En Este blog encontrara descripciones de variados destinos, buscando aportar informacion, y experiencias diferentes
viernes, 1 de diciembre de 2017
USA: MIAMI: opciones para tu shopping
Desde los espacios comerciales al aire libre, con amplias áreas verdes, hasta centros comerciales -bajo techo y con el aire acondicionado- que ofrecen de todo, comprar en Miami es una experiencia única.
Centros Comerciales
Los centros comerciales de Miami son variados y van desde tranquilos centros comerciales al aire libre a enormes centros comerciales de outlets. Antes de empezar, ten en mente dos palabras: zapatos cómodos.
Aventura Mall
Clasificado como uno de los cinco centros comerciales más taquilleros en el país (en ventas por metro cuadrado), Aventura Mall al noreste del condado de Miami-Dade, de 250.000 metros cuadrados, cuenta con tiendas por departamentos como Nordstrom, Bloomingdale's, Macy’s, JCPenney, y más de 300 tiendas especializadas, que incluyen la nueva Louis Vuitton Aventura, así como una variedad de restaurantes, un cine con 24 salas y el espacio de entretenimiento interactivo, Rainbow Valley.
Dadeland Mall
Dadeland Mall, en la parte sur de Miami, tiene la tienda por departamentos Macy´s más grande de Florida y The Limited/Express más grande en los Estados Unidos. Otras tiendas por departamentos incluyen Macy’s Home Gallery & Kids, JCPenney, Saks Fifth Avenue y Nordstrom, mientras Abercrombie & Fitch, Ann Taylor, Coach, Sephora y Talbots están entre las 185 tiendas especializadas del mall.
Bal Harbour Shops
En el vecindario de moda Bal Harbour, una experiencia de compras inigualable se combina con la sofisticación tropical en Bal Harbour Shops. Allí están muchas marcas famosas de primera categoría, incluyendo Balenciaga, Carolina Herrera, Chanel, Dolce & Gabbana, Gucci, Oscar de la Renta y Ralph Lauren, entre otras. Los eventos frecuentes dedicados a fashion, con presentaciones de diseñadores y actividades de caridad, mantienen a Bal Harbour en el radar de la alta costura, mientras que su atmósfera soleada y el colorido follaje lo hacen un lugar relajado donde pasar el día.
Dolphin Mall
Aquí encontrarás innumerables ofertas en las tiendas de descuentos como Calvin Klein Factory Outlet, Last Call by Neiman Marcus, Saks Fifth Avenue Off 5th, Tommy Hilfiger Company Store y muchas más. Entre tanto, las opciones gastronómicas de Dolphin Mall reflejan una Miami multicultural con opciones que incluyen Kobe Japanese Steak & Seafood y Texas de Brazil Churrascaria.
Miami International Mall
Una combinación de tiendas informales y de lujo define al centro comercial Miami International Mall, ubicado cerca de Aeropuerto Internacional de Miami. Este mall tiene más de 140 comercios, además de las populares tiendas por departamentos como Macy's The Women's and Kid's Store, Macy's Men's and Home, JCPenney y Sears.
Miami International Airport
Si no has terminado las compras antes de tu vuelo de regreso, no te preocupes: MIA Shops en el Aeropuerto Internacional de Miami tiene joyerías, librerías, tiendas minoristas de arte y mercancías libres de impuestos.
Calles Comerciales
Empápate con el sol del Sur de Florida, sin mencionar los intereses turísticos, caminando por las calles en busca de algunos obsequios grandiosos para llevar a casa. Haz de las compras una experiencia multisensorial y recorre las calles pequeñas en busca de los grandes “tesoros escondidos”. Los hay de todo tipo en varias calles comerciales de Miami.
Al Aire Libre en Miami Beach
Compre en las tiendas de diseñadores en las calles de South Beach. En las tiendas de Lincoln Road, Española Way, Washington Avenue, Collins Avenue y Ocean Drive encontrarás joyas únicas en su clase, productos para el hogar, libros, obsequios y recuerdos de todo tipo. Explora las galerías de la zona, si te gusta el arte.
Si fashion es tu pasión, aquí encontrarás tiendas como Nicole Miller, Kenneth Cole, Tommy Hilfiger y otras miles de boutiques independientes ultraelegantes en las avenidas y calles laterales de South Beach. En el lugar donde el chocolate, el queso y los collares para mascotas llevan etiquetas de diseñadores, seguramente, encontrarás algo muy especial para comprar.
Tiendas de Novias, Panaderías y Más en Coral Gables
Lo mismo puede decirse de Coral Gables. Este vecindario, con estilo mediterráneo e historia encantadora, es famoso por sus tiendas independientes, restaurantes y su área peatonal. En “the Gables”, las tiendas exclusivas y los bares con terraza pueden convertir a un lugar de paso en un día completo de aventuras de compras. Miracle Mile, la calle principal del centro de Coral Gables, y las calles adyacentes están repletas de tiendas de novias, ropa, joyas y zapatos, galerías de arte y hasta algunas panaderías. Al finalizar las compras, puedes acudir a un espectáculo en Actor's Playhouse, ver una película en Coral Gables Art Cinema o participar en una degustación de vinos.
Compras Inteligentes en las Calles del Downtown de Miami
Las compras inteligentes en las calles son un sello distintivo del Downtown de Miami, donde está uno de los distritos de joyería más grandes del país y cientos de tiendas minoristas. En el Downtown también encontrarás Macy´s y Alberto Cortés Cosmetics & Perfumes. Visita La Época, una tienda por departamentos proveniente de Cuba. Innumerables comercios familiares venden artículos electrónicos, deportivos y cosméticos.
Compras al Aire Libre
Mezcla el sol con el entretenimiento y las compras al aire libre.
Bayside Marketplace
Con una gran vista a la hermosa bahía Biscayne Bay y rodeado por un paisaje urbano impresionante, que incluye el Puerto de Miami y AmericanAirlines Arena, Bayside Marketplace combina compras y placer. Aquí los vendedores minoristas comparten el espacio con mercancías artesanales y el entretenimiento sin fin. Hay más de 150 tiendas que incluyen varios nombres famosos como Gap, Wet Seal y Victoria Secret, mientras que en los pequeños quioscos se venden artesanías locales y objetos de colección, joyas exóticas, productos de cuero y artículos de regalo de todas partes de mundo. Este centro comercial al aire libre te invita a pasear y relajarse entre las compras. Aquí podrás presenciar conciertos y actuaciones callejeras mientras disfrutas la vista espectacular de la bahía.
Al finalizar las compras, la diversión sigue. Además de un enorme Hard Rock Cafe, Bayside tiene excelentes restaurantes de pescado y mariscos, carne y cocina latina. Además, hay cientos de espacios, donde podrás saborear un café con leche, un helado o una merengada de frutas. Al acercarse la noche, toma un tour a la luz de la luna a bordo de alguno de los pequeños barcos que zarpan de Miamarina.
Mary Brickell Village
En el Downtown de Miami se encuentra Mary Brickell Village, con sus patios a la sombra de árboles, llenos de tiendas, restaurantes y bares. La tranquilidad del lugar puede hacerte olvidar que Brickell Avenue, llamada “la capital financiera de Latinoamérica”, se encuentra a tan solo una cuadra de distancia.
Cocowalk
Coconut Grove fue el primer barrio de Miami y sigue siendo uno de los más pintorescos. Es un área de frecuentes festivales, vida urbana interminable, excéntricos artistas y artes sofisticadas. En el corazón de “Grove” se encuentra Cocowalk. Este multicultural centro comercial, gastronómico y de entretenimiento al aire libre invoca el ambiente de una plaza de un pueblo europeo en medio de la atmósfera tropical del Sur de Florida y ofrece algo para todos. Aquí encontrarás exclusivas boutiques y muchas tiendas muy populares, incluyendo GAP, Cheesecake Factory, Fat Tuesday, Maui Nix Surf Shop, Edward Beiner Eyewear y el exclusivo First Flight Out, la exhibición histórica de Pan Am y su tienda minorista.
Al anochecer, CocoWalk se enciende con música en vivo y encuentros con el arte. En los bares y restaurantes podrás tomar un trago, cenar y deleitarte con un postre. Los amantes del cine tienen a su disposición las ultramodernas salas de cine Paragon 13.
Compras en Sunset Place
En la ciudad de South Miami, al sur de Coconut Grove y cerca de University of Miami, el colorido del paisaje urbano indica el camino a decenas de tiendas de especialidad en The Shops en Sunset Place. Amplias plazas crean una atmósfera relajada para comprar, comer, ver películas o degustar martinis. Mientras los amantes de la lectura se deleitan en Barnes & Noble, los que prefieren fashion pueden visitar las tiendas Armani Exchange, Banana Republic, Urban Outfitters y una gran cantidad de tiendas de estilo, o cambiar las compras por la diversión que aguarda en la zona de entretenimiento Gametime, Sunset Place 24 con cines IMAX de AMC y Splitsville Luxury
Lanes & Dinner Lounge.
Village of Merrick Park
En Coral Gables, Village of Merrick Park alberga 115 tiendas de primera y restaurantes que rodean un patio con jardines tropicales y fuentes. Juicy Couture, Burberry, CH Carolina Herrera y Tiffany están entre las opciones elegantes.
The Falls
Más al sur, cascadas de agua y pasillos cubiertos, complementados con una exuberante vegetación, hacen de The Falls un lugar tranquilo para ir de compras. Con más de 100 tiendas y restaurantes, incluyendo Macy´s y Bloomingdale´s, The Falls es uno de los mayores centros comerciales al aire libre en los Estados Unidos, con tiendas como Apple Computer Store, Crate & Barrel, Restoration Hardware, bebe, Nine West y Williams-Sonoma entre los minoristas especializados. T.G.I. Friday´s, Johnny Rockets, P.F. Chang´s China Bistro, Los Ranchos y otros restaurantes esperan a aquéllos que necesitan recobrar fuerzas para seguir comprando.
lunes, 9 de octubre de 2017
FRANCIA: PARIS: Recomendados no tan conocidos
París es uno de los destinos estrella y uno de los más queridos por nuestros viajeros.
Seguro que conoces los lugares más emblemáticos como la Torre Eiffel, el arco del Triunfo o El Museo del Louvre pero en París hay mucho más por descubrir y, si tienes la oportunidad, no puedes dejar de visitar estos lugares que no son tan conocidos para el gran público pero que no te puedes perder en tu visita a la ciudad del amor, ¿nos acompañas?
Una librería espectacular
La librería Shakespeare & Co. se encuentra en el número 37 de la calle Bucherie y es mítica en París. Está especializada en literatura anglosajona y era visitada por eminencias como Hernest Hemingway o Scott Fitzgerald. Esta librería fue propiedad de la primera editora de la famosa novela Ulises de James Joyce, desde 1919. Como curiosidad, esta mítica librería da alojamiento a viajeros de todo el mundo a cambio de unas horas de trabajo en la librería que a la vez es biblioteca. Sin duda, un lugar imprescindible para los amantes de la literatura.
El Ballon de París
Si deseas ver París desde las alturas pero no consigues subir a la Torre Eiffel, tienes otra opción poco conocida, El Ballon de París, un enorme globo aeroestático que te permite contemplar unas hermosas vistas de la ciudad de la luz. El globo llega a ascender a una altura de 150 metros y dicen que es el globo más grande del mundo con 22 metros de altura y 32 de diámetro. Si no tienes miedo a las alturas, el Ballon de París es una gran opción.
La Santa Capilla
No es precisamente desconocida pero muchas veces queda eclipsada por la majestuosidad de la famosa catedral de Notre Dame. La Santa Capilla es una de las obras cumbre de la arquitectura gótica. Fue construida para albergar las reliquias adquiridas por el rey San Luis de Francia, por lo que ha sido considerada como un enorme relicario. Las paredes han sido
Jardin Du Verte Galant
Dicen que estos jardines servían al rey Enrique IV para sus escarceos amorosos y que le gustaba pasear por él vestido de verde, de ahí su nombre. Se puede ver el sena por ambos lados y es un lugar perfecto para un picnic o para pasar una hermosa noche contemplando las bellas fachadas de los edficios cercanos.
Le mur des Je t’aime
O dicho de otra forma “El muro de los Te quiero”, es una obra de Frédéric Baron y Claire Kito. Un lugar de imprescindible visita para los enamorados. Está construido con más de 600 azulejos de lava esmaltada y pueden leerse hasta 300 “te quiero” en 250 idiomas. Todo un canto al amor y que te servirá para decir “te amo” en todas las lenguas que puedas imaginar porque nunca se sabe de quién te vas a enamorar, ¿verdad?
Parque Astérix
Si viajas con los más pequeños de la casa no puedes perderte este lugar en tus días libres de tu circuito. Es un parque temático dedicado al personaje de cómic más famoso de Francia: Astérix. Podrás encontrar espectáculos, atracciones, tiendas, de todo para pasar un día inolvidable.
Museo de los Vampiros y criaturas fantásticas
A las afueras de París, en la localidad de Les Lilas, se encuentra un extraño museo, pero que para el que le guste el terror y el misterio hará las delicias. Se trata del Museo de los Vampiros y criaturas legendarias. Un museo dedicado al vampirismo. Entre otras cosas podrás ver los lugares de París donde se realizaban rituales espirtistas pero también contiene curiosidades como un kit para matar vampiros, películas de culto de los estudios Hammer, juguetes relacionados con Drácula y libros antiguos que podrían convertirse en polvo si los tocas.
Belleville
Es un cuasi desconocido barrio de París pero muy pintoresco que se podría asemejar al barrio de Malasaña de Madrid. Lugar de culto para artistas fuera de lo convencional y que posee un parque desde donde se ven de una forma espectacular los fuegos artificiales de Nochevieja. Tambien hay un pequeño cabaret y un museo dentro del parque llamado “la Maison de l’Aire” que describe los elementos de la atmósfera con gran detalle. Se puede descubrir cómo los animales y plantas utilizan el aire y como ayudar a disminuir la contaminación.
Un restaurante palacio
En el distrito X de París se encuentra un restaurante fuera de lo común, porque entrar en él significa transportarte a otra época. Se trata de Le Train Bleu, un auténtico palacio dentro de la estación de Lyon. Data de 1901 y es uno de los lugares de la Belle Epoque parisina mejor conservados. No es un restaurante común pues por su mesas han pasado celebridades como Coco Chanel, Brigitte Bardot, Jean Cocteau, Colette, Salvador Dalí, Jean Gabin o Marcel Pagnol.
La calle más estrecha de París
Y como curiosidad te traemos la calle más estrecha de París, la Rue du Chat qui Pêche (“la calle del gato que pesca”), con tan sólo 1.8 metro de anchura y 29 metros de longitud. Su nombre se debe a la leyenda de un chamán y su gato negro que data del Siglo XV que contaba la historia de un mago y su gato que hacía que los peces del Sena saltasen a sus garras por arte de magia. Cuentan que una noche un grupo de personas, pensando que el animal estaba embrujado, capturó al gato y lo lanzó al río y no se volvió a ver nunca más al felino… ni al dueño por lo que se pensó que gato y dueño eran el mismo ser.
Seguro que conoces los lugares más emblemáticos como la Torre Eiffel, el arco del Triunfo o El Museo del Louvre pero en París hay mucho más por descubrir y, si tienes la oportunidad, no puedes dejar de visitar estos lugares que no son tan conocidos para el gran público pero que no te puedes perder en tu visita a la ciudad del amor, ¿nos acompañas?
Una librería espectacular
La librería Shakespeare & Co. se encuentra en el número 37 de la calle Bucherie y es mítica en París. Está especializada en literatura anglosajona y era visitada por eminencias como Hernest Hemingway o Scott Fitzgerald. Esta librería fue propiedad de la primera editora de la famosa novela Ulises de James Joyce, desde 1919. Como curiosidad, esta mítica librería da alojamiento a viajeros de todo el mundo a cambio de unas horas de trabajo en la librería que a la vez es biblioteca. Sin duda, un lugar imprescindible para los amantes de la literatura.
El Ballon de París
Si deseas ver París desde las alturas pero no consigues subir a la Torre Eiffel, tienes otra opción poco conocida, El Ballon de París, un enorme globo aeroestático que te permite contemplar unas hermosas vistas de la ciudad de la luz. El globo llega a ascender a una altura de 150 metros y dicen que es el globo más grande del mundo con 22 metros de altura y 32 de diámetro. Si no tienes miedo a las alturas, el Ballon de París es una gran opción.
La Santa Capilla
No es precisamente desconocida pero muchas veces queda eclipsada por la majestuosidad de la famosa catedral de Notre Dame. La Santa Capilla es una de las obras cumbre de la arquitectura gótica. Fue construida para albergar las reliquias adquiridas por el rey San Luis de Francia, por lo que ha sido considerada como un enorme relicario. Las paredes han sido
Jardin Du Verte Galant
Dicen que estos jardines servían al rey Enrique IV para sus escarceos amorosos y que le gustaba pasear por él vestido de verde, de ahí su nombre. Se puede ver el sena por ambos lados y es un lugar perfecto para un picnic o para pasar una hermosa noche contemplando las bellas fachadas de los edficios cercanos.
Le mur des Je t’aime
O dicho de otra forma “El muro de los Te quiero”, es una obra de Frédéric Baron y Claire Kito. Un lugar de imprescindible visita para los enamorados. Está construido con más de 600 azulejos de lava esmaltada y pueden leerse hasta 300 “te quiero” en 250 idiomas. Todo un canto al amor y que te servirá para decir “te amo” en todas las lenguas que puedas imaginar porque nunca se sabe de quién te vas a enamorar, ¿verdad?
Parque Astérix
Si viajas con los más pequeños de la casa no puedes perderte este lugar en tus días libres de tu circuito. Es un parque temático dedicado al personaje de cómic más famoso de Francia: Astérix. Podrás encontrar espectáculos, atracciones, tiendas, de todo para pasar un día inolvidable.
Museo de los Vampiros y criaturas fantásticas
A las afueras de París, en la localidad de Les Lilas, se encuentra un extraño museo, pero que para el que le guste el terror y el misterio hará las delicias. Se trata del Museo de los Vampiros y criaturas legendarias. Un museo dedicado al vampirismo. Entre otras cosas podrás ver los lugares de París donde se realizaban rituales espirtistas pero también contiene curiosidades como un kit para matar vampiros, películas de culto de los estudios Hammer, juguetes relacionados con Drácula y libros antiguos que podrían convertirse en polvo si los tocas.
Belleville
Es un cuasi desconocido barrio de París pero muy pintoresco que se podría asemejar al barrio de Malasaña de Madrid. Lugar de culto para artistas fuera de lo convencional y que posee un parque desde donde se ven de una forma espectacular los fuegos artificiales de Nochevieja. Tambien hay un pequeño cabaret y un museo dentro del parque llamado “la Maison de l’Aire” que describe los elementos de la atmósfera con gran detalle. Se puede descubrir cómo los animales y plantas utilizan el aire y como ayudar a disminuir la contaminación.
Un restaurante palacio
En el distrito X de París se encuentra un restaurante fuera de lo común, porque entrar en él significa transportarte a otra época. Se trata de Le Train Bleu, un auténtico palacio dentro de la estación de Lyon. Data de 1901 y es uno de los lugares de la Belle Epoque parisina mejor conservados. No es un restaurante común pues por su mesas han pasado celebridades como Coco Chanel, Brigitte Bardot, Jean Cocteau, Colette, Salvador Dalí, Jean Gabin o Marcel Pagnol.
La calle más estrecha de París
Y como curiosidad te traemos la calle más estrecha de París, la Rue du Chat qui Pêche (“la calle del gato que pesca”), con tan sólo 1.8 metro de anchura y 29 metros de longitud. Su nombre se debe a la leyenda de un chamán y su gato negro que data del Siglo XV que contaba la historia de un mago y su gato que hacía que los peces del Sena saltasen a sus garras por arte de magia. Cuentan que una noche un grupo de personas, pensando que el animal estaba embrujado, capturó al gato y lo lanzó al río y no se volvió a ver nunca más al felino… ni al dueño por lo que se pensó que gato y dueño eran el mismo ser.
martes, 26 de septiembre de 2017
USA: MIAMI: Art Deco: Arquitectura & Hoteles Boutique
Art Deco: Arquitectura & Hoteles Boutique
Una manera interesante de explorar la historia de Miami Beach es a través de su arquitectura, que se puede apreciar hoy en día gracias a los esfuerzos de grupos como Miami Design Preservation League que organizan diariamente recorridos arquitectónicas a pie. También son responsables de agrupar gran parte de los terrenos de la playa en distritos históricos. Quizás el distrito más visible es el Art Deco District ubicado en el corazón de South Beach, desde la 6ta. calle hasta la 23ra. calle. Es aquí donde se encuentra una de las colecciones más grandes de la arquitectura Art Deco en el mundo.
¿Qué es la arquitectura Art Deco?
Art Deco no es sólo un estilo arquitectónico, sino una estética de diseño general, popularizada en la década de los años 20 del siglo XX en París, que luego se extendió por todo el mundo durante la década de 1930 y hasta la Segunda Guerra Mundial. Dos de los ejemplos más prominentes de la arquitectura Art Deco se encuentran en Nueva York - el Empire State Building y el Chrysler Building.
La mayoría de los edificios Art Deco en Miami fueron construidos durante los años 30 y 40 del siglo XX y son considerados como parte de la segunda ola de Art Deco conocida como Streamline Moderne. Con nuestras influencias tropicales y marinas, los edificios Art Deco de Miami se distinguen a veces como Tropical Deco, caracterizados por colores pastel, adornos florales y acuáticos y diseños náuticos que recuerdan barcos transoceánicos.
Si caminas a lo largo de Ocean Drive o Collins Avenue, podrás ver en los exteriores de los edificios algunas de las características emblemáticas de la arquitectura Art Deco: la simetría general, esquinas redondeadas, techos escalonados, sobresaltos de ventana, fachadas de relieve y la iluminación de neón. Si entras a alguno de estos edificios, verás pisos de terrazo, detalles de bloques de vidrio, candelabros y murales idílicos. Las esquinas y los bordes curvados se encuentran tanto en el interior como en el exterior de los edificios Art Deco.
Hoteles Boutique de Art Deco en Miami
Ocean Drive está bordeada por hoteles boutique Art Deco con vistas al océano Atlántico y Lummus Park. Originalmente construidos en la década de 1930 después del colapso del mercado bursátil, estos hoteles ocupan parcelas relativamente pequeñas y muchos son sólo de tres a cuatro pisos de altura. Esto fue hecho intencionalmente, porque los edificios con más pisos, requerirían ascensores y serían mucho más costosos de construir.
Observa el Hotel Breakwater South Beach, por ejemplo, ubicado en la esquina de la calle 10 y Ocean Drive. Su fachada blanca, amarilla y azul es a la vez colorida y coordinada con motivos náuticos. Su diseño total es simétrico con una dramática estructura vertical que se levanta del centro del edificio de tres pisos de forma rectangular, y su línea del techo sigue el patrón escalonado de Art Deco. Su diseño aerodinámico, angular y simétrico evoca una nave gigante lista para zarpar rumbo al océano que está enfrente.
Entra al Victor Hotel, ubicado en la calle 11 con Ocean Drive, o al Essex House en la calle 10 y Collins Avenue, y encontrarás murales que evocan escenas de los Everglades, pisos de terrazo, candelabros y bloques de vidrio.
En Collins Avenue, a partir de la calle 17, podrás encontrar una serie de hoteles boutique más altos, construidos en el estilo Art Deco en la década de 1940, incluyendo el National, el Delano, el SLS, The Raleigh Miami Beach y el Shelborne Wyndham Grand South Beach. Podrás notar que muchos de los hoteles de South Beach llevan dos nombres en la fachada - por ejemplo, el SLS y el Ritz Plaza, o el Ritz-Carlton y DiLido Beach. Como una medida para preservar la arquitectura original de estos edificios, los nombres originales también deben permanecer en la fachada.
Mientras que la arquitectura Art Deco se ha conservado en las fachadas exteriores, muchos de los hoteles de hoy en día también han elegido preservar el estilo interior. Sin embargo, la tendencia moderna en el diseño de hoteles en South Beach es renovar significativamente los interiores para agregar el glamour contemporáneo, tal como lo imaginan los arquitectos más destacados, como Philippe Starck, por ejemplo, quien diseñó Delano y SLS.
Caminando por la playa hacia el norte, donde la Ocean Drive se convierte en Collins Avenue, verás la historia de Miami Beach desplegarse ante tus ojos a través de la arquitectura y los hoteles. Mira a tu alrededor. Observa los detalles de los lobbies de los hoteles, camina por las cubiertas de sus piscinas y te quedarás atrapado en los mundos de ensueño que se construyeron a lo largo de las décadas. Cada uno fue innovador a su manera, con un punto de vista fantástico que tanto caracteriza la esencia de Miami Beach a través del arte, el diseño y la arquitectura.
martes, 22 de agosto de 2017
USA: MIAMI: Toues y excursiones
Tours y excursiones
Independientemente si ésta es tu primera visita a Miami o si eres un visitante frecuente, a veces es bueno tener la perspectiva de un profesional sobre lo que hay que ver, hacer y experimentar en nuestro destino. En Miami hay innumerables opciones de tours y excursiones. Seguramente, podrás encontrar algo que se adapta a tus gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunos de los recorridos más populares.
Paseo en barco a Stiltsville
En este recorrido, el historiador residente de HistoryMiami, el Dr. Paul George, te llevará a un relajante paseo en barco a Stiltsville, donde aprenderás sobre la historia de esta comunidad reducida ahora a unas siete casas sobre pivotes rodeadas por las aguas de la Bahía de Biscayne. En los años 40, 50 y 60 del siglo XX, Stiltsville fue famosa por ser el lugar de recreo preferido por los ricos y famosos de Miami. En el recorrido también verás el faro Cape Florida Lighthouse en Key Biscayne y conocerás muchos detalles sobre la historia de Miami. El tour sale de Bayside Marketplace en 401 Biscayne Blvd. Los boletos cuestan $60 para adultos y $25 para niños.
Recorrido por Design District
Explora el corazón del Design District (Distrito de Diseño) con el Dr. Paul George de HistoryMiami. En este recorrido a pie, conocerás cómo la arquitectura de vanguardia y boutiques de lujo cambiaron el histórico vecindario Buena Vista que se convirtió en el Distrito de Diseño. Verás instalaciones de arte público y conocerás sobre el plan maestro de desarrollo del vecindario, creado por Andrés Duany y Elizabeth Plater-Zyberk. Las excursiones salen desde Luminaire Lab 3901 NE 2nd. Ave. y cuestan $30 por persona.
Arte urbano en Wynwood
Explora el Wynwood Art District con HistoryMiami y conoce la historia de cómo este vecindario de inmigrantes, antes conocido como "Little San Juan", se está convirtiendo rápidamente en la galería de arte al aire libre más grande del mundo. Aquí podrás deleitarte con grandes murales y varias exposiciones de arte urbano. Conocerás la historia del graffiti y las historias de los artistas, residentes y desarrolladores que convirtieron Wynwood en un centro de arte con más de setenta galerías, cinco museos y siete complejos de arte. Los tours comienzan en Panther Coffee, 2390 NW 2nd. Ave. Los boletos cuestan $30 por persona.
Arqueología y arquitectura del Downtown
Camina a lo largo del lugar de confluencia de Miami River y Biscayne Bay en el Downtown y aprende sobre la historia de Miami, incluyendo a los nativos Tequesta, los pioneros y la historia moderna. Verás el arte y la arquitectura a lo largo de la caminata a un sitio arqueológico. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $30 por persona.
Misterios, crímenes y vicios
En este tour en autobús, conocerás las historias sobre los mafiosos, asesinos, narcotraficantes y otros personajes de mala fama. Las contará el historiador de HistoryMiami, el Dr. Paul George. Visitarás el Cementerio de la Ciudad de Miami, el Parque Bayfront, sitio del intento de asesinato del presidente electo Franklin D. Roosevelt, la casa en Coconut Grove de la asesina condenada Joyce Cohen y lugares donde se filmó la serie original de Miami Vice. En el camino hacia South Beach, verás la Palm Island, donde vivió Al Capone. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $60 por persona.
Entre otras excursiones populares están los recorridos a pie por Little Havana y Little Haiti, así como los paseos en barco por las islas de Biscayne Bay, entre otras.
Desde las amplias playas oceánicas en el este, hasta los pantanos de los Everglades en el oeste, descubre en Miami una asombrosa variedad de excursiones y tours organizados por los experimentados profesionales que te darán la más cordial bienvenida para que conozcas nuestro destino.
Independientemente si ésta es tu primera visita a Miami o si eres un visitante frecuente, a veces es bueno tener la perspectiva de un profesional sobre lo que hay que ver, hacer y experimentar en nuestro destino. En Miami hay innumerables opciones de tours y excursiones. Seguramente, podrás encontrar algo que se adapta a tus gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunos de los recorridos más populares.
Paseo en barco a Stiltsville
En este recorrido, el historiador residente de HistoryMiami, el Dr. Paul George, te llevará a un relajante paseo en barco a Stiltsville, donde aprenderás sobre la historia de esta comunidad reducida ahora a unas siete casas sobre pivotes rodeadas por las aguas de la Bahía de Biscayne. En los años 40, 50 y 60 del siglo XX, Stiltsville fue famosa por ser el lugar de recreo preferido por los ricos y famosos de Miami. En el recorrido también verás el faro Cape Florida Lighthouse en Key Biscayne y conocerás muchos detalles sobre la historia de Miami. El tour sale de Bayside Marketplace en 401 Biscayne Blvd. Los boletos cuestan $60 para adultos y $25 para niños.
Recorrido por Design District
Explora el corazón del Design District (Distrito de Diseño) con el Dr. Paul George de HistoryMiami. En este recorrido a pie, conocerás cómo la arquitectura de vanguardia y boutiques de lujo cambiaron el histórico vecindario Buena Vista que se convirtió en el Distrito de Diseño. Verás instalaciones de arte público y conocerás sobre el plan maestro de desarrollo del vecindario, creado por Andrés Duany y Elizabeth Plater-Zyberk. Las excursiones salen desde Luminaire Lab 3901 NE 2nd. Ave. y cuestan $30 por persona.
Arte urbano en Wynwood
Explora el Wynwood Art District con HistoryMiami y conoce la historia de cómo este vecindario de inmigrantes, antes conocido como "Little San Juan", se está convirtiendo rápidamente en la galería de arte al aire libre más grande del mundo. Aquí podrás deleitarte con grandes murales y varias exposiciones de arte urbano. Conocerás la historia del graffiti y las historias de los artistas, residentes y desarrolladores que convirtieron Wynwood en un centro de arte con más de setenta galerías, cinco museos y siete complejos de arte. Los tours comienzan en Panther Coffee, 2390 NW 2nd. Ave. Los boletos cuestan $30 por persona.
Arqueología y arquitectura del Downtown
Camina a lo largo del lugar de confluencia de Miami River y Biscayne Bay en el Downtown y aprende sobre la historia de Miami, incluyendo a los nativos Tequesta, los pioneros y la historia moderna. Verás el arte y la arquitectura a lo largo de la caminata a un sitio arqueológico. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $30 por persona.
Misterios, crímenes y vicios
En este tour en autobús, conocerás las historias sobre los mafiosos, asesinos, narcotraficantes y otros personajes de mala fama. Las contará el historiador de HistoryMiami, el Dr. Paul George. Visitarás el Cementerio de la Ciudad de Miami, el Parque Bayfront, sitio del intento de asesinato del presidente electo Franklin D. Roosevelt, la casa en Coconut Grove de la asesina condenada Joyce Cohen y lugares donde se filmó la serie original de Miami Vice. En el camino hacia South Beach, verás la Palm Island, donde vivió Al Capone. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $60 por persona.
Entre otras excursiones populares están los recorridos a pie por Little Havana y Little Haiti, así como los paseos en barco por las islas de Biscayne Bay, entre otras.
Desde las amplias playas oceánicas en el este, hasta los pantanos de los Everglades en el oeste, descubre en Miami una asombrosa variedad de excursiones y tours organizados por los experimentados profesionales que te darán la más cordial bienvenida para que conozcas nuestro destino.
USA: MIAMI: Gastronomia
Hoteles de Miami para los amantes de la gastronomía
¿Te gusta la buena cocina? Durante la última década, el escenario gastronómico de Miami ha florecido. Algunos de los mejores chefs del mundo, como José Andrés, Jeff McGinnis, Michael Schwartz, Michelle Bernstein, Dale Talde y otros, se han establecido en los restaurantes de la Ciudad Mágica. Eventos gastronómicos de renombre mundial, incluyendo South Beach Wine and Food Festival y Miami Spice, así como varios festivales de comida en distintos vecindarios han deleitado a los visitantes gourmets de todo el mundo.
La próxima vez que estés buscando un hotel con un toque “sabroso”, alójate en alguno de los que presentamos a continuación o visítalos para comer durante tu estadía en Miami. Tu paladar no se va a arrepentir.
W Miami
Ubicado en Brickell Avenue, el hotel W Miami es uno de los lugares más populares de la Ciudad Mágica para cenar, degustar un buen vino y relajarte. En el piso 15, está su restaurante 15th and Vine Kitchen and Bar con espectaculares vistas de la bahía Biscayne Bay y un romántico ambiente. Tiene una impresionante carta de vinos y ofrece delicias de la cocina americana contemporánea, incluyendo ñoquis de papas, el pez espada escalfado en aceite de oliva y las costillas estofadas con acelgas, entre muchas otras opciones.
Four Seasons Hotel Miami
Four Seasons Hotel Miami es un hotel muy famoso de Miami, al igual que su restaurante Edge, Steak & Bar. Dirigido por el chef ejecutivo Aaron Brooks, este restaurante cuenta con una gran terraza al aire libre, además de los espacios bajo techo, y ofrece cortes especiales de carne, deliciosos platos elaborados con especias y hierbas orgánicas, así como frutas frescas y vegetales producidas localmente.
Shelborne Wyndham Grand
Aparte de su piscina "para ver y ser visto" en South Beach, el hotel Shelborne Wyndham Grand tiene bares y restaurantes dirigidos por algunos de los mejores chefs del país. En el lobby, los entusiastas de cócteles disfrutarán en el bar The Drawing Room un cóctel muy especial con la receta del famoso Albert Trummer de Nueva York. El reconocido dúo de chefs, Jeff McInnis y Janine Stand, copropietarios de Root & Bone en Nueva York, han abierto recientemente en el Shelborne The Sarsaparilla Club.
Fontainebleau Miami Beach
Uno de los hoteles más emblemáticos de Miami, el Fontainebleau Miami Beach es conocido por su fabulosa piscina, el aire de glamour y sus restaurantes de renombre mundial. Visita Michael Mina 74 para conocer las delicias de un bistro americano moderno, o Stripsteak by Michael Mina para degustar platos de carne clásicos americanos. En Hakkasan te espera la cocina cantonesa y en Scarpetta la cocina italiana de Scott Conant. Todos prometen deliciosa comida, cócteles únicos, impresionantes cartas de vinos y mucha diversión.
Hotel Victor
Ubicado en Ocean Drive, el estilizado Hotel Victor de Art Deco atrae a muchos visitantes de Ocean Drive a su Sugar Factory American Brasserie, una gran tienda de dulces y restaurante bajo el mismo techo. Prueba el famoso cóctel Berry Bliss, o selecciona tu postre favorito de una larga lista de todas las opciones disponibles. Aquí podrás complacer tu paladar con diferentes gofres y crepes, hamburguesas y pizzas. ¡Los helados te encantarán! Si vienes con un grupo, ordena King Kong Sandae que es lo suficientemente grande para satisfacer a 12 personas.
SLS South Beach
El galardonado chef José Andrés, receptor del premio James Beard Award, es conocido en todo el mundo por utilizar mezclas deliciosas de diferentes ingredientes y preparar platos exóticos. Su restaurante The Bazaar by José Andrés en el hotel SLS South Beach no es la excepción. Aquí encontrarás un menú de muchos platos deliciosos y exóticos, incluyendo foie gras pb & j, sándwiches de queso azul congelado, ceviche de pitaya (fruta del dragón) , churrasco frotado con café cubano, cangrejo rey con frambuesas, y mucho más.
¿Te gusta la buena cocina? Durante la última década, el escenario gastronómico de Miami ha florecido. Algunos de los mejores chefs del mundo, como José Andrés, Jeff McGinnis, Michael Schwartz, Michelle Bernstein, Dale Talde y otros, se han establecido en los restaurantes de la Ciudad Mágica. Eventos gastronómicos de renombre mundial, incluyendo South Beach Wine and Food Festival y Miami Spice, así como varios festivales de comida en distintos vecindarios han deleitado a los visitantes gourmets de todo el mundo.
La próxima vez que estés buscando un hotel con un toque “sabroso”, alójate en alguno de los que presentamos a continuación o visítalos para comer durante tu estadía en Miami. Tu paladar no se va a arrepentir.
W Miami
Ubicado en Brickell Avenue, el hotel W Miami es uno de los lugares más populares de la Ciudad Mágica para cenar, degustar un buen vino y relajarte. En el piso 15, está su restaurante 15th and Vine Kitchen and Bar con espectaculares vistas de la bahía Biscayne Bay y un romántico ambiente. Tiene una impresionante carta de vinos y ofrece delicias de la cocina americana contemporánea, incluyendo ñoquis de papas, el pez espada escalfado en aceite de oliva y las costillas estofadas con acelgas, entre muchas otras opciones.
Four Seasons Hotel Miami
Four Seasons Hotel Miami es un hotel muy famoso de Miami, al igual que su restaurante Edge, Steak & Bar. Dirigido por el chef ejecutivo Aaron Brooks, este restaurante cuenta con una gran terraza al aire libre, además de los espacios bajo techo, y ofrece cortes especiales de carne, deliciosos platos elaborados con especias y hierbas orgánicas, así como frutas frescas y vegetales producidas localmente.
Shelborne Wyndham Grand
Aparte de su piscina "para ver y ser visto" en South Beach, el hotel Shelborne Wyndham Grand tiene bares y restaurantes dirigidos por algunos de los mejores chefs del país. En el lobby, los entusiastas de cócteles disfrutarán en el bar The Drawing Room un cóctel muy especial con la receta del famoso Albert Trummer de Nueva York. El reconocido dúo de chefs, Jeff McInnis y Janine Stand, copropietarios de Root & Bone en Nueva York, han abierto recientemente en el Shelborne The Sarsaparilla Club.
Fontainebleau Miami Beach
Uno de los hoteles más emblemáticos de Miami, el Fontainebleau Miami Beach es conocido por su fabulosa piscina, el aire de glamour y sus restaurantes de renombre mundial. Visita Michael Mina 74 para conocer las delicias de un bistro americano moderno, o Stripsteak by Michael Mina para degustar platos de carne clásicos americanos. En Hakkasan te espera la cocina cantonesa y en Scarpetta la cocina italiana de Scott Conant. Todos prometen deliciosa comida, cócteles únicos, impresionantes cartas de vinos y mucha diversión.
Hotel Victor
Ubicado en Ocean Drive, el estilizado Hotel Victor de Art Deco atrae a muchos visitantes de Ocean Drive a su Sugar Factory American Brasserie, una gran tienda de dulces y restaurante bajo el mismo techo. Prueba el famoso cóctel Berry Bliss, o selecciona tu postre favorito de una larga lista de todas las opciones disponibles. Aquí podrás complacer tu paladar con diferentes gofres y crepes, hamburguesas y pizzas. ¡Los helados te encantarán! Si vienes con un grupo, ordena King Kong Sandae que es lo suficientemente grande para satisfacer a 12 personas.
SLS South Beach
El galardonado chef José Andrés, receptor del premio James Beard Award, es conocido en todo el mundo por utilizar mezclas deliciosas de diferentes ingredientes y preparar platos exóticos. Su restaurante The Bazaar by José Andrés en el hotel SLS South Beach no es la excepción. Aquí encontrarás un menú de muchos platos deliciosos y exóticos, incluyendo foie gras pb & j, sándwiches de queso azul congelado, ceviche de pitaya (fruta del dragón) , churrasco frotado con café cubano, cangrejo rey con frambuesas, y mucho más.
USA:MIAMI: Pequeña Habana en Miami
Dile "Hola" a la cultura cubana en la Pequeña Habana en Miami
La cultura hispana impregna todo en el vecindario Little Havana (Pequeña Habana) - coloridos murales, monumentos a los héroes del pasado y del presente, hombres de edad jugando dominó mientras hablan de política, artesanos enrollando los puros en medio del aroma del café cubano, siempre presente de la Pequeña Habana. Estas escenas de la vida cotidiana en la Pequeña Habana se desarrollan teniendo como el telón de fondo la pulsante música tradicional cubana y afro-cubana, tiendas, galerías de arte únicas y pintorescos restaurantes típicos.
Calle Ocho, la arteria principal de la Pequeña Habana, es la capital no oficial de la comunidad cubana de Miami. Es famosa por su comida y restaurantes, ventanas de café cubano (o ventanitas), tiendas de puros, puestos de frutas, galerías de arte, música y actividades culturales. La animada calle, justo al oeste de la Avenida Brickell y el Downtown, acoge varios festivales y ferias de arte a lo largo del año, pero está llena de vida todos los días con el ajetreo y el bullicio de la actividad local y los turistas que exploran este vecindario étnico.
Domino Park
Máximo Gómez Domino Park es un punto de referencia en la Calle Ocho. Siempre está lleno de jugadores de dominó del vecindario, hombres quienes han dominado el juego durante años de práctica. Este animado parque, que se encuentra en la esquina de la Calle Ocho y la 15 Avenue, lleva el nombre del famoso soldado Máximo Gómez, quien luchó por la independencia de Cuba de España. Está rodeado de tiendas y restaurantes. La entrada al parque es gratuita. Está abierto al público durante todo el día hasta anochecer. Allí siempre podrás presenciar un acalorado partido de dominó y escuchar a los apasionados jugadores.
Tower Theatre
Otro ícono en la Calle Ocho, el Tower Theatre, se encuentra justo al lado del Domino Park. Construido en 1926, este edificio histórico y cultural ha tenido muchas vidas. Originalmente era una sala de cine. En la década de los años 50 y 60 del siglo XX, se convirtió en un centro de entretenimiento muy popular entre cientos de cubanos recién llegados a Miami. En 2002, fue completamente remodelado y reabierto como parte del Departamento de Asuntos Culturales del Miami Dade College. Ahora muestra regularmente películas extranjeras, independientes y premiadas, tanto en inglés como en español.
Viernes Culturales
El último viernes de cada mes, en a Pequeña Habana se realiza el festival Viernes Culturales. Es una noche de galerías para mostrar la escena artística del vecindario. Es un evento gratuito, que se realiza principalmente entre las Avenidas 14 y 17. Se celebra el trabajo en las artes visuales y música que los cubanos han conservado tan bien en Miami.
Este festival mensual ha sido un gran éxito, ya que es una mezcla de la cultura cubana vieja y la nueva. El evento siempre atrae a una gran multitud de los cubanos residentes en Miami, visitantes, jóvenes entusiastas del arte y cualquiera que quiera salir y pasar un buen rato. La noche ofrece varias actividades y entretenimiento, incluyendo bailes, dominó, galerías de arte, café cubano, mojitos y demostraciones de los torcedores de puros. Muchas tiendas permanecen abiertas hasta tarde y varios restaurantes ofrecen sus especialidades del menú. Con el entretenimiento y las actividades que van desde clases de tango hasta presentaciones realizadas por artistas callejeros y música en vivo, siempre encontrarás algo interesante y divertido en Viernes Culturales.
La cultura hispana impregna todo en el vecindario Little Havana (Pequeña Habana) - coloridos murales, monumentos a los héroes del pasado y del presente, hombres de edad jugando dominó mientras hablan de política, artesanos enrollando los puros en medio del aroma del café cubano, siempre presente de la Pequeña Habana. Estas escenas de la vida cotidiana en la Pequeña Habana se desarrollan teniendo como el telón de fondo la pulsante música tradicional cubana y afro-cubana, tiendas, galerías de arte únicas y pintorescos restaurantes típicos.
Calle Ocho, la arteria principal de la Pequeña Habana, es la capital no oficial de la comunidad cubana de Miami. Es famosa por su comida y restaurantes, ventanas de café cubano (o ventanitas), tiendas de puros, puestos de frutas, galerías de arte, música y actividades culturales. La animada calle, justo al oeste de la Avenida Brickell y el Downtown, acoge varios festivales y ferias de arte a lo largo del año, pero está llena de vida todos los días con el ajetreo y el bullicio de la actividad local y los turistas que exploran este vecindario étnico.
Domino Park
Máximo Gómez Domino Park es un punto de referencia en la Calle Ocho. Siempre está lleno de jugadores de dominó del vecindario, hombres quienes han dominado el juego durante años de práctica. Este animado parque, que se encuentra en la esquina de la Calle Ocho y la 15 Avenue, lleva el nombre del famoso soldado Máximo Gómez, quien luchó por la independencia de Cuba de España. Está rodeado de tiendas y restaurantes. La entrada al parque es gratuita. Está abierto al público durante todo el día hasta anochecer. Allí siempre podrás presenciar un acalorado partido de dominó y escuchar a los apasionados jugadores.
Tower Theatre
Otro ícono en la Calle Ocho, el Tower Theatre, se encuentra justo al lado del Domino Park. Construido en 1926, este edificio histórico y cultural ha tenido muchas vidas. Originalmente era una sala de cine. En la década de los años 50 y 60 del siglo XX, se convirtió en un centro de entretenimiento muy popular entre cientos de cubanos recién llegados a Miami. En 2002, fue completamente remodelado y reabierto como parte del Departamento de Asuntos Culturales del Miami Dade College. Ahora muestra regularmente películas extranjeras, independientes y premiadas, tanto en inglés como en español.
Viernes Culturales
El último viernes de cada mes, en a Pequeña Habana se realiza el festival Viernes Culturales. Es una noche de galerías para mostrar la escena artística del vecindario. Es un evento gratuito, que se realiza principalmente entre las Avenidas 14 y 17. Se celebra el trabajo en las artes visuales y música que los cubanos han conservado tan bien en Miami.
Este festival mensual ha sido un gran éxito, ya que es una mezcla de la cultura cubana vieja y la nueva. El evento siempre atrae a una gran multitud de los cubanos residentes en Miami, visitantes, jóvenes entusiastas del arte y cualquiera que quiera salir y pasar un buen rato. La noche ofrece varias actividades y entretenimiento, incluyendo bailes, dominó, galerías de arte, café cubano, mojitos y demostraciones de los torcedores de puros. Muchas tiendas permanecen abiertas hasta tarde y varios restaurantes ofrecen sus especialidades del menú. Con el entretenimiento y las actividades que van desde clases de tango hasta presentaciones realizadas por artistas callejeros y música en vivo, siempre encontrarás algo interesante y divertido en Viernes Culturales.
jueves, 17 de agosto de 2017
USA: MIAMI: Tours y excursiones
Tours y excursiones
Independientemente si ésta es tu primera visita a Miami o si eres un visitante frecuente, a veces es bueno tener la perspectiva de un profesional sobre lo que hay que ver, hacer y experimentar en nuestro destino. En Miami hay innumerables opciones de tours y excursiones. Seguramente, podrás encontrar algo que se adapta a tus gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunos de los recorridos más populares.
Paseo en barco a Stiltsville
En este recorrido, el historiador residente de HistoryMiami, el Dr. Paul George, te llevará a un relajante paseo en barco a Stiltsville, donde aprenderás sobre la historia de esta comunidad reducida ahora a unas siete casas sobre pivotes rodeadas por las aguas de la Bahía de Biscayne. En los años 40, 50 y 60 del siglo XX, Stiltsville fue famosa por ser el lugar de recreo preferido por los ricos y famosos de Miami. En el recorrido también verás el faro Cape Florida Lighthouse en Key Biscayne y conocerás muchos detalles sobre la historia de Miami. El tour sale de Bayside Marketplace en 401 Biscayne Blvd. Los boletos cuestan $60 para adultos y $25 para niños.
Recorrido por Design District
Explora el corazón del Design District (Distrito de Diseño) con el Dr. Paul George de HistoryMiami. En este recorrido a pie, conocerás cómo la arquitectura de vanguardia y boutiques de lujo cambiaron el histórico vecindario Buena Vista que se convirtió en el Distrito de Diseño. Verás instalaciones de arte público y conocerás sobre el plan maestro de desarrollo del vecindario, creado por Andrés Duany y Elizabeth Plater-Zyberk. Las excursiones salen desde Luminaire Lab 3901 NE 2nd. Ave. y cuestan $30 por persona.
Arte urbano en Wynwood
Explora el Wynwood Art District con HistoryMiami y conoce la historia de cómo este vecindario de inmigrantes, antes conocido como "Little San Juan", se está convirtiendo rápidamente en la galería de arte al aire libre más grande del mundo. Aquí podrás deleitarte con grandes murales y varias exposiciones de arte urbano. Conocerás la historia del graffiti y las historias de los artistas, residentes y desarrolladores que convirtieron Wynwood en un centro de arte con más de setenta galerías, cinco museos y siete complejos de arte. Los tours comienzan en Panther Coffee, 2390 NW 2nd. Ave. Los boletos cuestan $30 por persona.
Arqueología y arquitectura del Downtown
Camina a lo largo del lugar de confluencia de Miami River y Biscayne Bay en el Downtown y aprende sobre la historia de Miami, incluyendo a los nativos Tequesta, los pioneros y la historia moderna. Verás el arte y la arquitectura a lo largo de la caminata a un sitio arqueológico. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $30 por persona.
Misterios, crímenes y vicios
En este tour en autobús, conocerás las historias sobre los mafiosos, asesinos, narcotraficantes y otros personajes de mala fama. Las contará el historiador de HistoryMiami, el Dr. Paul George. Visitarás el Cementerio de la Ciudad de Miami, el Parque Bayfront, sitio del intento de asesinato del presidente electo Franklin D. Roosevelt, la casa en Coconut Grove de la asesina condenada Joyce Cohen y lugares donde se filmó la serie original de Miami Vice. En el camino hacia South Beach, verás la Palm Island, donde vivió Al Capone. El tour comienza en HistoryMiami, 101 West Flagler Street, y los boletos cuestan $60 por persona.
Entre otras excursiones populares están los recorridos a pie por Little Havana y Little Haiti, así como los paseos en barco por las islas de Biscayne Bay, entre otras.
Desde las amplias playas oceánicas en el este, hasta los pantanos de los Everglades en el oeste, descubre en Miami una asombrosa variedad de excursiones y tours organizados por los experimentados profesionales que te darán la más cordial bienvenida para que conozcas nuestro destino.
viernes, 28 de julio de 2017
NOTA: GUÍA PARA VIAJAR EN TREN POR EUROPA
GUÍA PARA VIAJAR EN TREN POR EUROPA
Viajar en tren es algo relativamente sencillo, económico y accesible. Sin embargo es importante que tomes en cuenta estos puntos para viajar en tren por Europa sin problema alguno.
No es necesario realizar check- in
Puede que para los residentes europeos sea obvia la respuesta, sin embargo para los turistas es una duda común, esto porque algunos vienen de países donde este medio de transporte ni siquiera es utilizado. Como regla general, no es necesario hacer check-in para ningún tren. Simplemente llegas a la estación, revisas el número de andén desde la cuál saldrá tu tren en los tableros informativos, caminas hacia dicho andén y abordas.
Los trenes son muy puntuales
En Europa la impuntualidad no existe, si tu tren sale a las 10:00am, el abordaje terminará a las 9:58 cerrarán las puertas y a las 10:00 am en punto el tren saldrá. Es muy importante llegar temprano a la estación, algunas son tan grandes que para encontrar el andén se debe caminar mucho y hasta subir o bajar de piso, por ejemplo Gare du Nord en París o Atocha en Madrid.
¿Cuándo revisan mis maletas?
Es muy diferente llegar a una estación de tren que a un aeropuerto, no esperes encontrar un counter para hacer el chequeo de equipaje. En la mayoría de las estaciones de tren europeas no hay ninguna barrera física entre la calle, el vestíbulo, los andenes y el tren. Los pasajes generalmente son controlados una vez a bordo del tren, durante el viaje, y no en la estación antes de partir.
¿Cuánto tiempo antes debo abordar?
No esperes que el tren esté listo tres horas antes de partir, es muy común que en las pantallas informativas aparezca el andén entre 15 y 25 minutos antes de abordar y también es muy normal que se cambie el andén minutos antes de salir. Hay que estar atento en todo momento.
¿Debo llevar mi pasaporte?
No existe ningún control de pasaportes antes de abordar trenes internacionales. Por lo general, este control se lleva a cabo una vez a bordo del tren, o en la estación de la frontera. Otra de las cosas que debes saber si vas en tren por Europa.
Los boletos se pueden emitir de alguna de las siguientes dos maneras:
Boleto electrónico para imprimir en casa: el boleto de tren se emite como un archivo pdf, el cual debe imprimir con cualquier impresora antes de abordar el tren.
Boleto electrónico para imprimir en la estación: se genera un número de boleto electrónico y se te informa al momento de la compra. Luego, todo lo que tenés que hacer es imprimir tu boleto en papel en la estación de tren utilizando un quiosco de autoservicio antes de la partida del tren.Excepciones a la regla
El tren Eurostar: Es el tren de alta velocidad que une Londres con París y Bruselas atravesando por un túnel el Canal de la Mancha. Requiere llegar con al menos 1/2 hora de adelanto para hacer un check-in, revisión de pasaportes y equipaje con un equipo de seguridad de rayos X antes de abordar.Trenes en España de Alta Velocidad: AVE, Alvia, Altaria y otros de alta velocidad realizan un breve chequeo de seguridad de equipajes con rayos X antes de salir en el mismo andén. Además se revisan los pases de abordar, todo se hace muy rápido sin causar atrasos.Toda esta información es muy útil para cuando vayas a viajar en tren por Europa.
Viajar en tren es algo relativamente sencillo, económico y accesible. Sin embargo es importante que tomes en cuenta estos puntos para viajar en tren por Europa sin problema alguno.
No es necesario realizar check- in
Puede que para los residentes europeos sea obvia la respuesta, sin embargo para los turistas es una duda común, esto porque algunos vienen de países donde este medio de transporte ni siquiera es utilizado. Como regla general, no es necesario hacer check-in para ningún tren. Simplemente llegas a la estación, revisas el número de andén desde la cuál saldrá tu tren en los tableros informativos, caminas hacia dicho andén y abordas.
Los trenes son muy puntuales
En Europa la impuntualidad no existe, si tu tren sale a las 10:00am, el abordaje terminará a las 9:58 cerrarán las puertas y a las 10:00 am en punto el tren saldrá. Es muy importante llegar temprano a la estación, algunas son tan grandes que para encontrar el andén se debe caminar mucho y hasta subir o bajar de piso, por ejemplo Gare du Nord en París o Atocha en Madrid.
¿Cuándo revisan mis maletas?
Es muy diferente llegar a una estación de tren que a un aeropuerto, no esperes encontrar un counter para hacer el chequeo de equipaje. En la mayoría de las estaciones de tren europeas no hay ninguna barrera física entre la calle, el vestíbulo, los andenes y el tren. Los pasajes generalmente son controlados una vez a bordo del tren, durante el viaje, y no en la estación antes de partir.
¿Cuánto tiempo antes debo abordar?
No esperes que el tren esté listo tres horas antes de partir, es muy común que en las pantallas informativas aparezca el andén entre 15 y 25 minutos antes de abordar y también es muy normal que se cambie el andén minutos antes de salir. Hay que estar atento en todo momento.
¿Debo llevar mi pasaporte?
No existe ningún control de pasaportes antes de abordar trenes internacionales. Por lo general, este control se lleva a cabo una vez a bordo del tren, o en la estación de la frontera. Otra de las cosas que debes saber si vas en tren por Europa.
Los boletos se pueden emitir de alguna de las siguientes dos maneras:
Boleto electrónico para imprimir en casa: el boleto de tren se emite como un archivo pdf, el cual debe imprimir con cualquier impresora antes de abordar el tren.
Boleto electrónico para imprimir en la estación: se genera un número de boleto electrónico y se te informa al momento de la compra. Luego, todo lo que tenés que hacer es imprimir tu boleto en papel en la estación de tren utilizando un quiosco de autoservicio antes de la partida del tren.Excepciones a la regla
El tren Eurostar: Es el tren de alta velocidad que une Londres con París y Bruselas atravesando por un túnel el Canal de la Mancha. Requiere llegar con al menos 1/2 hora de adelanto para hacer un check-in, revisión de pasaportes y equipaje con un equipo de seguridad de rayos X antes de abordar.Trenes en España de Alta Velocidad: AVE, Alvia, Altaria y otros de alta velocidad realizan un breve chequeo de seguridad de equipajes con rayos X antes de salir en el mismo andén. Además se revisan los pases de abordar, todo se hace muy rápido sin causar atrasos.Toda esta información es muy útil para cuando vayas a viajar en tren por Europa.
jueves, 6 de julio de 2017
USA: MIAMI: Explora la magia de Little Haiti
El vecindario de Miami llamado Little Haiti (La Petite Haiti), delimitado por la autopista I-95 y el ferrocarril East Coast Railway, se extiende entre las calles 54 y 87. Su distrito de negocios, a lo largo de Northeast 2nd. Avenue, es de gran importancia social y cultural para la comunidad haitiana, porque es la única área en la historia de la inmigración haitiana habitada principalmente por los haitianos. Una estatua de bronce del general Toussaint L'Ouverture, el padre de la independencia de Haití, puede ser observada en Northeast 2nd. Avenue y la calle 62, en el corazón de Little Haiti.
Este vecindario está lleno de negocios que pertenecen a los haitianos, donde el aroma de la comida típica, obras de arte multicolor, el ritmo del compás haitiano, y el tono expresivo del creole haitiano saludan a los residentes y visitantes por igual.
En el área, hay galerías de arte, tiendas de libros y música haitiana y el Centro Cultural de Little Haiti (212-260 NE 59a Terrace). Este centro comunitario de arte, que también es un museo, sirve de inspiración a todos los habitantes del vecindario. El Centro exhibe arte haitiano, la escultura y la artesanía. También ofrece clases de cerámica y de baile popular afro-caribeño. Periódicamente, hay presentaciones de baile en un teatro de 270 asientos. Los residentes y los visitantes tienen la oportunidad de conocer la cultura afro-caribeña, entretenerse, desarrollar nuevos talentos y ampliar su conocimiento de las artes. El Centro es también es el anfitrión de la mejor y más divertida noche gratis en Miami, Big Night in Little Haiti. Vente a la fiesta al estilo de Port Au Prince, con música en vivo, comidas típicas, artesanías para la venta y muchos bailes.
Otro lugar a visitar es el Museo del Patrimonio de Haití. Es una organización sin fines de lucro que se ha comprometido a poner de relieve y preservar la rica cultura y el patrimonio de Haití. En este museo (4141 NE 2nd Ave.), la comunidad local y los visitantes pueden deleitarse con una hermosa colección del arte haitiano, artefactos históricos, música, películas y obras literarias. Está abierto de martes a viernes de 10 a.m.-5 p.m.
Este vecindario está lleno de negocios que pertenecen a los haitianos, donde el aroma de la comida típica, obras de arte multicolor, el ritmo del compás haitiano, y el tono expresivo del creole haitiano saludan a los residentes y visitantes por igual.
En el área, hay galerías de arte, tiendas de libros y música haitiana y el Centro Cultural de Little Haiti (212-260 NE 59a Terrace). Este centro comunitario de arte, que también es un museo, sirve de inspiración a todos los habitantes del vecindario. El Centro exhibe arte haitiano, la escultura y la artesanía. También ofrece clases de cerámica y de baile popular afro-caribeño. Periódicamente, hay presentaciones de baile en un teatro de 270 asientos. Los residentes y los visitantes tienen la oportunidad de conocer la cultura afro-caribeña, entretenerse, desarrollar nuevos talentos y ampliar su conocimiento de las artes. El Centro es también es el anfitrión de la mejor y más divertida noche gratis en Miami, Big Night in Little Haiti. Vente a la fiesta al estilo de Port Au Prince, con música en vivo, comidas típicas, artesanías para la venta y muchos bailes.
Otro lugar a visitar es el Museo del Patrimonio de Haití. Es una organización sin fines de lucro que se ha comprometido a poner de relieve y preservar la rica cultura y el patrimonio de Haití. En este museo (4141 NE 2nd Ave.), la comunidad local y los visitantes pueden deleitarse con una hermosa colección del arte haitiano, artefactos históricos, música, películas y obras literarias. Está abierto de martes a viernes de 10 a.m.-5 p.m.
miércoles, 5 de julio de 2017
ITALIA: FLORENCIA: donde el arte se hace presente en cada esquina
Florencia, donde el arte se hace presente en cada esquina
Cuna de la cultura y de la lengua italiana, y símbolo del Renacimiento, Florencia tiene bien ganado el nombre de "ciudad del arte".
Su centro histórico reúne impresionantes monumentos, edificios religiosos, obras arquitectónicas y jardines, que dejan en evidencia el poder político y artístico del que disfrutaba Firenze, como la llaman los italianos, cuando durante la dinastía de los Médicis fue uno de los centros culturales más importantes de Europa.
Si se dispone de tiempo, lo ideal es perderse por sus calles, porque cualquier esquina posee su cuota de belleza y elegancia. Pero si la visita se centra en los principales sitios de interés, todo itinerario debe comenzar por Piazza del Duomo, donde además del magnífico Duomo se está al alcance de la Catedral de Santa María del Fiore, el campanario de Giotto y el baptisterio.
Como segundo paso se puede descubrir la Piazza della Signoria y el Palazzo Vecchio, que antiguamente fue la residencia y lugar de trabajo de la corte de Florencia.
Al salir del palacio, es recomendable tomar la Piazzale degli Uffizi para desembocar en el río y cruzar el Ponte Vecchio, el puente más antiguo de la ciudad.
Para quienes disfrutan de caminar, desde allí se puede subir a pie hasta la Piazzale Michelangelo, que ofrece inigualables vistas.
Los amantes de los museos deben anotar el Museo Nazionale del Bargello, donde encontrarán esculturas italianas de los siglos XIV al XVI y la Galería Uffizi, una de las pinacotecas más importantes del mundo, para admirar obras de algunos genios como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Rafael y Tiziano.
Si hay tiempo: visitar la iglesia el Palazzo Pitti con el Giardino di Boboli y la iglesia de San Miniato al Monte, uno de los mejores ejemplos del estilo románico florentino.
Si a todo esto se le suman la calidad de su comida y sus vinos, Florencia se convierte en un destino que ningún viajero puede olvidar en su viaje a Europa.
Cuna de la cultura y de la lengua italiana, y símbolo del Renacimiento, Florencia tiene bien ganado el nombre de "ciudad del arte".
Su centro histórico reúne impresionantes monumentos, edificios religiosos, obras arquitectónicas y jardines, que dejan en evidencia el poder político y artístico del que disfrutaba Firenze, como la llaman los italianos, cuando durante la dinastía de los Médicis fue uno de los centros culturales más importantes de Europa.
Si se dispone de tiempo, lo ideal es perderse por sus calles, porque cualquier esquina posee su cuota de belleza y elegancia. Pero si la visita se centra en los principales sitios de interés, todo itinerario debe comenzar por Piazza del Duomo, donde además del magnífico Duomo se está al alcance de la Catedral de Santa María del Fiore, el campanario de Giotto y el baptisterio.
Como segundo paso se puede descubrir la Piazza della Signoria y el Palazzo Vecchio, que antiguamente fue la residencia y lugar de trabajo de la corte de Florencia.
Al salir del palacio, es recomendable tomar la Piazzale degli Uffizi para desembocar en el río y cruzar el Ponte Vecchio, el puente más antiguo de la ciudad.
Para quienes disfrutan de caminar, desde allí se puede subir a pie hasta la Piazzale Michelangelo, que ofrece inigualables vistas.
Los amantes de los museos deben anotar el Museo Nazionale del Bargello, donde encontrarán esculturas italianas de los siglos XIV al XVI y la Galería Uffizi, una de las pinacotecas más importantes del mundo, para admirar obras de algunos genios como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Rafael y Tiziano.
Si hay tiempo: visitar la iglesia el Palazzo Pitti con el Giardino di Boboli y la iglesia de San Miniato al Monte, uno de los mejores ejemplos del estilo románico florentino.
Si a todo esto se le suman la calidad de su comida y sus vinos, Florencia se convierte en un destino que ningún viajero puede olvidar en su viaje a Europa.
jueves, 30 de marzo de 2017
EMIRATYOS ARABES: ABU DABI: Diez razones para descubrir
Diez razones para descubrir Abu Dabi
Playas de arenas blancas, un mar turquesa, edificios de vanguardia, palacios de ensueño, noches en el desierto y shopping de primera línea son sólo algunas excusas para visitar esta ciudad
Cuando comenté cuál era mi próximo destino la mayoría me contestó: "¿Abu qué?". Una amiga me dijo que le sonaba porque en el dibujo animado del gato Garfield, cuando éste no soportaba más a su novia, la despachaba en una caja que tenía una estampilla de esa ciudad. Otros me corrigieron: "Ah, te vas a Dubái". Y es entendible, porque es, de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos -junto con Abu Dabi, Ajmán, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sarja y Umm al-Qaywayny- el que más se ha hecho sentir en el mundo al posicionarse como meca del turismo de lujo en la costa del golfo Pérsico. Lo cierto es que poco se sabe acerca de Abu Dabi, que no sólo es el más extenso de ellos -ocupa casi el 80% del territorio- sino también la capital y la segunda ciudad más poblada de este pujante país asiático.
Además, generalmente, ese retazo de información no realza, precisamente, sus virtudes. Su ubicación en el golfo Pérsico, comúnmente asociado con conflictos bélicos; el calor extremo -durante el verano, en julio y agosto, el sol calienta a más de 48°-, la rigidez del Islam -además de que las mujeres practicantes deben respetar a rajatabla el código de vestimenta, la venta de alcohol en supermercados y bares está prohibida y sólo se puede beber en hoteles internacionales- y el idioma.
Pero a todo esto contesto que los Emiratos adoptaron un rol pacificador en esta zona caliente desde su consolidación en 1972, y que el invierno emiratí -de noviembre a mayo- es uno de los veranos más apacibles que he vivido: el sol no falla jamás, durante el día la temperatura no supera los 24° y, por las noches, puede bajar hasta los 10°, lo que permite caminar por la costanera de Corniche y sentir el viento del mar en la cara para luego dormir tapado con un edredón. De hecho, en este desierto hay tanta sed de frío que las liquidaciones en los shoppings suceden como en cualquier parte del mundo. Aquí, los trajes de baño se descuelgan de los percheros para darles espacio a los gorros de lana y a las camperas de polar por más que afuera esté para short y ojotas.
En cuanto a la vestimenta, es un mito que las extranjeras debamos usar niqab -salvo en las mezquitas donde se entrega un velo para cubrir el cabello- y que la policía religiosa está al acecho de turistas irreverentes. El código es olvidarse de las musculosas, de los vestidos ultra apretados y de las minis por encima de la rodilla. Fuera de eso, todo está bien. ¡Incluso usar bikini en la playa! También tengo que admitir que escuchar hablar en árabe es casi como pretender sentir el inglés en Miami. La lengua sajona es el nexo entre habitantes y turistas de todas partes del mundo.
Si estos argumentos no fueron suficientes, aquí diez razones más para viajar hacia esta megaciudad del siglo XXI que supo surgir en un archipiélago desértico delineado por las aguas cálidas y turquesas del mar Arábigo.
1. Una ciudad pop-up
Me gusta decir que Abu Dabi, y la historia de los Emiratos en general, tienen un espíritu "pop-up". Surgieron de repente, donde nadie los esperaba. Unos 250 años atrás, sus habitantes eran beduinos dedicados al comercio de perlas. Un buen día del año 1958 descubrieron que estaban parados sobre un colchón de petróleo que los transformó de tribus nómades en empresarios del mundo. Pero ese giro copernicano no revolucionó los valores de su gente gracias al liderazgo del Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan (q.e.p.d.), gobernador de Abu Dabi; más adelante, fundador y presidente de los Emiratos Árabes Unidos, e ídolo nacional. El Sheikh privilegió los caminos, las escuelas y los hospitales. El lujo llegó después y, con el mismo concepto de pop-up, en la costanera brotaron rascacielos de última generación que se erizan en los contornos de apacibles playas de arenas blancas. La arquitectura combina estilos futuristas -como el del complejo Etihad Towers, que aloja al hotel Jumeirah en una de sus cinco altísimas torres y que probablemente reconozcan los cinéfilos que hayan visto Rápido y Furioso 7- con otros que evocan Las mil y una noches. El mejor ejemplo es el Emirates Palace, un opulento hotel dirigido por el grupo alemán Kempinski que suele ser confundido con el palacio presidencial. Mármoles, cúpulas revestidas con pan de oro y más de mil arañas de cristales Swarovski ambientan este lujoso refugio de 850.000m².
Click Aqui
Abu Dabi podría apodarse "la ciudad de las fuentes". Están en todas partes, desde los hoteles hasta los shoppings, y cualquiera de ellas obliga a detenerse unos instantes. Una es más espectacular que la otra, con chorros que bailan coreografías y juegos de luces escenográficos. Su sonido convive con el de los motores de los Aston Martin, Lamborghini o Porsche -por mencionar solo algunas marcas- que son la banda de sonido de esta metrópoli.
2. Las playas
Estas espectaculares playas de arenas blancas y mar turquesa se disfrutan en bikini. Quizás algunos se sorprendan al ver algunas mujeres musulmanas que se zambullen ataviadas con niqab -velo que descubre únicamente los ojos- y abaya (túnica)- en las playas públicas. Otras, prefieren refugiarse en playas exclusivas para mujeres donde no se admiten ni siquiera a los hijos varones mayores de 6 años. Para asegurar su privacidad, están rodeadas por altos muros, las guardavidas son del mismo género y está prohibido tomar fotos. Volviendo a las playas, las hay públicas y privadas -donde se paga un canon por el servicio de reposeras, sombrillas y toallones-. Incluso los hoteles de lujo proponen esa opción a quienes no están hospedados. En el centro, la más popular es Corniche. Entre las privadas, las más atractivas se encuentran en las islas Yas y Saadiyat. En todos los casos, sólo es posible nadar hasta el atardecer.
3. Sus aromas y sabores
Abu Dabi tiene aroma a café especiado. Es que así se toma aquí: con un toque de clavo de olor, otro de cardamomo y sin azúcar, porque el rol dulce está reservado para los dátiles. Considerados frutas edulcorantes por su alto contenido de azúcar, son el remate perfecto. Hay que visitar el mercado de dátiles para probar todas las variedades -aquí se cultivan seis- y los tentadores derivados, como el jarabe (para bañar helados) y los exquisitos Chocodates: dátiles rellenos con almendras y cubiertos con chocolate (blanco, con leche o amargo).
4. Meca cultural
La isla de Saadiyat es el distrito cultural de esta ciudad que se prometió ser un faro para el resto del mundo y una oportunidad para conocer la obra de arquitectos de renombre. No sólo será hogar del Museo Nacional Zayed diseñado por Norman Foster sino también de las flamantes sedes del Guggenheim, a cargo de Frank Gehry, y del Louvre, por Jean Nouvel. La propuesta se completará con un Centro de Artes Escénicas, con el sello de Zaha Hadid, y un Museo Marítimo por el japonés Tadao Ando. Este ambicioso proyecto ya está en marcha pero aún no en funcionamiento. Por el momento, se recomienda visitar el centro cultural Manarat Al Saadiyat, que aloja muestras permanentes sobre la historia de la isla.
5. El shopping
Esta actividad casi entra en la categoría de deporte nacional: cuando el sol arde, es un entretenido pasatiempo. Los pasillos desbordan de mujeres que cargan paquetes y más paquetes de marcas imposibles como Manolo Blahnik, Chanel... Algunas van con un séquito de niñeras -una por hijo- para colaborar con esta rigurosa tarea. Hay más de una docena de malls pero dos obligados: Marina y Yas. El primero, por la cercanía del centro. Yas Mall aloja más de 370 tiendas y es una de las puertas de entrada al parque Ferrari World.
6. La Fórmula 1
Desde que, en 2009, el Gran Premio de Abu Dabi se sumó al Campeonato Mundial de Fórmula 1, el Circuito de Yas Marina es una cita obligada para fanáticos de la velocidad. El plan perfecto es alojarse en el futurista Yas Viceroy Abu Dabi Hotel, construido dentro del circuito mismo por lo que las habitaciones se convierten en palcos. Para vivir en persona la sensación de la velocidad, hay que animarse a Formula Rossa, la montaña rusa más rápida del planeta capaz de alcanzar los 250 km/h en sólo 4,5 segundos. La cita es en Ferrari World.www.ferrariworldabudhabi.com
7. Los hoteles de lujo y la shisha
Es difícil imaginarse una comida sin vino. En los restaurantes, las cartas de bebidas son extensas listas de mocktails -cócteles sin alcohol- e incluyen una selección de tabaco saborizado para fumar con shisha, el caballito de batalla para quienes buscan una velada relajante. Estas son parte del paisaje nocturno de Abu Dabi al recrear un ambiente de aromas frutados y un apacible sonido burbujeante. Pero no todo está perdido para quienes no estén dispuestos a resignar su copita del día. Los turistas armaron su propio circuito: con ingenio -y presupuesto- convirtieron a los lounges de los hoteles internacionales en refugios de sus costumbres.
8. La Gran Mezquita
La imponente Mezquita Sheikh Zayed se despliega en 12 hectáreas. Su fachada blanca resplandece por obra de los mármoles de Carrara y blanco Sivec que recubren su soberbia estructura de hormigón. Este descomunal templo con 82 cúpulas de estilo marroquí abrió sus puertas en 2007 y su capacidad para recibir unos 41.000 fieles la posicionó en el puesto 15 de los más grandes del mundo. Desde aquí, el adham (llamada a la oración) se transmite vía satélite hacia el resto de los templos de la ciudad. La principal sala de oración es una oportunidad para caminar sobre la alfombra más grande del planeta -con una superficie de 5627 m2, es obra unos 1200 artesanos iraníes que ataron 2.268.000 nudos- y para admirar las lujosas arañas de 10 metros de diámetro bañadas en oro y adornadas con cristales diseñadas por Swarovsky. Conviene visitarla de día, para verla brillar bajo el sol, y de noche, para apreciar la iluminación diseñada por el arquitecto Jonathon Speirs que refleja las fases de la luna sobre la fachada. www.szgmc.ae
9. El desierto
Desde Abu Dabi parten excursiones en 4x4 hacia el mar de arena. Temerarios conductores trepan las dunas a toda velocidad y, en lo alto, las camionetas se transforman en clavadistas mexicanos: se zambullen de frente en el polvo dorado. No es un paseo apto para estómagos sensibles pero sí una experiencia obligada en estas latitudes. El relax llega en un campamento en medio de la nada donde se prueba comida típica bajo las estrellas.
Otra manera de aproximarse al desierto es visitar el Hospital de Halcones, para ver de cerca a estas aves y comprender por qué se las respeta tanto en esta cultura. En tiempos tribales, los beduinos las entrenaban para cazar en el desierto. Ellas señalaban la presa. Con el petróleo, los carritos de supermercado reemplazaron la cetrería -hoy prohibida-. Sin embargo, estos ejemplares siguen siendo parte de las familias emiratíes. Viven sueltos en las casas e incluso comen a la par de sus integrantes. De hecho, al hospital llegó un halcón resfriado por dormir en la habitación de su dueño con el aire acondicionado. Los halcones tienen un pasaporte que los habilita para ir a volar -o a cazar- por otros cielos. Si alguien quisiera cambiar perro por halcón deberá tener un presupuesto abultado (cuestan más de cien mil dólares) y dirigirse a un centro de protección, que es donde se venden.
www.falconhospital.com
10. La vida familiar
Existe en Abu Dabi una marcada cultura familiar que hace que los más chiquitos sean recibidos con los brazos abiertos. Desde los juegos protegidos del sol en las playas hasta los parques de agua y las jugueterías -que ponen increíbles juguetes a su disposición-, las opciones de entretenimiento son interminables. Hay que estar preparado para que no paren un segundo y para saber decir que no cada vez que se anclen frente a alguna de las hipnóticas vidrieras que exhiben desde una jirafa de peluche a escala real hasta una Ferrari a batería. El dato: Mushrif Park, un espectacular parque que combina un pequeño zoológico, la recreación de un oasis donde los chicos pueden bañarse, una plaza con chorros de agua para que se empapen, juegos musicales y un tren que lo recorre de punta a punta.
Datos útiles
Cómo moverse: los taxis son una manera cómoda y accesible. Alquilar un auto tiene sus contras: las normas de tránsito son muy exigentes y es fácil ser multado. Una pintoresca alternativa es moverse por agua con el servicio de catamaranes de www.jalboot.ae .
Dónde dormir: lo ideal es alojarse en el centro, cerca de la costa. Una buena opción es alquilar un departamento por Airbnb. Hay opciones en torres con servicios, como es el caso de las Etihad Towers.
Emirates Palace. www.emiratespalaceabudhabi.com. Imponente hotel 7 estrellas construido sobre la costa y a metros del palacio presidencial. Desde US$ 600 la doble.
Dónde comer: Wafi Gourmet. Nation Towers. www.wafigourmet.com. Muy buen buffet de cocina libanesa con terraza con vista al mar.
Bill's Farm. Marina Mall Area, Wave Breaker. entainvestment.net . Carnes asadas en una terraza junto a las marinas del centro.
Agradecimiento a Abu Dabi Tourim &Culture por su colaboración. www.visitabudhabi.ae
Playas de arenas blancas, un mar turquesa, edificios de vanguardia, palacios de ensueño, noches en el desierto y shopping de primera línea son sólo algunas excusas para visitar esta ciudad
Cuando comenté cuál era mi próximo destino la mayoría me contestó: "¿Abu qué?". Una amiga me dijo que le sonaba porque en el dibujo animado del gato Garfield, cuando éste no soportaba más a su novia, la despachaba en una caja que tenía una estampilla de esa ciudad. Otros me corrigieron: "Ah, te vas a Dubái". Y es entendible, porque es, de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos -junto con Abu Dabi, Ajmán, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sarja y Umm al-Qaywayny- el que más se ha hecho sentir en el mundo al posicionarse como meca del turismo de lujo en la costa del golfo Pérsico. Lo cierto es que poco se sabe acerca de Abu Dabi, que no sólo es el más extenso de ellos -ocupa casi el 80% del territorio- sino también la capital y la segunda ciudad más poblada de este pujante país asiático.
Además, generalmente, ese retazo de información no realza, precisamente, sus virtudes. Su ubicación en el golfo Pérsico, comúnmente asociado con conflictos bélicos; el calor extremo -durante el verano, en julio y agosto, el sol calienta a más de 48°-, la rigidez del Islam -además de que las mujeres practicantes deben respetar a rajatabla el código de vestimenta, la venta de alcohol en supermercados y bares está prohibida y sólo se puede beber en hoteles internacionales- y el idioma.
Pero a todo esto contesto que los Emiratos adoptaron un rol pacificador en esta zona caliente desde su consolidación en 1972, y que el invierno emiratí -de noviembre a mayo- es uno de los veranos más apacibles que he vivido: el sol no falla jamás, durante el día la temperatura no supera los 24° y, por las noches, puede bajar hasta los 10°, lo que permite caminar por la costanera de Corniche y sentir el viento del mar en la cara para luego dormir tapado con un edredón. De hecho, en este desierto hay tanta sed de frío que las liquidaciones en los shoppings suceden como en cualquier parte del mundo. Aquí, los trajes de baño se descuelgan de los percheros para darles espacio a los gorros de lana y a las camperas de polar por más que afuera esté para short y ojotas.
En cuanto a la vestimenta, es un mito que las extranjeras debamos usar niqab -salvo en las mezquitas donde se entrega un velo para cubrir el cabello- y que la policía religiosa está al acecho de turistas irreverentes. El código es olvidarse de las musculosas, de los vestidos ultra apretados y de las minis por encima de la rodilla. Fuera de eso, todo está bien. ¡Incluso usar bikini en la playa! También tengo que admitir que escuchar hablar en árabe es casi como pretender sentir el inglés en Miami. La lengua sajona es el nexo entre habitantes y turistas de todas partes del mundo.
Si estos argumentos no fueron suficientes, aquí diez razones más para viajar hacia esta megaciudad del siglo XXI que supo surgir en un archipiélago desértico delineado por las aguas cálidas y turquesas del mar Arábigo.
1. Una ciudad pop-up
Me gusta decir que Abu Dabi, y la historia de los Emiratos en general, tienen un espíritu "pop-up". Surgieron de repente, donde nadie los esperaba. Unos 250 años atrás, sus habitantes eran beduinos dedicados al comercio de perlas. Un buen día del año 1958 descubrieron que estaban parados sobre un colchón de petróleo que los transformó de tribus nómades en empresarios del mundo. Pero ese giro copernicano no revolucionó los valores de su gente gracias al liderazgo del Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan (q.e.p.d.), gobernador de Abu Dabi; más adelante, fundador y presidente de los Emiratos Árabes Unidos, e ídolo nacional. El Sheikh privilegió los caminos, las escuelas y los hospitales. El lujo llegó después y, con el mismo concepto de pop-up, en la costanera brotaron rascacielos de última generación que se erizan en los contornos de apacibles playas de arenas blancas. La arquitectura combina estilos futuristas -como el del complejo Etihad Towers, que aloja al hotel Jumeirah en una de sus cinco altísimas torres y que probablemente reconozcan los cinéfilos que hayan visto Rápido y Furioso 7- con otros que evocan Las mil y una noches. El mejor ejemplo es el Emirates Palace, un opulento hotel dirigido por el grupo alemán Kempinski que suele ser confundido con el palacio presidencial. Mármoles, cúpulas revestidas con pan de oro y más de mil arañas de cristales Swarovski ambientan este lujoso refugio de 850.000m².
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Abu Dabi podría apodarse "la ciudad de las fuentes". Están en todas partes, desde los hoteles hasta los shoppings, y cualquiera de ellas obliga a detenerse unos instantes. Una es más espectacular que la otra, con chorros que bailan coreografías y juegos de luces escenográficos. Su sonido convive con el de los motores de los Aston Martin, Lamborghini o Porsche -por mencionar solo algunas marcas- que son la banda de sonido de esta metrópoli.
2. Las playas
Estas espectaculares playas de arenas blancas y mar turquesa se disfrutan en bikini. Quizás algunos se sorprendan al ver algunas mujeres musulmanas que se zambullen ataviadas con niqab -velo que descubre únicamente los ojos- y abaya (túnica)- en las playas públicas. Otras, prefieren refugiarse en playas exclusivas para mujeres donde no se admiten ni siquiera a los hijos varones mayores de 6 años. Para asegurar su privacidad, están rodeadas por altos muros, las guardavidas son del mismo género y está prohibido tomar fotos. Volviendo a las playas, las hay públicas y privadas -donde se paga un canon por el servicio de reposeras, sombrillas y toallones-. Incluso los hoteles de lujo proponen esa opción a quienes no están hospedados. En el centro, la más popular es Corniche. Entre las privadas, las más atractivas se encuentran en las islas Yas y Saadiyat. En todos los casos, sólo es posible nadar hasta el atardecer.
3. Sus aromas y sabores
Abu Dabi tiene aroma a café especiado. Es que así se toma aquí: con un toque de clavo de olor, otro de cardamomo y sin azúcar, porque el rol dulce está reservado para los dátiles. Considerados frutas edulcorantes por su alto contenido de azúcar, son el remate perfecto. Hay que visitar el mercado de dátiles para probar todas las variedades -aquí se cultivan seis- y los tentadores derivados, como el jarabe (para bañar helados) y los exquisitos Chocodates: dátiles rellenos con almendras y cubiertos con chocolate (blanco, con leche o amargo).
4. Meca cultural
La isla de Saadiyat es el distrito cultural de esta ciudad que se prometió ser un faro para el resto del mundo y una oportunidad para conocer la obra de arquitectos de renombre. No sólo será hogar del Museo Nacional Zayed diseñado por Norman Foster sino también de las flamantes sedes del Guggenheim, a cargo de Frank Gehry, y del Louvre, por Jean Nouvel. La propuesta se completará con un Centro de Artes Escénicas, con el sello de Zaha Hadid, y un Museo Marítimo por el japonés Tadao Ando. Este ambicioso proyecto ya está en marcha pero aún no en funcionamiento. Por el momento, se recomienda visitar el centro cultural Manarat Al Saadiyat, que aloja muestras permanentes sobre la historia de la isla.
5. El shopping
Esta actividad casi entra en la categoría de deporte nacional: cuando el sol arde, es un entretenido pasatiempo. Los pasillos desbordan de mujeres que cargan paquetes y más paquetes de marcas imposibles como Manolo Blahnik, Chanel... Algunas van con un séquito de niñeras -una por hijo- para colaborar con esta rigurosa tarea. Hay más de una docena de malls pero dos obligados: Marina y Yas. El primero, por la cercanía del centro. Yas Mall aloja más de 370 tiendas y es una de las puertas de entrada al parque Ferrari World.
6. La Fórmula 1
Desde que, en 2009, el Gran Premio de Abu Dabi se sumó al Campeonato Mundial de Fórmula 1, el Circuito de Yas Marina es una cita obligada para fanáticos de la velocidad. El plan perfecto es alojarse en el futurista Yas Viceroy Abu Dabi Hotel, construido dentro del circuito mismo por lo que las habitaciones se convierten en palcos. Para vivir en persona la sensación de la velocidad, hay que animarse a Formula Rossa, la montaña rusa más rápida del planeta capaz de alcanzar los 250 km/h en sólo 4,5 segundos. La cita es en Ferrari World.www.ferrariworldabudhabi.com
7. Los hoteles de lujo y la shisha
Es difícil imaginarse una comida sin vino. En los restaurantes, las cartas de bebidas son extensas listas de mocktails -cócteles sin alcohol- e incluyen una selección de tabaco saborizado para fumar con shisha, el caballito de batalla para quienes buscan una velada relajante. Estas son parte del paisaje nocturno de Abu Dabi al recrear un ambiente de aromas frutados y un apacible sonido burbujeante. Pero no todo está perdido para quienes no estén dispuestos a resignar su copita del día. Los turistas armaron su propio circuito: con ingenio -y presupuesto- convirtieron a los lounges de los hoteles internacionales en refugios de sus costumbres.
8. La Gran Mezquita
La imponente Mezquita Sheikh Zayed se despliega en 12 hectáreas. Su fachada blanca resplandece por obra de los mármoles de Carrara y blanco Sivec que recubren su soberbia estructura de hormigón. Este descomunal templo con 82 cúpulas de estilo marroquí abrió sus puertas en 2007 y su capacidad para recibir unos 41.000 fieles la posicionó en el puesto 15 de los más grandes del mundo. Desde aquí, el adham (llamada a la oración) se transmite vía satélite hacia el resto de los templos de la ciudad. La principal sala de oración es una oportunidad para caminar sobre la alfombra más grande del planeta -con una superficie de 5627 m2, es obra unos 1200 artesanos iraníes que ataron 2.268.000 nudos- y para admirar las lujosas arañas de 10 metros de diámetro bañadas en oro y adornadas con cristales diseñadas por Swarovsky. Conviene visitarla de día, para verla brillar bajo el sol, y de noche, para apreciar la iluminación diseñada por el arquitecto Jonathon Speirs que refleja las fases de la luna sobre la fachada. www.szgmc.ae
9. El desierto
Desde Abu Dabi parten excursiones en 4x4 hacia el mar de arena. Temerarios conductores trepan las dunas a toda velocidad y, en lo alto, las camionetas se transforman en clavadistas mexicanos: se zambullen de frente en el polvo dorado. No es un paseo apto para estómagos sensibles pero sí una experiencia obligada en estas latitudes. El relax llega en un campamento en medio de la nada donde se prueba comida típica bajo las estrellas.
Otra manera de aproximarse al desierto es visitar el Hospital de Halcones, para ver de cerca a estas aves y comprender por qué se las respeta tanto en esta cultura. En tiempos tribales, los beduinos las entrenaban para cazar en el desierto. Ellas señalaban la presa. Con el petróleo, los carritos de supermercado reemplazaron la cetrería -hoy prohibida-. Sin embargo, estos ejemplares siguen siendo parte de las familias emiratíes. Viven sueltos en las casas e incluso comen a la par de sus integrantes. De hecho, al hospital llegó un halcón resfriado por dormir en la habitación de su dueño con el aire acondicionado. Los halcones tienen un pasaporte que los habilita para ir a volar -o a cazar- por otros cielos. Si alguien quisiera cambiar perro por halcón deberá tener un presupuesto abultado (cuestan más de cien mil dólares) y dirigirse a un centro de protección, que es donde se venden.
www.falconhospital.com
10. La vida familiar
Existe en Abu Dabi una marcada cultura familiar que hace que los más chiquitos sean recibidos con los brazos abiertos. Desde los juegos protegidos del sol en las playas hasta los parques de agua y las jugueterías -que ponen increíbles juguetes a su disposición-, las opciones de entretenimiento son interminables. Hay que estar preparado para que no paren un segundo y para saber decir que no cada vez que se anclen frente a alguna de las hipnóticas vidrieras que exhiben desde una jirafa de peluche a escala real hasta una Ferrari a batería. El dato: Mushrif Park, un espectacular parque que combina un pequeño zoológico, la recreación de un oasis donde los chicos pueden bañarse, una plaza con chorros de agua para que se empapen, juegos musicales y un tren que lo recorre de punta a punta.
Datos útiles
Cómo moverse: los taxis son una manera cómoda y accesible. Alquilar un auto tiene sus contras: las normas de tránsito son muy exigentes y es fácil ser multado. Una pintoresca alternativa es moverse por agua con el servicio de catamaranes de www.jalboot.ae .
Dónde dormir: lo ideal es alojarse en el centro, cerca de la costa. Una buena opción es alquilar un departamento por Airbnb. Hay opciones en torres con servicios, como es el caso de las Etihad Towers.
Emirates Palace. www.emiratespalaceabudhabi.com. Imponente hotel 7 estrellas construido sobre la costa y a metros del palacio presidencial. Desde US$ 600 la doble.
Dónde comer: Wafi Gourmet. Nation Towers. www.wafigourmet.com. Muy buen buffet de cocina libanesa con terraza con vista al mar.
Bill's Farm. Marina Mall Area, Wave Breaker. entainvestment.net . Carnes asadas en una terraza junto a las marinas del centro.
Agradecimiento a Abu Dabi Tourim &Culture por su colaboración. www.visitabudhabi.ae
jueves, 2 de marzo de 2017
ESPAÑA: BARCELONA: Guia gastronómica
Barcelona, guía gastronómica con muchos platos fuertes
Aunque las tapas están de moda, vale la pena probar la comida tradicional catalana, con ingredientes del mar y la montaña muy bien combinados, años de historia, circuitos por tabernas típicas y mercados, y chefs famosos
BARCELONA.- Quien no haya tenido el placer de probar el pá amb tomàquet (pan con tomate, en catalán), con toda su sencillez y sabor de origen, ya tiene un buen motivo para regresar a Barcelona. Este destino siempre en auge, que recibe unos ocho millones de turistas al año, tiene una cultura gastronómica tan rica y diversa en sus influencias, que trasciende las estrellas Michelin de los afamados chefs que hicieron de Cataluña uno de los mejores lugar del mundo para comer. La buena mesa es tan importante en esta región, que un dato lo dice todo: el primer libro de cocina en catalán e impreso en Barcelona, el Llibre de Coch, data de 1520. Escrito por el maestro catalán Robert de Nola, cocinero de la Corte de Nápoles, sus recetas son una referencia de la cocina medieval, antes de la introducción de los ingredientes americanos: el tomate, la papa y el chocolate, que siglos más tarde hicieron tan suyos.
Muchos viajeros se vuelcan a las tan promocionadas tapas españolas, en todas las regiones por igual, porque están de moda. No está mal, pero se pierden los sabores locales y con un poco de esto y de lo otro, se termina pagando de más, porque el tapeo siempre resulta más caro que una comida.
Especialmente en Barcelona, donde más que una mínima ración la tapa es concebida como un plato en sí mismo. Aquí se dice que la única tapa inventada en esas tierras es la bomba, una pelota de papa rellena de carne de cerdo y ternera. Por ese y por tantos otros motivos, mejor comer a lo catalán más que a la moda. En esta región de mar y montaña, todo puede fundirse en un plato. "Por más que suene extraña la combinación, se prepara el pollo con cigalas o con gambas. Los arroces también son típicos, el arroz a la cazuela, también llamado arroz de montaña o de pagés (campesino) es un plato de toda la vida, especialmente para la mesa dominical, que se hace con conejo, alcauciles, verduras de estación o con pescados de todo tipo y mariscos", cuenta Montserrat Planas, de Barcelona Turisme, sobre lo que cocinan los catalanes en el fuego de sus cocinas.
Quien quiera adentrarse a los sabores del mar, una curiosidad: los pescadores de Barcelona tienen su propio tour que incluye un menú marinero. De las aguas del Mediterráneo sacan a diario, sardinas, boquerones, jurel (todo pescado azul). Y por la tarde, abastecen los mercados de merluza, rape, calamares, lenguados y sepias. "Un plato marinero recomendable es el suquet con papas, que hacen los pescadores en los barcos, con cualquier pescado. Se basa en un sofrito con papas, coronado con pescado", sugiere Planas.
Para comer muy bien, no hará falta desembolsar grandes sumas de dinero. Los catalanes son amantes de la buena mesa, exigentes con la calidad y frescura de los alimentos porque su cocina se basa en productos de estación, de lo que se encuentra en el mercado. Amantes del aceite de oliva y el pimentón, es común en los pulmones de edificios, sentir el aroma a pescado bien condimentado, que desprende alguna sartén. No es buen lugar, claro está, para tender la ropa. Dato para los turistas que alquilan departamentos. Como lamentablemente no podemos ser de la partida en lo del vecino, como primera medida hay que zambullirse en sus mercados para descubrir qué se come en esa estación.
Los mercados municipales suelen ser un paseo formidable, en estos casos, como un viaje en el tiempo. De frente a la Rambla, La Boquería es el más famoso. Y más frecuentado por turistas. La buena noticia es que hay 38 mercados más para visitar. Pocas ciudades del mundo tienen una red semejante, por lo tanto, el Ayuntamiento les da un trato especial añadiendo propuestas culturales y lúdicas para convertirlos en puntos de referencia social, en cada barrio.
Tour con buen sabor
Cesc y Alex son dos periodistas catalanes, apasionados por la gastronomía local y juntos conforman Aborígens. La dupla organiza viajes culinarios, servicios de consultoría y afortunadamente ofrecen tours para viajeros por sus rincones favoritos barceloneses (y de toda Cataluña). "Fomentamos el turismo de proximidad, cómplice con el territorio, sensible con los productos estacionales y fiel a nuestra tradición culinaria". De la mano de estos expertos en sabores catalanes, uno de los circuitos comienza en el encantador mercado del Ninot (Carrer de Mallorca 133), uno de los mercados históricos que debe su nombre a un mascarón de proa. Durante el paseo, hablan de un pilar de sus platos. "El cerdo, que lo es todo", y citan el refrán español: del cerdo hasta los andares, porque literalmente se comen hasta las patas.
Los platos se basan principalmente en esta proteína animal, porque en otros tiempos era más barato que comer pollo. La matanza del cerdo significaba comida para el invierno. Y señalan un error común del viajero: pedir jamón ibérico. "No es típico aquí. Y el cerdo catalán está extinto. Las razas porcinas blancas que se crían en Cataluña son Landrace, Large White, Piétrain y el Duroc, que hoy se considera el más cercano a lo que era el cerdo catalán", explica Cesc. El embutido catalán tradicional es las longaniza, hecha con partes de la espalda y del jamón, con sal, pimienta. Las grandes que se curan entre seis u ocho meses hasta unas de 15 días. El gran protagonista es el fuet, de unos 35 mm (fuet significa "látigo" en catalán). Después del cerdo, otra parte importante de la cocina catalana es el bacalao. Está en todos los sitios, aunque no es un producto del Mediterráneo. Es que antiguamente era muy barato. Los vascos lo introdujeron en el norte de la península y al ser un pescado curado en sal era el único que se podía transportar. La receta típica catalana es bacalao a la llauna (lata), que no falta en Semana Santa con su sencillez y gran sabor.
La visita con los Aborígens continúa por uno de los locales Morro Fi (Consell de Cent 171) punto de encuentro para el aperitivo, que está en pleno auge entre los locales. En este lugar simple y pequeño, de barra de mármol, se sirve vermut (vino macerado en hierbas) blanco o negro, de elaboración propia, bien acompañado de anchoas y aceitunas, calamares, pescados en conserva y almendras fritas. Todo aderezado con salsa vermut: pimentón, vinagre y sal.
A tomar nota, San Antoni es el barrio de los aperitivos. Y a continuación, un trago al paso por la antigua bodega Vendrell, que vende vino a granel desde 1934. Cesc y Álex aman esos lugares, que resisten todo. Parece una foto antigua, con sus barricas y decoración. Quienes compran ese vino pagés, que es una mezcla de varietales, elaborados por distintas cooperativas, tiene por costumbre tomar una copa bien fría, con chips y aceitunas, mientras son atendidos. Y eso hacemos. Y es verdaderamente económico. Después, tomamos cerveza artesanal en Biercab (Muntaner, 5) un espacio moderno y cálido a la vez con mucha madera, donde hay 30 grifos para deleitarse y platos pensados en función de la cerveza. Y como en todos los nuevos sitios de tapas, tienen su propia versión de la más icónica de todas, las patatas (papas) bravas, que las hacen cuadradas, confitadas y fritas y sale con una salsa picante. Claro, debe ser brava. Al mediodía, almorzamos comida catalana en Bodega Sepúlveda (Sepúlveda 173 bis), un restaurante que abrió sus puertas hace más de 60 años. Fue inicialmente una bodega que tenía el hogar de los propietarios en la planta alta, algo muy común en la época, pero que al empezar a servir comidas fue ganando todos los espacios de la casa para convertirse en el restaurante mítico, que es hoy, que supo cultivar un espíritu intelectual de izquierda. Su carta es ciento por ciento tradicional. Hay escalibada, ensalada típica de berenjena y pimientos asados. Bacalaos. Los platos que une mar y montaña: pollo con langosta, patas de cerdo con gambas, albóndigas con sepia, calamar relleno con cerdo. Sopas tipo puchero y el clásico Cap i pota, en vinagreta: cabeza y pata de ternera.
La cerveza histórica
Si de lugares históricos se trata no puede faltar una visita a la antigua fábrica Moritz, la primera marca dedicada a la elaboración de cerveza en Cataluña. Fue fundada en 1856 por Louis Moritz, un inmigrante de Alsacia, que apenas instalado en Barcelona, comenzó a elaborar en su casa cerveza de autoconsumo, que no pasó inadvertida por el aroma característico de cocción del lúpulo. Hoy, el negocio continúa en manos de la familia Moritz, que en su quinta generación decidió reciclar la vieja fábrica (Ronda de San Antoni 39). La fábrica que antiguamente había sido construida en el campo, fuera de las antiguas murallas de Barcelona, cuando éstas fueron tiradas abajo, con el tiempo quedó en una situación céntrica. En los años 50 tuvo que dejar de funcionar porque el Ayuntamiento ya no permitía el tránsito de camiones (la actual fábrica funciona en Zaragoza). Así que después de medio siglo, en 2012 volvió a abrir sus puertas convertida en un templo gastronómico de la mano del gran arquitecto francés Jean Nouvel, el mismo que erigió la icónica Torre Agbar de Barcelona. Después de 10 años de recuperación, de cifras millonarias, Nouvel fusionó lo antiguo y lo moderno, a lo largo de tres plantas, dedicadas a la cerveza con cartas elaboradas por el prestigioso chef Jordi Vilà, que en la carta cervecera de planta baja, más popular, democratiza la gastronomía, de influencia alsaciana. La cerveza está elaborada con agua mineral y lúpulos frescos, florales, de Saaz (una región de la república Checa) que le dan ligereza.
Por otro lado, al ser elaborada para el autoconsumo en el lugar y al mantenerse a dos grados de temperatura, se sirve sin pasteurizar, lo que le añade un sabor más especial, con muchos matices. En el subsuelo está el restaurante Louis 1856, que rinde culto a su fundador y reconstruye el recorrido de Moritz desde su tierra hasta Barcelona y un bistró de vinos. Y en la primera planta funciona su última inauguración, el restaurante Alkimia (que tiene una estrella Michelin), de su chef Jordi Vilà.
La competencia histórica de Moritz es Damm. Inauguró en Barcelona en 1876, también por alsacianos que huían de la guerra austro-húngara, August Kuentzmann Damm y su mujer Melanie. Así que en Barcelona ¡la cerveza es alsaciana!
Aunque no tenga fama internacional, Barcelona tiene gran tradición chocolatera. Para muestra, basta un museo, que está situado dentro del Convento San Agustín, el Museu de la Xocolata (calle Comerç, 36). El ticket de entrada es de chocolate de verdad y en su interior se muestran el proceso de elaboración (en la planta baja se puede comprar y beber una taza de chocolate). Tras la llegada de América, el chocolate fue adoptado de inmediato por los artistócratas y popularizado en siglo XVII. EL barón de Maldá (1746-1819) dejó en sus escritos Calaix de Sastre la importancia de este alimento, que se bebía en reuniones.
También, por sus propiedades, fue importante entre la milicia. A los soldados de elite, que consumían más chocolate que el resto, los llamaban "los chocolateros". Algunos lugares especiales para comer o beber un chocolate caliente: Escribà (Ramblas, 87), Valor (calle Tapineria, 10), Granja 1872 (calle Banys Nous, 4), Granja Viader (calle D'En Xuclà, 9-6), La nueva chocolatería de Oriol Balaguer (calle Fusina, 5), Chocolate Amatller (Passeig de Gràcia, 41).
Datos útiles
Mercados. Están divididos en tres rutas. La modernista de finales del siglo XIX y principios del XX (de la Llibertat, de Galvany, de Sarriá, de Sant); la emblemática, que por sus dimensiones, diseño o situación son especialmente significativos (de la Boquería, de la Concepció, Santa Caterina, Encants Barcelona, Fira del Bellcaire, de la Barceloneta y San Antoni) y los nuevos, construidos durante el siglo XX. www.mercatsbcn.com
Comer y beber. Visita a los pescadores de la Barceloneta ofrecen un recorrido guiado y un completo menú marinero. 35 euros por persona. También hay opciones de tapas marineras y bebida, por 15 euros. www.3nusos.com/cofradia
Tour gastronómico por la ciudad con Cesc y Alex de Aborígens. Ofrecen varios tours de unas 4 horas (son grupos reducidos). Cuestan entre 110 y 140 euros (IVA incluido), por persona, e incluyen bebidas y comidas. Hay tours por vermuterías, mercados, nuevas tapas y un circuito para exploradores. http:/aborigensbarcelona.com; e-mail: hola@aborigens.cat
El barri Adrià: www.elbarriadria.com.es Tickets (Avenida Paral- lel 164), desde, 110 euros por persona.Pakta (Lleida 5), desde 125 euros. Bodega 1900 (Tamarit 91), desde 45 euros. Niño Viejo/ Hoja Santa (Avenida Mistral, 54), desde 35 euros./Enigma (Sepúlveda 38), desde 220 euros.
Rías de Galicia y Espai Kru: (Lleida 7). Comida promedio, 100 euros. www.riasdegalicia.com y www.espaikru.com
Morro Fi: Consell de Cent 171. http:/morrofi.cat/
Fábrica Moritz (ronda de San Antoni 39) moritz.com.es
Bodega Sepúlveda (Sepúlveda 173 bis) www.bodegasepulveda.net
Restaurantes recomendados: Gresca restaurante, gresca.net; Disfrutar; http://es.disfrutarbarcelona.com/, Alkimia, www.alkimia.cat. De nivel intermedio: Luis de les Moles www.lluisdelesmoles.com: Fermi Puig; www.restaurantfermipuig.com/es/
Más información. Barcelona Turisme www.barcelonaturisme.comwv3/es/
Aunque las tapas están de moda, vale la pena probar la comida tradicional catalana, con ingredientes del mar y la montaña muy bien combinados, años de historia, circuitos por tabernas típicas y mercados, y chefs famosos
BARCELONA.- Quien no haya tenido el placer de probar el pá amb tomàquet (pan con tomate, en catalán), con toda su sencillez y sabor de origen, ya tiene un buen motivo para regresar a Barcelona. Este destino siempre en auge, que recibe unos ocho millones de turistas al año, tiene una cultura gastronómica tan rica y diversa en sus influencias, que trasciende las estrellas Michelin de los afamados chefs que hicieron de Cataluña uno de los mejores lugar del mundo para comer. La buena mesa es tan importante en esta región, que un dato lo dice todo: el primer libro de cocina en catalán e impreso en Barcelona, el Llibre de Coch, data de 1520. Escrito por el maestro catalán Robert de Nola, cocinero de la Corte de Nápoles, sus recetas son una referencia de la cocina medieval, antes de la introducción de los ingredientes americanos: el tomate, la papa y el chocolate, que siglos más tarde hicieron tan suyos.
Muchos viajeros se vuelcan a las tan promocionadas tapas españolas, en todas las regiones por igual, porque están de moda. No está mal, pero se pierden los sabores locales y con un poco de esto y de lo otro, se termina pagando de más, porque el tapeo siempre resulta más caro que una comida.
Especialmente en Barcelona, donde más que una mínima ración la tapa es concebida como un plato en sí mismo. Aquí se dice que la única tapa inventada en esas tierras es la bomba, una pelota de papa rellena de carne de cerdo y ternera. Por ese y por tantos otros motivos, mejor comer a lo catalán más que a la moda. En esta región de mar y montaña, todo puede fundirse en un plato. "Por más que suene extraña la combinación, se prepara el pollo con cigalas o con gambas. Los arroces también son típicos, el arroz a la cazuela, también llamado arroz de montaña o de pagés (campesino) es un plato de toda la vida, especialmente para la mesa dominical, que se hace con conejo, alcauciles, verduras de estación o con pescados de todo tipo y mariscos", cuenta Montserrat Planas, de Barcelona Turisme, sobre lo que cocinan los catalanes en el fuego de sus cocinas.
Quien quiera adentrarse a los sabores del mar, una curiosidad: los pescadores de Barcelona tienen su propio tour que incluye un menú marinero. De las aguas del Mediterráneo sacan a diario, sardinas, boquerones, jurel (todo pescado azul). Y por la tarde, abastecen los mercados de merluza, rape, calamares, lenguados y sepias. "Un plato marinero recomendable es el suquet con papas, que hacen los pescadores en los barcos, con cualquier pescado. Se basa en un sofrito con papas, coronado con pescado", sugiere Planas.
Para comer muy bien, no hará falta desembolsar grandes sumas de dinero. Los catalanes son amantes de la buena mesa, exigentes con la calidad y frescura de los alimentos porque su cocina se basa en productos de estación, de lo que se encuentra en el mercado. Amantes del aceite de oliva y el pimentón, es común en los pulmones de edificios, sentir el aroma a pescado bien condimentado, que desprende alguna sartén. No es buen lugar, claro está, para tender la ropa. Dato para los turistas que alquilan departamentos. Como lamentablemente no podemos ser de la partida en lo del vecino, como primera medida hay que zambullirse en sus mercados para descubrir qué se come en esa estación.
Los mercados municipales suelen ser un paseo formidable, en estos casos, como un viaje en el tiempo. De frente a la Rambla, La Boquería es el más famoso. Y más frecuentado por turistas. La buena noticia es que hay 38 mercados más para visitar. Pocas ciudades del mundo tienen una red semejante, por lo tanto, el Ayuntamiento les da un trato especial añadiendo propuestas culturales y lúdicas para convertirlos en puntos de referencia social, en cada barrio.
Tour con buen sabor
Cesc y Alex son dos periodistas catalanes, apasionados por la gastronomía local y juntos conforman Aborígens. La dupla organiza viajes culinarios, servicios de consultoría y afortunadamente ofrecen tours para viajeros por sus rincones favoritos barceloneses (y de toda Cataluña). "Fomentamos el turismo de proximidad, cómplice con el territorio, sensible con los productos estacionales y fiel a nuestra tradición culinaria". De la mano de estos expertos en sabores catalanes, uno de los circuitos comienza en el encantador mercado del Ninot (Carrer de Mallorca 133), uno de los mercados históricos que debe su nombre a un mascarón de proa. Durante el paseo, hablan de un pilar de sus platos. "El cerdo, que lo es todo", y citan el refrán español: del cerdo hasta los andares, porque literalmente se comen hasta las patas.
Los platos se basan principalmente en esta proteína animal, porque en otros tiempos era más barato que comer pollo. La matanza del cerdo significaba comida para el invierno. Y señalan un error común del viajero: pedir jamón ibérico. "No es típico aquí. Y el cerdo catalán está extinto. Las razas porcinas blancas que se crían en Cataluña son Landrace, Large White, Piétrain y el Duroc, que hoy se considera el más cercano a lo que era el cerdo catalán", explica Cesc. El embutido catalán tradicional es las longaniza, hecha con partes de la espalda y del jamón, con sal, pimienta. Las grandes que se curan entre seis u ocho meses hasta unas de 15 días. El gran protagonista es el fuet, de unos 35 mm (fuet significa "látigo" en catalán). Después del cerdo, otra parte importante de la cocina catalana es el bacalao. Está en todos los sitios, aunque no es un producto del Mediterráneo. Es que antiguamente era muy barato. Los vascos lo introdujeron en el norte de la península y al ser un pescado curado en sal era el único que se podía transportar. La receta típica catalana es bacalao a la llauna (lata), que no falta en Semana Santa con su sencillez y gran sabor.
La visita con los Aborígens continúa por uno de los locales Morro Fi (Consell de Cent 171) punto de encuentro para el aperitivo, que está en pleno auge entre los locales. En este lugar simple y pequeño, de barra de mármol, se sirve vermut (vino macerado en hierbas) blanco o negro, de elaboración propia, bien acompañado de anchoas y aceitunas, calamares, pescados en conserva y almendras fritas. Todo aderezado con salsa vermut: pimentón, vinagre y sal.
A tomar nota, San Antoni es el barrio de los aperitivos. Y a continuación, un trago al paso por la antigua bodega Vendrell, que vende vino a granel desde 1934. Cesc y Álex aman esos lugares, que resisten todo. Parece una foto antigua, con sus barricas y decoración. Quienes compran ese vino pagés, que es una mezcla de varietales, elaborados por distintas cooperativas, tiene por costumbre tomar una copa bien fría, con chips y aceitunas, mientras son atendidos. Y eso hacemos. Y es verdaderamente económico. Después, tomamos cerveza artesanal en Biercab (Muntaner, 5) un espacio moderno y cálido a la vez con mucha madera, donde hay 30 grifos para deleitarse y platos pensados en función de la cerveza. Y como en todos los nuevos sitios de tapas, tienen su propia versión de la más icónica de todas, las patatas (papas) bravas, que las hacen cuadradas, confitadas y fritas y sale con una salsa picante. Claro, debe ser brava. Al mediodía, almorzamos comida catalana en Bodega Sepúlveda (Sepúlveda 173 bis), un restaurante que abrió sus puertas hace más de 60 años. Fue inicialmente una bodega que tenía el hogar de los propietarios en la planta alta, algo muy común en la época, pero que al empezar a servir comidas fue ganando todos los espacios de la casa para convertirse en el restaurante mítico, que es hoy, que supo cultivar un espíritu intelectual de izquierda. Su carta es ciento por ciento tradicional. Hay escalibada, ensalada típica de berenjena y pimientos asados. Bacalaos. Los platos que une mar y montaña: pollo con langosta, patas de cerdo con gambas, albóndigas con sepia, calamar relleno con cerdo. Sopas tipo puchero y el clásico Cap i pota, en vinagreta: cabeza y pata de ternera.
La cerveza histórica
Si de lugares históricos se trata no puede faltar una visita a la antigua fábrica Moritz, la primera marca dedicada a la elaboración de cerveza en Cataluña. Fue fundada en 1856 por Louis Moritz, un inmigrante de Alsacia, que apenas instalado en Barcelona, comenzó a elaborar en su casa cerveza de autoconsumo, que no pasó inadvertida por el aroma característico de cocción del lúpulo. Hoy, el negocio continúa en manos de la familia Moritz, que en su quinta generación decidió reciclar la vieja fábrica (Ronda de San Antoni 39). La fábrica que antiguamente había sido construida en el campo, fuera de las antiguas murallas de Barcelona, cuando éstas fueron tiradas abajo, con el tiempo quedó en una situación céntrica. En los años 50 tuvo que dejar de funcionar porque el Ayuntamiento ya no permitía el tránsito de camiones (la actual fábrica funciona en Zaragoza). Así que después de medio siglo, en 2012 volvió a abrir sus puertas convertida en un templo gastronómico de la mano del gran arquitecto francés Jean Nouvel, el mismo que erigió la icónica Torre Agbar de Barcelona. Después de 10 años de recuperación, de cifras millonarias, Nouvel fusionó lo antiguo y lo moderno, a lo largo de tres plantas, dedicadas a la cerveza con cartas elaboradas por el prestigioso chef Jordi Vilà, que en la carta cervecera de planta baja, más popular, democratiza la gastronomía, de influencia alsaciana. La cerveza está elaborada con agua mineral y lúpulos frescos, florales, de Saaz (una región de la república Checa) que le dan ligereza.
Por otro lado, al ser elaborada para el autoconsumo en el lugar y al mantenerse a dos grados de temperatura, se sirve sin pasteurizar, lo que le añade un sabor más especial, con muchos matices. En el subsuelo está el restaurante Louis 1856, que rinde culto a su fundador y reconstruye el recorrido de Moritz desde su tierra hasta Barcelona y un bistró de vinos. Y en la primera planta funciona su última inauguración, el restaurante Alkimia (que tiene una estrella Michelin), de su chef Jordi Vilà.
La competencia histórica de Moritz es Damm. Inauguró en Barcelona en 1876, también por alsacianos que huían de la guerra austro-húngara, August Kuentzmann Damm y su mujer Melanie. Así que en Barcelona ¡la cerveza es alsaciana!
Aunque no tenga fama internacional, Barcelona tiene gran tradición chocolatera. Para muestra, basta un museo, que está situado dentro del Convento San Agustín, el Museu de la Xocolata (calle Comerç, 36). El ticket de entrada es de chocolate de verdad y en su interior se muestran el proceso de elaboración (en la planta baja se puede comprar y beber una taza de chocolate). Tras la llegada de América, el chocolate fue adoptado de inmediato por los artistócratas y popularizado en siglo XVII. EL barón de Maldá (1746-1819) dejó en sus escritos Calaix de Sastre la importancia de este alimento, que se bebía en reuniones.
También, por sus propiedades, fue importante entre la milicia. A los soldados de elite, que consumían más chocolate que el resto, los llamaban "los chocolateros". Algunos lugares especiales para comer o beber un chocolate caliente: Escribà (Ramblas, 87), Valor (calle Tapineria, 10), Granja 1872 (calle Banys Nous, 4), Granja Viader (calle D'En Xuclà, 9-6), La nueva chocolatería de Oriol Balaguer (calle Fusina, 5), Chocolate Amatller (Passeig de Gràcia, 41).
Datos útiles
Mercados. Están divididos en tres rutas. La modernista de finales del siglo XIX y principios del XX (de la Llibertat, de Galvany, de Sarriá, de Sant); la emblemática, que por sus dimensiones, diseño o situación son especialmente significativos (de la Boquería, de la Concepció, Santa Caterina, Encants Barcelona, Fira del Bellcaire, de la Barceloneta y San Antoni) y los nuevos, construidos durante el siglo XX. www.mercatsbcn.com
Comer y beber. Visita a los pescadores de la Barceloneta ofrecen un recorrido guiado y un completo menú marinero. 35 euros por persona. También hay opciones de tapas marineras y bebida, por 15 euros. www.3nusos.com/cofradia
Tour gastronómico por la ciudad con Cesc y Alex de Aborígens. Ofrecen varios tours de unas 4 horas (son grupos reducidos). Cuestan entre 110 y 140 euros (IVA incluido), por persona, e incluyen bebidas y comidas. Hay tours por vermuterías, mercados, nuevas tapas y un circuito para exploradores. http:/aborigensbarcelona.com; e-mail: hola@aborigens.cat
El barri Adrià: www.elbarriadria.com.es Tickets (Avenida Paral- lel 164), desde, 110 euros por persona.Pakta (Lleida 5), desde 125 euros. Bodega 1900 (Tamarit 91), desde 45 euros. Niño Viejo/ Hoja Santa (Avenida Mistral, 54), desde 35 euros./Enigma (Sepúlveda 38), desde 220 euros.
Rías de Galicia y Espai Kru: (Lleida 7). Comida promedio, 100 euros. www.riasdegalicia.com y www.espaikru.com
Morro Fi: Consell de Cent 171. http:/morrofi.cat/
Fábrica Moritz (ronda de San Antoni 39) moritz.com.es
Bodega Sepúlveda (Sepúlveda 173 bis) www.bodegasepulveda.net
Restaurantes recomendados: Gresca restaurante, gresca.net; Disfrutar; http://es.disfrutarbarcelona.com/, Alkimia, www.alkimia.cat. De nivel intermedio: Luis de les Moles www.lluisdelesmoles.com: Fermi Puig; www.restaurantfermipuig.com/es/
Más información. Barcelona Turisme www.barcelonaturisme.comwv3/es/
martes, 21 de febrero de 2017
ESPAÑA: Tenerife, la isla española que parece del Caribe
Tenerife, la isla española que parece del Caribe
Tierra de corsarios y navegantes, reina el verano durante todo el año, con buenas playas, volcanes, windsurf, casas coloniales y ritmo tranquilo
SANTA CRUZ DE TENERIFE.- En esta época del año, Tenerife se convierte en un cálido refugio para los europeos que huyen de los cielos grises y de las calles heladas. Bañada por las aguas del Atlántico, frente a Marruecos, la isla ofrece mucho más que reposeras al sol todo el año: convoca -por la herencia grandes navegantes y corsarios- una espectacular geografía, de origen volcánico que aloja el pico más alto de España , El Teide (3718 metros sobre el nivel del mar) que es nada menos que la tercera estructura volcánica y voluminosa más grande del mundo, después del Mauna Ioa y el Mauna Kea en Hawái. Junto a otra particularidad que funciona como un imán para los más aventureros: mucho viento en el Sur, para remontar tablas de windsurf y kitesurf.
La animada Tenerife es la más extensa y poblada del archipiélago canario (junto con El Hierro, La Gomera y La Palma, conforman la provincia de Santa Cruz de Tenerife, mientras que Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote integran la provincia de Las Palmas).
"Y este acento suena caribeño", puede pensar el visitante en su primer intercambio de palabras con los canarios. El acento musical, tan suave y alegre de la recepcionista del hotel de Santa Cruz, es idéntico al de una venezolana. Pero, error. La mujer era una auténtica canaria. Las comparaciones con la cultura caribeña, acompañan paso a paso, durante toda la estancia, entre sus casas coloridas, de claro estilo colonial, en los restaurantes, comiendo ropa vieja, mientras suena salsa de fondo. Es que el archipiélago fue un puente para los navegantes que viajaban entre Europa y América. El intercambio cultural fue muy intenso. Desde el primer viaje de Cristóbal Colón, sus pobladores fueron instalándose preferentemente en Cuba, República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y Uruguay. En el Caribe identificaban a los canarios como los isleños. Los viajes de ida y vuelta, a través del tiempo, fueron modelando las semejanzas.
Cinco siglos de historia
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San Cristóbal de la Laguna, antigua capital de Tenerife, tiene más de 500 años de historia, cuando en 1494, el hidalgo conquistador castellano-andaluz, Alonso Fernández de Lugo incorporó la isla en la Corona de Castilla. Su casco histórico de estilo colonial, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, se caracteriza por carecer de murallas y por atesorar en monumentos de tipo religioso, como su imponente Catedral, de fachada neoclásica, rodeada de palmeras.
En el noroeste de la isla, a 545 metros sobre el nivel del mar, es la segunda ciudad más poblada de Tenerife, después de Santa Cruz, de cara al mar. Si se llega en avión al aeropuerto Tenerife Norte, el casco está de camino. Vale la pena detenerse y perderse por sus callecitas con casas de colores y encanto colonial. Pero no todo rinde culto al pasado. San Cristóbal continúa siendo un centro intelectual del archipiélago. Allí funciona el hospital Universitario de Canarias y el Instituto de Astrofísica de Canarias, que aprovecha la calidad de sus cielos.
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Santa Cruz, la ciudad portuaria y capital de la isla, es famosa por sus carnavales, uno de los más espectaculares del mundo.
Los tinerfeños se preparan todo el año para lucir sus trajes. Durante el Carnaval la ciudad no descansa. Festeja día y noche, con bailes y agrupaciones de inspiración caribeña que se reparten por toda la ciudad. Hay desfiles de carrozas, murgas de adultos y otras de niños, desfiles de caballos. Junto con la elección de la reina, hay otras tradiciones que se celebran año tras año, como El Entierro de la Sardina, el miércoles de Ceniza, que no es más que una parodia de un cortejo fúnebre que simboliza el entierro del pasado, los vicios y la locura que los domina durante esos días de Carnaval. La sardina gigante, de piedra y cartón, es realizada por los presos de la cárcel Tenerife II
En menos de un día, el centro puede recorrerse a pie. El corazón de la ciudad es la Plaza de España, con su fuente hecha en mármol, frente al Paseo Marítimo. Fue construida sobre el castillo San Cristóbal, del que sólo quedan algunas de sus murallas exhibidas en una galería subterránea de la plaza, que servían de defensa frente a los ataques piratas. Hacia un costado, se erige el monumental edificio de Correos, obra de José Enrique Marrero Regalado (1897-1956), el gran arquitecto de Tenerife, que construyó el Cabildo y el Mercado Nuestra Señora de África, donde se venden alimentos frescos y típicos canarios.
La oferta gastronómica es muy variada y como en muchos destinos, orientada al turista. Lo mejor es preguntar por el restaurante canario popular más cercano. Así se probarán a un precio razonable los sabores autóctonos, de influencias latinoamericanas, africanas y de la península española. La Bodeguita Canaria es uno de ellos (calle Imeldo Serís 18). Imperdibles las papas negras (pequeñas, de textura suave y cremosa, acompañadas con mojos rojo, con pimiento y cilantro), ropa vieja, tortilla y queso canario empanado. El lugar es sencillo, pero la comida, un lujo al paladar.
La vuelta completa
Quien quiera dar la vuelta en auto a la isla puede hacerlo en un día si se lo propone, pero lo más recomendable es hacerlo en dos, para disfrutar de cada parada. A 20 km de Santa Cruz, el pueblo La Candelaria es un lugar interesante para detenerse. De cara al mar, se encuentra la Basílica de Nuestra Señora La Candelaria, la Patrona de las Islas Canarias, que le da nombre al lugar. Detrás de la Basílica, la cueva de Achbinico, es de interés religioso y arqueológico, ya que los guanches, originarios de estas islas, rendían culto a sus divinidades y después de la conquista castellana (1496), por primera vez, a la virgen María. Al costado de la Basílica una fila de esculturas que representan a los hombres guanches, emparentados con los bereberes del norte de África.
Unos kilómetros más hacia el Sur, el pueblo El Médano es un lugar encantador, no sólo para los amantes del surf, kitesurf y windsurf. Su playa, Leocadio Machado, flanqueada por restaurantes y locales de deportes, ofrece una postal única, por el médano gigante, la montaña roja, que se eleva a un costado. Las arenas negras, de origen volcánico, con destellos plateados, se iluminan por el sol. Hay que enterrar los pies en la arena, olvidarse del viento, que sopla con furia, y posar la mirada en el vaivén de las olas y la gran velocidad que toman los deportistas que se deslizan sobre el agua. Hay que verlo. Y en el mejor de los casos, vivir la experiencia en el agua. El Médano es sede del campeonato del mundo de kitesurf.
Bien hacia el sur de la isla, Playa de las Américas ofrece un lugar para el descanso, con todas las comodidades de hoteles de categoría, pero sin el sabor de lo autóctono. Si se sintonizan radios locales, se escuchará inglés, ruso, alemán. Es un destino orientado a turistas que buscan lugares nuevos, concurridos, discotecas y fiestas ininterrumpidas. Si se buscan actividades y bullicio, es el lugar.
Ya en la costa oeste, Acantilados Los Gigantes ofrece unas panorámicas inquietantes. Sus paredes alcanzan una altura que oscila entre los 300 y 600 metros. Imponente escenario para un pequeño pueblo que descansa a sus pies. La geografía accidentada y diversa de la isla, invitan a desplazarse por caminos de montaña, donde kilómetro a kilómetro el paisaje, y las temperaturas cambian.
A Garachico hay que verlo desde las alturas, en primer lugar, para observar su gran roque, donde golpean las olas, a escasos metros de su puerto. Es un pueblo fundado por Cristóbal de Ponte, un banquero genovés. Su puerto fue el más importante de la isla durante los siglos de esplendor, XVI y XVII. En 1706, una erupción volcánica del Trevejo sepultó gran parte del pueblo, pero resurgió de sus cenizas. Su casco histórico, adoquinado, elegante y muy bien conservado, fue declarado Bien de Interés Cultural. Seguramente darán ganas de quedarse. No hay que perderse los piletones naturales conocidos como El Caletón, formados por la lava. Como curiosidad, hay una escultura dedicada a Simón Bolívar, por sus antepasados garachiquenses.
Quien quiera más aventura, deberá organizar una visita al Teide. Se requiere tramitar online un permiso para su ascenso. Se recomienda visitarlo por la mañana temprano, o hacia el atardecer, por los colores del cielo, que se refleja en las rocas.
Datos útiles
Gastronomía. Hay restaurantes para todos los presupuestos. Un menú parte de los $ 255. En La Bodeguita Canaria hay platos por $ 100. www.bodeguitacanaria.com
Más información. www.webtenerife.com/interes/oficinas-de-informacion-turistica/ www.volcanoteide.com/es/teleferico_del_teide/la_experiencia
Tierra de corsarios y navegantes, reina el verano durante todo el año, con buenas playas, volcanes, windsurf, casas coloniales y ritmo tranquilo
SANTA CRUZ DE TENERIFE.- En esta época del año, Tenerife se convierte en un cálido refugio para los europeos que huyen de los cielos grises y de las calles heladas. Bañada por las aguas del Atlántico, frente a Marruecos, la isla ofrece mucho más que reposeras al sol todo el año: convoca -por la herencia grandes navegantes y corsarios- una espectacular geografía, de origen volcánico que aloja el pico más alto de España , El Teide (3718 metros sobre el nivel del mar) que es nada menos que la tercera estructura volcánica y voluminosa más grande del mundo, después del Mauna Ioa y el Mauna Kea en Hawái. Junto a otra particularidad que funciona como un imán para los más aventureros: mucho viento en el Sur, para remontar tablas de windsurf y kitesurf.
La animada Tenerife es la más extensa y poblada del archipiélago canario (junto con El Hierro, La Gomera y La Palma, conforman la provincia de Santa Cruz de Tenerife, mientras que Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote integran la provincia de Las Palmas).
"Y este acento suena caribeño", puede pensar el visitante en su primer intercambio de palabras con los canarios. El acento musical, tan suave y alegre de la recepcionista del hotel de Santa Cruz, es idéntico al de una venezolana. Pero, error. La mujer era una auténtica canaria. Las comparaciones con la cultura caribeña, acompañan paso a paso, durante toda la estancia, entre sus casas coloridas, de claro estilo colonial, en los restaurantes, comiendo ropa vieja, mientras suena salsa de fondo. Es que el archipiélago fue un puente para los navegantes que viajaban entre Europa y América. El intercambio cultural fue muy intenso. Desde el primer viaje de Cristóbal Colón, sus pobladores fueron instalándose preferentemente en Cuba, República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y Uruguay. En el Caribe identificaban a los canarios como los isleños. Los viajes de ida y vuelta, a través del tiempo, fueron modelando las semejanzas.
Cinco siglos de historia
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San Cristóbal de la Laguna, antigua capital de Tenerife, tiene más de 500 años de historia, cuando en 1494, el hidalgo conquistador castellano-andaluz, Alonso Fernández de Lugo incorporó la isla en la Corona de Castilla. Su casco histórico de estilo colonial, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, se caracteriza por carecer de murallas y por atesorar en monumentos de tipo religioso, como su imponente Catedral, de fachada neoclásica, rodeada de palmeras.
En el noroeste de la isla, a 545 metros sobre el nivel del mar, es la segunda ciudad más poblada de Tenerife, después de Santa Cruz, de cara al mar. Si se llega en avión al aeropuerto Tenerife Norte, el casco está de camino. Vale la pena detenerse y perderse por sus callecitas con casas de colores y encanto colonial. Pero no todo rinde culto al pasado. San Cristóbal continúa siendo un centro intelectual del archipiélago. Allí funciona el hospital Universitario de Canarias y el Instituto de Astrofísica de Canarias, que aprovecha la calidad de sus cielos.
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Santa Cruz, la ciudad portuaria y capital de la isla, es famosa por sus carnavales, uno de los más espectaculares del mundo.
Los tinerfeños se preparan todo el año para lucir sus trajes. Durante el Carnaval la ciudad no descansa. Festeja día y noche, con bailes y agrupaciones de inspiración caribeña que se reparten por toda la ciudad. Hay desfiles de carrozas, murgas de adultos y otras de niños, desfiles de caballos. Junto con la elección de la reina, hay otras tradiciones que se celebran año tras año, como El Entierro de la Sardina, el miércoles de Ceniza, que no es más que una parodia de un cortejo fúnebre que simboliza el entierro del pasado, los vicios y la locura que los domina durante esos días de Carnaval. La sardina gigante, de piedra y cartón, es realizada por los presos de la cárcel Tenerife II
En menos de un día, el centro puede recorrerse a pie. El corazón de la ciudad es la Plaza de España, con su fuente hecha en mármol, frente al Paseo Marítimo. Fue construida sobre el castillo San Cristóbal, del que sólo quedan algunas de sus murallas exhibidas en una galería subterránea de la plaza, que servían de defensa frente a los ataques piratas. Hacia un costado, se erige el monumental edificio de Correos, obra de José Enrique Marrero Regalado (1897-1956), el gran arquitecto de Tenerife, que construyó el Cabildo y el Mercado Nuestra Señora de África, donde se venden alimentos frescos y típicos canarios.
La oferta gastronómica es muy variada y como en muchos destinos, orientada al turista. Lo mejor es preguntar por el restaurante canario popular más cercano. Así se probarán a un precio razonable los sabores autóctonos, de influencias latinoamericanas, africanas y de la península española. La Bodeguita Canaria es uno de ellos (calle Imeldo Serís 18). Imperdibles las papas negras (pequeñas, de textura suave y cremosa, acompañadas con mojos rojo, con pimiento y cilantro), ropa vieja, tortilla y queso canario empanado. El lugar es sencillo, pero la comida, un lujo al paladar.
La vuelta completa
Quien quiera dar la vuelta en auto a la isla puede hacerlo en un día si se lo propone, pero lo más recomendable es hacerlo en dos, para disfrutar de cada parada. A 20 km de Santa Cruz, el pueblo La Candelaria es un lugar interesante para detenerse. De cara al mar, se encuentra la Basílica de Nuestra Señora La Candelaria, la Patrona de las Islas Canarias, que le da nombre al lugar. Detrás de la Basílica, la cueva de Achbinico, es de interés religioso y arqueológico, ya que los guanches, originarios de estas islas, rendían culto a sus divinidades y después de la conquista castellana (1496), por primera vez, a la virgen María. Al costado de la Basílica una fila de esculturas que representan a los hombres guanches, emparentados con los bereberes del norte de África.
Unos kilómetros más hacia el Sur, el pueblo El Médano es un lugar encantador, no sólo para los amantes del surf, kitesurf y windsurf. Su playa, Leocadio Machado, flanqueada por restaurantes y locales de deportes, ofrece una postal única, por el médano gigante, la montaña roja, que se eleva a un costado. Las arenas negras, de origen volcánico, con destellos plateados, se iluminan por el sol. Hay que enterrar los pies en la arena, olvidarse del viento, que sopla con furia, y posar la mirada en el vaivén de las olas y la gran velocidad que toman los deportistas que se deslizan sobre el agua. Hay que verlo. Y en el mejor de los casos, vivir la experiencia en el agua. El Médano es sede del campeonato del mundo de kitesurf.
Bien hacia el sur de la isla, Playa de las Américas ofrece un lugar para el descanso, con todas las comodidades de hoteles de categoría, pero sin el sabor de lo autóctono. Si se sintonizan radios locales, se escuchará inglés, ruso, alemán. Es un destino orientado a turistas que buscan lugares nuevos, concurridos, discotecas y fiestas ininterrumpidas. Si se buscan actividades y bullicio, es el lugar.
Ya en la costa oeste, Acantilados Los Gigantes ofrece unas panorámicas inquietantes. Sus paredes alcanzan una altura que oscila entre los 300 y 600 metros. Imponente escenario para un pequeño pueblo que descansa a sus pies. La geografía accidentada y diversa de la isla, invitan a desplazarse por caminos de montaña, donde kilómetro a kilómetro el paisaje, y las temperaturas cambian.
A Garachico hay que verlo desde las alturas, en primer lugar, para observar su gran roque, donde golpean las olas, a escasos metros de su puerto. Es un pueblo fundado por Cristóbal de Ponte, un banquero genovés. Su puerto fue el más importante de la isla durante los siglos de esplendor, XVI y XVII. En 1706, una erupción volcánica del Trevejo sepultó gran parte del pueblo, pero resurgió de sus cenizas. Su casco histórico, adoquinado, elegante y muy bien conservado, fue declarado Bien de Interés Cultural. Seguramente darán ganas de quedarse. No hay que perderse los piletones naturales conocidos como El Caletón, formados por la lava. Como curiosidad, hay una escultura dedicada a Simón Bolívar, por sus antepasados garachiquenses.
Quien quiera más aventura, deberá organizar una visita al Teide. Se requiere tramitar online un permiso para su ascenso. Se recomienda visitarlo por la mañana temprano, o hacia el atardecer, por los colores del cielo, que se refleja en las rocas.
Datos útiles
Gastronomía. Hay restaurantes para todos los presupuestos. Un menú parte de los $ 255. En La Bodeguita Canaria hay platos por $ 100. www.bodeguitacanaria.com
Más información. www.webtenerife.com/interes/oficinas-de-informacion-turistica/ www.volcanoteide.com/es/teleferico_del_teide/la_experiencia
jueves, 16 de febrero de 2017
BRASIL: MORRO DE SAO PAULO: Un conjuro bahiano
Un conjuro bahiano
El Morro de San Pablo, en el estado de Bahía, puede ser un cautivante destino final o el acceso al archipiélago de Cairú, con sus inagotables playas y postales idílicas
La apartada playa de Gamboa, en la isla de Tinharé, no muy lejos del Morro de San Pablo. Foto: Embajada de Brasil / Martín Mangudo
El Morro de San Pablo se lo pone fácil a los operadores turísticos. Playas turquesas delineadas según sus prestaciones, puestas de sol de publicidad de negronis, múltiples opciones de ocio y farra multilingüe.
Puede que los fans de toda la vida presuman en tono elegíaco que ya no es el mismo de hace veinte años. Ellos tampoco lo son, aunque ninguno tira la toalla y cada año se calzan la camisa con palmeras y tucanes y marcan tarjeta. Como otros miles que se dejan tentar por su leyenda y se dan una vuelta para comprobarla.
Probablemente volverán: según un relevamiento del Ministerio de Turismo brasileño, el Morro de San Pablo es uno de los destinos con mayor índice de aprobación y retorno del país. Por eso el Embratur, organismo de promoción turística de ese país, lo escogió entre 5570 ciudades brasileñas, muchas de ellas aptas para concurso de belleza, como uno de los destinos inductores de la Copa del Mundo 2014.
Situado a 60 kilómetros de Salvador, en la isla de Tinharé, el Morro es el escaparate principal de Cairú, archipiélago de 26 islas que conforma un book de atractivos de toda naturaleza, sean ambientales, turísticos o históricos. El Morro ya era una apostilla en los códices del siglo XVI. Hasta hoy, la pequeña villa que dio origen al municipio guarda un rico patrimonio, como la Fortaleza, la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, la Fuente Grande y el Faro, estos últimos registrados en el cuaderno de bitácora del emperador Pedro II durante su visita en 1859. Las calles de piedra y un puñado de caseríos también perduran como legado de aquel refulgente pasado de colonia.
Si uno llega en ferry se topará en el muelle con jóvenes que se encargan por 10 reales de trasladar en carretilla el equipaje hasta el sitio de alojamiento consensuado. La pertinencia del servicio depende de lo que uno lleve encima. La pendiente puede llegar a ser asequible sólo para apolíneos de gimnasio o incluso enclenques con bolso de mano.
Subida la cuesta, un pórtico del siglo XVII anuncia la llegada a la villa. La pieza forma parte de los pertrechos que los portugueses construyeron para enfrentar a las invasores holandeses, que en aquellos años poco tenían que ver con el prototipo sustentable de costumbres liberales.
Pasada la iglesia Nuestra Señora de la Luz, una escalinata conduce hacia la parte alta del Morro, donde el faro, que también forma parte del conjunto defensivo de la isla, marca la entrada a la bahía.
MENÚ DE PLAYAS
Arribar hasta estas costas tiene su intríngulis -entre otros vestigios de civilización, ni siquiera llegan los diarios del día-, pero una vez superado el examen todo vuelve a su cauce. El Morro se las arregla para atraer a la familia al completo, lejos del acelerador de la urbe, llámese Salvador o Buenos Aires, con un mar que reviste tanto de club náutico como de una serena villa de pescadores.
Como si hubiera sido objeto de un plan de laboratorio de marketing, el Morro se divide en cinco playas, cada una con su singularidad a cuestas. Si el Morro es uno de los mejores sitios de Brasil para la práctica de surf, la actividad se concentra mayormente en la primera playa. Pedra do Moleque recibe un oleaje del Este que alcanza su mayor poder y quiebra en un banco de corales. En su margen izquierdo, la Quebrancinha es otro de los puntos de atracción para la fraternidad de las tablas.
La segunda playa, en tanto, llama a la celebración, las batidas bahianas que cambian cada año como canción de verano y concentra además la oferta gastronómica. La tercera pide calma y es el refugio de los buceadores. La cuarta ofrece piscinas naturales y la quinta, bautizada como la Playa del Encanto, reúne la mayor constelación de arena y paisaje de trópico de la zona.
AGENDA NOCTURNA
Los que llegan en procura de verbena tienen un menú rico en fiestas improvisadas tanto como en discotecas. Bailarán en todos los idiomas y participarán de tertulias en portuñol, italiano o hebreo, ya que la región se convirtió en un destino frecuente para los jóvenes judíos que egresan del servicio militar. Tanto como para que se haya filmado en estas playas una serie de doce episodios, Malabi Express, que refleja las aventuras de un grupo de israelíes en estos parajes de la costa de Dendê.
La noche del Morro se traviste de la tan mentada brasilidade. Los restaurantes y bares que se apilan frente a la costa, los cantantes de repertorio cursi, los carritos atiborrados de aguardientes y frutas tropicales, entre todos componen una comparsa a cielo abierto que en días de alta temporada se prolonga hasta pasada la madrugada. Si hay derroche de caldo de gente, unas vueltas en primera línea de mar proveerán de recambio y alivio.
Un clásico de las convocatorias morrenses son los luaus, fiestas a beira mar que obedecen al calendario: lunes y jueves. El fixture, que puede variar según las condiciones climáticas, reparte el miércoles a los ensayos o shows del Teatro del Morro, y viernes y sábados a los boliches. Cualquiera que deambule por ahí se va a enterar sin necesidad de contraseñas ni datazos.
Al que le quede chico el horizonte, tendrá la posibilidad de salir en barco o lanchas de excursión a las islas próximas. El paseo Volta a Ilha (60 reales en temporada baja) contempla un derrotero de unas horas por los municipios de mar adentro con regreso por la tarde. También hay opciones para quedarse a hacer noche en algunas de las islas, algunas de ellas con promesas de turismo diferencial. Cuanto más lejos, más silencio.
Sin el recurso de las embarcaciones, a media hora de caminata con marea baja, se encuentra la playa Gamboa, puntal de la vela y el yate de Tinharé. Acá también son famosos los baños de arcilla, a la que le adjudican propiedades revitalizadoras de la piel. Para enjuagarse basta un chapuzón en sus aguas tranquilas y calientes. Si al regreso la marea pegó un estirón, una lancha lleva de regreso al Morro por unos 3 reales.
Muchos coincidirán en las celebradas puestas de sol a varias puntas. Una opción es la Fortaleza de Tapirandu, conocida como el Fuerte del Morro, entre 700 metros de murallas y ruinas que retozan en la costa. Otro convite es el boliche A toca do Morcego, a 60 metros sobre el nivel del mar, con los correspondientes DJ y siluetas tostadas en aceite de oliva. Cualquier tramo de la ribera oficia de platea para la llegada del crepúsculo.
Si uno continúa por la misma senda de este chill out, tras una mata de cocoteros y palmas se encontrará con el faro, que ofrece desde sus miradores una panorámica de las playas de tarjeta postal. Los guías juran por sus hawaianas que se pueden avistar delfines en el atardecer. Desde una de las plataformas, los aventurados se pueden lanzar -previo pago de 35 reales- por una tirolesa que permite llegar al mar por un atajo de 340 metros.
EL CRAC ANFITRIÓN
Si bien el destino aún no perdió su vocación bohemia y su imán como meca de mochileros, la sofisticación de sus resorts a todo trapo convive con la villa de moradores del país real. La aldea hippie de antaño mutó en los últimos tres lustros en un complejo de 120 posadas y resorts que albergan a un total de 20.000 turistas por temporada, con picos máximos en el Reveillon de fin de año y la llamada resaca de Carnaval.
Uno de los vecinos ilustres de la comarca es el último ídolo del Flamengo, el futbolista serbio Dejan Petkovic, que emigró para la isla y se convirtió en anfitrión del jet set internacional desde su Patachocas Eco Resort. El Pet -se pronuncia Pechi- se convirtió en el orgullo de los locales y recibió el título emérito de Cidadao Cairuense.
Como todo destino vacacional, en el centro desfilan las tiendas de tejidos y bijouterie tan deudoras de la cadena de montaje que representan las ferias de artesanía en todo el mundo, desde Yucatán hasta Liniers. Similares hasta en sus pretensiones de refinamiento. En medio del paseo de compras, uno se puede encontrar con un sound system evangelista, con raperos que vociferan loas a Dios como sucedáneos de Snoop Dogg en plan proselitista y pantalón de tiro alto.
De los 80.000 compatriotas que recibe el estado de Bahía cada año, algunos pierden el pasaje de vuelta. Un 10 por ciento de los cinco mil habitantes de la villa son argentinos, mano de obra calificada para las relaciones públicas y la gestión de la noche.
Uno de los anzuelos del Morro es la ausencia de coches y esta condición, en vivo y en directo, adquiere su sentido. Caminar de la primera a la cuarta playa demanda 20 minutos a través de la arena. La movilidad se limita a la tracción propia o a unos jeeps de ocasión que acceden a los enclaves más alejados por caminos lentos y enrevesados. Aquí no queda otra opción que bajar un cambio y dejar el reloj en el hotel. La ansiedad ya nos irá a buscar al aeropuerto en el regreso.
DATOS ÚTILES
Dónde comer
El restaurante Anís, dentro del Hotel Natureza, ofrece comida típica bahiana con sello propio.
www.hotelnatureza.com
Cuándo ir
Entre septiembre y abril es la época ideal, de mayo a agosto es período de lluvias. La temporada alta es enero y febrero, con demanda total en el Reveillon de fin de año, y la llamada resaca de carnaval, semana posterior a la fiesta, cuando los precios se duplican.
Qué hacer
Paseos en barco a las islas del archipiélago de Cairú, práctica de surf.
Clases de buceo: bautismo para principiantes (130 reales por persona), curso básico de 5 días (880 reales por persona), curso avanzado (880 reales por persona). Salidas embarcadas (2 inmersiones de barco) a 220 reales con equipamiento incluido.
Más información
Comité Visite Brasil, Embajada del Brasil en Buenos Aires, Cerrito 1350,
Entrepiso. Teléfono, 4515-2422.
turismo@brasil.org.ar
buenosaires.itamaraty.gov.br
www.visitbrasil.com
El Morro de San Pablo, en el estado de Bahía, puede ser un cautivante destino final o el acceso al archipiélago de Cairú, con sus inagotables playas y postales idílicas
La apartada playa de Gamboa, en la isla de Tinharé, no muy lejos del Morro de San Pablo. Foto: Embajada de Brasil / Martín Mangudo
El Morro de San Pablo se lo pone fácil a los operadores turísticos. Playas turquesas delineadas según sus prestaciones, puestas de sol de publicidad de negronis, múltiples opciones de ocio y farra multilingüe.
Puede que los fans de toda la vida presuman en tono elegíaco que ya no es el mismo de hace veinte años. Ellos tampoco lo son, aunque ninguno tira la toalla y cada año se calzan la camisa con palmeras y tucanes y marcan tarjeta. Como otros miles que se dejan tentar por su leyenda y se dan una vuelta para comprobarla.
Probablemente volverán: según un relevamiento del Ministerio de Turismo brasileño, el Morro de San Pablo es uno de los destinos con mayor índice de aprobación y retorno del país. Por eso el Embratur, organismo de promoción turística de ese país, lo escogió entre 5570 ciudades brasileñas, muchas de ellas aptas para concurso de belleza, como uno de los destinos inductores de la Copa del Mundo 2014.
Situado a 60 kilómetros de Salvador, en la isla de Tinharé, el Morro es el escaparate principal de Cairú, archipiélago de 26 islas que conforma un book de atractivos de toda naturaleza, sean ambientales, turísticos o históricos. El Morro ya era una apostilla en los códices del siglo XVI. Hasta hoy, la pequeña villa que dio origen al municipio guarda un rico patrimonio, como la Fortaleza, la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, la Fuente Grande y el Faro, estos últimos registrados en el cuaderno de bitácora del emperador Pedro II durante su visita en 1859. Las calles de piedra y un puñado de caseríos también perduran como legado de aquel refulgente pasado de colonia.
Si uno llega en ferry se topará en el muelle con jóvenes que se encargan por 10 reales de trasladar en carretilla el equipaje hasta el sitio de alojamiento consensuado. La pertinencia del servicio depende de lo que uno lleve encima. La pendiente puede llegar a ser asequible sólo para apolíneos de gimnasio o incluso enclenques con bolso de mano.
Subida la cuesta, un pórtico del siglo XVII anuncia la llegada a la villa. La pieza forma parte de los pertrechos que los portugueses construyeron para enfrentar a las invasores holandeses, que en aquellos años poco tenían que ver con el prototipo sustentable de costumbres liberales.
Pasada la iglesia Nuestra Señora de la Luz, una escalinata conduce hacia la parte alta del Morro, donde el faro, que también forma parte del conjunto defensivo de la isla, marca la entrada a la bahía.
MENÚ DE PLAYAS
Arribar hasta estas costas tiene su intríngulis -entre otros vestigios de civilización, ni siquiera llegan los diarios del día-, pero una vez superado el examen todo vuelve a su cauce. El Morro se las arregla para atraer a la familia al completo, lejos del acelerador de la urbe, llámese Salvador o Buenos Aires, con un mar que reviste tanto de club náutico como de una serena villa de pescadores.
Como si hubiera sido objeto de un plan de laboratorio de marketing, el Morro se divide en cinco playas, cada una con su singularidad a cuestas. Si el Morro es uno de los mejores sitios de Brasil para la práctica de surf, la actividad se concentra mayormente en la primera playa. Pedra do Moleque recibe un oleaje del Este que alcanza su mayor poder y quiebra en un banco de corales. En su margen izquierdo, la Quebrancinha es otro de los puntos de atracción para la fraternidad de las tablas.
La segunda playa, en tanto, llama a la celebración, las batidas bahianas que cambian cada año como canción de verano y concentra además la oferta gastronómica. La tercera pide calma y es el refugio de los buceadores. La cuarta ofrece piscinas naturales y la quinta, bautizada como la Playa del Encanto, reúne la mayor constelación de arena y paisaje de trópico de la zona.
AGENDA NOCTURNA
Los que llegan en procura de verbena tienen un menú rico en fiestas improvisadas tanto como en discotecas. Bailarán en todos los idiomas y participarán de tertulias en portuñol, italiano o hebreo, ya que la región se convirtió en un destino frecuente para los jóvenes judíos que egresan del servicio militar. Tanto como para que se haya filmado en estas playas una serie de doce episodios, Malabi Express, que refleja las aventuras de un grupo de israelíes en estos parajes de la costa de Dendê.
La noche del Morro se traviste de la tan mentada brasilidade. Los restaurantes y bares que se apilan frente a la costa, los cantantes de repertorio cursi, los carritos atiborrados de aguardientes y frutas tropicales, entre todos componen una comparsa a cielo abierto que en días de alta temporada se prolonga hasta pasada la madrugada. Si hay derroche de caldo de gente, unas vueltas en primera línea de mar proveerán de recambio y alivio.
Un clásico de las convocatorias morrenses son los luaus, fiestas a beira mar que obedecen al calendario: lunes y jueves. El fixture, que puede variar según las condiciones climáticas, reparte el miércoles a los ensayos o shows del Teatro del Morro, y viernes y sábados a los boliches. Cualquiera que deambule por ahí se va a enterar sin necesidad de contraseñas ni datazos.
Al que le quede chico el horizonte, tendrá la posibilidad de salir en barco o lanchas de excursión a las islas próximas. El paseo Volta a Ilha (60 reales en temporada baja) contempla un derrotero de unas horas por los municipios de mar adentro con regreso por la tarde. También hay opciones para quedarse a hacer noche en algunas de las islas, algunas de ellas con promesas de turismo diferencial. Cuanto más lejos, más silencio.
Sin el recurso de las embarcaciones, a media hora de caminata con marea baja, se encuentra la playa Gamboa, puntal de la vela y el yate de Tinharé. Acá también son famosos los baños de arcilla, a la que le adjudican propiedades revitalizadoras de la piel. Para enjuagarse basta un chapuzón en sus aguas tranquilas y calientes. Si al regreso la marea pegó un estirón, una lancha lleva de regreso al Morro por unos 3 reales.
Muchos coincidirán en las celebradas puestas de sol a varias puntas. Una opción es la Fortaleza de Tapirandu, conocida como el Fuerte del Morro, entre 700 metros de murallas y ruinas que retozan en la costa. Otro convite es el boliche A toca do Morcego, a 60 metros sobre el nivel del mar, con los correspondientes DJ y siluetas tostadas en aceite de oliva. Cualquier tramo de la ribera oficia de platea para la llegada del crepúsculo.
Si uno continúa por la misma senda de este chill out, tras una mata de cocoteros y palmas se encontrará con el faro, que ofrece desde sus miradores una panorámica de las playas de tarjeta postal. Los guías juran por sus hawaianas que se pueden avistar delfines en el atardecer. Desde una de las plataformas, los aventurados se pueden lanzar -previo pago de 35 reales- por una tirolesa que permite llegar al mar por un atajo de 340 metros.
EL CRAC ANFITRIÓN
Si bien el destino aún no perdió su vocación bohemia y su imán como meca de mochileros, la sofisticación de sus resorts a todo trapo convive con la villa de moradores del país real. La aldea hippie de antaño mutó en los últimos tres lustros en un complejo de 120 posadas y resorts que albergan a un total de 20.000 turistas por temporada, con picos máximos en el Reveillon de fin de año y la llamada resaca de Carnaval.
Uno de los vecinos ilustres de la comarca es el último ídolo del Flamengo, el futbolista serbio Dejan Petkovic, que emigró para la isla y se convirtió en anfitrión del jet set internacional desde su Patachocas Eco Resort. El Pet -se pronuncia Pechi- se convirtió en el orgullo de los locales y recibió el título emérito de Cidadao Cairuense.
Como todo destino vacacional, en el centro desfilan las tiendas de tejidos y bijouterie tan deudoras de la cadena de montaje que representan las ferias de artesanía en todo el mundo, desde Yucatán hasta Liniers. Similares hasta en sus pretensiones de refinamiento. En medio del paseo de compras, uno se puede encontrar con un sound system evangelista, con raperos que vociferan loas a Dios como sucedáneos de Snoop Dogg en plan proselitista y pantalón de tiro alto.
De los 80.000 compatriotas que recibe el estado de Bahía cada año, algunos pierden el pasaje de vuelta. Un 10 por ciento de los cinco mil habitantes de la villa son argentinos, mano de obra calificada para las relaciones públicas y la gestión de la noche.
Uno de los anzuelos del Morro es la ausencia de coches y esta condición, en vivo y en directo, adquiere su sentido. Caminar de la primera a la cuarta playa demanda 20 minutos a través de la arena. La movilidad se limita a la tracción propia o a unos jeeps de ocasión que acceden a los enclaves más alejados por caminos lentos y enrevesados. Aquí no queda otra opción que bajar un cambio y dejar el reloj en el hotel. La ansiedad ya nos irá a buscar al aeropuerto en el regreso.
DATOS ÚTILES
Dónde comer
El restaurante Anís, dentro del Hotel Natureza, ofrece comida típica bahiana con sello propio.
www.hotelnatureza.com
Cuándo ir
Entre septiembre y abril es la época ideal, de mayo a agosto es período de lluvias. La temporada alta es enero y febrero, con demanda total en el Reveillon de fin de año, y la llamada resaca de carnaval, semana posterior a la fiesta, cuando los precios se duplican.
Qué hacer
Paseos en barco a las islas del archipiélago de Cairú, práctica de surf.
Clases de buceo: bautismo para principiantes (130 reales por persona), curso básico de 5 días (880 reales por persona), curso avanzado (880 reales por persona). Salidas embarcadas (2 inmersiones de barco) a 220 reales con equipamiento incluido.
Más información
Comité Visite Brasil, Embajada del Brasil en Buenos Aires, Cerrito 1350,
Entrepiso. Teléfono, 4515-2422.
turismo@brasil.org.ar
buenosaires.itamaraty.gov.br
www.visitbrasil.com
martes, 7 de febrero de 2017
GRAN BRETAÑA: LONDRES: Los más antiguos pubs
Los más antiguos pubs de Londres
De paseo por una tradición social de la vida londinense.
El escritor Samuel Pepys decía ya en 1660 -en su famoso diario personal- que los pubs eran "el corazón de Inglaterra". Hoy siguen siendo una institución social, hay más de 52.000 pubs en Inglaterra y allí, desde siempre, la clientela pasa un buen rato charlando, bebe cerveza, juega al billar, los dardos o el ajedrez. También puede oír música en vivo o ver un show teatral, aunque eso es más raro. Y por supuesto, en un pub se puede comer: los platos más populares son el pollo asado y el pescado con papas. Un menú puede costar 12 libras esterlinas y la "pinta" de cerveza -es la medida inglesa para esta bebida- ronda las 5 libras
Londres tiene casi 4.000 pubs y algunos existen desde hace más de trescientos años. Un experto que ha manejado pubs durante años en Oxfordshire, George Dailey -junto a su hija, la fotógrafa Charlie Dailey- se ocupó de recorrer 22 históricos pubs de Londres en un libro, "Great pubs of London", recientemente elogiado por la BBC. Los autores se concentraron en las anécdotas e incidentes relacionados con cada pub, no ya en la calidad de la cerveza.
Nags Head
En el elegante barrio de Belgravia, donde abundan las embajadas y está la tienda Harrod's, el pub "Nags Head" se enorgullece de la máquina que usan para servir la cerveza artesanal, tiene más de 150 años y es de porcelana de Chelsea. El bar está decorado con espléndidas fotos, posters y antiguos juguetes. Eso sí, el bartender es bastante severo, quienes intenten hablar usando el teléfono celular no serán apreciados.
The Blackfriar
En la parroquia de Ludgate, en Blackfriars, el pub "The Blackfriar" data de 1875 pero parece una reconstrucción de la Inglaterra medieval. El techo es de mosaicos decorados, hay columnas de mármol y las figuras de antiguos sacerdotes vestidos de negro -los black friars- aparecen en cada rincón, comprensivos e indulgentes con los bebedores.
The French House
En el Soho, artistas, escritores, actores y fotógrafos frecuentan "The French House", se llama así desde 1914 y tiene el ambiente bohemio que muchos clientes aprecian. Dicen que era el preferido de Charles de Gaulle durante su exilio en Londres en 1940.
The Prospect of Whitby
"The Prospect of Whitby", en el distrito de Wapping, sobre la orilla norte del río Támesis y cerca de la City bancaria, fue reconstruido en el siglo XVIII, pero sus cimientos datan de 1520. Se dice que entre la clientela estaba Charles Dickens, Samuel Pepys y Samuel Johnson, todos ellos entusiastas de la riñas de gallos, típicas de este pub en sus inicios.
The George Inn
Según cuenta George Dailey, no hay un pub de Londres que pueda decir que su arquitectura interna sea la misma que tenía en el siglo XVIII pero "The George Inn" es la que más se acerca a ese ideal. Está en Southwark, en Borough High Street. En esa época, casi en el límite de las murallas de la City londinense. Y allí se representaban obras teatrales de Shakespeare.
The Grapes
Charles Dickens decía en 1865 que el pub "The Grapes", ubicado en el distrito de Wapping junto al río Támesis y los docks del puerto de Londres, era "una taberna que había sobrevivido a muchos casi a orillas del agua, siempre a punto de tirarse pero sin decidirse". Es que el edificio data de 1720 y el barrio era frecuentado por marineros y estibadores, Dickens se inspiró en el lugar para escribir su gran novela "Nuestro amigo común".
The Ship Tavern
Detrás de una estación del subte de Londres, Holborn, "The Ship Tavern" fue reconstruido en la década de 1920 y se dice que nació en el siglo XVI como un primer refugio para fieles católicos. En esa época era una zona rural, hoy es el céntrico distrito de West London.
The Dove
En el barrio de Hammersmith está el mejor lugar para ver la regata Oxford & Cambridge Boat Race, si uno consigue lugar en el pub "The Dove" a orillas del Támesis. El local existía ya en el año 1730 y ofrecía tranquilidad, bastante lejos de la City de Londres.
The Flask
"The Flask" está cerca del cementerio de Highgate, en la zona de Highgate Hill, North London. Lo visitaban poetas y escritores como Lord Byron, Coleridge, Keats y Shelley, además de pintores como Hogarth. Se cree que este pub tiene sus propios fantasmas: una mujer española que atendía el bar y murió por mal de amores. También está el fantasma de un viejo caballero que atraviesa el bar y desaparece ante las paredes.
The Lamb and Flag
Otro pub imperdible es "The Lamb and Flag", en la zona de Covent Garden, que ya en 1772 era famoso por sus parroquianos humildes y bastante alegres. Lo frecuentaba entonces el poeta John Dryden, más tarde fue el turno de Dickens. Parece que Dryden sufrió un intento de asesinato aquí cerca, por eso el salón del primer piso lleva su nombre.
martes, 24 de enero de 2017
JAPON: cinco experiencias únicas
Japón: cinco experiencias únicas
En los meses de invierno, un destino de festejos, tradiciones y atractivos naturales
1. Visitar los jardines imperiales
Desde la Segunda Guerra Mundial y la derrota japonesa, el emperador ya no es una divinidad encarnada pero sigue siendo un personaje muy querido y respetado, que vive con su familia en el Palacio Imperial del barrio de Chiyoda, en pleno centro de Tokio. Se puede ingresar en esta fortaleza y ver al actual emperador, Akihito, sólo dos veces al año: el 23 de diciembre (su cumpleaños) y el 2 de enero (para recibir sus buenos deseos). El ingreso del 2 de enero es todo un evento para los turistas de paso, que pueden participar de la visita siguiendo el mismo protocolo que los japoneses. Primero se pasan las puertas rigurosamente custodiadas, se recibe una banderita del sol naciente y se llega finalmente delante del palacio, sobre una plaza colmada de gente. La familia real aparece detrás de un vidrio blindado y saluda a la muchedumbre, que agita sus banderines y celebra al grito de banzai (que significa 10.000 años y es un deseo de longevidad). El reino de cada emperador es una era en el calendario japonés. Es probable que el saludo de este año y el del 2 de enero de 2018 sean los últimos de la actual era, ya que se está preparando la abdicación de Akihito a favor de su hijo Naruhito para el 1° de enero de 2019. La era actual empezó con la ascensión de Akihito en 1989 y se llama Heisai (serenidad).
2. Festival de luces en Nagoya
El jardín botánico de Nabana no Sato se transforma cada año, entre octubre y mayo, en uno de los mayores espectáculos de luces de Japón. Queda cerca de Nagoya y se llega fácilmente desde esa ciudad o desde Kioto y Tokio con combinaciones a bordo del tren bala o Shinkansen. Lo recomendable es viajar durante la tarde para ver los jardines de día. En pleno invierno los ciruelos ya están floreciendo y forman un bosque de delicados pétalos que caen de a poco como una suave llovizna. Esta floración precede algunos meses la de los sakura, los famosos cerezos de Japón. Mientras tanto, a medida que llega la noche, las luces se van prendiendo y transforman totalmente el predio. Hay muchas atracciones iluminadas en Japón durante el invierno, pero Nabana no Sato es una de las más populares por su impactante túnel de luces de dos cuadras de largo y su inmensa pantalla de led que recrea escenas animadas (el año pasado fue en torno al famoso animé de Heidi). El parque convoca a mucha gente y es recomendable evitar los días de fiesta y los fines de semana. En invierno hace mucho frío por la noche y hay que prever ropa en consecuencia.
3. El templo del amor
El día de San Valentín es una de las fiestas más celebradas del calendario en Japón. Los negocios, especialmente los de dulces y comidas, se preparan con productos acordes desde muchos días antes. En Kioto el 14 de febrero tiene una resonancia especial y se celebra en el Kiyomizu Dera, donde se encuentra el Templo del Amor, uno de los más emblemáticos entre los cientos de santuarios de la antigua capital imperial japonesa. Se trata de un complejo de edificios religiosos muy antiguos, parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994, y levantados en torno a aguas con propiedades terapéuticas. Uno de los templos, Jishu Jinja, está dedicado a una deidad shinto del amor y es el lugar que cobra una especial importancia el día de San Valentín. Además de los rituales del culto shinto y de los amuletos que se pueden comprar, se camina entre dos piedras de amor. Las separan 18 metros y hay que ir de una a otra con los ojos vendados o cerrados: quienes lo logren sin desviarse tendrán un encuentro amoroso cercano. Al margen de San Valentín, el templo celebra una ceremonia del amor el primer día de cada mes.
4. Un onsen al pie del Fuji Yama
La región del Monte Fuji es un destino de turismo muy popular en todo Japón y más desde la vecina Tokio. Gracias a las excelentes redes de transporte se llega en apenas unas horas desde el centro de la mayor ciudad del mundo a los bosques nevados y pueblitos que no cambiaron desde la época de los samuráis. El de Naka Gora es uno de ellos, ubicado sobre el circuito de trenes, funicular, teleférico y barco que permite recorrer la región y el lago Ashi para admirar la cumbre del Fuji con su cono perfecto y sus nieves eternas. La región tiene una intensa actividad geotérmica y es común que haya erupciones volcánicas. Las fuentes termales abundan y son captadas por los hoteles y los albergues locales, que ofrecen servicios de baños a sus huéspedes. Este tipo de alojamiento se llama onsen (literalmente fuente de aguas cálidas) y proponen por lo general una estadía al modo tradicional: se duerme sobre tatamis y se come sobre una mesa ratona, sentado en el suelo. Las puertas son corredizas y las ventanas de papel de arroz. En Naka Gora el pequeño hotel Kanon es uno de ellos.
5. Lluvia de pétalos de ciruelos en flor
Japón tiene muchas otras experiencias extraordinarias en febrero, como la muestra de esculturas de hielo en la gélida isla de Hokkaid? o las excursiones a los pueblitos sepultados bajo la nieve en el corazón de los llamados Alpes Japoneses, en la isla de Honsh?. Febrero es también el tiempo de los Ume Matsuri, los festivales de la floración de los ciruelos. Ume es el nombre japonés de esa especie de árbol, científicamente llamada Prunus mume. Florecen en pleno invierno y son tan populares en Japón como los cerezos sakura. Muchas familias aprovechan los días soleados de la temporada fría para pasearse por los parques y almorzar bajo sus ramas florecidas. El parque Kairakuen en Mito (al norte de Tokio) se considera como uno de los más lindos del país y es muy concurrido durante el Ume Matsuri, de fines de febrero a fines de marzo. En Tokio, uno de los jardines más apreciados es el de Hanegi, cuya floración explota durante todo febrero gracias a más de 700 árboles.
En los meses de invierno, un destino de festejos, tradiciones y atractivos naturales
1. Visitar los jardines imperiales
Desde la Segunda Guerra Mundial y la derrota japonesa, el emperador ya no es una divinidad encarnada pero sigue siendo un personaje muy querido y respetado, que vive con su familia en el Palacio Imperial del barrio de Chiyoda, en pleno centro de Tokio. Se puede ingresar en esta fortaleza y ver al actual emperador, Akihito, sólo dos veces al año: el 23 de diciembre (su cumpleaños) y el 2 de enero (para recibir sus buenos deseos). El ingreso del 2 de enero es todo un evento para los turistas de paso, que pueden participar de la visita siguiendo el mismo protocolo que los japoneses. Primero se pasan las puertas rigurosamente custodiadas, se recibe una banderita del sol naciente y se llega finalmente delante del palacio, sobre una plaza colmada de gente. La familia real aparece detrás de un vidrio blindado y saluda a la muchedumbre, que agita sus banderines y celebra al grito de banzai (que significa 10.000 años y es un deseo de longevidad). El reino de cada emperador es una era en el calendario japonés. Es probable que el saludo de este año y el del 2 de enero de 2018 sean los últimos de la actual era, ya que se está preparando la abdicación de Akihito a favor de su hijo Naruhito para el 1° de enero de 2019. La era actual empezó con la ascensión de Akihito en 1989 y se llama Heisai (serenidad).
2. Festival de luces en Nagoya
El jardín botánico de Nabana no Sato se transforma cada año, entre octubre y mayo, en uno de los mayores espectáculos de luces de Japón. Queda cerca de Nagoya y se llega fácilmente desde esa ciudad o desde Kioto y Tokio con combinaciones a bordo del tren bala o Shinkansen. Lo recomendable es viajar durante la tarde para ver los jardines de día. En pleno invierno los ciruelos ya están floreciendo y forman un bosque de delicados pétalos que caen de a poco como una suave llovizna. Esta floración precede algunos meses la de los sakura, los famosos cerezos de Japón. Mientras tanto, a medida que llega la noche, las luces se van prendiendo y transforman totalmente el predio. Hay muchas atracciones iluminadas en Japón durante el invierno, pero Nabana no Sato es una de las más populares por su impactante túnel de luces de dos cuadras de largo y su inmensa pantalla de led que recrea escenas animadas (el año pasado fue en torno al famoso animé de Heidi). El parque convoca a mucha gente y es recomendable evitar los días de fiesta y los fines de semana. En invierno hace mucho frío por la noche y hay que prever ropa en consecuencia.
3. El templo del amor
El día de San Valentín es una de las fiestas más celebradas del calendario en Japón. Los negocios, especialmente los de dulces y comidas, se preparan con productos acordes desde muchos días antes. En Kioto el 14 de febrero tiene una resonancia especial y se celebra en el Kiyomizu Dera, donde se encuentra el Templo del Amor, uno de los más emblemáticos entre los cientos de santuarios de la antigua capital imperial japonesa. Se trata de un complejo de edificios religiosos muy antiguos, parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994, y levantados en torno a aguas con propiedades terapéuticas. Uno de los templos, Jishu Jinja, está dedicado a una deidad shinto del amor y es el lugar que cobra una especial importancia el día de San Valentín. Además de los rituales del culto shinto y de los amuletos que se pueden comprar, se camina entre dos piedras de amor. Las separan 18 metros y hay que ir de una a otra con los ojos vendados o cerrados: quienes lo logren sin desviarse tendrán un encuentro amoroso cercano. Al margen de San Valentín, el templo celebra una ceremonia del amor el primer día de cada mes.
4. Un onsen al pie del Fuji Yama
La región del Monte Fuji es un destino de turismo muy popular en todo Japón y más desde la vecina Tokio. Gracias a las excelentes redes de transporte se llega en apenas unas horas desde el centro de la mayor ciudad del mundo a los bosques nevados y pueblitos que no cambiaron desde la época de los samuráis. El de Naka Gora es uno de ellos, ubicado sobre el circuito de trenes, funicular, teleférico y barco que permite recorrer la región y el lago Ashi para admirar la cumbre del Fuji con su cono perfecto y sus nieves eternas. La región tiene una intensa actividad geotérmica y es común que haya erupciones volcánicas. Las fuentes termales abundan y son captadas por los hoteles y los albergues locales, que ofrecen servicios de baños a sus huéspedes. Este tipo de alojamiento se llama onsen (literalmente fuente de aguas cálidas) y proponen por lo general una estadía al modo tradicional: se duerme sobre tatamis y se come sobre una mesa ratona, sentado en el suelo. Las puertas son corredizas y las ventanas de papel de arroz. En Naka Gora el pequeño hotel Kanon es uno de ellos.
5. Lluvia de pétalos de ciruelos en flor
Japón tiene muchas otras experiencias extraordinarias en febrero, como la muestra de esculturas de hielo en la gélida isla de Hokkaid? o las excursiones a los pueblitos sepultados bajo la nieve en el corazón de los llamados Alpes Japoneses, en la isla de Honsh?. Febrero es también el tiempo de los Ume Matsuri, los festivales de la floración de los ciruelos. Ume es el nombre japonés de esa especie de árbol, científicamente llamada Prunus mume. Florecen en pleno invierno y son tan populares en Japón como los cerezos sakura. Muchas familias aprovechan los días soleados de la temporada fría para pasearse por los parques y almorzar bajo sus ramas florecidas. El parque Kairakuen en Mito (al norte de Tokio) se considera como uno de los más lindos del país y es muy concurrido durante el Ume Matsuri, de fines de febrero a fines de marzo. En Tokio, uno de los jardines más apreciados es el de Hanegi, cuya floración explota durante todo febrero gracias a más de 700 árboles.
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