En Este blog encontrara descripciones de variados destinos, buscando aportar informacion, y experiencias diferentes
sábado, 27 de diciembre de 2014
NOTA: Conoce ocho de los destinos con mejor conexión Wi-Fi gratuita
Conoce ocho de los destinos con mejor conexión Wi-Fi gratuita
Algunas ciudades en el mundo ofrecen la oportunidad de conectarse a una red Wi-Fi a todos los turistas que la visitan
Si es que no tenemos una cobertura internacional en nuestro celular, encontrar una conexión a internet puede ser complicado. Hay locales que ofrecen el servicio pero debes consumir algo o pagar una tarifa de conexión.
Para brindar un mejor servicio a los visitantes y residentes, algunas ciudades han habilitado conexiones Wi-Fi gratuitas en sus principales avenidas, estaciones de transporte público o puntos de interés turístico. Por ejemplo:
1. Seúl
La capital de Corea del Sur es una de las mejor conectadas del mundo pues el gobierno se ha encargado de proveerla de puntos de Wi-Fi gratuitos por casi toda la ciudad. Algunos de los lugares donde te podrás conectar sin pagar son los parques públicos, estaciones de tres, mercados y avenidas transitadas.
2. Tel Aviv
La principal ciudad de Israel cuenta con conexiones Wi-Fi en las principales atracciones turísticas, playas y parques.
3. Nueva York
La transitada Manhattan es uno de los puntos que tiene mejor conexión Wi-Fi en el mundo. Las estaciones de metro, lugares populares como Times Square y Battery Park, museos y librerías ofrecen la oportunidad de navegar en internet sin pagar ni un dólar.
4. Helsinki
Desde que aterrizas en la capital finlandesa puedes conectarte a internet gratuitamente usando las redes cercanas al aeropuerto. Al recorrer la ciudad, los parques y edificios públicos, los turistas cuentan con este servicio así como en algunos buses de transporte público.
5. Hong Kong
El gobierno de la ciudad ha instalado puntos de internet en gran parte de parques, atracciones turísticas, edificios de orientación para los visitantes y terminales de ferry. Sin embargo, para tener mayor velocidad y más puntos disponibles, se puede comprar una tarjeta SIM prepago especial para turistas desde 8 dólares.
6. Macau
Los turistas que llegan hasta aquí pueden conectarse gratuitamente a internet a partir de las 8 am hasta la 1 am en distintos puntos de la ciudad cercanos a museos, puertos y centro de información. Cada sesión dura 45 minutos, luego de ese tiempo hay que desconectarse y volver a ingresar al sistema.
7. Paris
Si quieres compartir en redes sociales las mejores fotos de tu visita a Francia, la conexión a internet gratuita te permitirá hacerlo. Hay casi 200 puntos distribuidos por toda la ciudad que pueden usarse en sesiones de dos horas.
8. Perth
La ciudad australiana lanzó el año pasado su red de conexión Wi-Fi gratuita por toda la ciudad a la cual puedes conectarte mientras caminas por las calles, comes en restaurantes o vas de compras. Los usuarios tienen un límite de 50 MB o una hora de navegación por sesión.
martes, 16 de diciembre de 2014
ESPAÑA: Barcelona
Barcelona puede describirse con un solo adjetivo: colorida. Desde el hermoso arte que se puede admirar en cada rincón de la ciudad, pasando por el animado estilo de vida de sus habitantes e incluso hasta la multitud de increíbles platos de su cocina, el color será el tema dominante de su visita.
UN RECORRIDO POR LA CIUDAD ANTIGUA
Independientemente de cuál sea su punto de partida, acabará caminando sin mirar donde pisa, admirando los numerosos lugares de interés que se mostrarán uno tras otro ante sus ojos.
Basta una simple caminata por la Rambla, el paseo principal para turistas y ciudadanos, para comprobar que no podrá DESPEGAR los dedos de la cámara. Diríjase desde el paseo marítimo hacia la Plaça de Catalunya y adéntrese en la calle principal en lo que a vida nocturna se refiere. En ella, los bares, restaurantes y clubes abren hasta altas horas para dar la bienvenida a las miles de personas que atestan la calle. Entre las muchas sorpresas que encontrará, no se puede perder el mosaico de Miró, cerca del Teatro del Liceo, un regalo que el artista catalán hizo a su amada Barcelona. Prosiga a través del Barrio Gótico, el elegante y romántico distrito medieval de Barcelona, que hoy en día sigue siendo el corazón político y social de la ciudad. En él encontrará el Ayuntamiento, el Palacio Real y la Catedral, todo ello construido en estilo Gótico, y el Museo Picasso, en honor al artista que dio sus primeros pasos, o más bien, sus primeras pinceladas, en este área.
Incluso en el puerto se conserva una zona tal y como era en la época en la que había pescadores: la Barceloneta, un espacio de viejos pantalanes y playas para bañarse, el lugar ideal para relajarse un poco al sol o disfrutar de un plato de pescado en los mejores restaurantes locales. Cerca se encuentra el moderno barrio del Puerto Olímpico, en honor a los Juegos Olímpicos de 1992, que cuenta con un cine IMAX, un centro comercial y un acuario, donde todos los miembros de la familia encontrarán algo a su medida.
Para los amantes del fútbol, existe la posibilidad de realizar una visita guiada al Camp Nou, el mayor estadio de Europa, y su museo dedicado al Barça, donde podrá revivir la historia de uno de los clubes más importantes del mundo a través de vídeos, uniformes y balones de oro.
CON LOS OJOS DE GAUDÍ
Barcelona es famosa sobre todo por la obra arquitectónica de Antoni Gaudí, un artista visionario y extravagante, que hizo única a esta ciudad mediante la construcción de edificios con formas y colores sin igual.
El símbolo de la ciudad y de su genio artístico es la Sagrada Familia, una obra que es un himno a la fe, con sus altas torres y grandes naves que la han convertido en un lugar único en el mundo para los feligreses y los amantes de la mejor arquitectura.
Otra visita imprescindible es el Parque Güell, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde se sentirá protagonista de un mundo de fantasía con sus formas y colores verdaderamente originales.
Entre numerosos edificios con la misma fachada, nos encontramos de pronto ante la Casa Batlló, con su forma extravagante y sus colores cálidos. Merece la pena entrar para comprobar lo meticuloso, original y creativo que era este artista. Por último, pero no por ello menos importante, no se pierda La Pedrera, posiblemente el bloque de pisos más famoso del mundo, con su "sinuosa" fachada, conocida por la originalidad de sus maravillosas chimeneas que recuerdan a las cabezas de los guerreros medievales.
TOTS A LA TAULA
Sabemos que España es sinónimo de tapas y, para muchos, probablemente también de paella, pero estos no son los platos tradicionales de la ciudad de Barcelona. Evidentemente, el pescado es el ingrediente principal de esta cocina, que encontramos en muchos platos como el suquet, una sopa de pescado y marisco con azafrán, patatas, tomates y vino, y el arròs negre, el famoso arroz con pescado de la Costa Brava. Igualmente sabrosos son los platos de carne como los fideus a la cassola, espagueti con carne de cerdo y botifarra amb mongetes (butifarra con alubias blancas). Y ahora la parte que muchos esperan: el postre. No es necesario que recomendemos la crema catalana, ya conocida y extendida por todo el mundo, pero también puede probar la coca de Sant Joan, cubierta de fruta confitada y piñones, requesón con miel, los pasteles de queso flaons y los xuxos, pasteles rellenos de crema y cubiertos con azúcar. Combine estos manjares con reconocidos vinos y espumosos como los de Cava, Alella y Penedés, que combinan la mejor uva local e internacional.
UN RECORRIDO POR LA CIUDAD ANTIGUA
Independientemente de cuál sea su punto de partida, acabará caminando sin mirar donde pisa, admirando los numerosos lugares de interés que se mostrarán uno tras otro ante sus ojos.
Basta una simple caminata por la Rambla, el paseo principal para turistas y ciudadanos, para comprobar que no podrá DESPEGAR los dedos de la cámara. Diríjase desde el paseo marítimo hacia la Plaça de Catalunya y adéntrese en la calle principal en lo que a vida nocturna se refiere. En ella, los bares, restaurantes y clubes abren hasta altas horas para dar la bienvenida a las miles de personas que atestan la calle. Entre las muchas sorpresas que encontrará, no se puede perder el mosaico de Miró, cerca del Teatro del Liceo, un regalo que el artista catalán hizo a su amada Barcelona. Prosiga a través del Barrio Gótico, el elegante y romántico distrito medieval de Barcelona, que hoy en día sigue siendo el corazón político y social de la ciudad. En él encontrará el Ayuntamiento, el Palacio Real y la Catedral, todo ello construido en estilo Gótico, y el Museo Picasso, en honor al artista que dio sus primeros pasos, o más bien, sus primeras pinceladas, en este área.
Incluso en el puerto se conserva una zona tal y como era en la época en la que había pescadores: la Barceloneta, un espacio de viejos pantalanes y playas para bañarse, el lugar ideal para relajarse un poco al sol o disfrutar de un plato de pescado en los mejores restaurantes locales. Cerca se encuentra el moderno barrio del Puerto Olímpico, en honor a los Juegos Olímpicos de 1992, que cuenta con un cine IMAX, un centro comercial y un acuario, donde todos los miembros de la familia encontrarán algo a su medida.
Para los amantes del fútbol, existe la posibilidad de realizar una visita guiada al Camp Nou, el mayor estadio de Europa, y su museo dedicado al Barça, donde podrá revivir la historia de uno de los clubes más importantes del mundo a través de vídeos, uniformes y balones de oro.
CON LOS OJOS DE GAUDÍ
Barcelona es famosa sobre todo por la obra arquitectónica de Antoni Gaudí, un artista visionario y extravagante, que hizo única a esta ciudad mediante la construcción de edificios con formas y colores sin igual.
El símbolo de la ciudad y de su genio artístico es la Sagrada Familia, una obra que es un himno a la fe, con sus altas torres y grandes naves que la han convertido en un lugar único en el mundo para los feligreses y los amantes de la mejor arquitectura.
Otra visita imprescindible es el Parque Güell, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde se sentirá protagonista de un mundo de fantasía con sus formas y colores verdaderamente originales.
Entre numerosos edificios con la misma fachada, nos encontramos de pronto ante la Casa Batlló, con su forma extravagante y sus colores cálidos. Merece la pena entrar para comprobar lo meticuloso, original y creativo que era este artista. Por último, pero no por ello menos importante, no se pierda La Pedrera, posiblemente el bloque de pisos más famoso del mundo, con su "sinuosa" fachada, conocida por la originalidad de sus maravillosas chimeneas que recuerdan a las cabezas de los guerreros medievales.
TOTS A LA TAULA
Sabemos que España es sinónimo de tapas y, para muchos, probablemente también de paella, pero estos no son los platos tradicionales de la ciudad de Barcelona. Evidentemente, el pescado es el ingrediente principal de esta cocina, que encontramos en muchos platos como el suquet, una sopa de pescado y marisco con azafrán, patatas, tomates y vino, y el arròs negre, el famoso arroz con pescado de la Costa Brava. Igualmente sabrosos son los platos de carne como los fideus a la cassola, espagueti con carne de cerdo y botifarra amb mongetes (butifarra con alubias blancas). Y ahora la parte que muchos esperan: el postre. No es necesario que recomendemos la crema catalana, ya conocida y extendida por todo el mundo, pero también puede probar la coca de Sant Joan, cubierta de fruta confitada y piñones, requesón con miel, los pasteles de queso flaons y los xuxos, pasteles rellenos de crema y cubiertos con azúcar. Combine estos manjares con reconocidos vinos y espumosos como los de Cava, Alella y Penedés, que combinan la mejor uva local e internacional.
ITALIA: Roma
Su historia milenaria se puede apreciar en cada sampietrino, la singular piedra negra utilizada en el adoquinado de las calles romanas. En esta ciudad, mecida por el Tíber, se encuentran algunos de los enclaves más fascinantes y pintorescos del mundo. Con su excepcional belleza, Roma es una de las ciudades más visitadas del mundo: los turistas se congregan para explorar sus magníficas ruinas e inspirarse por su radiante modernidad.
EL RASTRO DE LA ETERNIDAD
No hay un momento mejor para admirar el encanto atemporal de la "capital del mundo" como las primeras luces del alba. En algunos lugares de la ciudad, el sol parece posarse como un velo sobre edificios y monumentos de todas las épocas.
Disfrute de unas impresionantes vistas desde la colina Janículo, cuya cima domina el “Fontanone”, la monumental Fontana dell’Acqua Paola diseñada por Giovanni Fontana. Asimismo, desde el Jardín de las naranjas del Priorato de los Caballeros de la Orden de Malta, sobre el monte Aventino, podrá ver la cúpula "divina" de la basílica de San Pedro en todo su esplendor.
Déjese seducir por el fascinante poder del legado de ensueño de los foros imperiales, las Termas de Caracalla, el Panteón, el Coliseo y el señorial Parque de los Acueductos, que forma parte del parque regional de la Via Appia.
Piérdase por las callejuelas y restaurantes del Trastevere y, en el corazón del centro urbano, considerado Patrimonio de la Humanidad, descubra las obras de arte que encierran el Palazzo Barberini, la Galería Borghese y los Museos Capitolinos.
Disfrute de unas impresionantes vistas desde la colina Janículo, cuya cima domina el “Fontanone”, la monumental Fontana dell’Acqua Paola diseñada por Giovanni Fontana. Asimismo, desde el Jardín de las naranjas del Priorato de los Caballeros de la Orden de Malta, sobre el monte Aventino, podrá ver la cúpula "divina" de la basílica de San Pedro en todo su esplendor.
Déjese seducir por el fascinante poder del legado de ensueño de los foros imperiales, las Termas de Caracalla, el Panteón, el Coliseo y el señorial Parque de los Acueductos, que forma parte del parque regional de la Via Appia.
Piérdase por las callejuelas y restaurantes del Trastevere y, en el corazón del centro urbano, considerado Patrimonio de la Humanidad, descubra las obras de arte que encierran el Palazzo Barberini, la Galería Borghese y los Museos Capitolinos.
3 ACTIVIDADES QUE NO SE PUEDE PERDER
Visita en carruaje por la ciudad
Hay tantos monumentos y enclaves que visitar en Roma que necesitará un poco de ayuda para completar su tarea: permita que un cochero le lleve a dar un paseo en carruaje. Escuchar el sonido de los cascos de los caballos sobre las viejas calles adoquinadas y sentirse como un emperador de la Antigüedad no tiene precio.
Hay tantos monumentos y enclaves que visitar en Roma que necesitará un poco de ayuda para completar su tarea: permita que un cochero le lleve a dar un paseo en carruaje. Escuchar el sonido de los cascos de los caballos sobre las viejas calles adoquinadas y sentirse como un emperador de la Antigüedad no tiene precio.
Compras en la Via dei Condotti
Hay una calle de Roma que siempre está llena de gente a cualquier hora del día y en cualquier época del año: la Via dei Condotti. La calle que conecta la Via del Corso, en la que podrá encontrar todo tipo de tiendas, y la radiante Piazza di Spagna es el destino ineludible de todo amante de la moda. Solo aquí encontrará las mejores firmas italianas y las marcas más importantes.
¡Oh, capitán, mi capitán!
No pierda la oportunidad de presenciar un partido de fútbol en el Estadio Olímpico. Merece la pena dejarse arrastrar por los animados aficionados romanos mientras jalean a su equipo favorito. Si tiene suerte, podrá presenciar el derbi Roma-Lazio y ver cómo las gradas cobran vida durante el intenso enfrentamiento sobre el campo entre Totti y Klose.
LA SED INSACIABLE DE LOS GLADIADORES
No puede visitar Roma y resistirse a la tentación de lanzar una moneda por encima del hombro en la famosa Fontana di Trevi. Si la atracción más espectacular de la ciudad no es suficiente, encontrará numerosas fuentes en cada uno de sus rincones. De hecho, Roma alberga más de cien fuentes de todos los tamaños: de los siglos III al XVI, del periodo Barroco al siglo XVIII, el agua fluye como un oasis de alegría y su sonido se puede escuchar en cualquier lugar, de día y de noche. Visite desde la más antigua, la fuente de la Piazza di Santa Maria en el Trastevere, hasta la más imponente, la Fuente de la Barcaza en Piazza di Spagna, obra de Pietro Bernini, sin olvidar la Fuente de los Cuatro Ríos en la plaza Navona. No se pierda la Fuente del Tritón en la plaza Barberini, la Fuente de las Náyades en la plaza de la República, la Fuente de Moisés en la plaza San Bernardo ni la más espectacular, la fuente del Ara Pacis, atestada de turistas que buscan refrescarse en los calurosos días de verano, y la más moderna, la fuente del Palazzetto dello Sport, que proyecta una escultura futurista de Pomodoro entre sus chorros de agua.
TODOS LOS PALADARES LLEVAN A ROMA
Tonnarelli con queso y pimienta, bucatini all'amatriciana o alla gricia, carbonara, callos en todo tipo de salsas, coda alla vaccinara (guiso de rabo de buey), alcachofas y maritozzi (bollos) con nata: la comida tradicional romana es sabrosa, genuina y desenfadada, con el aroma auténtico que solo se encuentra en la cocina de una casa.
Aunque es cierto que la cocina romana tiene unos orígenes humildes, basada en ingredientes "desechados" por encima de los muros de las residencias papales, en los últimos años se ha abierto al mundo gracias a la creatividad de chefs jóvenes, dispuestos a reinventarla y refinarla con un estilo moderno, incluso en recintos "sagrados" como son las trattorias: desde el corazón del Trastevere al barrio Prati, situado próximo al Vaticano, y la Via Vittorio Veneto, la calle que aparece en La Dolce Vita, hasta la cercana plaza Trinità dei Monti, los restaurantes romanos lucen sus estrellas.
Para los paladares que buscan algo más característico, una copa de vino blanco Frascati será suficiente para devolverles a la tierra.
ITALIA: Florencia
Pocas ciudades del mundo pueden igualar la riqueza artística y cultural de Florencia, un enorme museo al aire libre que enamora a millones de visitantes cada año.
Florencia no solo es una ciudad plagada de obras de arte, sino que también puede considerarse una obra de arte por sí misma, como se recogió en las notas que acompañaban a la elección de Florencia como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: un patrimonio creado con las obras maestras de artistas de la talla de Brunelleschi y Leon Battista Alberti, Masaccio y Filippo Lippi, Botticelli, Donatello, Ghiberti, Luca della Robbia, Giotto, Beato Angelico, sin olvidar a Galileo ni a sus dos grandes genios, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
FLORENCIA, UN MUSEO AL AIRE LIBRE
Le espera una sorpresa en cada esquina: a lo largo del río Arno, en sus estrechas callejuelas o "chiassi" (que parecen sacadas de la época medieval) y en sus puentes con extraordinarias vistas. También se sorprenderá en sus increíbles miradores, desde las colinas que rodean la ciudad (en Fiesole, las vistas abarcan todo el valle del Arno y las puestas de sol son inolvidables), desde lo alto de la catedral de Santa María del Fiore y desde el mirador de la Plaza de Miguel Ángel, con su imponente basílica de San Miniato al Monte, cuya majestuosidad describiera Dante, desde la que puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad en todo su esplendor.
EL ENCANTO Y EL MISTERIO DEL PONTE VECCHIO
Volviendo a la orilla del Arno, no debemos olvidar la historia del Ponte Vecchio (Puente Viejo), con aire antiguo y sus características casitas, que parecen flotar sobre el embarcadero y que los carniceros construyeron sin orden aparente. Inicialmente estos carniceros fueron aislados en el puente para proteger la higiene pública antes de ser trasladados para ceder su sitio a los talleres de orfebrería y joyería, que proporcionarían más prestigio y riqueza a la familia Medici. Para el enlace de su hijo Francisco con Juana de Austria, Cosme I, Gran Duque de la Toscana, encargó a Giorgio Vasari el diseño de un ambicioso paso elevado que conectara el Palazzo Vecchio (Palacio Viejo), el centro político y administrativo, con las estancias privadas del Palacio Pitti, atravesando la prestigiosa Galería Uffizi. La obra se realizó en 1595 en tan solo cinco meses y permitió a los Grandes Duques desplazarse de forma segura, mientras disfrutaban de una insuperable vista panorámica de la ciudad y escuchaban despreocupadamente las conversaciones de los ciudadanos a través de las portillas.
El "Corredor vasariano", que tiene una longitud aproximada de un kilómetro, puede visitarse con reserva anticipada.
OBRAS MAESTRAS ETERNAS
El corazón político de Florencia, la Plaza de la Señoría, conservada tal y como estaba dispuesta en otros tiempos, cobra vida con su arte "democrático" al estar repleta de obras que se exhiben de una forma casi única en el mundo: una harmónica vista angular que permite apreciar gratuitamente de noche y de día estas obras, donde historia y leyenda se funden.
En esta plaza encontrará la Loggia dei Lanzi, una galería con esculturas de incalculable valor, el David de Miguel Ángel, ilustre símbolo de la ciudad (la escultura original se encuentra en la Galería de la Academia), la fuente Neptuno de Ammannati y, por supuesto, el espectacular Palazzo Vecchio, el núcleo administrativo de la ciudad.
En el centro religioso de la ciudad se encuentra en la Plaza del Duomo, con el Baptisterio de San Juan y las Puertas del Paraíso de Ghiberti, el Duomo o la Catedral de Santa María del Fiore y el famoso campanario de Giotto, un complejo que parece aunarse armónicamente gracias a los colores del mármol.
No olvide que, además del famoso Museo Uffizi, Florencia alberga más de 70 museos, cada uno de los cuales hacen que la visita a la ciudad merezca la pena. Pero, como sabemos que hasta los mayores placeres pueden llegar a cansar, le recomendamos que realice una selección por adelantado para equilibrar el tiempo de la mejor manera posible.
COMPRAS Y OCIO
Para los amantes de las compras, Florencia es un verdadero paraíso con innumerables tiendas, elegantes boutiques de alta costura y conocidos talleres en los que se mantienen las tradiciones artesanales florentinas y los productos de gran calidad confeccionados en Italia. Tampoco podrá perderse el mercado central de San Lorenzo, el conocido mercado Le Cascine, el pequeño mercado cubierto de la Loggia del Mercato Nuovo (también conocido como Porcellino debido a la famosa fuente con la escultura de un jabalí) y el tradicional mercadillo de la Piazza dei Ciompi.
La gastronomía florentina, un auténtico placer para los amantes del buen comer y beber, gracias a la calidad y frescura de sus ingredientes y su conocido procesamiento, tuvo como principal embajadora a Catalina de Medici, Reina de Francia, quien llevó consigo a cocineros y pasteleros para introducir los sabores y aromas de Florencia en la corte francesa.
Disfrute de platos típicos como una buena "fiorentina", tan famosa que no es necesario ni especificar que se trata de un bistec, los crostini toscani (un entrante típico a base de paté), la sopa de tomate, el crespelle a la fiorentina, la sopa ribollita y el guiso fagioli all'uccelletto, todo acompañado por un buen vino Chianti DOCG
Florencia no solo es una ciudad plagada de obras de arte, sino que también puede considerarse una obra de arte por sí misma, como se recogió en las notas que acompañaban a la elección de Florencia como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: un patrimonio creado con las obras maestras de artistas de la talla de Brunelleschi y Leon Battista Alberti, Masaccio y Filippo Lippi, Botticelli, Donatello, Ghiberti, Luca della Robbia, Giotto, Beato Angelico, sin olvidar a Galileo ni a sus dos grandes genios, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
FLORENCIA, UN MUSEO AL AIRE LIBRE
Le espera una sorpresa en cada esquina: a lo largo del río Arno, en sus estrechas callejuelas o "chiassi" (que parecen sacadas de la época medieval) y en sus puentes con extraordinarias vistas. También se sorprenderá en sus increíbles miradores, desde las colinas que rodean la ciudad (en Fiesole, las vistas abarcan todo el valle del Arno y las puestas de sol son inolvidables), desde lo alto de la catedral de Santa María del Fiore y desde el mirador de la Plaza de Miguel Ángel, con su imponente basílica de San Miniato al Monte, cuya majestuosidad describiera Dante, desde la que puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad en todo su esplendor.
EL ENCANTO Y EL MISTERIO DEL PONTE VECCHIO
Volviendo a la orilla del Arno, no debemos olvidar la historia del Ponte Vecchio (Puente Viejo), con aire antiguo y sus características casitas, que parecen flotar sobre el embarcadero y que los carniceros construyeron sin orden aparente. Inicialmente estos carniceros fueron aislados en el puente para proteger la higiene pública antes de ser trasladados para ceder su sitio a los talleres de orfebrería y joyería, que proporcionarían más prestigio y riqueza a la familia Medici. Para el enlace de su hijo Francisco con Juana de Austria, Cosme I, Gran Duque de la Toscana, encargó a Giorgio Vasari el diseño de un ambicioso paso elevado que conectara el Palazzo Vecchio (Palacio Viejo), el centro político y administrativo, con las estancias privadas del Palacio Pitti, atravesando la prestigiosa Galería Uffizi. La obra se realizó en 1595 en tan solo cinco meses y permitió a los Grandes Duques desplazarse de forma segura, mientras disfrutaban de una insuperable vista panorámica de la ciudad y escuchaban despreocupadamente las conversaciones de los ciudadanos a través de las portillas.
El "Corredor vasariano", que tiene una longitud aproximada de un kilómetro, puede visitarse con reserva anticipada.
OBRAS MAESTRAS ETERNAS
El corazón político de Florencia, la Plaza de la Señoría, conservada tal y como estaba dispuesta en otros tiempos, cobra vida con su arte "democrático" al estar repleta de obras que se exhiben de una forma casi única en el mundo: una harmónica vista angular que permite apreciar gratuitamente de noche y de día estas obras, donde historia y leyenda se funden.
En esta plaza encontrará la Loggia dei Lanzi, una galería con esculturas de incalculable valor, el David de Miguel Ángel, ilustre símbolo de la ciudad (la escultura original se encuentra en la Galería de la Academia), la fuente Neptuno de Ammannati y, por supuesto, el espectacular Palazzo Vecchio, el núcleo administrativo de la ciudad.
En el centro religioso de la ciudad se encuentra en la Plaza del Duomo, con el Baptisterio de San Juan y las Puertas del Paraíso de Ghiberti, el Duomo o la Catedral de Santa María del Fiore y el famoso campanario de Giotto, un complejo que parece aunarse armónicamente gracias a los colores del mármol.
No olvide que, además del famoso Museo Uffizi, Florencia alberga más de 70 museos, cada uno de los cuales hacen que la visita a la ciudad merezca la pena. Pero, como sabemos que hasta los mayores placeres pueden llegar a cansar, le recomendamos que realice una selección por adelantado para equilibrar el tiempo de la mejor manera posible.
COMPRAS Y OCIO
Para los amantes de las compras, Florencia es un verdadero paraíso con innumerables tiendas, elegantes boutiques de alta costura y conocidos talleres en los que se mantienen las tradiciones artesanales florentinas y los productos de gran calidad confeccionados en Italia. Tampoco podrá perderse el mercado central de San Lorenzo, el conocido mercado Le Cascine, el pequeño mercado cubierto de la Loggia del Mercato Nuovo (también conocido como Porcellino debido a la famosa fuente con la escultura de un jabalí) y el tradicional mercadillo de la Piazza dei Ciompi.
La gastronomía florentina, un auténtico placer para los amantes del buen comer y beber, gracias a la calidad y frescura de sus ingredientes y su conocido procesamiento, tuvo como principal embajadora a Catalina de Medici, Reina de Francia, quien llevó consigo a cocineros y pasteleros para introducir los sabores y aromas de Florencia en la corte francesa.
Disfrute de platos típicos como una buena "fiorentina", tan famosa que no es necesario ni especificar que se trata de un bistec, los crostini toscani (un entrante típico a base de paté), la sopa de tomate, el crespelle a la fiorentina, la sopa ribollita y el guiso fagioli all'uccelletto, todo acompañado por un buen vino Chianti DOCG
ITALIA: Venecia
Histórica, elegante y refinada: así es Venecia, una ciudad rebosante de arte que cuenta y forma parte de multitud de relatos.
Algunos de los mejores pintores, entre los que se encuentran Giorgione, Tiziano, Tintoretto, Tiepolo, Canaletto y Guardi, han captado su magia en sus cuadros o han sido inspirados por ella. Shakespeare la subió al escenario en "El mercader de Venecia" y Goldoni la mostró un día de carnaval en su obra "La plazuela". Goethe la describió en su "Viaje a Italia", Shelley arribó a ella sobre una góndola en sus "poemas venecianos" y los personajes principales de "El amante de Lady Chatterley" de Lawrence a bordo de un vaporetto. Wagner la disfrutó desde una silla en un café del espléndido "salón" que es la Plaza de San Marcos. El joven Proust la amó, mientras escuchaba a su madre leerle "Las piedras de Venecia" de Ruskin, antes incluso de verla con sus propios ojos. Aschenbach la deseó en la obra de Mann, "Muerte en Venecia".
La viveza artística y cultural de estos personajes están a la altura del estilo único de la arquitectura veneciana. Más de 400 puentes, 150 canales y 6 sestieri (distritos) abrazan un romántico laberinto de calles, callejones y caminos, plazuelas y plazoletas. Cada rincón de Venecia refleja el encanto atemporal de la ciudad del Véneto que, junto con su laguna, fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987.
UN RECORRIDO POR CALLES, PLAZUELAS Y PLAZOLETAS
La Serenissima es una ciudad para admirarla a pie, pero también sobre una góndola, como sugiere Hemingway en su obra "Al otro lado del río y entre los árboles". El majestuoso Gran Canal, que alberga la tradicional Regata Histórica, divide la ciudad en dos y es un hervidero de góndolas y vaporettos yendo y viniendo. Lo atraviesan numerosos puentes famosos, entre los que destacan el Puente de los Descalzos, el Puente de la Academia, el Puente de la Constitución, obra del arquitecto español Santiago Calatrava, y el antiguo Puente de Rialto, construido en piedra de Istria, que es uno de los destinos más populares junto con el pintoresco mercado del mismo nombre, donde podrá comprar frutas, verduras y pescado fresco. El corazón de la ciudad se encuentra en la Plaza de San Marcos, la única que se puede llamar realmente "plaza" ("piazza") para distinguirla de las otras, que son simplemente plazuelas ("campi"). Desde la Plazoleta de los leoncitos, se puede admirar la Basílica de San Marcos y, frente a ella, el Campanile (campanario), conocido cariñosamente entre los venecianos como "el parón de casa" (el padrón de casa). En él, Galileo mostró su telescopio a la nobleza de la ciudad, y está coronado por una estatua dorada de un ángel, que se mueve y gira con el viento. El mejor lugar para disfrutar de una vista panorámica desde las alturas es la Torre dell’Orologio (Torre del Reloj). Destacan en ella el reloj astronómico dorado con esmalte azul y los Moros de Venecia, dos estatuas de bronce que representan un pastor joven y otro viejo, y que martillean la campana con sus mazos para marcar las horas. La entrada a este espléndido edificio se encuentra al principio de las calles comerciales, la Mercerie, donde encontrará tiendas, boutiques y puestos de recuerdos.
Uno de los símbolos de la ciudad es el Palacio Ducal, donde vivía el "Dux", y que hoy es la sede del Museo Cívico. Bajo el famoso Puente de los Suspiros, en un pasillo suspendido que conecta el Palacio Ducal con la antigua prisión, dentro de un complejo carcelario denominado Piombi, es imposible no sentir la opresión de los prisioneros "suspirando" por la libertad perdida. Entre los "huéspedes" más famosos de esta cárcel se encuentran Giordano Bruno, Silvio Pellico, Niccolò Tommaseo y Giacomo Casanova, después de haber escapado de ella. A los lados de la Piazza se encuentran las Procuratie Nuove (Procuradurías Nuevas), la sede del museo Correr, las Procuratie Vecchie (Procuradurías Viejas) con numerosas tiendas, cafés históricos y grupos de danza al aire libre; y el Ala Napoleónica, donde destacan el espléndido Salón y la Biblioteca Nazionale Marciana.
A unos pocos minutos de la Plaza de San Marcos, no puede dejar de visitar el teatro "La Fenice", elegido por Giuseppe Verdi para los estrenos de "Attila", "Ernani", "Rigoletto", "Simon Boccanegra" y "La Traviata".
También en Venecia encontrará cientos de palacios, todos ellos de gran interés histórico, arquitectónico y artístico: Ca' d'Oro, ahora un museo que alberga obras de arte de la colección de Giorgio Franchetti, denominado así porque originalmente parte de su fachada estaba cubierta de oro, Ca' Vendramin Calergi, sede del Casino de Venecia, donde murió Wagner, Ca' Foscari, delante del cual se sitúa el puesto flotante ("machina") en el que los ganadores de la Regata Histórica reciben sus premios, el Palazzo Venier dei Leoni, sede de la colección de Peggy Guggenheim, Ca' Rezzonico, que alberga el museo de Venecia del siglo XVIII, el Palazzo Grassi, uno de los principales lugares en los que se celebran exposiciones de arte en la ciudad, Ca' Pesaro, la sede del Museo de Arte Moderno y el Museo de Arte Oriental, Ca' Dario, especial porque está unido a las tragedias que marcaron las vidas de todos sus propietarios a lo largo de los siglos, y el Fondaco dei Turchi, sede del Museo Veneciano de Historia Natural.
SEÑORA DE ESPECTÁCULOS
"Semel in anno licet insanire", "una vez al año es lícito hacer locuras" afirma el viejo adagio latino, ideal para describir la atmósfera surrealista del Carnaval de Venecia, uno de los de mayor renombre en todo el mundo, junto con el de Río de Janeiro. Elegantes máscaras de carnaval y pomposos disfraces se combinan en el "salón" de la Plaza de San Marcos, que se convierte para la ocasión en un escenario a cielo abierto. Espectáculos, conciertos y recitales se suceden uno tras otro antes del tradicional Vuelo de la Colombina o Vuelo del Ángel, en el que un acróbata desciende del campanario de San Marcos hasta la Piazza, ante los ojos embelesados de la multitud. Todo acaba con el Martes de Carnaval y la "Vogata del Silenzio", procesión silenciosa de góndolas, en la que se hace la promesa de volver a verse al año siguiente. Ningún amante del arte puede perderse la Bienal de Venecia, uno de los eventos de arte contemporáneo más importantes del mundo, ni el Festival de Cine en el Lido di Venezia, donde se entrega el León de Oro.
SPRITZ, CICHÉTI Y DELICIAS PARA EL PALADAR
Una visita a la ciudad de los "duxes" no puede considerarse completa sin probar la comida veneciana. Un spritz o una copa de vino, acompañada de cichéti, los aperitivos típicos venecianos, son un ritual obligatorio, que todo aquel que visite la ciudad debe probar en una de las numerosas "bàcari", donde normalmente se come y bebe de pie. Después de un paseo por las calles y plazuelas, le recomendamos que se dé el capricho de tomar un aperitivo rápido y sencillo: la opción más sabrosa es el sándwich veneciano, consistente en dos rebanadas de pan, con mayonesa y deliciosos ingredientes.
Para una comida muy tradicional, los platos más populares son "risi e bisi", la sopa veneciana más conocida, "castraure", una variedad de alcachofa típica de la ciudad, "sarde in saór" (sardinas), hígado al estilo veneciano, "bigoli in salsa" (pasta veneciana típica), pato relleno y postres como "bussolai", "fugasse", "fritole" y "galani". Todo aquel que visite Venecia encontrará un rincón oculto o una obra de arte que se llevará a casa en el corazón.
Algunos de los mejores pintores, entre los que se encuentran Giorgione, Tiziano, Tintoretto, Tiepolo, Canaletto y Guardi, han captado su magia en sus cuadros o han sido inspirados por ella. Shakespeare la subió al escenario en "El mercader de Venecia" y Goldoni la mostró un día de carnaval en su obra "La plazuela". Goethe la describió en su "Viaje a Italia", Shelley arribó a ella sobre una góndola en sus "poemas venecianos" y los personajes principales de "El amante de Lady Chatterley" de Lawrence a bordo de un vaporetto. Wagner la disfrutó desde una silla en un café del espléndido "salón" que es la Plaza de San Marcos. El joven Proust la amó, mientras escuchaba a su madre leerle "Las piedras de Venecia" de Ruskin, antes incluso de verla con sus propios ojos. Aschenbach la deseó en la obra de Mann, "Muerte en Venecia".
La viveza artística y cultural de estos personajes están a la altura del estilo único de la arquitectura veneciana. Más de 400 puentes, 150 canales y 6 sestieri (distritos) abrazan un romántico laberinto de calles, callejones y caminos, plazuelas y plazoletas. Cada rincón de Venecia refleja el encanto atemporal de la ciudad del Véneto que, junto con su laguna, fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987.
UN RECORRIDO POR CALLES, PLAZUELAS Y PLAZOLETAS
La Serenissima es una ciudad para admirarla a pie, pero también sobre una góndola, como sugiere Hemingway en su obra "Al otro lado del río y entre los árboles". El majestuoso Gran Canal, que alberga la tradicional Regata Histórica, divide la ciudad en dos y es un hervidero de góndolas y vaporettos yendo y viniendo. Lo atraviesan numerosos puentes famosos, entre los que destacan el Puente de los Descalzos, el Puente de la Academia, el Puente de la Constitución, obra del arquitecto español Santiago Calatrava, y el antiguo Puente de Rialto, construido en piedra de Istria, que es uno de los destinos más populares junto con el pintoresco mercado del mismo nombre, donde podrá comprar frutas, verduras y pescado fresco. El corazón de la ciudad se encuentra en la Plaza de San Marcos, la única que se puede llamar realmente "plaza" ("piazza") para distinguirla de las otras, que son simplemente plazuelas ("campi"). Desde la Plazoleta de los leoncitos, se puede admirar la Basílica de San Marcos y, frente a ella, el Campanile (campanario), conocido cariñosamente entre los venecianos como "el parón de casa" (el padrón de casa). En él, Galileo mostró su telescopio a la nobleza de la ciudad, y está coronado por una estatua dorada de un ángel, que se mueve y gira con el viento. El mejor lugar para disfrutar de una vista panorámica desde las alturas es la Torre dell’Orologio (Torre del Reloj). Destacan en ella el reloj astronómico dorado con esmalte azul y los Moros de Venecia, dos estatuas de bronce que representan un pastor joven y otro viejo, y que martillean la campana con sus mazos para marcar las horas. La entrada a este espléndido edificio se encuentra al principio de las calles comerciales, la Mercerie, donde encontrará tiendas, boutiques y puestos de recuerdos.
Uno de los símbolos de la ciudad es el Palacio Ducal, donde vivía el "Dux", y que hoy es la sede del Museo Cívico. Bajo el famoso Puente de los Suspiros, en un pasillo suspendido que conecta el Palacio Ducal con la antigua prisión, dentro de un complejo carcelario denominado Piombi, es imposible no sentir la opresión de los prisioneros "suspirando" por la libertad perdida. Entre los "huéspedes" más famosos de esta cárcel se encuentran Giordano Bruno, Silvio Pellico, Niccolò Tommaseo y Giacomo Casanova, después de haber escapado de ella. A los lados de la Piazza se encuentran las Procuratie Nuove (Procuradurías Nuevas), la sede del museo Correr, las Procuratie Vecchie (Procuradurías Viejas) con numerosas tiendas, cafés históricos y grupos de danza al aire libre; y el Ala Napoleónica, donde destacan el espléndido Salón y la Biblioteca Nazionale Marciana.
A unos pocos minutos de la Plaza de San Marcos, no puede dejar de visitar el teatro "La Fenice", elegido por Giuseppe Verdi para los estrenos de "Attila", "Ernani", "Rigoletto", "Simon Boccanegra" y "La Traviata".
También en Venecia encontrará cientos de palacios, todos ellos de gran interés histórico, arquitectónico y artístico: Ca' d'Oro, ahora un museo que alberga obras de arte de la colección de Giorgio Franchetti, denominado así porque originalmente parte de su fachada estaba cubierta de oro, Ca' Vendramin Calergi, sede del Casino de Venecia, donde murió Wagner, Ca' Foscari, delante del cual se sitúa el puesto flotante ("machina") en el que los ganadores de la Regata Histórica reciben sus premios, el Palazzo Venier dei Leoni, sede de la colección de Peggy Guggenheim, Ca' Rezzonico, que alberga el museo de Venecia del siglo XVIII, el Palazzo Grassi, uno de los principales lugares en los que se celebran exposiciones de arte en la ciudad, Ca' Pesaro, la sede del Museo de Arte Moderno y el Museo de Arte Oriental, Ca' Dario, especial porque está unido a las tragedias que marcaron las vidas de todos sus propietarios a lo largo de los siglos, y el Fondaco dei Turchi, sede del Museo Veneciano de Historia Natural.
SEÑORA DE ESPECTÁCULOS
"Semel in anno licet insanire", "una vez al año es lícito hacer locuras" afirma el viejo adagio latino, ideal para describir la atmósfera surrealista del Carnaval de Venecia, uno de los de mayor renombre en todo el mundo, junto con el de Río de Janeiro. Elegantes máscaras de carnaval y pomposos disfraces se combinan en el "salón" de la Plaza de San Marcos, que se convierte para la ocasión en un escenario a cielo abierto. Espectáculos, conciertos y recitales se suceden uno tras otro antes del tradicional Vuelo de la Colombina o Vuelo del Ángel, en el que un acróbata desciende del campanario de San Marcos hasta la Piazza, ante los ojos embelesados de la multitud. Todo acaba con el Martes de Carnaval y la "Vogata del Silenzio", procesión silenciosa de góndolas, en la que se hace la promesa de volver a verse al año siguiente. Ningún amante del arte puede perderse la Bienal de Venecia, uno de los eventos de arte contemporáneo más importantes del mundo, ni el Festival de Cine en el Lido di Venezia, donde se entrega el León de Oro.
SPRITZ, CICHÉTI Y DELICIAS PARA EL PALADAR
Una visita a la ciudad de los "duxes" no puede considerarse completa sin probar la comida veneciana. Un spritz o una copa de vino, acompañada de cichéti, los aperitivos típicos venecianos, son un ritual obligatorio, que todo aquel que visite la ciudad debe probar en una de las numerosas "bàcari", donde normalmente se come y bebe de pie. Después de un paseo por las calles y plazuelas, le recomendamos que se dé el capricho de tomar un aperitivo rápido y sencillo: la opción más sabrosa es el sándwich veneciano, consistente en dos rebanadas de pan, con mayonesa y deliciosos ingredientes.
Para una comida muy tradicional, los platos más populares son "risi e bisi", la sopa veneciana más conocida, "castraure", una variedad de alcachofa típica de la ciudad, "sarde in saór" (sardinas), hígado al estilo veneciano, "bigoli in salsa" (pasta veneciana típica), pato relleno y postres como "bussolai", "fugasse", "fritole" y "galani". Todo aquel que visite Venecia encontrará un rincón oculto o una obra de arte que se llevará a casa en el corazón.
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