Conocer
Ámsterdam implica visitar algunos de sus museos. Son más de 50, pero hay tres
que son ineludibles: el Rijksmuseum, el Museo van Gogh y la casa de Ana Frank.
El Rijksmuseum ostenta una enorme colección de pinturas del Siglo de Oro
holandés, así como de arte asiático y egipcio. Pero el principal atractivo son
las obras de Rembrandt.
El Museo van Gogh cuenta con una colección de más de 200
obras del artista, correspondientes a diferentes periodos de su creación.
Sobresalen “Los comedores de patatas” y una versión de “Los girasoles”.
La casa
de Ana Frank se encuentra en el barrio Jordaan; donde la niña judía tuvo que
ocultarse durante la Segunda Guerra Mundial para escapar de la persecución nazi.
Fue abierta al público en 1960 y luego convertida en museo. |
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