido con las típicas tortillas recién salidas de la parrilla, o almuerzos de recetas andinas y cantidad de programas que se sumergen en las ancestrales tradiciones collas. Con ellos se comparten también las labores cotidianas de la tierra, ordeño de cabras, elaboración de quesos y dulces caseros, y trabajos en los telares autóctonos quebradeños. También ofrecen acompañarlos en un paseo al pueblo, al otro lado de la ruta, y visitar su linda capilla y el mirador, así como el cardón y el churqui más antiguo de la Quebrada, todo un orgullo de la comunidad, y llegar hasta los antigales, esos ancestrales y venerados cementerios, para descubrir en el recorrido pinturas rupestres y petroglifos que aparecen sin aviso previo en el camino.
ESPEJO DE SAL
No está precisamente en la Quebrada, pero se puede acceder desde ella, aunque el camino más directo, cerca de 200 km, es desde la capital de Jujuy. Especial para los viajeros que gustan de un toque de aventura, una visita a la comunidad Espejo de Sal es una experiencia inolvidable. Ganadora del primer premio nacional de la Red Argentina de Turismo Rural Comunitario, invita a internarse en la Puna para deslumbrarse, además, con los descomunales paisajes de las Salinas Grandes y la laguna de Guayatayoc, en un viaje para disfrutarlo sin apuro, dejándose llevar por el apacible clima puneño.
Ocho comunidades integran el proyecto, que contó con capacitadores en gastronomía, idiomas y turismo para poner a punto a las familias comunitarias que ya están listas a recibir visitantes que pueden alojarse en sus casas, en sencillas y confortables habitaciones con baño compartido, aunque hay también algunas con baño exclusivo.
El lugar invita a participar de la vida cotidiana de la comunidad, siguiendo a las pastoras de llamas, viendo el trabajo de los mineros de la sal y las labores en lana salidas de los rústicos telares de los artesanos, y especialmente degustar su gastronomía con platos típicos como el piri, la kalapurca, el mote con queso, las empanadas de quinoa o el lomo de llama relleno. Como guías calificados, los llevarán a recorrer sus cultivos andinos y los ancestrales andenes de la zona, y conocer la mística de la comunidad en sus capillas, donde se mezcla el fervor religioso y la Pachamama, con la música de fondo del sonido de las quenas y los sikus.
DATOS ÚTILES
Con movilidad propia, los amantes del off-road estarán de parabienes para internarse en los poblados de la Quebrada y descubrir sus incontables tesoros, pero también para los de a pie existe en el circuito una aceitada movilidad que la da el permanente ir y venir de diferentes líneas de micros locales; se pueden tomar en las paradas al borde de la ruta con tarifas supermódicas. Por ejemplo, de Tilcara a Huacalera, $ 5,50. Lo mismo que los taxis remises que siempre algún lugareño ofrece para cubrir cualquier tramo. Ejemplo, Huacalera-Uquia-Humahuaca, $ 60.
Más información
www.turismo.jujuy.gov.ar.
BRASIL: RIO DE JANEIRO: Imperdibles para quienes visiten Rio
Imperdibles para quienes visiten Rio de Janeiro
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
¿Que hacer en Rio cuando llueve?
Es muy poco probable que algún día en nuestras vacaciones en Rio de Janeiro no llueva. Quizás la época de más húmedas es de noviembre a enero, pero igual es una ciudad que ama sus lluvias.
Lo cierto es que cambia, el paisaje es otro completamente diferente a otras ciudades cosmopolitas; Rio siempre tiene que estar bañada por un sol, pero si eso no nos pasa, acá sugerimos algunas ideas para que puedan disfrutar de la ciudad carioca.
Para tomar café y comprar libros, música o películas, nada mejor que ir a la cadena Livraria Da Travessa. En Ipanema hay dos locales, uno en el Shopping Leblon y otro en el Shopping Barra Tiyuca, pero también hay otras sucursales. No dejen de ir a visitar esta fabulosa librería en donde, con precios razonables, es posible comer, tomar café o un buen trago mientras se puede buscar libros, discos y películas, muchas que en Argentina no tienen edición. Un buen dato: siempre hay mesas con ofertas. Además tienen conexión a Internet y, si tienen suerte, podrán ver en vivo algún recital. Los horarios van de las 9 a las 21hs.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
El Museu de Arte Moderna (Mam), está ubicado frente a la plaza Cinelandia. Lo podrán ver de lejos, ya que es una estructura modernista, de concreto y mucho vidrio. Siempre hay varias exposiciones temporarias, pero la colección del museo incluye obras de Henry Moore, Giacometti, Jackson Pollack y Tarsila do Amaral, entre otros. El museo es para recorrerlo tranquilo, no excesivamente grande y con el tiempo justo para disfrutar las espaciosas galerías y una vista envidiable al parque. El Mam también tiene una cinemateca, un café y un muy buen restaurante, aunque con precios un poco altos. Los lunes está cerrado y los miércoles es gratis después de las tres de la tarde.
Si el tiempo no es bueno, nada mejor que ir al Centro, el corazón histórico de Río en donde todavía se conserva un pasado colonial. Conviene partir del Teatro Municipal de Río, uno de los más prestigiosos de Sudamérica por sus obras como por su rica arquitectura. Los imperdibles para un paseo con lluvia pueden ser tomar un café o comer en la famosa Confitería Colombo, que está subiendo por la Rua Gonçalves, encontrarán un tesoro arquitectónico que está en perfecto estado desde 1894 y nos transporta a la Belle èpoque, cuando solo podían ingresas algunas elites de la ciudad carioca. Es el sitio ideal para comer un salgadinho (pequeños bocados salados similares a empanadas) y tomar un café, o disfrutar de una buena cerveza bien helada.
Otro edificio que no pueden dejar de visitar es el Centro Cultural Banco do Brasil, que ofrece exposiciones, conciertos y también es ideal para un café y un snacks o caipirinha; imperdible la exposición que cuenta la historia del Banco de Brasil, un recorrido de los aspectos de la historia económica y financiera del país.
También para no perderse el Museu Nacional de Belas Artes, que esta casi enfrente del teatro Municipal, por la avenida Rio Branco y la futurista Catedral Metropolitana, uno de los edificios más interesantes de Brasil, con una arquitectura en forma de cono, de concreto, que rompe todo lo barroco que se puedan imaginar de una catedral. Se construyó entre 1964 y 1976, esta dedicada al santo patrono de la ciudad, San Sebastián, y tiene lugar para 20.000 personas. Son increíbles la luces azules, rojas y amarillas que atraviesan los gigantes vitrales; por su aspecto externo parece un edificio de la película Blade Runner.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Comer y tomar en Río
Si lugar a dudas comer en la ciudad de Río de Janeiro ofrece un sinfín de posibilidades para todos los bolsillos, desde lo más popular como comer en la playa pan de queso, sándwiches naturales o el famoso milho con manteca (5 a 7 reales) o comer en el restaurante del Copacabana Palace llamado Pèrgula, un buffet servido desde las 20 horas que con bebidas puede llegar a costar unos 800 reales por persona.
Por ejemplo un jugo y una ensalada en Ipanema pueden llegar a costar unos 17 reales, mientras que un café ronda los 3 reales. Una cena para dos personas con mariscos puede llegar costar unos 100 reales, pero también se puede comer por mucho menos. Lo cierto es que no hay tanta diferencia de precios entre Copacabana e Ipanema, si quizás en Leblon.
La pizzería Braz, que tiene varias sucursales en Rio, ofrece las mejores pizzas con hongos y queso, así también como la imperdible de anchoas, queso y tomate, y también es posible comer de entrada muchos salgadinhoss. A la hora de degustar pescados y mariscos hay una restaurante en barrio Leblón que se llama Giuseppe Grill y se especializan en centolla, langosta y camarones; dicen algunos que son los mejores de la ciudad, así también como las carnes a la parrilla y vegetales. Una de las últimas tendencias es el ceviche y el tiradito, siempre mejor comerlo en restaurantes peruanos o japoneses.
Un desayuno en un restaurante que esta en el Jardín Botánico, lejos del ruido, se abona unos 10 reales aproximadamente, mientras que en plena Copacabana un plato de pastas y un jugo cuesta 27 reales; no dejen de ir a La fiducia café.
Los clásicos como los jugos recién exprimidos en la playa salen desde 6 hasta 10 reales, y los hay de la variedad que deseen. Una cerveza cuesta casi lo mismo que un jugo, claro que tomándola en un restaurante sale un poco mas cara. Otro imperdible es Café Baroni, donde se especializan en pan de queso, sándwiches calientes y expressos.
Entre los mejores restaurantes, hoy encontramos alrededor de la Lagoa el Olympe, mixtura de la revolución culinaria francesa y los ingredientes tropicales de Brasil, logrando un universo difícil de olvidar. Tengan en cuenta que es fundamental reservar mesa antes de ir. Igual que en Casa da Feijoada en Ipanema, donde una comida puede llegar a los 300 reales por persona; los sábados es imperdible la suculenta feijoada, pero en la semana lo recomendado es comer cerdo con vegetales, eso sí, siempre con una caipirinha con lima o maracuyá.
Para los amantes de los tragos, no se pierdan el trago del momento: agua de coco con vodka de la mejor calidad, se sirve helado, es de lo mejor, así como otro trago de moda a base de higo, agua de coco y cachaça.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Gávea
Si hay un barrio que es interesante para pasear o incluso hospedarse es Gávea. Ubicado en los alrededores de la Lagoa, está muy cerca de la playa Lebon y tiene, en su corazón, la plaza Santos Dumont. Esta va cambiando los colores y sus paisajes de acuerdo a las horas y, algunos días, la calle que la atraviesa, la comercial Rua Marques de Saô Vicente, se reúne en las veredas mucha gente joven a tomar cervezas. Entre los restaurantes, que los hay para todos los gustos, los mejores son los de pescados y carnes, y conviene y hacer reservas o ir temprano. Es una zona muy segura en Río y con vida nocturna hasta altas horas de la madrugada. A metros de la plaza está un flamante shopping con muchas tiendas, restaurantes y cines.
Frente a la plaza se encuentra el Joquei Clube, que fue inaugurado en 1926 como Hipódromo de Gávea: interesados en apostar, es sumamente económico ir a tomar caipirinhas y en algunos días se organizan exposiciones de diseñadores cariocas. El barrio de Gávea es residencial y hay fastuosas casas, la mayoría bajas, donde también hay muchos negocios de diseño y libros. Los viernes, la plaza Santos Dumont se convierte en una gran feria de frutas, verduras y pescados, y los fines de semana en una feria de anticuarios que tienen precios más que razonables.
Una de las actividades que disfrutarán sin lugar a dudas es salir a correr a la mañana temprano por el Jardín Botánico, que está a pasos de Gávea, con una entrada que sale 3 reales, pero tengan en cuenta que para correr, patinar o ejercicios, solo se puede en el Jardín Botánico hasta las 9.30 de la mañana, después solo se puede caminar. Más allá de los muchos bares y restaurantes en Gávea, está el Planetario, que tiene dos cúpulas y los fines de semana es posible observar sus estrellas internas. También pueden visitar el Intituto Moreira Salles, donde funciona un centro cultural, con una colección muy amplia de fotos y libros sobre la ciudad de Río. Vale la pena ingresas a la gran casa que tiene un terreno de 3.000 metros cuadrados en donde podrán respirar el cálido aire de la selva autóctona. Tiene un restaurante y café, y es un lugar para quienes quieran disfrutar del silencio y el sonido de las aves. No se pierdan de visitar la librería, donde pueden encontrar música, libros de arte y demás (los lunes está cerrado).
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Circo Voador
Para los que gusten de ir a escuchar música a un lugar casi mítico en Río, no pueden dejar de ir a un concierto en un auditorio en forma de nave espacial llamado Circo Voador, (Rua dos Arcos s/n) por donde pasaron todos los músicos de Brasil que se puedan imaginar. Está en el barrio de Lapa, se inauguró en 1982, y pasó por varias remodelaciones; es un espacio para pequeños conciertos en donde se ver a los artistas con más intimidad. Las entradas son accesibles y es posible presenciar un recital de Caetano Veloso o Marisa Monte por apenas 60 reales. Todos los viernes y sábados hay conciertos y las entradas rondan los 30 reales. Hay que tener en cuenta que se pagan en efectivo y es importante ir temprano, unas dos horas antes del show y comer una pizza y tomar tragos en la barra. También es posible comprar entradas por Internet, pero si están agotadas, se puede ir un par de horas antes y esperar alguna caída de reservas.
Los barrios de Lapa y Santa Teresa en algún momento fueron lugares muy elegantes y distantes del centro. Hoy, con un poco menos de jerarquía, su arquitectura histórica se mantiene y se han transformado en zonas bohemias donde los cariocas salen los viernes y sábados por la noche. Es posible escuchar y bailar con música en vivo todas las noches en los animados bares y clubes. En la calle también se hacen bailes y las noches se convierten en fiestas. Lapa es sinónimo de vida nocturna y comenzó su auge en los años 90 y hoy conviven pequeños bares con música forró, samba y hasta las nuevas vanguardias.
Además de disfrutar un concierto en Circo Voador, también es posible hacer fila e ingresar al famoso Carioca da Gema (Av. Mem de Sà 79), donde hasta la madrugada ofrecen funciones de grupos de samba; además, la pizza es increíble. Otros famosos lugares de la zona son el Clube dos Democráticos (Rua do Riachuelo 91) y Rio Scenarioum (Rua do Lavradio 20).
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
¿Que hacer en Rio cuando llueve?
Es muy poco probable que algún día en nuestras vacaciones en Rio de Janeiro no llueva. Quizás la época de más húmedas es de noviembre a enero, pero igual es una ciudad que ama sus lluvias.
Lo cierto es que cambia, el paisaje es otro completamente diferente a otras ciudades cosmopolitas; Rio siempre tiene que estar bañada por un sol, pero si eso no nos pasa, acá sugerimos algunas ideas para que puedan disfrutar de la ciudad carioca.
Para tomar café y comprar libros, música o películas, nada mejor que ir a la cadena Livraria Da Travessa. En Ipanema hay dos locales, uno en el Shopping Leblon y otro en el Shopping Barra Tiyuca, pero también hay otras sucursales. No dejen de ir a visitar esta fabulosa librería en donde, con precios razonables, es posible comer, tomar café o un buen trago mientras se puede buscar libros, discos y películas, muchas que en Argentina no tienen edición. Un buen dato: siempre hay mesas con ofertas. Además tienen conexión a Internet y, si tienen suerte, podrán ver en vivo algún recital. Los horarios van de las 9 a las 21hs.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
El Museu de Arte Moderna (Mam), está ubicado frente a la plaza Cinelandia. Lo podrán ver de lejos, ya que es una estructura modernista, de concreto y mucho vidrio. Siempre hay varias exposiciones temporarias, pero la colección del museo incluye obras de Henry Moore, Giacometti, Jackson Pollack y Tarsila do Amaral, entre otros. El museo es para recorrerlo tranquilo, no excesivamente grande y con el tiempo justo para disfrutar las espaciosas galerías y una vista envidiable al parque. El Mam también tiene una cinemateca, un café y un muy buen restaurante, aunque con precios un poco altos. Los lunes está cerrado y los miércoles es gratis después de las tres de la tarde.
Si el tiempo no es bueno, nada mejor que ir al Centro, el corazón histórico de Río en donde todavía se conserva un pasado colonial. Conviene partir del Teatro Municipal de Río, uno de los más prestigiosos de Sudamérica por sus obras como por su rica arquitectura. Los imperdibles para un paseo con lluvia pueden ser tomar un café o comer en la famosa Confitería Colombo, que está subiendo por la Rua Gonçalves, encontrarán un tesoro arquitectónico que está en perfecto estado desde 1894 y nos transporta a la Belle èpoque, cuando solo podían ingresas algunas elites de la ciudad carioca. Es el sitio ideal para comer un salgadinho (pequeños bocados salados similares a empanadas) y tomar un café, o disfrutar de una buena cerveza bien helada.
Otro edificio que no pueden dejar de visitar es el Centro Cultural Banco do Brasil, que ofrece exposiciones, conciertos y también es ideal para un café y un snacks o caipirinha; imperdible la exposición que cuenta la historia del Banco de Brasil, un recorrido de los aspectos de la historia económica y financiera del país.
También para no perderse el Museu Nacional de Belas Artes, que esta casi enfrente del teatro Municipal, por la avenida Rio Branco y la futurista Catedral Metropolitana, uno de los edificios más interesantes de Brasil, con una arquitectura en forma de cono, de concreto, que rompe todo lo barroco que se puedan imaginar de una catedral. Se construyó entre 1964 y 1976, esta dedicada al santo patrono de la ciudad, San Sebastián, y tiene lugar para 20.000 personas. Son increíbles la luces azules, rojas y amarillas que atraviesan los gigantes vitrales; por su aspecto externo parece un edificio de la película Blade Runner.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Comer y tomar en Río
Si lugar a dudas comer en la ciudad de Río de Janeiro ofrece un sinfín de posibilidades para todos los bolsillos, desde lo más popular como comer en la playa pan de queso, sándwiches naturales o el famoso milho con manteca (5 a 7 reales) o comer en el restaurante del Copacabana Palace llamado Pèrgula, un buffet servido desde las 20 horas que con bebidas puede llegar a costar unos 800 reales por persona.
Por ejemplo un jugo y una ensalada en Ipanema pueden llegar a costar unos 17 reales, mientras que un café ronda los 3 reales. Una cena para dos personas con mariscos puede llegar costar unos 100 reales, pero también se puede comer por mucho menos. Lo cierto es que no hay tanta diferencia de precios entre Copacabana e Ipanema, si quizás en Leblon.
La pizzería Braz, que tiene varias sucursales en Rio, ofrece las mejores pizzas con hongos y queso, así también como la imperdible de anchoas, queso y tomate, y también es posible comer de entrada muchos salgadinhoss. A la hora de degustar pescados y mariscos hay una restaurante en barrio Leblón que se llama Giuseppe Grill y se especializan en centolla, langosta y camarones; dicen algunos que son los mejores de la ciudad, así también como las carnes a la parrilla y vegetales. Una de las últimas tendencias es el ceviche y el tiradito, siempre mejor comerlo en restaurantes peruanos o japoneses.
Un desayuno en un restaurante que esta en el Jardín Botánico, lejos del ruido, se abona unos 10 reales aproximadamente, mientras que en plena Copacabana un plato de pastas y un jugo cuesta 27 reales; no dejen de ir a La fiducia café.
Los clásicos como los jugos recién exprimidos en la playa salen desde 6 hasta 10 reales, y los hay de la variedad que deseen. Una cerveza cuesta casi lo mismo que un jugo, claro que tomándola en un restaurante sale un poco mas cara. Otro imperdible es Café Baroni, donde se especializan en pan de queso, sándwiches calientes y expressos.
Entre los mejores restaurantes, hoy encontramos alrededor de la Lagoa el Olympe, mixtura de la revolución culinaria francesa y los ingredientes tropicales de Brasil, logrando un universo difícil de olvidar. Tengan en cuenta que es fundamental reservar mesa antes de ir. Igual que en Casa da Feijoada en Ipanema, donde una comida puede llegar a los 300 reales por persona; los sábados es imperdible la suculenta feijoada, pero en la semana lo recomendado es comer cerdo con vegetales, eso sí, siempre con una caipirinha con lima o maracuyá.
Para los amantes de los tragos, no se pierdan el trago del momento: agua de coco con vodka de la mejor calidad, se sirve helado, es de lo mejor, así como otro trago de moda a base de higo, agua de coco y cachaça.
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Gávea
Si hay un barrio que es interesante para pasear o incluso hospedarse es Gávea. Ubicado en los alrededores de la Lagoa, está muy cerca de la playa Lebon y tiene, en su corazón, la plaza Santos Dumont. Esta va cambiando los colores y sus paisajes de acuerdo a las horas y, algunos días, la calle que la atraviesa, la comercial Rua Marques de Saô Vicente, se reúne en las veredas mucha gente joven a tomar cervezas. Entre los restaurantes, que los hay para todos los gustos, los mejores son los de pescados y carnes, y conviene y hacer reservas o ir temprano. Es una zona muy segura en Río y con vida nocturna hasta altas horas de la madrugada. A metros de la plaza está un flamante shopping con muchas tiendas, restaurantes y cines.
Frente a la plaza se encuentra el Joquei Clube, que fue inaugurado en 1926 como Hipódromo de Gávea: interesados en apostar, es sumamente económico ir a tomar caipirinhas y en algunos días se organizan exposiciones de diseñadores cariocas. El barrio de Gávea es residencial y hay fastuosas casas, la mayoría bajas, donde también hay muchos negocios de diseño y libros. Los viernes, la plaza Santos Dumont se convierte en una gran feria de frutas, verduras y pescados, y los fines de semana en una feria de anticuarios que tienen precios más que razonables.
Una de las actividades que disfrutarán sin lugar a dudas es salir a correr a la mañana temprano por el Jardín Botánico, que está a pasos de Gávea, con una entrada que sale 3 reales, pero tengan en cuenta que para correr, patinar o ejercicios, solo se puede en el Jardín Botánico hasta las 9.30 de la mañana, después solo se puede caminar. Más allá de los muchos bares y restaurantes en Gávea, está el Planetario, que tiene dos cúpulas y los fines de semana es posible observar sus estrellas internas. También pueden visitar el Intituto Moreira Salles, donde funciona un centro cultural, con una colección muy amplia de fotos y libros sobre la ciudad de Río. Vale la pena ingresas a la gran casa que tiene un terreno de 3.000 metros cuadrados en donde podrán respirar el cálido aire de la selva autóctona. Tiene un restaurante y café, y es un lugar para quienes quieran disfrutar del silencio y el sonido de las aves. No se pierdan de visitar la librería, donde pueden encontrar música, libros de arte y demás (los lunes está cerrado).
Algunos lugares que no deberías dejar de visitar si viajás a Río de Janeiro
Circo Voador
Para los que gusten de ir a escuchar música a un lugar casi mítico en Río, no pueden dejar de ir a un concierto en un auditorio en forma de nave espacial llamado Circo Voador, (Rua dos Arcos s/n) por donde pasaron todos los músicos de Brasil que se puedan imaginar. Está en el barrio de Lapa, se inauguró en 1982, y pasó por varias remodelaciones; es un espacio para pequeños conciertos en donde se ver a los artistas con más intimidad. Las entradas son accesibles y es posible presenciar un recital de Caetano Veloso o Marisa Monte por apenas 60 reales. Todos los viernes y sábados hay conciertos y las entradas rondan los 30 reales. Hay que tener en cuenta que se pagan en efectivo y es importante ir temprano, unas dos horas antes del show y comer una pizza y tomar tragos en la barra. También es posible comprar entradas por Internet, pero si están agotadas, se puede ir un par de horas antes y esperar alguna caída de reservas.
Los barrios de Lapa y Santa Teresa en algún momento fueron lugares muy elegantes y distantes del centro. Hoy, con un poco menos de jerarquía, su arquitectura histórica se mantiene y se han transformado en zonas bohemias donde los cariocas salen los viernes y sábados por la noche. Es posible escuchar y bailar con música en vivo todas las noches en los animados bares y clubes. En la calle también se hacen bailes y las noches se convierten en fiestas. Lapa es sinónimo de vida nocturna y comenzó su auge en los años 90 y hoy conviven pequeños bares con música forró, samba y hasta las nuevas vanguardias.
Además de disfrutar un concierto en Circo Voador, también es posible hacer fila e ingresar al famoso Carioca da Gema (Av. Mem de Sà 79), donde hasta la madrugada ofrecen funciones de grupos de samba; además, la pizza es increíble. Otros famosos lugares de la zona son el Clube dos Democráticos (Rua do Riachuelo 91) y Rio Scenarioum (Rua do Lavradio 20).
jueves, 6 de febrero de 2014
CUBA: HABANA: Bares imperdibles en La Habana
Bares imperdibles en La Habana
Quien visita La Habana y ve sus palacios coloniales y hoteles elegantes se da cuenta por qué la ciudad era uno de los sitios favoritos del escritor Ernest Hemingway.
La capital cubana es una ciudad atractiva, enérgica, fascinante y con una animada vida nocturna que incluye clubes de salsa, salas de jazz y los famosos “paladares”, que son restaurantes privados en Cuba.
Y entre los populares y tradicionales bares en la Habana se destacan:
Bar Cafe Del Oriente
Oficios 112 Esquina Amargura Plaza de San Francisco
Es un elegante bar cafetería en La Habana Vieja tentadoramente situada a un lado de la Plaza de San Francisco, en el corazón del casco histórico. Se parece a una casa colonial, aunque se trata de un bar con una la amplia selección de licores, cigarros y platos por no hablar de los tradicionales mojitos y piñas coladas.
El Floridita
Obispo No.557 esq. una Monserrate
Este legendario bar es uno de los muchos regularmente frecuentado por Hemingway. Orgulloso de su reputación como la Cuna del Daiquiri, cuenta con una decoración lujosa y elegante con un salón dominado por la larga barra central aunque no hay más asientos en la parte trasera.
Bar Monserrate
Calle Monserrate, La Habana Vieja
Es un lugar ideal para degustar un trozo de vida nocturna de La Habana tradicional. Situado en una zona de atractivo de la Habana Vieja, cerca de la Centra Parque, el bar es muy popular, con techos altos y una gran cantidad de paneles de madera oscura.
Mientras que atrae a una buena cantidad de turistas, también sigue siendo un favorito entre los locales, gracias en gran parte al ambiente y la música en vivo frecuente.
Casa de la Amistad
Paseo 406 Entrada 17 a 19
Restaurante, cafetería y venta de puros en un elegante bar de estilo mediterráneo en La Habana Vieja, en un gran edificio que solía ser la sede de la Casa de la Amistad entre Cuba y la Unión Soviética. Ahora es un lugar de música donde los lugareños y los turistas pueden saborear mojitos y puros en un patio con jardín.
Quien visita La Habana y ve sus palacios coloniales y hoteles elegantes se da cuenta por qué la ciudad era uno de los sitios favoritos del escritor Ernest Hemingway.
La capital cubana es una ciudad atractiva, enérgica, fascinante y con una animada vida nocturna que incluye clubes de salsa, salas de jazz y los famosos “paladares”, que son restaurantes privados en Cuba.
Y entre los populares y tradicionales bares en la Habana se destacan:
Bar Cafe Del Oriente
Oficios 112 Esquina Amargura Plaza de San Francisco
Es un elegante bar cafetería en La Habana Vieja tentadoramente situada a un lado de la Plaza de San Francisco, en el corazón del casco histórico. Se parece a una casa colonial, aunque se trata de un bar con una la amplia selección de licores, cigarros y platos por no hablar de los tradicionales mojitos y piñas coladas.
El Floridita
Obispo No.557 esq. una Monserrate
Este legendario bar es uno de los muchos regularmente frecuentado por Hemingway. Orgulloso de su reputación como la Cuna del Daiquiri, cuenta con una decoración lujosa y elegante con un salón dominado por la larga barra central aunque no hay más asientos en la parte trasera.
Bar Monserrate
Calle Monserrate, La Habana Vieja
Es un lugar ideal para degustar un trozo de vida nocturna de La Habana tradicional. Situado en una zona de atractivo de la Habana Vieja, cerca de la Centra Parque, el bar es muy popular, con techos altos y una gran cantidad de paneles de madera oscura.
Mientras que atrae a una buena cantidad de turistas, también sigue siendo un favorito entre los locales, gracias en gran parte al ambiente y la música en vivo frecuente.
Casa de la Amistad
Paseo 406 Entrada 17 a 19
Restaurante, cafetería y venta de puros en un elegante bar de estilo mediterráneo en La Habana Vieja, en un gran edificio que solía ser la sede de la Casa de la Amistad entre Cuba y la Unión Soviética. Ahora es un lugar de música donde los lugareños y los turistas pueden saborear mojitos y puros en un patio con jardín.
MEXICO: CANCUN: Paseos para aprovechar Cancún
Paseos para aprovechar Cancún
Desde Cancún existe la posibilidad de realizar numerosas excursiones, travesías o paseos que se contratan tanto en los hoteles como en locales de distintos Cancun1240111prestadores de servicios turísticos.
Una de las propuestas que más atrae a las familias es conocer X-Caret, el centro ceremonial y puerto maya más trascendente de la península de Yucatán. Ahora es un parque donde conviven la naturaleza y la arqueología. La actividad más atractiva es el snorkel en sus ríos subterráneos. Se puede practicar buceo y nado con delfines.
Hay también un acuario, un jardín botánico, y, desde el punto de vista antropológico, se recrean en forma muy detallada parte de las costumbres mayas.
Por las noches se ofrece un espectacular show de luz y sonido, “X-Caret de Noche”.
Todo aquel que sienta pasión por los deportes submarinos o acuáticos deberá conocer Isla Mujeres, un paraíso de 800 metros de ancho por 8,5 km. de largo, a minutos de navegación de Cancún, y al que se llega mediante ferries que salen de Puerto Juárez o en lanchas desde la zona hotelera. Además de los deportes, en los restaurantes es recomendable pedir pescado asado fresco, llamado “tikinxic”.
Pese a su cercanía con Cancún, Playa del Carmen conserva su aspecto pueblerino gracias a las leyes que preservan este lugar de bellas playas, acaso más angostas que en Cancún, y con el mar calmo y de agua tibia. Los mejores bares y restaurantes están sobre la Quinta Avenida entre las calles 4 y 12, donde se puede comer bajo los árboles en mesitas iluminadas con faroles y velas a precios razonables.
Opuesto al aire bucólico de Playa del Carmen, está Puerto Aventuras, un gigante complejo turístico, que es uno de los lugares más visitados del corredor Cancún-Tulum. Entre otras excentricidades, tiene la marina más grande de México, buenos hoteles, restaurantes gourmet, boutiques, canchas de tenis y -entre otros servicios- un campo de golf de 9 hoyos construido entre ruinas y cenotes mayas. Algunas playas de esta zona -que compiten en belleza con las de Cancún- han sido reservadas para la procreación de la tortuga marina, que está en peligro de extinción.
Desde Cancún existe la posibilidad de realizar numerosas excursiones, travesías o paseos que se contratan tanto en los hoteles como en locales de distintos Cancun1240111prestadores de servicios turísticos.
Una de las propuestas que más atrae a las familias es conocer X-Caret, el centro ceremonial y puerto maya más trascendente de la península de Yucatán. Ahora es un parque donde conviven la naturaleza y la arqueología. La actividad más atractiva es el snorkel en sus ríos subterráneos. Se puede practicar buceo y nado con delfines.
Hay también un acuario, un jardín botánico, y, desde el punto de vista antropológico, se recrean en forma muy detallada parte de las costumbres mayas.
Por las noches se ofrece un espectacular show de luz y sonido, “X-Caret de Noche”.
Todo aquel que sienta pasión por los deportes submarinos o acuáticos deberá conocer Isla Mujeres, un paraíso de 800 metros de ancho por 8,5 km. de largo, a minutos de navegación de Cancún, y al que se llega mediante ferries que salen de Puerto Juárez o en lanchas desde la zona hotelera. Además de los deportes, en los restaurantes es recomendable pedir pescado asado fresco, llamado “tikinxic”.
Pese a su cercanía con Cancún, Playa del Carmen conserva su aspecto pueblerino gracias a las leyes que preservan este lugar de bellas playas, acaso más angostas que en Cancún, y con el mar calmo y de agua tibia. Los mejores bares y restaurantes están sobre la Quinta Avenida entre las calles 4 y 12, donde se puede comer bajo los árboles en mesitas iluminadas con faroles y velas a precios razonables.
Opuesto al aire bucólico de Playa del Carmen, está Puerto Aventuras, un gigante complejo turístico, que es uno de los lugares más visitados del corredor Cancún-Tulum. Entre otras excentricidades, tiene la marina más grande de México, buenos hoteles, restaurantes gourmet, boutiques, canchas de tenis y -entre otros servicios- un campo de golf de 9 hoyos construido entre ruinas y cenotes mayas. Algunas playas de esta zona -que compiten en belleza con las de Cancún- han sido reservadas para la procreación de la tortuga marina, que está en peligro de extinción.
MEXICO: CANCUN: Arqueología y diversión en la Riviera Maya
Arqueología y diversión en la Riviera Maya
Como si fuera un regreso al pasado, hoy se puede ver a un grupo de guerreros mayas jugando con pelotas de fuego bajo la lunatulum que ilumina intensamente un complejo arqueológico al lado del mar, o estar presente en un rito maya que se celebra en pozos naturales con agua cristalina que reflejan las estrellas del cielo, mientras homenajean a los cuerpos celestes.
Esto solo es posible en la Riviera Maya, situada al oriente de la Península de Yucatán, México, donde se han construido más de 300 hoteles lujosos que alojan visitantes de todo el mundo. Este destino del Caribe ha sido galardonado muchas veces y es considerado como uno de los 10 mejores destinos turísticos del mundo.
Quien vaya a la Riviera Maya no se puede perder Tulum, el único sitio arqueológico Maya erigido al lado del mar; visitar Xcaret, el parque temático que ofrece maravillosas reliquias mexicanas; estar en Xel-Ha, el acuario más grande del mundo donde se puede practicar snorkelling y buceo; jugar golf; observar la increíble flora y fauna tropical; degustar la increíble variedad culinaria; broncearse en Akumal; conocer las Grutas de Aktun Chen y disfrutar de los numerosos servicios que ofrece este antiguo territorio Maya.
También se pueden visitar spas, hoteles y restaurantes, pero si lo que interesa es la vida nocturna, hay decenas de posibilidades para pasarla bien.
Se puede hacer un viaje corto hasta Cancún y beber margaritas en el bar Cocobongo, una famosa discoteca por sus imparables fiestas. Escuchar salsa y merengues en el club nocturno Azúcar, bailar en la discoteca Basic, situada sobre una laguna; ir a uno de los clubes más famosos de Latinoamérica por sus reconocidos djs: the City, o pasar un buena rato conversando y bebiendo con los amigos en la avenida Yaxchilán.
riviera-maya-de-nocheEn Playa del Carmen la alternativa es tomar unos tragos y escuchar buena música en el Blue Parrot y luego darse una vuelta por el Mambo Café a seguir la fiesta toda la noche hasta el amanecer.
Otra posibilidad es ir hacia Islas Mujeres y beber todos los tequilas que se toleren en La Adelita, lugar famoso por sus licores. Ir al bar donde los famosos dejan sus firmas en la pared llamado La Malquerida o a un local un poco más tranquilo como el Bar Om, donde pasan jazz y bossa nova. El restaurante Faynes es una buena alternativa para los que quieran comer algo.
La Riviera Maya tiene todas las alternativas para pasarla bien durante las vacaciones.
Como si fuera un regreso al pasado, hoy se puede ver a un grupo de guerreros mayas jugando con pelotas de fuego bajo la lunatulum que ilumina intensamente un complejo arqueológico al lado del mar, o estar presente en un rito maya que se celebra en pozos naturales con agua cristalina que reflejan las estrellas del cielo, mientras homenajean a los cuerpos celestes.
Esto solo es posible en la Riviera Maya, situada al oriente de la Península de Yucatán, México, donde se han construido más de 300 hoteles lujosos que alojan visitantes de todo el mundo. Este destino del Caribe ha sido galardonado muchas veces y es considerado como uno de los 10 mejores destinos turísticos del mundo.
Quien vaya a la Riviera Maya no se puede perder Tulum, el único sitio arqueológico Maya erigido al lado del mar; visitar Xcaret, el parque temático que ofrece maravillosas reliquias mexicanas; estar en Xel-Ha, el acuario más grande del mundo donde se puede practicar snorkelling y buceo; jugar golf; observar la increíble flora y fauna tropical; degustar la increíble variedad culinaria; broncearse en Akumal; conocer las Grutas de Aktun Chen y disfrutar de los numerosos servicios que ofrece este antiguo territorio Maya.
También se pueden visitar spas, hoteles y restaurantes, pero si lo que interesa es la vida nocturna, hay decenas de posibilidades para pasarla bien.
Se puede hacer un viaje corto hasta Cancún y beber margaritas en el bar Cocobongo, una famosa discoteca por sus imparables fiestas. Escuchar salsa y merengues en el club nocturno Azúcar, bailar en la discoteca Basic, situada sobre una laguna; ir a uno de los clubes más famosos de Latinoamérica por sus reconocidos djs: the City, o pasar un buena rato conversando y bebiendo con los amigos en la avenida Yaxchilán.
riviera-maya-de-nocheEn Playa del Carmen la alternativa es tomar unos tragos y escuchar buena música en el Blue Parrot y luego darse una vuelta por el Mambo Café a seguir la fiesta toda la noche hasta el amanecer.
Otra posibilidad es ir hacia Islas Mujeres y beber todos los tequilas que se toleren en La Adelita, lugar famoso por sus licores. Ir al bar donde los famosos dejan sus firmas en la pared llamado La Malquerida o a un local un poco más tranquilo como el Bar Om, donde pasan jazz y bossa nova. El restaurante Faynes es una buena alternativa para los que quieran comer algo.
La Riviera Maya tiene todas las alternativas para pasarla bien durante las vacaciones.
BRASIL: BOMBINHAS
Bombinhas, de vacaciones en Brasil
By Redactor on Mar 4, 2013 in Destinos, Paseos, Viajes, Videos de destinos,
Un mar calmo, playas limpias, arena blanca y fina removida sólo por los baldecitos y bombil_1juguetes de los niños: así son los días en Bombinhas, uno de los destinos favoritos de los brasileños – y argentinos- que quieren disfrutar de unas vacaciones en Brasil cuando se tienen hijos pequeños.
Desde la cima del Morro do Macaco, la vista panorámica muestra cómo sólo una estrecha franja de tierra separa tanto de un lado como del otro las bellas playas de Bombinhas, la ciudad del estado de Santa Catarina que parece meterse en el océano y que se destaca por la belleza natural y las arenas bañadas por aguas tan calmas y transparentes que los cardúmenes de pequeños peces pasan entre medio de los bañistas.
bombinha1La mayoría de las playas urbanas de Bombas y Bombinhas son las que tienen ambiente más familiar. El punto de encuentro de los surfistas es Quatro Ilhas, que está a un kilómetro del centro. Desde allí se pueden ver las islas Arvoredo, Macuco, Deserta y Galés.
Por sus aguas claras y las piedras que surgen del fondo del mar, la playa Sepultura concentra a los que practican snorkeling. Los barcos para bucear en la isla Arvoredo salen desde Lagoinha.
Durante el día, surfistas, buceadores y los niños con sus juguetes en la arena son una parte integral del paisaje. Bomb01
Cuando cae la noche, las familias ocupan los bares y restaurantes de las avenidas Vereador Manoel José dos Santos (en Bombinhas) y Leopoldo Zarling (en Bombas).
Entre las atracciones está la navegación en réplicas de goletas, con visitas a playas y lugares especiales como la Isla de Porto Belo, donde se pueden ver inscripciones en las piedras y, en el Ecomuseo, esqueletos de ballenas y fósiles de otros mamíferos marinos. En varios lugares se organizan juegos para chicos, como la caza del tesoro, fútbol y paseos por la playa.
Para los más grandes es muy recomendable practicar un trekking de siete horas que pasa por cinco playas desiertas: Ponta Grande, Vermelha, Triste, da Lagoa y do Cardoso, con cascadas y hermosos paisajes.
Casi todas las casas de la zona tienen obras artesanales del reconocido ceramista Edmundo Campos. Candelabros, campanas de viento, ceniceros y floreros, decorados y pintados con una tinta que el artista produce, deleitan a todos aquellos que llegan a Bombinhas. Si bien pueden comprarse en las tiendas de la Av. Vereador Manoel José dos Santos, bien vale la pena conocer el atelier de Campos.
By Redactor on Mar 4, 2013 in Destinos, Paseos, Viajes, Videos de destinos,
Un mar calmo, playas limpias, arena blanca y fina removida sólo por los baldecitos y bombil_1juguetes de los niños: así son los días en Bombinhas, uno de los destinos favoritos de los brasileños – y argentinos- que quieren disfrutar de unas vacaciones en Brasil cuando se tienen hijos pequeños.
Desde la cima del Morro do Macaco, la vista panorámica muestra cómo sólo una estrecha franja de tierra separa tanto de un lado como del otro las bellas playas de Bombinhas, la ciudad del estado de Santa Catarina que parece meterse en el océano y que se destaca por la belleza natural y las arenas bañadas por aguas tan calmas y transparentes que los cardúmenes de pequeños peces pasan entre medio de los bañistas.
bombinha1La mayoría de las playas urbanas de Bombas y Bombinhas son las que tienen ambiente más familiar. El punto de encuentro de los surfistas es Quatro Ilhas, que está a un kilómetro del centro. Desde allí se pueden ver las islas Arvoredo, Macuco, Deserta y Galés.
Por sus aguas claras y las piedras que surgen del fondo del mar, la playa Sepultura concentra a los que practican snorkeling. Los barcos para bucear en la isla Arvoredo salen desde Lagoinha.
Durante el día, surfistas, buceadores y los niños con sus juguetes en la arena son una parte integral del paisaje. Bomb01
Cuando cae la noche, las familias ocupan los bares y restaurantes de las avenidas Vereador Manoel José dos Santos (en Bombinhas) y Leopoldo Zarling (en Bombas).
Entre las atracciones está la navegación en réplicas de goletas, con visitas a playas y lugares especiales como la Isla de Porto Belo, donde se pueden ver inscripciones en las piedras y, en el Ecomuseo, esqueletos de ballenas y fósiles de otros mamíferos marinos. En varios lugares se organizan juegos para chicos, como la caza del tesoro, fútbol y paseos por la playa.
Para los más grandes es muy recomendable practicar un trekking de siete horas que pasa por cinco playas desiertas: Ponta Grande, Vermelha, Triste, da Lagoa y do Cardoso, con cascadas y hermosos paisajes.
Casi todas las casas de la zona tienen obras artesanales del reconocido ceramista Edmundo Campos. Candelabros, campanas de viento, ceniceros y floreros, decorados y pintados con una tinta que el artista produce, deleitan a todos aquellos que llegan a Bombinhas. Si bien pueden comprarse en las tiendas de la Av. Vereador Manoel José dos Santos, bien vale la pena conocer el atelier de Campos.
BRASIL: PORTO SEGURO: se vive de día y de noche
Porto Seguro se vive de día y de noche
By Redactor on Feb 3, 2014 in Destinos, Diversión, Paseos, Viajes,
Porto Seguro es la ciudad turística más popular del sur de Bahía, se destaca por sus fiestas -su carnaval bahiano es una reproducción en miniatura de losportoseguro1 festejos en Salvador-, y por la cantidad de atracciones propias o en sus alrededores. Es el punto de acceso a la costa del descubrimiento, con excelentes playas hacia el sur entre Arraial d’Ajuda y Caraíva, y hacia el norte hasta Santa Cruz de Cabrália y Santo André.
Las playas de la región se caracterizan por la formación de arrecifes, con lo que es raro encontrar playas con olas. Son ideales para quienes disfrutan de nadar en el mar como si fuera una piscina y para las familias con niños. Debido a la influencia del Río Buranhem, en las playas de la ciudad y sus proximidades el agua del mar es algo amarronada. Hacia el litoral norte se disfruta de buenas playas y de un mar con tonalidades verde azuladas.
La oferta de restaurantes y barracas de playa es abundante en los primeros kilómetros de la costa norte, algunas muy frecuentadas tanto de día como de noche, como Axé Moi, Tôa Tôa y Barramares. Estas enormes barracas, llamadas aquí Complexos de Lazer (complejos dedicados al ocio) son de acceso libre durante el día y sólo cobran entrada cuando realizan fiestas a la noche.
Quienes busquen playas menos concurridas deberán hacer algunos kilómetros más antes de llegar a Coroa Vermelha en el municipio de Santa Cruz de Cabrália, donde hay playas más solitarias. Alquilar un buggie es lo ideal para recorrer la ruta entre Porto Seguro y Coroa Vermelha y disfrutar de la vista que ofrece la Avenida Beira Mar, este trayecto es casi en su totalidad a orillas del mar.
portoseguro2De día, las atracciones pasan por los paseos: en barco, se destacan el enorme arrecife en alta mar Recife do Fora y Coroa Alta.
Otros recorridos interesantes empiezan luego de cruzar en la balsa hacia Arraial d’Ajuda, Trancoso y algo más lejos Caraíva. También es interesante visitar las aldeas indígenas de la tribu Pataxó, la Reserva da Jaqueira (próxima a Barramares) y la de Aldea de Coroa Vermelha con un museo indígena y un enorme centro de artesanías a orillas del mar.
La diversión nocturna es el otro gran punto fuerte de atracción de Porto Seguro. En temporada alta hay fiestas yportoseguro3 discos abiertas casi todas las noches, están los famosos Luaus (fiestas a orillas del mar) que se alternan entre Axé Moi, Barramares y Tôa Tôa, y en el centro hay varias discos en las que predomina la música Axé, también hay bastante lambada ya que se dice que este baile fue inventado originalmente en la región, aunque es muy común que aquí se baile la variante francesa llamada Zouk, por lo que es común ver a muchísimos bahianos bailando lambadas cantadas en francés. Es también muy popular entre los nativos el forró (la música nordestina por excelencia).
A esta variedad de opciones nocturnas se pueden agregar las discos Bombordo y Mistura Fina y la Ilha dos Aquarios, isla privada sobre el río Buranhem cercana a la costa de Arraial d’Ajuda, que durante el día es un complejo de ocio y durante las noches de los viernes organiza fiestas muy interesantes con todo tipo de música.
portoseguro4El punto de encuentro nocturno de Porto Seguro es la Praça do Relógio (plaza del reloj), con su conjunto de bares al aire libre con música en vivo conjunta y la famosa Passarela do álcool; la traducción es pasarela del alcohol y se entenderá el porqué del nombre apenas entrar por el sendero de barraquitas colmadas de botellas de todo tipo.
La atracción del Carnaval
En carnaval, esta ciudad de poco más de 100.000 habitantes duplica esa cantidad en las calles al ritmo de los artistas más importantes del Axé Ballano. Convoca a nativos, turistas y pobladores de las localidades cercanas.
El carnaval de Porto Seguro no termina el miércoles de ceniza (Quarta feira de Cinzas), sino que se extiende hasta el viernes siguiente. Es el carnaval extendido. Hay además carnavales cerrados a los que se accede pagando un pase por determinada cantidad de días o durante el carnaval completo. En Axé Moi por ejemplo, también en el complejo Parracho, en Arraial d’Ajuda, es común que toque en estos carnavales la gran diva del Axé, Ivete Sangalo.
martes, 4 de febrero de 2014
BRASIL MORRO DE SAN PABLO : Un conjuro bahiano
Un conjuro bahiano
El Morro de San Pablo, en el estado de Bahía, puede ser un cautivante
destino final o el acceso al archipiélago de Cairú, con sus inagotables playas y
postales idílicas
La apartada playa de Gamboa, en la isla de Tinharé, no muy lejos del Morro
de San Pablo. Foto: Embajada de Brasil / Martín Mangudo
El Morro de San Pablo se lo pone fácil a los operadores turísticos. Playas
turquesas delineadas según sus prestaciones, puestas de sol de publicidad de
negronis, múltiples opciones de ocio y farra multilingüe.
Puede que los fans de toda la vida presuman en tono elegíaco que ya no es
el mismo de hace veinte años. Ellos tampoco lo son, aunque ninguno tira la
toalla y cada año se calzan la camisa con palmeras y tucanes y marcan tarjeta.
Como otros miles que se dejan tentar por su leyenda y se dan una vuelta para
comprobarla.
Probablemente volverán: según un relevamiento del Ministerio de Turismo
brasileño, el Morro de San Pablo es uno de los destinos con mayor índice de
aprobación y retorno del país. Por eso el Embratur, organismo de promoción
turística de ese país, lo escogió entre 5570 ciudades brasileñas, muchas de
ellas aptas para concurso de belleza, como uno de los destinos inductores de la
Copa del Mundo 2014.
Situado a 60 kilómetros de Salvador, en la isla de Tinharé, el Morro es el
escaparate principal de Cairú, archipiélago de 26 islas que conforma un book de
atractivos de toda naturaleza, sean ambientales, turísticos o históricos. El
Morro ya era una apostilla en los códices del siglo XVI. Hasta hoy, la pequeña
villa que dio origen al municipio guarda un rico patrimonio, como la Fortaleza,
la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, la Fuente Grande y el Faro, estos
últimos registrados en el cuaderno de bitácora del emperador Pedro II durante su
visita en 1859. Las calles de piedra y un puñado de caseríos también perduran
como legado de aquel refulgente pasado de colonia.
Si uno llega en ferry se topará en el muelle con jóvenes que se encargan
por 10 reales de trasladar en carretilla el equipaje hasta el sitio de
alojamiento consensuado. La pertinencia del servicio depende de lo que uno lleve
encima. La pendiente puede llegar a ser asequible sólo para apolíneos de
gimnasio o incluso enclenques con bolso de mano.
Subida la cuesta, un pórtico del siglo XVII anuncia la llegada a la villa.
La pieza forma parte de los pertrechos que los portugueses construyeron para
enfrentar a las invasores holandeses, que en aquellos años poco tenían que ver
con el prototipo sustentable de costumbres liberales.
Pasada la iglesia Nuestra Señora de la Luz, una escalinata conduce hacia la
parte alta del Morro, donde el faro, que también forma parte del conjunto
defensivo de la isla, marca la entrada a la bahía.
MENÚ DE PLAYAS
Arribar hasta estas costas tiene su intríngulis -entre otros vestigios de
civilización, ni siquiera llegan los diarios del día-, pero una vez superado el
examen todo vuelve a su cauce. El Morro se las arregla para atraer a la familia
al completo, lejos del acelerador de la urbe, llámese Salvador o Buenos Aires,
con un mar que reviste tanto de club náutico como de una serena villa de
pescadores.
Como si hubiera sido objeto de un plan de laboratorio de marketing, el
Morro se divide en cinco playas, cada una con su singularidad a cuestas. Si el
Morro es uno de los mejores sitios de Brasil para la práctica de surf, la
actividad se concentra mayormente en la primera playa. Pedra do Moleque recibe
un oleaje del Este que alcanza su mayor poder y quiebra en un banco de corales.
En su margen izquierdo, la Quebrancinha es otro de los puntos de atracción para
la fraternidad de las tablas.
La segunda playa, en tanto, llama a la celebración, las batidas bahianas
que cambian cada año como canción de verano y concentra además la oferta
gastronómica. La tercera pide calma y es el refugio de los buceadores. La cuarta
ofrece piscinas naturales y la quinta, bautizada como la Playa del Encanto,
reúne la mayor constelación de arena y paisaje de trópico de la zona.
AGENDA NOCTURNA
Los que llegan en procura de verbena tienen un menú rico en fiestas
improvisadas tanto como en discotecas. Bailarán en todos los idiomas y
participarán de tertulias en portuñol, italiano o hebreo, ya que la región se
convirtió en un destino frecuente para los jóvenes judíos que egresan del
servicio militar. Tanto como para que se haya filmado en estas playas una serie
de doce episodios, Malabi Express, que refleja las aventuras de un grupo de
israelíes en estos parajes de la costa de Dendê.
La noche del Morro se traviste de la tan mentada brasilidade. Los
restaurantes y bares que se apilan frente a la costa, los cantantes de
repertorio cursi, los carritos atiborrados de aguardientes y frutas tropicales,
entre todos componen una comparsa a cielo abierto que en días de alta temporada
se prolonga hasta pasada la madrugada. Si hay derroche de caldo de gente, unas
vueltas en primera línea de mar proveerán de recambio y alivio.
Un clásico de las convocatorias morrenses son los luaus, fiestas a beira
mar que obedecen al calendario: lunes y jueves. El fixture, que puede variar
según las condiciones climáticas, reparte el miércoles a los ensayos o shows del
Teatro del Morro, y viernes y sábados a los boliches. Cualquiera que deambule
por ahí se va a enterar sin necesidad de contraseñas ni datazos.
Al que le quede chico el horizonte, tendrá la posibilidad de salir en barco
o lanchas de excursión a las islas próximas. El paseo Volta a Ilha (60 reales en
temporada baja) contempla un derrotero de unas horas por los municipios de mar
adentro con regreso por la tarde. También hay opciones para quedarse a hacer
noche en algunas de las islas, algunas de ellas con promesas de turismo
diferencial. Cuanto más lejos, más silencio.
Sin el recurso de las embarcaciones, a media hora de caminata con marea
baja, se encuentra la playa Gamboa, puntal de la vela y el yate de Tinharé. Acá
también son famosos los baños de arcilla, a la que le adjudican propiedades
revitalizadoras de la piel. Para enjuagarse basta un chapuzón en sus aguas
tranquilas y calientes. Si al regreso la marea pegó un estirón, una lancha lleva
de regreso al Morro por unos 3 reales.
Muchos coincidirán en las celebradas puestas de sol a varias puntas. Una
opción es la Fortaleza de Tapirandu, conocida como el Fuerte del Morro, entre
700 metros de murallas y ruinas que retozan en la costa. Otro convite es el
boliche A toca do Morcego, a 60 metros sobre el nivel del mar, con los
correspondientes DJ y siluetas tostadas en aceite de oliva. Cualquier tramo de
la ribera oficia de platea para la llegada del crepúsculo.
Si uno continúa por la misma senda de este chill out, tras una mata de
cocoteros y palmas se encontrará con el faro, que ofrece desde sus miradores una
panorámica de las playas de tarjeta postal. Los guías juran por sus hawaianas
que se pueden avistar delfines en el atardecer. Desde una de las plataformas,
los aventurados se pueden lanzar -previo pago de 35 reales- por una tirolesa que
permite llegar al mar por un atajo de 340 metros.
EL CRAC ANFITRIÓN
Si bien el destino aún no perdió su vocación bohemia y su imán como meca de
mochileros, la sofisticación de sus resorts a todo trapo convive con la villa de
moradores del país real. La aldea hippie de antaño mutó en los últimos tres
lustros en un complejo de 120 posadas y resorts que albergan a un total de
20.000 turistas por temporada, con picos máximos en el Reveillon de fin de año y
la llamada resaca de Carnaval.
Uno de los vecinos ilustres de la comarca es el último ídolo del Flamengo,
el futbolista serbio Dejan Petkovic, que emigró para la isla y se convirtió en
anfitrión del jet set internacional desde su Patachocas Eco Resort. El Pet -se
pronuncia Pechi- se convirtió en el orgullo de los locales y recibió el título
emérito de Cidadao Cairuense.
Como todo destino vacacional, en el centro desfilan las tiendas de tejidos
y bijouterie tan deudoras de la cadena de montaje que representan las ferias de
artesanía en todo el mundo, desde Yucatán hasta Liniers. Similares hasta en sus
pretensiones de refinamiento. En medio del paseo de compras, uno se puede
encontrar con un sound system evangelista, con raperos que vociferan loas a Dios
como sucedáneos de Snoop Dogg en plan proselitista y pantalón de tiro
alto.
De los 80.000 compatriotas que recibe el estado de Bahía cada año, algunos
pierden el pasaje de vuelta. Un 10 por ciento de los cinco mil habitantes de la
villa son argentinos, mano de obra calificada para las relaciones públicas y la
gestión de la noche.
Uno de los anzuelos del Morro es la ausencia de coches y esta condición, en
vivo y en directo, adquiere su sentido. Caminar de la primera a la cuarta playa
demanda 20 minutos a través de la arena. La movilidad se limita a la tracción
propia o a unos jeeps de ocasión que acceden a los enclaves más alejados por
caminos lentos y enrevesados. Aquí no queda otra opción que bajar un cambio y
dejar el reloj en el hotel. La ansiedad ya nos irá a buscar al aeropuerto en el
regreso.
DATOS ÚTILES
Dónde comer
El restaurante Anís, dentro del Hotel Natureza, ofrece comida típica
bahiana con sello propio.
www.hotelnatureza.com
Cuándo ir
Entre septiembre y abril es la época ideal, de mayo a agosto es período de
lluvias. La temporada alta es enero y febrero, con demanda total en el Reveillon
de fin de año, y la llamada resaca de carnaval, semana posterior a la fiesta,
cuando los precios se duplican.
Qué hacer
Paseos en barco a las islas del archipiélago de Cairú, práctica de
surf.
Clases de buceo: bautismo para principiantes (130 reales por persona),
curso básico de 5 días (880 reales por persona), curso avanzado (880 reales por
persona). Salidas embarcadas (2 inmersiones de barco) a 220 reales con
equipamiento incluido.
Más información
Comité Visite Brasil, Embajada del Brasil en Buenos Aires, Cerrito 1350,
Entrepiso. Teléfono, 4515-2422.
turismo@brasil.org.ar
buenosaires.itamaraty.gov.br
www.visitbrasil.com
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